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Botnia cumple con su gesto

Este domingo 26, Botnia dio la señal esperada por los gobiernos de Uruguay y Argentina. Sin mayores especificaciones, suspendió sus obras por una máximo de 90 días. Resta definir quién se hará cargo de los jornales de los 1.700 trabajadores y hasta dónde llega la suspensión de las obras. En tanto, Vázquez y Kirchner se reúnen el miércoles. Informe En Perspectiva.

(Versión editada del informe emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
No hay caso. El conflicto entre Uruguay y Argentina por las plantas de celulosa no sale de la agenda informativa. Todo lo contrario, hoy lunes ingresa en una etapa clave que, aparentemente, lleva a su solución.
Luego de las negociaciones de los últimos días entre los gobiernos de Uruguay y Argentina para encauzar el diferendo, estaba faltando la voz –o mejor dicho, el gesto- de Botnia.

Y ese gesto finalmente llegó, ayer domingo al caer la tarde.

Moviendo, de a poco y de reojo

Luego de la cumbre Tabaré Vázquez - Néstor Kirchner del 11 de marzo, las respuestas de los destinatarios de las exhortaciones presidenciales demoraron en concretarse.  Esta novela por entregas produjo sus novedades día a día, pero casi a cuentagotas, con cada una de las partes haciendo sus jugadas de a poco, siempre mirando de reojo a la otra.

La primera decisión tomó forma el lunes 20 de noche, cuando los piqueteros de Guleguaychú levantaron el bloqueo del Puente General San Martín, pero manteniendo la prohibición de pasar a aquellos camiones que transportaran materiales para las plantas de celulosa.

Mientras el gobierno uruguayo aclaraba que en esas condiciones el "gesto" no se consideraba cumplido, del lado de las empresas Ence se resolvió a hablar con un comunicado difundido el martes 21.  El grupo español dijo que "entiende su deber ponerse a disposición del gobierno del Uruguay a fin de contribuir dentro de sus posibilidades a favorecer ese diálogo y a poner todos los medios a su alcance para que las autoridades uruguayas puedan ofrecer a los ciudadanos y al gobierno argentino las evidencias técnicas de seguridad medioambiental que estos solicitan".

El texto no hablaba de suspensión de obras pero mostraba buena disposición a colaborar, algo bastante cercano al gesto reclamado, sobre todo si se tiene en cuenta que Ence apenas se encuentra en la etapa de la remoción de tierra para preparar la construcción de su fábrica.

El foco de la atención quedó puesto en Botnia, que es la compañía que ha avanzado más en sus trabajos, al punto de que ya tiene unas 1.500 personas desempeñándose en su obrador.
Pero Botnia todavía se tomaría su tiempo.

La jugada siguiente vino del otro lado del río, ese mismo martes 21, cuando en la noche los activistas de Colón rehabilitaron la circulación por el puente General Artigas, aunque agregando ellos también la promesa de parar a los camiones que se dirigieran a las obras de Botnia y Ence.

El miércoles 22 fue un día quieto.  Pero el jueves 23 el escenario cambió de manera sensible. Luego de una reunión en la Casa Rosada con el jefe de gabinete Alberto Fernández, y aparentemente muy presionados por el gobierno, los dos grupos de "ambientalistas" se avinieron a eliminar todas las limitaciones al tránsito por los puentes binacionales: el bloqueo quedaba levantado por completo.

Como ustedes saben, con esa variante confirmada al mediodía, al caer la tarde habló en Montevideo el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, quien consignó que quedaban satisfechos los requisitos exigidos por nuestro país para dar comienzo a las negociaciones.  Y reveló además que se acababa de agendar la primera reunión formal entre Vázquez y Kirchner para el miércoles 29 en la Estancia Anchorena.

En ese momento llamó la atención que ese paso se diera sin que ninguna de las dos empresas completara sus respectivos gestos.  Curiosamente, esa misma tarde Botnia dio a conocer su primer remitido pero no llegó al fondo de la cuestión. Parecía preparar el camino para la suspensión de las obras, pero de todos modos no se pronunciaba aún, no formulaba un anuncio concreto:

"Ante el cese del bloqueo de los pasos fronterizos, Botnia desea informar que está dialogando con el gobierno uruguayo y que está dispuesta a realizar sus mayores esfuerzos en apoyo a la línea de entendimiento establecida por los presidentes de Uruguay y Argentina.

