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Uruguay – Argentina: cambio de timón

El diferendo con Argentina ingresó en una nueva fase. Y, al menos del lado argentino, parece más dura. Este fin de semana, tras la decisión uruguaya de dar por terminada la negociación bilateral entre las presidencias, varios funcionarios del país vecino elevaron el calibre de los adjetivos hacia sus colegas uruguayos, fundamentalmente el presidente Tabaré Vázquez. Informe En Perspectiva.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
El fin de semana trajo nuevas vueltas de hoja en la crisis Uruguay – Argentina que parece de nunca acabar. El viernes el gobierno uruguayo puso punto final a las negociaciones directas con Buenos Aires y dejó en manos del canciller Reinaldo Gargano el manejo del conflicto.

Gargano informó que se recurrirá al Consejo del Mercosur para denunciar los cortes en los puentes internacionales y se enviará una nota a la Corte Internacional de La Haya donde comunicará el regreso de los piquetes fronterizos y el estancamiento de las negociaciones.

Conocido el cambio del rumbo de Uruguay, desde el gobierno argentino se lanzaron dardos venenosos hacia el presidente Tabaré Vázquez, incluyendo cuestionamientos al poder de decisión del mandatario. Las críticas fueron formuladas por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
 
Fin de las negociaciones

El viernes el gobierno uruguayo decidió dar un cambio de rumbo a las negociaciones con Argentina y trasladó a la órbita de la Cancillería el manejo del nuevo capítulo del conflicto.

El anuncio lo realizó el ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano, en una conferencia de prensa que tuvo lugares viernes de tarde.

(Audio)

"REINALDO GARGANO:
El señor secretario de la Presidencia, por orden expresa del presidente de la República me comunicó que a partir de este momento culminaba, o se daba por terminada la etapa de negociación directa a través del presidente de la República y su secretario de la Presidencia, doctor Gonzalo Fernández, a las negociaciones con la República Argentina, con relación a la interrupción de los puentes y las plantas de celulosa".

(Fin del audio)

¿Qué había ocurrido? Gargano fue poco concreto en cuanto a los detalles.  Dijo, simplemente, que "la Presidencia ha juzgado que la negociación a nivel de presidentes no ha dado resultado".

De todos modos, la agencia oficial argentina Telam informó el viernes que la administración Kirchner había rechazado una última propuesta del gobierno Vázquez. Según Telam, que citaba a una alta fuente uruguaya, el planteo de nuestro país el planteo de nuestro país era que se toleraba el corte de Gualeguaychú, a cambio de que Argentina aceptara la postura de Botnia, es decir, la paralización de las obras acotada a 10 días, que efectivamente comenzó el viernes.

Si bien hubo voces que desmintieron esa versión y la consideraron como una guerra de información, el diario El País, por su parte, logró confirmar que ese escenario era el que Uruguay manejaba hasta el jueves, buscando una salida que permitiera firmar el documento binacional sobre el que se había logrado un entendimiento.

Al no prosperar esa contra-propuesta, el canal entre los dos presidentes se dio por agotado.

Los primeros pasos

El manejo del diferendo volvió, entonces, a manos de Gargano, un jerarca que, como se sabe, no es recibido con agrado por las autoridades argentinas.

El mismo viernes el canciller comunicó las primeras medidas que se emprenderán en la órbita de Cancillería. 

(Audio)

"RG - Hay dos decisiones ya adoptadas. La primera tiene relación con que vamos a solicitar la inmediata convocatoria del Consejo del Mercado Común del Sur, que es el órgano máximo que tiene el Mercosur, para plantear directamente la existencia de este problema que es violatorio como lo dijimos al principio de esta cuestión, allá en el mes de diciembre, del Artículo Primero del Tratado de Asunción, comenzando nada más que por eso".

(Fin del audio)

En ese ámbito se pretende denunciar el retorno de los cortes en los puentes internacionales, que son violatorios del Artículo 1° del Tratado de Asunción, que determina la libre circulación de personas, bienes y servicios entre los socios del bloque.

Los responsables directos de los cortes de los puentes son los piqueteros de Entre Ríos pero el Estado argentino es también responsable, no por acción sino por omisión al no intervenir para disolver a los activistas.

Esa misma tarde Gargano entregó por escrito al embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Mayer, el pedido urgente de convocatoria del Consejo del Mercosur. La gestión ante Argentina se explica porque ese país está ocupando hasta julio la Presidencia pro Tempore del bloque y es, por tanto, quien debe citar al Consejo.

