Entrevistas

Proponen que Uruguay no sea miembro pleno del Mercosur

Proponen que Uruguay no sea miembro pleno del Mercosur

Las cifras comerciales y las frecuentes trabas al intercambio de bienes, agravadas por el bloqueo de puentes del lado argentino, avivan la discusión de si a Uruguay le conviene ser miembro pleno del Mercosur. El senador de la Lista 15 Isaac Alfie y el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, se pronunciaron a favor de pasar a ser un estado asociado al bloque.

(Emitido a las 8.52)

EMILIANO COTELO:
¿Para qué sirve el Mercosur? ¿Y para qué le sirve a Uruguay?

Después del bloqueo en los puentes internacionales que nos unen con Argentina, después de ver el rumbo irracional que tomó el conflicto con ese país por las plantas de celulosa, se ha replanteado con fuerza la discusión sobre la conveniencia de continuar integrando el Mercosur.

Es un tema que está en la calle, un tema del cual hablan los taxistas, un tema que se discute incluso en los boliches y, por supuesto, entre amigos, pero que tiene su correlato de debate en el ámbito político.

El primero en lanzar formalmente la piedra fue el sociólogo y presidente del Partido Independiente (PI), Pablo Mieres, quien en una columna en el diario El Observador titulada "Irse del Mercosur, ¿por qué no?", opinó directamente que Uruguay debería abandonar el bloque y convertirse en un estado asociado.

El planteo fue retomado, por ejemplo, por el senador colorado Isaac Alfie, quien coincidió en que Uruguay debería dejar de ser miembro pleno del grupo y mantener una relación bilateral con el Mercosur como tal.

Desde el Partido Nacional, en cambio, el ex canciller Sergio Abreu –que estuvo el viernes pasado aquí En Perspectiva– salió al cruce de estas opiniones.

Cuando lo entrevistamos reconoció las dificultades que se dan dentro del bloque pero entendió que la pertenencia de Uruguay al Mercosur es ineludible y que lo que hay que hacer, en todo caso, es revisar las estrategias y el posicionamiento político del país desde el Mercosur en relación con el mundo.

Vamos a incluir un par de enfoques sobre este asunto hoy. El primero de ellos, justamente, con el doctor Pablo Mieres, presidente del PI.

***

Doctor Mieres, usted se declara como "ferviente partidario del Mercosur" desde sus orígenes, recuerda que ha participado en el Mercosur educativo, que ha integrado la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur durante más de tres años pero, sin embargo, fue el primero que propuso discutir la posibilidad de que Uruguay se retirara del bloque. ¿Por qué?

PABLO MIERES:
Porque los hechos de los últimos tiempos realmente nos ponen arriba de la mesa como una evidencia la necesidad de analizar todas las posibilidades. Uruguay ha sufrido en este último tiempo, no sólo el bloqueo, que es lo que más no afecta en lo inmediato y sobre lo cual diría que los últimos días no han hecho otra cosa que agudizar el problema. Pero el gran problema de fondo es el bilateralismo del Mercosur.

EC - ¿A qué se refiere?

PM – Brasil y Argentina resuelven los asuntos del bloque cada vez más como una cuestión entre ellos dos. Un ejemplo típico, que no tiene que ver con un cuestionamiento a la persona pero que en definitiva sí tiene que ver con un cuestionamiento a las formas, fue la elección de Carlos "Chacho" Álvarez para funcionar como secretario del Mercosur. Eso fue comunicado a Uruguay y Paraguay. Por supuesto, Vázquez, con buen criterio y asumiendo que ya era un dato resuelto porque fue anunciado públicamente antes de la comunicación, se sumó en el apoyo a la decisión, pero nadie duda de que el acuerdo sobre el nombre de Chacho Álvarez surgió de un entendimiento entre Lula y Kirchner. Eso es un acuerdo. Los acuerdos y las tolerancias recíprocas que Brasil y Argentina se vienen otorgando en los últimos tiempos en reuniones bilaterales son otro ejemplo.

