Entrevistas

La agenda uruguaya en el diálogo con Estados Unidos

Tras dos años de inactividad, esta semana volvió a reunirse la Comisión Conjunta de Comercio e Inversiones Uruguay-Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio no estuvo en la agenda. Sí, el aumento de las exportaciones al principal socio comercial que tiene Uruguay. Carlos Amorín, director de Asuntos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó qué se habló y las posibilidades del país en este intercambio.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, ¿sí o no?

Mientras el gobierno y el Frente Amplio (FA) dejaban ese debate para más adelante, esta semana una delegación oficial viajó a Estados Unidos a negociar mejoras en las exportaciones uruguayas a ese país, ampliando los cupos y diversificando los rubros.

Durante estas reuniones también estuvo sobre la mesa la futura aprobación, en el Senado de Estados Unidos, del Tratado de Protección Recíproca de Inversiones, la última etapa del tortuoso camino que transitó este acuerdo que tanta polémica generó el año pasado acá en Uruguay.

Para conocer de cerca el resultado de las negociaciones con las autoridades estadounidenses y los objetivos de las reuniones que se han mantenido también con empresarios, y mientras sigue en Estados Unidos quien encabezó esta misión, el ministro de Industria, Jorge Lepra, les proponemos un diálogo con el doctor Carlos Amorín, director de Asuntos Internacionales de la cancillería, que acaba de regresar a Montevideo.

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EC - A comienzos de esta semana volvió a reunirse la Comisión Conjunta de Comercio e Inversiones Uruguay-Estados Unidos, creada en 2002 durante el gobierno del doctor Jorge Batlle, pero que llevaba dos años sin ser convocada. ¿Cuál era la trascendencia de estas negociaciones?

CARLOS AMORÍN:
Quizás habría que hacer una pequeña aclaración.

EC - Adelante.

CA - No es un foro de negociación propiamente dicho, es un foro de diálogo entre los países, es un mecanismo bastante común entre los países tener algún tipo de comisión conjunta para examinar las relaciones en su conjunto o un sector importante de las mismas, como pueden ser las económico-comerciales.

EC - Acá volvemos al matiz entre diálogo y negociación. ¿Por qué dice usted que este es un ámbito de diálogo?

CA - Porque el mandato de la comisión, según el acuerdo por el que se la creó, es un foro para plantear los problemas y buscar las vías para encauzarlos, ya sí en ámbitos de negociación.

EC - ¿Quiénes participaron?

CA - Del lado uruguayo, como usted mencionaba, encabezó la delegación el ministro Lepra, estuvimos representados institucionalmente la Cancillería, tanto de nuestra parte como de la Embajada, participaron representantes del Ministerio de Economía, la directora de Propiedad Industrial del Ministerio de Industria, también técnicos del Ministerio de Industria, representantes de nivel técnico del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y representantes del INAC.

EC - Así que fue una delegación numerosa la que llevó nuestro país.

CA - Sí, representaba a todos los sectores de interés en la relación económica con Estados Unidos.

EC - Vayamos un poco más a fondo. Estados Unidos es el principal destino de nuestras ventas al exterior. El año pasado nuestras exportaciones a Estados Unidos sumaron 770 millones de dólares, un 22 por ciento del total de las exportaciones uruguayas. ¿Es posible mejorar esos números?

CA - Es posible, sí, incluso la tendencia es al aumento y a algún tipo de diversificación. Obviamente la gran estrella ha sido la carne estos años, pero hemos detectado que también otros rubros se han comportado bien. Y en otro rubro que es bastante protegido, incluso más que la carne vacuna en Estados Unidos, como son los lácteos, Uruguay está teniendo ventas superiores a las fijadas por las cuotas; obviamente hay que pagar aranceles más altos, pero el comercio fluye y muestra una tendencia al crecimiento.

EC - ¿Cuáles fueron los principales asuntos que se trataron en estas reuniones de Washington en busca de esa mejora en las exportaciones?

CA - Uruguay planteó cómo estaba el comercio básicamente en tres rubros de gran importancia que parcialmente tienen dificultades. En el caso de la carne se presentó el tema de cómo está fluyendo el comercio, pero también se señaló el interés de Uruguay de ir a una rebaja de aranceles o a un aumento de cuota. En los lácteos también se planteó el interés de Uruguay de aumentar su participación en el mercado de Estados Unidos por una de esas vías e incluso, en términos más específicos, ajustes en la administración de cuotas, que es un tema bastante complicado y que causa problemas.

EC - Usted mencionó la carne por un lado, los lácteos por otro; ¿qué más?

CA - Los textiles. Y después hubo una revisión del sistema generalizado de preferencias, que es un mecanismo unilateral por parte de Estados Unidos –que también tienen otros países desarrollados– por el cual entra sin arancel o con muy bajo arancel una lista muy importante, de varios miles de productos. Esto es unilateral, o sea que no es algo negociado, pero siempre hay margen para conversar, examinar cómo lo está utilizando Uruguay –que lo utiliza muy bien en una serie de productos– y explorar posibilidades de incluir más productos con este tipo de facilidades.

