Sin mediador, la crisis se va a prologar, afirma analista argentino
Rosendo Fraga, analista político argentino, consideró que tanto el gobierno de Kirchner como el de Vázquez han intentado que el diferendo por las plantas de celulosa se resuelva en el plano bilateral. Para Fraga esto es un error y se debe aceptar un mediador. "Si no, esto se va a prolongar y los avances se van a frustrar, como ha pasado ahora", afirmó.
(Emitido a las 7.55)
EMILIANO COTELO:
¿Cómo se observa del lado argentino este nuevo impasse en la crisis por las plantas de celulosa?
Vamos a conversar con el doctor Rosendo Fraga, analista político, con quien ya hemos dialogado en otras ocasiones.
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Doctor Fraga, ¿le sorprendió este giro de ayer?
ROSENDO FRAGA:
No tanto.
EC - A ver...
RF - Para ambos presidentes fue muy difícil articular esta tregua, ya sea para Kirchner lograr el levantamiento del corte de los puentes, ya sea para Tabaré lograr que las empresas suspendieran las obras. ¿Cuál es el problema? Que una tregua sin horizonte claro de hacia dónde se encamina la solución es una situación frágil y esto se hace muy complicado.
EC - Discúlpeme que lo interrumpa allí. Justamente, la impresión que había ido consolidándose en Uruguay era que el presidente Vázquez en particular había dado ese paso tan riesgoso que dio el 11 de marzo en Chile y que le provocó críticas tan severas de la oposición porque antes de ese encuentro con Kirchner las cosas ya estaban muy encaminadas, como que había algo que ya estaba rumbeado y que conducía a una salida. Es más, cuando se fijó la reunión para este miércoles en Anchorena se afirmó aquella impresión: "evidentemente tienen todo ya muy ajustado". Ahora nos enteramos de que quedaban detalles, y detalles importantes.
RF - Yo lo veía de esa manera, creo que el problema siempre lo dije y públicamente es que aunque logremos una tregua, esa tregua, si no tenemos una solución encaminada, no nos va a servir. El problema central está en esto, se buscó una tregua sin tener la solución encaminada. Y aunque lo hubiésemos logrado que creo que en gran parte la hemos logrado, sin una solución encaminada va a ser frágil, se va a realizar la tregua y el conflicto va a estar igual o peor que antes.
Yo personalmente no veo otra solución que una mediación. Cuando uno mira los conflictos internacionales grandes en la historia, la solución cuando se agota el diálogo entre dos partes es un mediador. Muchas veces es la única forma con la cual las partes pueden realmente justificar ante sus respectivas opiniones públicas por qué aceptan una determinada solución. Pero esto a mi juicio no está claro, se ha formado una comisión binacional que va a evaluar, que va a medir, y después de que evalúe o mida, ¿cuál va a ser la solución? ¿Qué grado de obligatoriedad va a tener para las partes una comisión que en realidad va a dar un dictamen pero que no va a ser obligatorio? Este es el punto central que enfrenta el conflicto. Yo personalmente quiero una mediación que dé una contención concreta y que diga: "Esto que se resuelve las dos partes lo van a aceptar". Me da la impresión de que las treguas, aunque se logren, van a ser frágiles y transitorias, como ha pasado en este momento.
EC - Es interesante que usted vuelva en este momento sobre una idea que ya hace tiempo que maneja. Recuerdo que lo entrevistamos aquí En Perspectiva a fines del mes de enero y ya en aquel punto de la crisis usted entendía que el camino pasaba por la búsqueda de un mediador. No tuvo demasiado eco ese camino. En este programa lo retomamos en distintas ocasiones, discutimos mucho a propósito de esa posibilidad, pero de los dos lados se descartó, en algún momento se insinuó algo pero rápidamente se dejó por el camino.
RF - Claro y en mi opinión ese es el error central. Si no, vamos a seguir creando comisiones técnicas que van a evaluar, que van a opinar, pero que no le van a dar resolución al conflicto. Entonces, ¿cuál es la gran decisión binacional? Es una mediación, elegir un mediador adecuado, confiable para ambas partes. Si uno mira el mundo, mira las relaciones internacionales, insisto: cuando el diálogo bilateral se agota no hay otra solución que el mediador. Desde el punto de vista de la historia argentina muy claramente esto ha sido así, en los conflictos con Chile, con Brasil han sido históricamente el rey de Inglaterra, otras veces el presidente de Estados Unidos en los conflictos con Brasil o ha sido el Vaticano en el último conflicto que tuvimos con Chile. Este es el punto, sin un horizonte claro de solución va a ser muy difícil, por más que logremos treguas, que eso se transforme en una solución consistente.
EC - ¿Para el gobierno argentino es sencillo aceptar un mediador? Usted mencionaba algunos antecedentes, pero de casos en los que los conflictos eran con países mucho más grandes que Uruguay, un conflicto con Chile, un conflicto con Brasil. Da la impresión de que en este caso en particular el gobierno Kirchner ha hecho todo lo posible por mantener esto en el plano bilateral, que no pase a otras instancias, ni siquiera del Mercosur.
RF - Estoy de acuerdo, esa ha sido la política argentina, pero en mi opinión esa política va a prolongar el conflicto. Ese es el punto central, esto va a prolongar el conflicto, lo vamos a seguir arrastrando. Y mi impresión es que a ninguno de los dos países le conviene, aunque Argentina sea más grande que Uruguay, tampoco le conviene la prolongación de este conflicto. Es cierto lo que usted dice, la política argentina ha sido evitar la mediación, pero la política uruguaya también, quizás con menos firmeza que la argentina. Pero en mi opinión esta política, en vez de solucionar el conflicto, de acortar los tiempos del conflicto, de reducirlos, de tener un horizonte que lo contenga, no es conveniente para ninguno de los dos países. El traspié de ayer lo está confirmando, el traspié inicial del anuncio de Santiago de Chile nos está mostrando dos presidentes que realmente tienen mucha dificultad para manejar el problema en el plano bilateral.
EC - ¿Se le ocurren ejemplos de posibles mediadores?
RF - No sé, creo que hay que estudiarlo. Yo pensaría en un país que en un plazo relativamente corto lo resuelva y, diría, sobre todo un país que no esté involucrado en las inversiones pero que sea muy respetado, sobre todo por sus normas de protección ambiental. Yo personalmente orientaría la búsqueda en esa dirección.
EC - ¿A ver? Y si avanzamos un poco más, ¿cuál podría ser?
RF - No, la verdad es que no me animo a dar una opinión concreta, no tengo en este momento presente cuáles son los países que tienen mejores normas de protección ambiental. Normalmente son países desarrollados y están en Europa.
EC - Uno de los países mejor ranqueados en esa materia es Finlandia, casualmente, pero está involucrada con la planta de celulosa.
RF - Ni Finlandia ni España porque esos países están involucrados en esas inversiones, eso generaría la sensación política de que podrían estar opinando interesadamente. Pero a partir de eso hay que buscar y sobre todo ir a una solución de acuerdo: vamos a aceptar la solución que determine este mediador. Si no, esto se va a prolongar y los avances se van a frustrar, como ha pasado ahora.
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Edición: Mauricio Erramuspe