El Consejo del Mercado Común está compuesto por los cancilleres y los ministros de Economía de los países miembros. La jugada que Uruguay prepara es fuerte porque implica que la delegación de nuestro país exponga la situación de bloqueo hablando cara a cara ante sus pares de la región, incluyendo por supuesto a los representantes argentinos pero con la presencia en sala de altos jerarcas del gobierno de Lula que hasta ahora ha mantenido un sugestivo silencio sobre este asunto.

Según nuestras fuentes, el viernes además de entregar la nota al embajador Patiño, Gargano también dialogó telefónicamente con los cancilleres de los otros países socios para advertirles que Uruguay había presentado su pedido de convocatoria del Consejo.

Además, el gobierno uruguayo resolvió recurrir paralelamente a la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya. Adelantándose a la intención argentina de presentar ante ese organismo una denuncia por presunto incumplimiento por nuestro país del Tratado del Río Uruguay, la Administración Vázquez va a informar en las próximas horas sobre el corte de los puentes.

(Audio)

"RG - Vamos a remitir a la Corte Internacional de Justicia una nota en la cual vamos a dar cuenta del estado de situación creado, de la violación del Derecho Internacional que se produce a nuestro juicio y de la no superación de este tema pese a las ingentes gestiones que hizo el gobierno uruguayo para tratar de superarlo".

(Fin del audio)

Alberto y Aníbal

A lo largo del diferendo con Argentina por las plantas de celulosa y aún en los momentos más tensos, los gobiernos de ambos países procuraron mantener en su oratoria las expresiones de hermandad y cooperación entre los pueblos.  En particular, los jerarcas de un lado del río midieron cada una de sus palabras al referirse a la investidura del presidente del otro país.

Pero esta vez, ese protocolo invisible parece haber quedado a un lado, por lo menos si nos atenemos a las reacciones que surgieron desde Buenos Aires el sábado ante el nuevo escenario.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, fue el más cuidadoso con sus dichos, aunque opinó que las tratativas entre ambos países fracasaron porque el gobierno uruguayo "no pudo contener el reclamo de la empresa Botnia".

Apretando bastante más el acelerador, otro Fernández argentino, el ministro del interior Aníbal Fernández, sugirió en tono irónico que en lugar de una cumbre presidencial, debería efectuarse una reunión entre el presidente Kirchner y las autoridades de Botnia.

El funcionario argentino afirmó a Radio Mitre, que "no tiene sentido" que se lleve a cabo la cumbre entre los mandatarios de ambos países.

(Audio)

"ANÍBAL FERNÁNDEZ:
Recuerde usted que había habido una propuesta por parte de Botnia de parar por 90 días sin ningún inconveniente pero a mí me da la sensación que las negociaciones llevadas acabo por nuestro jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, y por el secretario de la Presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández, fueron hilvanando tan fino que ponía en riesgo mucha de las cosas que se daban por ciertas y sin ningún inconveniente y que, sin embargo, cuando se comenzó a ver lo que se exigía –porque los dos de buena fe fueron llevando esa situación a ese punto- la empresa dio un gesto casi burlón. Ofreció no 90 sino 10 días y son los 10 días que coinciden con Semana Santa".

(Fin del audio)

Y luego agregó:

(Audio)

"AF - De mi análisis surge eso, entonces. No se tiene que reunir el presidente Kirchner con el presidente Tabaré Vázquez. Se tendría que reunir el presidente Kirchner con el presidente de Botnia porque son los únicos dos que pueden tomar decisiones de fondo".

(Fin del audio)

Al ser consultado por los periodistas de Mitre sobre si "el presidente Vázquez no tiene ni voz ni voto y está ‘dibujado", se dio el siguiente diálogo:

(Audio)

"Fernández: Yo no quiero faltar el respeto al presidente. Sólo digo...

Perioodista: Con lo que dijo recién... (risas)

Fernández : Yo no le falto el respeto, le digo que los que tienen el poder en este caso, está a la vista, son el presidente Kirchner, por la Argentina, y el presidente de Botnia porque son los únicos que tienen posibilidades de proponerse lo que se están proponiendo y llevarlo a cabo".

(Fin del audio)

Aníbal Fernández, dijo que la empresa Botnia hace lo que se le antoja.