Por supuesto, la situación de crisis con Argentina, a la que hay que agregarle la postura de Brasil con relación al ingreso de nuestro arroz a su mercado, todo eso, y la lectura del porcentaje de participación que el comercio intrarregión significa hoy para nosotros con relación a siete años atrás, está implicando que el Mercosur hoy empieza a ser un gran corral donde Uruguay además tiene adentro una situación feudalizada dentro de la cual ni siquiera funciona con facilidades. Entonces una posibilidad que tiene un país pequeño es poner arriba de la mesa su única chance, que es decir que no.

EC – ¿La única posibilidad que tiene un país es una condición como esta, en un tratado como este es decir que no?

PM – Claro, es plantear la fuerza que nos queda, que es decir: "Miren, ¿saben qué?, en estas condiciones yo no juego más".

EC - ¿Concretamente en qué está pensando usted? ¿Cuál debería ser en el futuro la relación de Uruguay con el Mercosur?

PM – Pienso que la posibilidad es pasar a un estatuto como el que tiene Chile, es decir, convertirnos en un estado asociado, que por lo tanto mantiene una gran libertad de acción en materia comercial en el mundo que le permite desarrollar acuerdos bilaterales con otros países o con otras regiones como lo ha hecho Chile pero que, al mismo tiempo, mantiene una vinculación con una región que obviamente no nos es ajena.

A mí me duele plantear este tema, incluso cuando mira la historia de Uruguay, nosotros vivimos nuestra vida asociada con la región ineludiblemente, ya no más con la Convención Preliminar de Paz, que fue un acuerdo entre Argentina, Brasil e Inglaterra, siempre hubo una especie de destino manifiesto. Pero cuando Uruguay se siente ahogado, desairado, tenemos que tener la capacidad de patear el tablero porque de otro modo no nos van a considerar.

EC – El ex canciller y actual senador de Alianza Nacional Sergio Abreu hace a propósito de la situación un diagnóstico bastante parecido al suyo, pero discrepa en cuanto a qué hacer. Según Abreu el Mercosur es ineludible para Uruguay.

(Audio)

"SERGIO ABREU:
Es un elemento inexcluible porque estamos en una región, no nos podemos recortar".

(Fin del audio)

EC – "Hoy no podemos salir, como no podíamos negarnos a entrar en su momento", dijo. El viernes pasado, hablando aquí En Perspectiva, Abreu explicó:

(Audio)

"SA - La tengo clara: no es irse, es definir qué Mercosur queremos y pelear por ese Mercosur".

(Fin del audio)

EC - "Al Mercosur hay que fortalecerlo pero para que nos sirva a nosotros", agregó.
¿Cuáles son algunos de los cambios que Uruguay debe procurar en el Mercosur, según Abreu? Habría que asegurar que el comercio "no tenga trabas para la región", que a nivel de inversiones "no se profundicen las asimetrías", que exista una coordinación de las políticas macroeconómicas para evitar "estragos" por modificaciones del tipo de cambio. "Que el Mercosur asuma sus asimetrías y termine con sus hipocresías", concluyó.

¿Qué dice usted?

PM – En primer lugar, el doctor Abreu es un especialista, fue canciller y además es una persona que maneja con gran propiedad todos los temas. Le digo más: esos objetivos que plantea el doctor Abreu son absolutamente compartibles, con ese Mercosur que él dibujo yo me quedo muy contento y no tengo que plantear nada. El tema es que el propio Abreu sabe que a veces, para hacerse respetar en este contexto regional, hay que estar dispuestos a irse. Yo recuerdo que siendo él canciller y el doctor De Posadas ministro de Economía, se levantaron de una reunión y estuvieron dispuestos a irse y tuvieron que ir a buscarlos. No sé si se acuerda.

EC – Sí, perfectamente.

PM – Creo que estamos en una situación parecida pero más grave, porque hay un país que nos está agrediendo, como es Argentina, el otro mira para el otro lado y ni siquiera ofrece buenos oficios de mediación.

EC – Hubo un amague, el canciller Celso Amorín dijo hace pocos días que el gobierno brasileño estaba preocupado por la situación y se mostró dispuesto a intervenir acercando las partes. Pero quedó en eso.

