Entrevistas

García: "con los temas institucionales no se juguetea"

Para el diputado nacionalista Javier García ayer no cabía otra actitud que la de apoyar lo actuado por la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, en las extradiciones por el caso Berríos. Sin embargo, al destacar lo que para él es un comportamiento coherente de los blancos, llamó la atención sobre el cambio operado en el Frente Amplio respecto a los hechos del Filtro. "No debe haber dos actitudes y no importa si se está en el gobierno o en la oposición", dijo.

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
La interpelación a la ministra de Defensa Nacional, Azucena Berrutti, culminó ayer con un apoyo rotundo a lo actuado por el gobierno en la extradición a Chile de los tres oficiales del Ejército implicados en el secuestro y asesinato del químico chileno Eugenio Berríos.

Después de ocho horas de sesión, blancos, independientes y frenteamplistas votaron la moción que por 82 votos en 89 legisladores presentes en sala se impuso, expresando su conformidad con las explicaciones de la ministra.

Sólo los legisladores colorados votaron en contra de esa moción. El diputado de la Lista 15 Daniel García Pintos, que actuó ayer como miembro interpelante, consideró al término de la sesión que las respuestas de la ministra Berrutti habían estado lejos de dejarlo conforme.

(Audio)

"DANIEL GARCÍA PINTOS:
De verdad fueron insatisfactorias, porque aquello era un tembladeral, las respuestas de la ministra a las preguntas, su exposición inicial... nos llevó a pensar que no tenía prácticamente argumentos para enfrentar esta interpelación".

(Fin.)

EC - La mayoría que terminó teniendo el apoyo a la ministra Berrutti genera una serie de preguntas. ¿Por qué acompañó el Partido Nacional (PN) la moción final? ¿Qué ocurrió, por otra parte, en el caso del oficialismo, con los votos de los diputados del MPP, que desde un principio se habían manifestado en contra de la extradición a Chile de estos militares?

Vamos a averiguarlo en los próximos minutos.

Dialogamos en primer lugar con el diputado de Alianza Nacional, Javier García, presidente, por otra parte, de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Representantes.

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Diputado García, ¿por qué el PN acompañó a la ministra en el resultado final de la interpelación?

JAVIER GARCÍA:
Porque no hay otra posibilidad –por lo menos desde nuestro punto de vista– que estar acompañando la aplicación estricta de la norma jurídica y respaldar el Estado de derecho. Si la seriedad en política llama la atención, la cosa viene complicada.

EC - ¿A qué se refiere?

JG - Claro, ¿cómo se podría explicar que cualquier partido político, pero yo voy a hablar del mío, el PN, tuviera otra actitud e hiciera en la oposición lo que cuestionó con toda razón duramente cuando estaba en el gobierno y otros desde la oposición le hacían? Vamos a ponerles nombre y apellido a las cosas: cuando el PN estuvo en el gobierno hubo episodios similares –en el sentido de tener que aplicar tratados internacionales para extradición–, como el caso del Filtro. Aplicó y cumplió el dictamen emanado del Poder Judicial. Cuando el PN se prestó a dar cumplimiento a una orden dada por el Poder Judicial desde el actual partido de gobierno se presionó para que no se cumpliera una orden del Poder Judicial. Se hizo lo que correspondía: aplicar las decisiones del Poder Judicial, de la justicia.

Ahora el PN está en la oposición, ¿y qué corresponde? Tener la misma actitud que tuvo cuando era gobierno, es decir, respaldar lo actuado por la justicia y que el Poder Ejecutivo cumpla con el mandato, no tiene otra forma de actuar que cumplirlo. Lo que ha cambiado es la actitud de los sectores y del partido que actualmente están en el gobierno.

EC - ¿A ver?

JG - Ahora ve que estando en el gobierno tiene que cumplir decisiones que antes, estando en la oposición, había presionado para que se cumplieran. Quiero destacar que uno no puede hacer cualquier cosa cuando está en la oposición, ni puede ni corresponde que las haga. Lo que corresponde es dar el debate de ideas, la lucha ideológica, programática, pero con respecto a cómo se posiciona un partido político en la aplicación de la norma y el Estado de derecho. No debe haber dos actitudes, y no importa si se está en el gobierno o en la oposición. Vuelvo al principio: si ser serio y coherente en política llama la atención no se habla muy bien del ejercicio político en Uruguay.

EC - Entonces cuando se votó la interpelación la postura del PN ya estaba resuelta, porque si hablamos de coherencia y estaban esos antecedentes de cómo se había actuado en un gobierno de su propio partido, no había otra alternativa.