(Audio)

"AF - En este caso, que había que resolverlo como lo acordaron en Chile, había que detener las plantas 90 días y había que detener los cortes que se habían producido y que no eran voluntad del pueblo argentino que se llevaran a cabo pero no había otra herramienta, por lo menos como dicen los entrerrianos. (Y que) en esos 90 días expertos internacionales nos dijeran realmente si se modificaba la calidad de las aguas como dice el Tratado del Río Uruguay. Si eso no se puede llevar a cabo y la empresa Botnia hace lo que se le antoja y no tenemos formas de poder modificarlo, evidentemente las autoridades uruguayas no tienen capacidad para modificarlo. Y si no pueden modificar ese tema, cómo harían en el caso de que ellos contaminaran a futuro para detener eventualmente la producción".

(Fin del audio)

Respecto a los piquetes en Entre Ríos, el ministro del Interior argentino dijo que "intentaremos que en los tres pasos de frontera se pueda operar" y "evitar la mayor cantidad de inconvenientes posibles". "No vamos a dejar que se instalen por tiempo indeterminado", concluyó.

Sobre estas declaraciones del ministro del Interior argentino, el periodista Joaquín Morales Solá dice que Fernández "llevó la tensión entre ambos países a un punto de difícil retorno". Agrega que "sería cómodo criticarlo al  ministro pero Fernández también tiene el olfato de un bonaerense, jamás  hubiera hablado por sí solo sobre el presidente uruguayo". "Digamos las cosas como son –dice Morales Solá - sólo repetía un libreto preparado por Kirchner porque quizás el presidente argentino que ofendiendo a Tabaré Vázquez conseguirá que el este presione sobre la empresa Botnia".

Réplicas acá: pocas

Desde Uruguay, uno de los primeros en responder fue el vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, quien dijo que "si ese es el tono de la discusión, los responsables del gobierno argentino han perdido todos los puntos de referencia".

El ministro de Transporte, Víctor Rossi también lamentó las expresiones de los gobernantes argentinos, y las consideró fuera de lugar...

(Audio)

"VÍCTOR ROSSI:
Es una tontería. Lamentablemente seguimos echándole leña a la hoguera y esto, que casi inexplicablemente se transformó en un problema que nos afecta en lo económico pero también lastima la relación entre uruguayos y argentinos, por el camino de este tipo de comentarios y este tipo de tonterías, todavía va a seguir haciéndonos daño".

(Fin del audio)

El senador del Frente Amplio Enrique Rubio también opinó que las declaraciones de Aníbal Fernández estuvieron "completamente fuera de lugar y del marco de referencia".

(Audio)

"ENRIQUE RUBIO:
No tiene en cuenta la secuencia de los acontecimientos y en realidad ese tipo de declaraciones lo que hacen es agravar conflictos, ese no es nuestro espíritu, no vamos a contestar en ese terreno, vamos a apelar a los organismos jurisdiccionales que corresponden, estamos en nuestro derecho y a largo plazo se van a restablecer normalmente las relaciones aunque eso tenga costos para ambos lados, lamentablemente".

(Fin del adudio)

De todos modos, como ustedes notarán, estas réplicas fueron escasas, breves y muy medidas. En especial, las palabras del senador Rubio sintetizan el espíritu con el cual el gobierno uruguayo está plantándose frente al nuevo escenario. En principio se está cuidando al máximo la realización de declaraciones a la prensa y mucho más la respuesta a comentarios formulados por jerarcas del gobierno argentino. 

Algunas fuentes oficiales, hablando fuera de micrófonos, llegaron a decirnos anoche que observaban los dichos de Aníbal Fernández como una "provocación" y que se proponían no ingresar en ese juego.

El presidente Vázquez, en particular, se ha llamado a silencio. "Ahora todo está en manos de la Cancillería y la Presidencia no va a comenzar una guerra de declaraciones cruzadas", dijo una alta fuente del Ejecutivo ayer al diario El País. Comentarios similares recibió la producción de En Perspectiva durante el fin de semana. "Se está evitando ingresar en una escalada de agresiones verbales", dijo uno de nuestros informantes.

El propio canciller Gargano prefiere no conceder entrevistas en estas horas, según nos respondió anoche cuando gestionamos su participación hoy en nuestro programa.

Otras altas autoridades de gobierno eluden incluso la conversación off the record.

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Edición: Mauricio Erramuspe