PM – Y el propio Chacho Álvarez el otro día habló de la necesidad de buscar un entendimiento... Si el Mercosur despierta, reacciona y comienza... pero no basta con resolver el problema con Argentina, además debemos resolver el tema de que realmente esta región sea un territorio en el cual los bienes y servicios puedan circular libremente de acuerdo con el contenido del acuerdo. No pedimos ninguna excepción, pedimos que se apliquen las reglas de juego que la propia región ha establecido.

EC – De sus palabras concluyo que objetivos como los que resume el doctor Abreu, de cambios a introducir en el Mercosur, usted entiende que son los que efectivamente hay que intentar, pero se muestra escéptico sobre la posibilidad de llegar efectivamente a esos resultados, en la medida que hace años que se habla de esa posibilidad.

PM – Exacto, hemos vivido año tras año situaciones de frustración muy grandes.

EC – En todo caso, para hacer un nuevo intento en esa materia se necesita pegar un portazo.

PM – Ah, no tengo ninguna duda de que esa es la manera, midiendo muy bien; esos procesos no se dan de un día para el otro. Supongamos que Uruguay optara por esta línea, por este camino; si Uruguay anuncia que está estudiando –porque estas cosas son así a nivel diplomático– o explorando la posibilidad de cambiar su estatuto para pasar a ser un estado asociado, eso genera un impacto muy fuerte en la región y –lo digo con mucha humildad– para los observadores externos al Mercosur.

EC – Alguna señal en esa dirección se dio con los anuncios de que se explora o se maneja la posibilidad de negociar un tratado bilateral de libre comercio con Estados Unidos.

PM – Eso no necesariamente significa... porque ya de hecho Argentina y Brasil adelantaron informalmente su posición de que no le obstaculizarían a Uruguay un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. Uruguay puede compatibilizar su permanencia como miembro pleno avanzando en un TLC con Estados Unidos. El tema es realmente decir: en estas condiciones estamos dispuestos a dar un paso que es complejo, que es traumático, pero así no podemos seguir jugando. Creo que por lo menos en la mesa de análisis de la política exterior uruguaya, por cierto –incluyo un requisito más para tomar estas decisiones–, se requiere un acuerdo muy amplio.

EC – Sí, un consenso multipartidario.

PM – Exactamente; tenemos que recuperar una política de Estado en materia exterior. En política exterior Uruguay tuvo a la salida de la dictadura, en el período de Iglesias como canciller, un período muy positivo, con una sintonía fuerte entre todos los partidos, gobierno y oposición, y se lograron cosas muy importantes, como por ejemplo ser sede de la ronda del GATT, hubo muchos logros positivos. Un país chico no puede darse el lujo de tener fisuras en este aspecto, y Uruguay en los últimos años las tuvo e importantes. Hubo muchos debates, incluso parlamentarios, en los que quedaron de manifiesto posturas muy difíciles de conciliar. Tenemos la oportunidad hoy, a partir de una situación conflictiva y crítica, de abroquelarnos y generar en torno a una línea de política exterior un acuerdo de todos los partidos. En esto el gobierno tiene una responsabilidad obviamente principal.

EC – La reunión de todos los líderes políticos con el presidente Vázquez a fines del mes de enero pareció marcar un camino en esa dirección pero no ha tenido después consecución.

PM – No, lamentablemente, hubo una gran sintonía, el clima fue excelente, lo que dijimos fuera de la reunión reflejó exactamente el clima vivido dentro; hubo una actitud del doctor Vázquez, del presidente de la República, de gran apertura y de dar toda la información disponible y mucha cordialidad, y de parte de todos los partidos que estábamos allí la mejor disposición a acompañar, ayudar y manifestar solidaridad. Había otra instancia prevista para continuar trabajando juntos, pero lamentablemente, por problemas de manejo instrumental por parte de la Cancillería, no tuvo buen destino.

EC – No llegó a conformarse esa comisión de asesoramiento.

PM – No, porque la convocatoria le bajó mucho el perfil. Uno se imaginaba un ámbito en el que el canciller pudiera contar un espacio de diálogo, de discusión y de intercambio de información del más alto nivel. Nosotros habíamos designado al doctor Heber Gatto, una figura con trayectoria política, con un peso intelectual importante y tengo entendido que los otros partidos también pensaban aportar figuras de ese nivel. Pero si la invitación luego es para conformar una unidad asesora de la Dirección de Asuntos Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores, que está en la línea tercera o cuarta de mando de la cancillería, evidentemente es un cambio de criterio y de nivel que no se lee en términos de ámbito político. Más bien será un ámbito técnico, de especialistas jurídicos que no es lo mismo, es otra cosa.