JG - Usted se acuerda, es una persona con memoria y que bucea en los temas, yo hablé con usted y le dije: el PN vota la interpelación en virtud de que aquí el gobierno cometió un grueso error, el de querer aprovecharse de las mayorías absolutas que tiene para evitar otro derecho, que se suma al anterior, que es esencial para el funcionamiento democrático: el derecho que tiene la oposición a recibir la información de lo actuado por el Poder Ejecutivo por boca de los ministros. El gobierno, que todavía no puede dominar estos impulsos a veces hegemónicos de la mayoría absoluta, cree que puede por ello evitar que un ministro vaya al Parlamento a informar lo que hace. Cuando la oposición pidió que la ministra de Defensa concurriera al Parlamento, un grueso error del gobierno llevó a querer que esas mayorías que tiene le dieran ese impulso de soberbia de decir "hacemos lo que queremos y no informamos".

Nosotros dijimos "están equivocados, tendrán mayorías pero también hay una Constitución que es mucho más importante que lo que ustedes piensan acerca de las mayorías que tienen y obliga a que vengan a informar". Como no vinieron a informar a la comisión, el PN, que tiene marcadas en su código genético estas dos cosas, el respeto a la institucionalidad –que de eso estamos hablando– y el respeto a la opinión de las minorías, dijo "bueno, si no viene a comisión vendrá al Parlamento para informar lo que hizo", lo que no quiere decir que el resultado final no fuera el que fue, decir que lo que hizo estaba acorde con lo que se debía hacer y lo que se hace en un Estado de derecho.

En tercer lugar, debe quedar una enseñanza para el gobierno –porque la vida del país tiene sus años pero, si Dios quiere, tiene centenares de años por delante, y la vida política es muy dinámica y el ejercicio del gobierno también–: que hay otra forma de ejercer la oposición diferente de la del actual Poder Ejecutivo, que cuando estuvo en la oposición se dedicó permanentemente a dar una señal de enfrentamiento, incluso cuando lo que estaba arriba de la mesa eran temas institucionales. Hay una forma de hacer la oposición, uno critica programáticamente, uno propone, marca las contradicciones, como las marcamos, pero cuando hay un tema institucional arriba de la mesa, con los temas institucionales no se juguetea y para el PN esto es parte de –voy a usar un término científico de mi profesión– su genoma.

EC - ¿Cómo examina el escenario que aparentemente se está abriendo ahora, en estos días, que implica replantear el caso Berríos en el debate político? Yo veía que por ejemplo el diputado tupamaro Esteban Pérez dijo ayer que para su organización "lo visto en la sesión de ayer es sólo el comienzo, nosotros queremos llegar a fondo y analizar las responsabilidades de todos los implicados en los hechos de los años 1992 y 1993". Estamos hablando de algo que ocurrió en un gobierno del PN, por eso la pregunta.

JG - Y que estuvo bajo la óptica y la investigación de la Justicia, que es donde se deben debatir estos temas porque en definitiva fue la Justicia la que actuó. Pero le voy a decir algo que me sale del corazón, que lo dije ayer en la Cámara de Diputados en nombre de mi partido: este tema es importante, pero hace 15 años que ocurrió. Me parece que el sistema político debería tener la sensibilidad necesaria como para darse cuenta de que en la tarde de ayer aquellos uruguayos que rondan hoy los 20 años seguramente no tenían tener ni idea de lo que sucedió y se debían preguntar "¿Y estos diputados qué hacen durante ocho horas discutiendo temas que no entiendo qué son, de qué hablan y que sucedieron hace 15 años?". Sería una buena señal que empezáramos a dar respuestas ya no sobre los 15 años para atrás, sin quitarle importancia a lo que son, sino a los 15 años que vienen por delante, porque muchas veces corremos el peligro de caer en actitudes medio ridículas.

EC - ¿Y si se sigue adelante con esa investigación o esa revisión del caso Berríos que se insinúa?

JG - No entendí la pregunta.

EC - Si efectivamente se llevan adelante iniciativas para revisar aquello.

JG - Absolutamente ningún inconveniente, y creo que quedó demostrado en el día de ayer. Vaya si la actitud del PN ha sido una actitud de colaboración, de respaldo institucional y de actuación acorde con el Estado de derecho. Lo de ayer fue una gran enseñanza que debería calar hondo y ayudar a la reflexión. Y, como decía recién, sería bueno que el gobierno mirara también para adelante y diera las respuestas que tiene que dar de acuerdo con lo que prometió un año atrás, no 15 años atrás, un año atrás. Nos van a pedir cuentas a todos dentro de unos años, no por las veces que miramos los decenios que pasaron sino por lo que dijimos que íbamos a hacer y hayamos hecho o no. Tenemos que empezar a aprender que es importante cumplir con las esperanza y no creer que este divertimento político en el que pasamos le agrega algo a la vida del país. ¿Qué estarán pensando los muchachos de 20 años cuando nos escuchan ocho horas hablando de estos temas?

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Edición: Mauricio Erramuspe