EC - Yendo al caso concreto de la carne, ¿se logró algún avance en el incremento de las cuotas para ingresar a Estados Unidos sin aranceles? A ver si usted me corrige, la situación es así: la cuota para exportar a ese país carne libre de aranceles es de 20.000 toneladas.

CA - No es exactamente libre de aranceles, es con 4 y algo por ciento.

EC - Un arancel mínimo. Pero Uruguay le vende mucho más que eso a Estados Unidos.

CA - Justamente, y debe pagar el arancel normal, que es superior a un 26 por ciento.

EC - El año pasado se vendieron 170.000 toneladas, o sea que hubo 150.000 toneladas pagando ese arancel de 26 y pico por ciento, lo que implicó pagar por ese concepto entre 90 y 100 millones de dólares. ¿Entonces?

CA - Uruguay planteó el tema del comercio, que tiene aspectos positivos, y después se planteó el tema del pago de aranceles, que tiene un costo importante para el país y sus productores, buscando las vías. Ahí la vía de negociación pura que está abierta es la ronda Doha.

EC - ¿Cómo es esto?

CA - En la ronda Doha hay una negociación multilateral y, de acuerdo con lo que se aprobó en Hong-Kong, debería haber un acuerdo sobre las modalidades ahora a fines de abril. Las modalidades tienen que ver con cuál es el porcentaje de reducción arancelaria para todos los productos que se puedan tener. Se estuvo examinando cómo estaba el tema de la ronda y qué posibilidades había con la carne, y se detectó que si la ronda tiene un resultado más o menos satisfactorio para Estados Unidos, la reducción en términos de puro arancel sería muy importante. Esto beneficia a todos, pero quizás quite incentivos para insistir en una cuota, porque en definitiva simplemente surgiría de los mecanismos.

EC - ¿De qué orden podría ser la rebaja del arancel?

CA - Probablemente...

EC - Ayer Búsqueda decía que podía ser de entre 15 y 20 puntos porcentuales.

CA - Exactamente.

EC - Lo que es 26 podría llegar a quedar nada más que en 6.

CA - Exacto. De acuerdo con los mecanismos de la ronda hay una relación inversa entre baja de aranceles y necesidad de aumento de cuotas, si hay una baja profunda de aranceles pierde un poco de sentido una negociación sobre cuotas, e incluso probablemente las cuotas estén cubiertas por un mecanismo de productos sensibles por parte de los países desarrollados, o sea, menos rebaja arancelaria pero un cierto tipo de aumento de cuotas. A Estados Unidos se le ha planteado la posición más abierta, rebajas más importantes y menor número de productos sensibles; la propuesta de Estados Unidos es 1 por ciento de las líneas arancelarias de agricultura, o sea unos 17 productos, por lo tanto sería mínimo. En el otro extremo están la Comunidad Europea y lo que llaman el Grupo de los 10, integrado por países como Suiza, Japón, Corea, Noruega, que quieren extender este tipo de sensibilidad, lo que complicaría más y haría que fuera necesario negociar cuotas.

EC - El rubro carnes es muy importante en nuestro comercio con Estados Unidos. Si sumamos carne bovina congelada y carne bovina fresca o refrigerada, en las cifras del año pasado estamos arriba del 60 por ciento de nuestras exportaciones a Estados Unidos, es el rubro de mayor peso, por eso me estaba deteniendo en estas preguntas sobre lo que se esbozó en cuanto a las exportaciones uruguayas de carne.

Pero usted decía que también se había hablado de otros productos, de los lácteos.

CA - Quizás con relación a la posición de Estados Unidos tenga más elementos de protección el sector lácteo que la carne vacuna en sí.

EC - ¿Y allí cómo vienen las posibilidades?

CA - Son aplicables los mismos criterios a nivel multilateral, pero ahí quizás tengamos que insistir más en una negociación puramente bilateral dentro de la ronda para definir cuotas, porque probablemente los lácteos sean catalogados como sensibles y las rebajas arancelarias sean menores.

EC - En ese caso las rebajas arancelarias podrían ser menores. También se analizaron mecanismos por los cuales se retomarán los estudios fitosanitarios y sanitarios para el ingreso a Estados Unidos de carne ovina, cítricos y arándanos uruguayos. ¿Cómo es esto? ¿Cómo traducirlo a términos más sencillos?

