Entrevistas

Sunca exige que posible suspensión de obras no afecte a los trabajadores

Sunca exige que posible suspensión de obras no afecte a los trabajadores

Para el Sunca la suspensión anunciada por Botnia podría ser la del montaje "metalmecánico" de la planta. No así la construcción civil que hoy emplea a 1.700 personas. "Si la obra se paraliza y se define que los jornales correrán por cuenta de alguien parecería que estaríamos en mejores condiciones de salida", dijo el dirigente Jorge Mesa.

(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
Ayer se conoció la decisión de la empresa Botnia de suspender las obras de su planta Fray Bentos. Finalmente, a través de un comunicado, la compañía finlandesa anunció que daba el paso que esperaban los gobiernos de Uruguay y Argentina para comenzar a negociar. Mientras aguardamos la posibilidad de obtener más datos del lado de la propia empresa Botnia, nos comunicamos con el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) para conocer cómo se ha recibido esta novedad desde el sector de los trabajadores. Son más de 1.500 los empleados que se desempeñaban en esta obra, la mayoría de ellos sin derecho a seguro de paro.

Estamos en diálogo con el señor Jorge Mesa, secretario general del gremio.

***

Señor Mesa, ¿cómo recibieron la noticia? ¿Habían tenido contactos, diálogo con Botnia?

JORGE MESA:
Sí, el diálogo es una cuestión diaria en la obra, hay mucha gente, así que hace falta dialogar todos los días. Hasta el sábado la información que había en la obra era sin modificación respecto de los trabajadores de la construcción; en todo caso sí sabíamos que había voluntad por parte de la empresa de sacar un comunicado de este estilo. En definitiva la redacción no es muy precisa, tampoco para nosotros y, por supuesto, fue entregada primero a la opinión pública, a la prensa, supongo que al gobierno, nosotros no recibimos el papel oficialmente, pero sabíamos que había voluntad de sacar una resolución de estas características.

EC - Mi pregunta es: ¿con ustedes había existido diálogo sobre cómo llevar adelante la suspensión de las obras?

JM - No, no. Sí tenemos una exigencia planteada al gobierno y a la empresa de un ámbito tripartito, con las empresas subcontratadas, la contratista principal, Botnia y el propio gobierno, el Ministerio de Trabajo en principio –el gobierno decidirá si participa otro actor–, y el sindicato ante cualquier decisión que tomara la empresa que afectara el trabajo allá, parcialmente o como fuera, el trabajo directo en obra y los indirectos. También hay situaciones todavía no visibles en el movimiento diario en la obra, pero son puestos de trabajo que están dependiendo de la fabricación de insumos para la misma.

EC - ¿Se aceptó la conformación de ese ámbito tripartito?

JM - El gobierno nos planteó a través del ministro de Trabajo que efectivamente se comprometía a esa convocatoria, apenas se tomara la decisión y ésta afectara puestos de trabajo. Salvo que hoy esté lloviendo en Fray Bentos, la redacción de ese comunicado en este momento no está afectando ningún puesto de trabajo ni hay paralización de las obras.

EC - Enseguida vamos a confirmar eso. El comunicado dice que se suspenderán durante un período máximo de 90 días los trabajos de instalación de la planta de celulosa. ¿Qué preguntas les despierta a ustedes esa frase?

JM - La instalación no supone la construcción, hasta la semana pasada la empresa había sugerido públicamente que tal vez pudiera retrasar una etapa de la obra, que era la instalación de las maquinarias, es decir, el montaje metalmecánico.

EC - O sea que manejaba como posibilidad continuar mientras tanto con la obra civil, la construcción del edificio donde se ubicará la planta propiamente dicha, más los edificios de oficinas, la caminería, etcétera.

JM - Exacto. Y la instalación, por lo menos en el lenguaje diario nuestro, siempre supone esa etapa, el montaje metalmecánico. Por lo tanto los trabajadores de la construcción no verían afectados sus puestos de trabajo hoy. La obra de ingeniería civil es una etapa importante, en este momento se está superando el 50 por ciento. Y hay prácticamente 1.700 trabajadores contratados en forma directa. Es complicado, supongo, para la empresa y para el gobierno suspender en este momento en Río Negro –todos conocemos el tamaño de Fray Bentos– 1.700 trabajadores, por lo menos si esa decisión agrega la circunstancia de la pérdida de jornales.

EC - O sea que la esperanza de ustedes es que este comunicado quiera decir que se suspende la instalación de las maquinarias y mientras tanto continúa la obra civil.

JM - No, la esperanza y el reclamo nuestros están puestos en la instalación de un ámbito con todas las partes para definir quién paga, en el caso de una paralización, los jornales de aquellos que están trabajando en forma directa en la obra.

EC - Sí, usted recordaba que no todos los empleados en la parte de construcción tienen derecho generado al seguro de paro.

JM - No, y además el seguro de paro no sé si en la circunstancia sería la mejor salida que los trabajadores aceptarían. Se trata de una paralización absolutamente ajena y extraña a las formas como se paraliza una obra de construcción y por lo tanto se accede al seguro de paro. Sería una paralización que en principio estaría anunciada como parcial, no sabemos si de algunos días, algunas semanas, y es claro que en el gremio, con la desocupación que tenemos, que los compañeros puedan acceder al seguro de paro es muy difícil. Pero además hay traslados de familias, traslados de trabajadores de Montevideo y otros lugares del interior del país, hay gastos agregados en función de una inversión familiar que se hizo para un tiempo de por lo menos año y medio y con una perspectiva tal vez un poco mayor si esos trabajadores podían seguir trabajando en otras etapas de la obra, como la del montaje, que el seguro de paro evidentemente no cubre. Y venimos con promedios de salarios un poco por encima de la media del sector. Todo eso va a tener que estar contemplado en una mesa de negociación, habrá que definir con claridad quién pagará esos costos económicos, que indudablemente no se pueden recaer –no parecería una salida inteligente– negativamente en la localidad y en la región, en el sentido de pérdida de salarios. Si la obra se paraliza y se define que los jornales correrán por cuenta de alguien –no sé si el Estado, la empresa, quién, no conozco cuál va a ser la solución, sólo tengo claro cuál es la reivindicación de los trabajadores–, parecería que estaríamos en mejores condiciones de salida en tanto no haya una afectación mayor en términos económicos para la localidad y la región.

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Edición: Mauricio Erramuspe