EC – Queda pendiente saber si esa comisión se relanza. ¿Hay conversaciones a ese respecto?

PM – No, no hemos recibido ninguna otra referencia por parte del gobierno al respecto.

EC – Para terminar, con respecto a su propuesta, con respecto al debate que usted abrió –eventualmente irse del Mercosur y quedar como miembro asociado–, ¿cómo ha visto las respuestas, cómo ha visto las reacciones?

PM – Los hechos van cada vez más en la dirección de que este tema no puede estar fuera de la agenda de Uruguay. Es claro que desde que salió publicada esa columna, hace una semana y pico, hasta hoy lo único que ha habido son datos más y más definitorios en el sentido de que nuestra situación en el Mercosur es realmente precaria.

***

EC – "Irse del Mercosur, ¿por qué no?" Con ese título una columna firmada por el doctor Pablo Mieres, presidente del Partido Independiente, oficializó a través de la prensa un debate que se encontraba en estado latente en la sociedad uruguaya y también en el ámbito político.

Recién conversábamos con él pero nos interesa recurrir a otros puntos de vista. El del senador Isaac Alfie, ex ministro de Economía, integrante del Batllismo Lista 15 del Partido Colorado, también se ha manifestado a favor de que Uruguay se convierta en un estado asociado con el Mercosur, como ocurre con Chile.

***

Senador Afie, ¿usted ya venía con esta idea, ya tenía esta opinión? ¿O llegó a esta conclusión después de los hechos que se precipitaron por la controversia por las plantas de celulosa y el bloqueo de los puentes?

ISAAC ALFIE:
No, en realidad yo nunca fui muy partidario de que Uruguay ingresara al Mercosur, porque claramente veíamos muchos costos y prácticamente ningún beneficio.

EC – O sea que es una posición histórica suya.

IA – Histórica, sí. Después de ingresados al Mercosur ya las cosas adquieren cierta rigidez y entonces el viraje es: no hay que irse del Mercosur pero hay que pedir un estatuto como el que tienen Bolivia y Chile, de países asociados, que tienen muchos derechos, que tienen pocas obligaciones, por lo menos en aspectos relevantes. Para Uruguay sería un muy buen estatuto.

EC – En resumen –pese a que esta es una discusión ya vieja–, ¿para usted cuáles son hoy los principales problemas que limitan el desarrollo de Uruguay por permanecer en el Mercosur?

IA – Hoy no puede tener una política comercial propia. La política comercial es una de las más importantes en materia de asignación de recursos y por lo tanto en materia de eficiencia en el funcionamiento económico; no sé si no es la más importante. Entonces Uruguay, limitado, puesto en el corsé brasileño y argentino –más brasileño que argentino, para ser francos–, en el que los puntos en común o los puntos de conveniencia mutua son prácticamente nulos, no tiene ninguna escapatoria, no tiene forma de tener una política de desarrollo integral.

EC - ¿Algún ejemplo? ¿A qué se refiere? ¿Por ejemplo a nivel de los aranceles?

IA – Los aranceles son una de las cosas, pero no sólo los aranceles en términos generales, también los aranceles en términos de acuerdos bilaterales. Uruguay pudo negociar un acuerdo bilateral de libre comercio con México por una resolución especial del Mercosur, porque en su momento Brasil quiso hacer algo –bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso–, Uruguay le aceptó esa dispensa, y la usó para él; Brasil no la usó. Y mire qué importante está siendo el mercado mexicano hoy, ha sustituido grandemente a Brasil en el tema lácteos, hay que preguntarles a las empresas que exportan envases PET, sobre todo a la que está en la Zona Franca de Colonia, qué ha pasado. El crecimiento tan espectacular de la industria hoy básicamente está explicado en el 70 u 80 por ciento por una sola industria, que exporta a México.

EC – Alguien le puede decir desde la audiencia: está bien, pero ese acuerdo pudo hacerse.