La empresa espera que esta nueva etapa de diálogo promueva a una reflexión profunda acerca de las políticas de desarrollo del sector foresto-industrial que se apoyan en el respeto y el cuidado del medioambiente.
(...)"


Por lo visto, había que seguir esperando. 

Parecía evidente que la suspensión de las obras llegaría, porque era difícil pensar que Kirchner se reuniese con Vázquez sin que su condición se hubiese verificado. 
Era, obviamente, una cuestión de horas, pero... ¿cuántas horas seguirían los jugadores orejeando sus cartas?
Habla el Fernández argentino

Mientras tanto, ocurrió lo obvio. Entre viernes y sábado el gobierno argentino condicionó públicamente la cumbre presidencial a que Botnia y Ence formalizaran su intención de suspender las obras.

Por ejemplo, el jefe de Gabinete argentino Alberto Fernández dijo el sábado que Argentina cumplió con su parte y que las rutas están libres sin condiciones de los asambleístas. "Ahora resta que las papeleras paren las obras. La reunión entre los presidentes depende de eso", enfatizó Fernández.

Finalmente, el primer gesto empresarial llegó ayer domingo al caer la tarde (un momento poco frecuente en estas latitudes para este tipo de noticias), cuando la empresa de capitales finlandeses emitió su segundo comunicado y se manifestó proclive a suspender las obras en Fray Bentos durante un período máximo de 90 días.

Resistida

Según pudo saber EN PERSPECTIVA, la suspensión de las obras fue resistida y demorada por la empresa en los días posteriores al "Diálogo de Chile". Mientras la pulseada se prolongaba, Botnia contrataba más personal y seguía acumulando materiales para la construcción de su planta.

Pero el levantamiento total de los piquetes, el jueves 23, permitió que se agilitaran las negociaciones entre el gobierno uruguayo y la empresa. El viernes 24 Botnia envió al Poder Ejecutivo una serie de propuestas.  El fin de semana se cargó de intensas tratativas entre el gobierno uruguayo, el gobierno argentino, la representación uruguaya de Botnia y la casa matríz de la compañía en Finlandia.  Las gestiones culminaron ayer, cuando la firma se avino a detener las obras.

El comunicado dice textualmente:

"Botnia desea informar que, con el propósito de contribuir a abrir un espacio de diálogo entre las repúblicas de Uruguay y Argentina y haciéndose eco de la exhortación hecha por los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner, suspenderá durante un período máximo de noventa (90) días los trabajos de instalación de la planta de celulosa que actualmente levanta en la ciudad de Fray Bentos, Departamento de Río Negro, República Oriental del Uruguay.

El gobierno uruguayo ha informado que en el lapso antes señalado, ambos países analizarán el impacto ambiental que tales obras efectivamente generen en la región. A tal fin, la empresa brindará toda la información que sea necesaria para dilucidar las dudas que pudieran existir al respecto y garantizar las correctas condiciones de operatividad y control de las plantas.

Botnia hace saber que la decisión fue analizada y aprobada por la compañía con sede en Finlandia".

Las dudas

El texto, como ustedes notarán, se limita a cumplir con la formalidad de concretar el gesto solicitado por los presidentes. Pero es muy poco claro, sobre todo en cuanto al alcance de la suspensión de las obras.

Durante toda la tarde de ayer EN PERSPECTIVA procuró obtener mayor precisión entrevistando a los voceros habituales de Botnia, pero las gestiones no tuvieron éxito. En particular fue imposible acceder al ingeniero Carlos Faroppa, asesor estratégico de Botnia, que ha sido el portavoz más frecuente de la empresa en los últimos meses.  Pero hace ya un par de semanas que Faroppa no concede entrevistas.

Satisfacción argentina

Pese a las ambigüedades del comunicado de Botnia, anoche mismo el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, se manifestó conforme con la resolución.

Consultado por EN PERSPECTIVA, Fernández explicó, en tono amable, que, como contribución al encauzamiento de esta controversia, él prefiere no conceder entrevistas medios uruguayos.
De todos modos, sí informó que en la jornada de hoy se reunirá con el secretario de la Presidencia de nuestro país, Gonzalo Fernández, para ajustar los detalles de la reunión Kirchner-Vázquez del próximo miércoles.

¿Y Ence?

En realidad, para que el encuentro se ratifique plenamente todavía falta una último movimiento: el anuncio de Ence de detención de sus obras.