CA - Hay una serie de productos sobre los que se intercambian desde hace ya mucho tiempo informaciones y estudios; en el caso de la carne ovina y de muchos productos ha habido una historia de desencuentros por el tema fitosanitario, sanidad vegetal. Se acordó hacer una revisión global de los problemas pendientes con miras a que cada país tenga el panorama de cuáles son los problemas desde el punto de vista fitosanitario para el ingreso en el otro mercado, y luego del intercambio de información volver a citar al Comité Consultivo Agrícola, que se reunió por última vez en 2004. El año pasado no se reunió, hubo algún tipo de contactos, siempre los hay, pero como grupo no se reunió. La idea es hacer un repaso general, ver cuáles son los problemas particulares, que quizás sean más complicados o tengan una historia más larga sin soluciones en el aspecto sanidad vegetal.

EC - ¿A cambio de qué Estados Unidos otorgaría a Uruguay estas mejoras en el acceso a su mercado?

CA - Hay una diferencia, se habló de lanas, carnes, textiles y fitosanitarios; lo sanitario es simplemente el reconocimiento del estatus, es ponerse de acuerdo en las normas técnicas, es un tema aparte, no es una negociación, son discusiones técnicas.

Hay una negociación global de la ronda Doha y si los parámetros generales que se acuerdan benefician a Uruguay, ahí no hay una compensación. En el caso de que haya que tener un acceso especial, un plus, vía bilateral, ahí vamos a tener que hablar de una compensación de alguna manera.

EC - ¿Y cuál podría ser esa compensación?

CA - El tema en el cual Estados Unidos ha puesto más insistencia en la ronda Doha ha sido el de los servicios.

EC - ¿Qué quiere decir, en términos sencillos?

CA - Según como está configurado en la OMC, usted asegura el acceso a servicios, para lo cual hay más de cuatro modalidades. Cada país va eligiendo sectores en los que concede a los demás acceso a servicios.

EC - ¿Por ejemplo?

CA - Puede ser financiero, instalaciones, servicio transfronterizo...

EC - Eso quiere decir que Estados Unidos podría hacer, ¿qué cosa en Uruguay? ¿Qué cosas podrían hacer empresas estadounidenses en Uruguay?

CA - De hecho ya lo puede hacer, lo que se pide en la OMC es básicamente, sobre todo en esos sectores, es que Uruguay asuma el compromiso de que no va a poner regulaciones más pesadas que las que tiene actualmente. El pedido viene básicamente en ese sentido.

EC - O sea, regulaciones para que empresas estadounidenses hagan, ¿qué cosa en Uruguay?

CA - Se instalen como banco o en otras áreas de servicios. Pero normalmente, dado el tipo de economía que tiene Uruguay, los pedidos a Uruguay básicamente –salvo en algún punto que puede ser más complicado– son de que consolide la situación legal actual. No es que tenga que hacer ninguna modificación, sino simplemente que en la OMC asuma compromisos de no ir para atrás, de no crear más regulaciones que impidan el acceso a empresas estadounidenses o de otros países.

EC - Estamos hablando de rubros como servicios, telecomunicaciones...

CA - Sí, servicios financieros, telecomunicaciones; puede haber otros servicios, pero en el caso de Estados Unidos no tanto. Quizás el costo no sea demasiado pesado, simplemente es una renuncia a la flexibilidad para modificar las regulaciones internas, lo tenemos que poner en ese sentido.

EC - Las próximas reuniones de esta comisión binacional serán en octubre, o sea, dentro de seis meses. ¿Por qué habrá que esperar tanto? ¿Qué ocurrirá en el ínterin?

CA - En paralelo está la negociación de la ronda Doha, donde algunos de los temas de acceso se van a ver con claridad en pocas semanas o quizás se extienda un par de meses más, pero se va a ver cuál es el acceso multilateral puro y ahí estará despejado el campo para lo que queda, el plus bilateral que hay que negociar. De todos modos hay un compromiso de que haya reuniones sectoriales, por ejemplo de los lácteos para ver la administración de las cuotas que entran a Estados Unidos, que a Uruguay le preocupa por la forma en que se hace, a través de un importador designado cada año; obviamente los sanitarios y tratar de promover en otras áreas reuniones bilaterales, por ejemplo en textiles, donde se habló de una forma de promover el acceso al mercado estadounidense que podría ser buscar algún tipo de producto de calidad y particularmente que vayan a nichos de mercado especiales, para lo cual se fomentarían reuniones a nivel privado.

EC - ¿Usted ve que hay posibilidades reales de mejorar el comercio con Estados Unidos?

CA - Sí, incluso hay posibilidades de expansión; quizás debamos trabajar nosotros internamente para identificar cosas que hoy están abiertas y si hay un buen resultado de la ronda Doha pueden mejorar los aranceles.

EC - Y aparte de estos temas que estuvimos mencionando, ¿se manejó la posibilidad en ese ámbito de negociar un acuerdo más ambicioso, un Tratado de Libre Comercio, como tantas veces se ha mencionado?

CA - No, no, no estaba en la agenda. La propia agenda fue pública y el propio comunicado conjunto que salió de la reunión deja claro que no fue un tema considerado.

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Edición: Mauricio Erramuspe