IA – Pudo hacerse por una dispensa general del Mercosur, pero fue un hecho aislado por un interés de Brasil. ¿Brasil le va a dar la dispensa a Uruguay, Uruguay siquiera la va a pedir para un tratado con Estados Unidos o con Europa? Vamos a ser claros, la Unión Europea no negocia y estoy seguro de que Estados Unidos tampoco lo va a hacer si el Mercosur no dice expresamente: "Uruguay puede negociar solo un tratado de libre comercio".

EC – Hubo una declaración de Kirchner y Lula habilitando ese camino.

IA – Desde mi punto de vista fue de Kirchner y no de Lula, por lo que se vio. Después de algunas declaraciones de Celso Amorín, el canciller brasileño, quedó claro que Lula no habló, habló Kirchner; y desde mi punto de vista fue un ataque, un exabrupto de Kirchner ante  una pregunta que consideró impertinente estando en medio de una negociación bilateral con Brasil para violar todos los acuerdos del Mercosur, de hecho. Estas salvaguardias recíprocas y estos mecanismos compensatorios no tienen nada que ver con un acuerdo netamente comercial y de promoción del comercio, de las inversiones y del desarrollo en un bloque completo.

Además Uruguay hoy en el Mercosur no tiene ningún peso, si en algún momento lo tuvo –que creo que sí lo tuvo–, hoy está claro que no tiene ninguno, entonces es mejor ser un estado asociado, mantener ciertos privilegios importantes o cierta relación importante... Básicamente es casi volver al PEC y el CAUCE...

EC – El PEC (Protocolo de Expansión Comercial) y el CAUCE (Convenio Argentino-Uruguayo de Cooperación Económica), los viejos acuerdos que regían las relaciones comerciales con Argentina y con Brasil.

IA – El PEC con Brasil y el CAUCE con Argentina.

EC - ¿Cuáles serían las ventajas del estatus de "estado asociado"?

IA – Por lo pronto nos dejaríamos de discutir sobre parlamentos y cosas que no tienen nada que ver con el Mercosur original, con la coyuntura actual ni con nada; primera cosa importante porque, realmente, no podemos resolver los problemas básicos, no podemos resolver en el Mercosur el tema de las plantas de celulosa y de un bloqueo al libre tránsito, ¿qué vamos a hacer con un parlamento común o cosas raras? Primera ventaja.

Segunda ventaja, vamos a ahorrar un mundo de plata, porque no tendremos que hacer estas reuniones, gastar en reuniones ni ir y venir constantemente cuando a Brasil y Argentina se les ocurre plantear alguna reunión por algún tema de su interés y meramente de su interés. Sólo nos vamos a limitar a las cosas más sustanciales e importantes para Uruguay.

La otra ventaja, la más importante, es que usted adquiere libertad en su política exterior, tanto para la fijación de aranceles de manera unilateral como para hacer acuerdos con otros países, como tiene Chile. Chile tiene acuerdos con 50 y pico de países que representan más del 75 por ciento del PBI mundial. Con el 75 por ciento usted está integrado al mundo y es importante que Uruguay se integre al mundo. Chile eligió un modelo de país de excelencia; yo no creo que pueda haber más de dos países de excelencia en la región, es muy difícil, entonces si no somos el segundo, algún otro lo va a ser o quedará sólo Chile, que obviamente mira más al Pacífico que al Atlántico, pero en el Atlántico hay un producto bruto muy grande. Entonces, o somos el país de excelencia de la región –y para eso tenemos que estar en contacto con el mundo, abiertos al mundo, produciendo y generando lo que el mundo demanda– o correremos la suerte que todos sabemos que vamos a correr.

***

EC - La semana pasada el ex canciller Sergio Abreu difundió un documento de 30 páginas denominado "La inserción externa del Uruguay, una visión política y estratégica".

Lo entrevistamos aquí En Perspectiva a propósito de ese trabajo y durante el reportaje discrepó con la idea de abandonar el Mercosur. Para Abreu en el caso de Uruguay el Mercosur es ineludible.

