¡Que arrogancia!
El Ministro del Interior de la "hermana" República Argentina, afirmó con total desparpajo que nuestro presidente no tenía poder para marcarle el rumbo a Botnia y que el diálogo debería ser entre el representante de la empresa y Kirchner.
Por supuesto, el gobierno uruguayo puede rescindir el contrato y suspender las obras.
Pero ¿cuál es el costo económico y, peor aún, cuáles son las repercusiones sociales? Me gustaría que este buen señor recordara lo que afirmó su presidente en relación a los piquetes: "No les puedo pedir algo que sé que no me van a conceder" ¡Qué fortaleza de poder! ¿No?
Para mí el único error de Tabaré fue el 11 de marzo en Chile: No debería haber entrado al "juego" que le prepusieron. Pero, en fin, creo que se ha retomado la senda correcta y espero que se recomponga la unidad interna de todos los partidos en torno al tema para fortalecer la posición uruguaya... Y recomendarles a los gobernantes de allá que no sean tan arrogantes.
Horacio.