(Audio)

"SERGIO ABREU:
Es ineludible porque es una realidad geopolítica, lo que no podemos hacer es planteos excluyentes, porque acá se están planteando mal las cosas, desde mi punto de vista, alguien dice: ‘Vayámonos del Mercosur y hagamos el TLC con Estados Unidos’, otro dice: ‘No, no hagamos el TLC con Estados Unidos, fortalezcamos el Mercosur político, busquemos cajas de resonancia, integremos a determinadas fuerzas sociales’, y parecería que todo esto es una visión binaria, si voy para este lado no voy para el otro".

(Fin del audio)

EC - ¿Cómo observa usted este análisis del doctor Abreu? ¿Se siente aludido por la crítica?

IA – No, más bien... creo que va en el mismo sentido.

EC - ¿A ver?

IA – Dicho de otra manera, seguramente mucho más elegante porque el doctor Abreu es mucho más elegante que yo, está diciendo lo mismo. Nosotros decimos: no abandonemos el Mercosur, no podemos abandonar el Mercosur como tal de esta manera; vayamos a un estatuto mucho más laxo para el país.

EC - Usted coincide con Abreu en que alguna forma de Mercosur es ineludible para Uruguay por una cuestión geográfica, geopolítica.

IA – Evidentemente, la geografía tiene su que ver; por lo pronto tiene determinados ahorros en el costo de transporte. Así que, primera cosa importante: no hay una diferencia entre lo que dice el doctor Abreu y la posición nuestra.

EC – Quizás con esa parte de las declaraciones de Abreu no, pero en otro tramo Abreu se pronuncia por fortalecer al Mercosur para que nos sirva a nosotros; incluso menciona algunos puntos –yo los citaba hace un rato–: debería asegurarse que el comercio no tenga trabas para la región, que a nivel de inversiones no se profundicen las asimetrías, que haya una coordinación de las políticas macroeconómicas para evitar estragos por modificaciones del tipo de cambio, "que el Mercosur asuma sus asimetrías y termine con sus hipocresías", decía.

IA – Es correcto, pero quizás ese sea el deber ser, la parte normativa. La lucha por el tema de no sesgar la inversión hacia un lado o hacia el otro deriva justamente de que no haya nunca un bloqueo ni ninguna restricción comercial. Si usted sabe que no tiene ninguna restricción comercial, que nunca le van a poner una restricción comercial, tiene asegurado que la inversión va a ir a donde más le convenga al inversor y no siempre a Argentina y a Brasil, como históricamente han intentado esos dos países. Incluso en este tema de las plantas de celulosa hay algo de eso, Argentina y Brasil no pueden admitir... porque vamos a ser claros, la posición de Brasil en esto, que es el más importante del Mercosur, el más grande, ha sido absolutamente tibia, no ha hecho ninguna declaración. Uruguay tampoco hizo nada, tuvo la Presidencia Pro Témpore y con todo el lío que teníamos en seis meses no hicimos una reunión ni sacamos una declaración sobre el tema.

EC – Usted dice que el mensaje implícito en la actitud argentina ante las plantas de celulosa y también en el silencio o el quietismo brasileño es: señor inversor, usted no se arriesgue a poner una fábrica en Uruguay porque podemos llegar a hacerle la vida imposible.

IA – Exactamente, es muy claro. Las plantas de celulosa en este caso no son para exportar a Argentina y Brasil, capaz que a Argentina, pero a Brasil seguro que no porque ese país va a ser uno de los más grandes productores de pasta de celulosa y papel del mundo, tiene las más grandes plantas, entonces no le importa. Pero está claro que las inversiones para la región, que eran la única ventaja potencial que podía tener Uruguay en el Mercosur, no vienen a Uruguay porque cada vez que Uruguay les hace alguna roncha en algún mercado a Argentina o a Brasil, aunque sea mínima, o a un estado o a una provincia, se acabó: hay problemas, trabas, medidas antidumping, medidas de calidad y cosas por el estilo.

Ese es un aspecto, el aspecto central de la libertad de comercio, que dice el doctor Abreu, que tiene toda la razón del mundo, y derivado de eso, obviamente, las inversiones.

El aspecto de la coordinación de políticas macroeconómicas, que es bastante difícil, por lo pronto en el estado actual, pero aunque sea una compensación, Uruguay planteó –yo era coordinador de esta historia cuando era director de la Asesoría Macroeconómica– varias veces no medidas compensatorias directas sino de manera indirecta, algo así como un mantenimiento del tipo de cambio en una convergencia gradual hacia el nivel nuevo..., porque si Brasil devalúa, devaluó, pero el problema de Uruguay no es que Brasil devalúe y haya mucho contrabando o más contrabando, el gran problema es el acceso, deja de tener acceso al mercado, aprovecha los bajos costos de los productos brasileños en materia prima pero deja de tener acceso al mercado, entonces el tema es mantener el acceso. La medida que proponía Uruguay era mantener el acceso al mercado y Brasil obviamente nunca nos dio corte, ponía el grito en el cielo, decía que no, que era una barbaridad.

EC – En resumen, usted comparte los objetivos que expresa el senador Abreu, lo que habría que cambiar en el Mercosur, pero su opinión es que esto ya se ha intentado y no hay manera de conseguirlo, el partido ya se jugó.

IA – El partido se juega todos los días. Yo digo que hoy por hoy es muy difícil, y mucho más en el actual estado de cosas, con las políticas de Argentina y de Brasil, que claramente están jugando un partido mucho más cerrado. No es el Mercosur original, nada que ver, ha habido un retroceso muy importante. Habrá que esperar circunstancias mejores, para eso habrá tiempo, no digo que no lo haya, y también digo, como dice el senador Abreu, que estamos acá, entonces será con Mercosur, sin Mercosur, con menos Mercosur, con más Mercosur, no sé, póngale el nombre que quiera, pero es evidente que estamos acá y que integración con la región siempre vamos a tener. Lo que estoy diciendo es: busquemos un estatuto más flexible para el país.

EC - ¿Cómo ve el debate político en torno a esta posibilidad? ¿Cómo ha visto el pasar de estos días?

IA – Yo veo que en toda la oposición hay una coincidencia, aunque sea en objetivos, en grandes líneas. En instrumentos, no estoy tan seguro porque no hemos hablado pero lo vemos igual. Pero en el gobierno creo que hay gente que lo ve igual que nosotros y gente que lo ve totalmente distinto. El problema que tenemos es que el canciller lo ve totalmente distinto. Entonces, mientras el canciller esté donde esté y no se vaya o el presidente no lo saque... a esta altura no sé si no sería bueno que lo sacara porque nos ha complicado bastante las cosas...

EC – ¿Para usted debe removerse al canciller Reinaldo Gargano?

IA - ¿Qué quiere que le diga? ¿A usted le parece que el canciller actuó con la ponderación y la celeridad y dio los pasos que había que dar en el tema con Argentina? No. ¿Y ahora a qué fue? ¿A vender manzanas a Rusia? Le soy sincero: fue a España y se peleó por el tema de los inmigrantes –ahora salió una ley, menos mal, pero éramos de los pocos países a los que les mandaban a toda la gente de vuelta– y supuestamente él estuvo actuando en el PSOE durante su tiempo de exilio y demás. Se pelea con Argentina haciendo declaraciones que obviamente no corresponden a un canciller. Y ahora, en medio de todo este lío, se va diecisiete días para Rusia. ¿Qué quiere que le diga? El presidente es el presidente y sabrá lo que hace, pero va a tener que actuar. Y estamos con el Mercosur, va a Brasilia –hace poco– y no obtiene una declaración ni siquiera marginal, tangencial o algo de que Brasil va a hacer algo para intervenir en el tema de las plantas de celulosa. Siendo el país más importante, es obvio que es el país más importante, Brasil tibio, totalmente tibio, no hace ni dice. Y durante la Presidencia Pro Témpore, teniendo todo este lío que venía creciendo como un monstruo... usted sabe que si al cáncer lo agarra de primera lo puede dominar, pero si lo deja crecer no hay forma, la metástasis es por todos lados y después es muy difícil, pero no hicimos nada, nos dedicamos a traer a Venezuela, con todos los problemas que esto nos va a traer –y lo vamos a ver– adentro del Mercosur y hablar del Parlamento del Mercosur. ¿Qué quiere que le diga? Estamos errando nuestra política.

------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe