Extradiciones: con diferencias, el MPP respaldó al Ejecutivo
El diputado del MPP Luis Rosadilla dijo que las actas de las sesiones secretas por el caso Berríos cuestionan al Partido Colorado que no habría respaldado las sanciones que pensaba tomar el gobierno de entonces. El legislador consideró que el presidente Vázquez debió tomar otra actitud. Sin embargo, "aun con las discrepancias que pueda tener voy a respaldar a mis ministros", enfatizó.
(Emitido a las 7.55)
EMILIANO COTELO:
La extradición de los tres oficiales del Ejército uruguayo presuntamente vinculados con el homicidio del químico chileno Eugenio Berríos fue apoyada ayer en la Cámara de Representantes por el propio Frente Amplio más los partidos Nacional e Independiente, en lo que fue el final de la interpelación que llevó adelante el diputado colorado Daniel García Pintos.
Ochenta y dos a siete fue el resultado, esa fue la votación de la moción que destaca que el Poder Ejecutivo actuó con acatamiento a lo dispuesto por el Poder Judicial y en el marco del tratado de extradiciones suscrito con Chile.
¿Cómo se movió en ese contexto la bancada del Movimiento de Participación Popular (MPP)?
Dice hoy el semanario Búsqueda que el desarrollo de la interpelación estuvo pautado por el pedido del presidente Tabaré Vázquez, trasmitido telefónicamente poco antes por el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, de que la bancada oficialista se ciñera en la interpelación exclusivamente al tema en cuestión, o sea, la pertinencia de la decisión del mandatario de habilitar, en el uso de sus competencias, la extradición de los oficiales del Ejército Tomás Casella, Wellington Sarli y Eduardo Radaelli.
Y agrega la nota que el planteo fue aceptado a regañadientes por legisladores del MPP, sector mayoritario en el oficialismo, que originalmente consideraban que la izquierda debía dar un amplio despliegue argumental y aprovechar la sesión para interpelar la conducta del PN, que era gobierno cuando ocurrieron los sucesos de Parque del Plata en noviembre de 1992.
Vamos a dialogar con el diputado Luis Rosadilla, del MPP.
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Diputado Rosadilla, ¿efectivamente ustedes recibieron esa exhortación desde Presidencia: ceñirse a lo que estaba en el planteo de la interpelación y no hablar de otros aspectos del caso Berríos?
LUIS ROSADILLA:
No exactamente así, por lo menos la versión que el compañero Ortuño me trasladó a mí fue que Gonzalo Fernández había trasmitido que dados la edad y el estado de salud de la compañera ministra, intentar una sesión que no se prolongara, no haciendo debates laterales a los temas en cuestión, pero no exactamente en el sentido de ponerle al debate algún corsé, como está definido en esa nota de Búsqueda que usted termina de leer.
EC - ¿Eso implicó limitar ángulos del caso Berríos que ustedes pensaban tirar sobre la mesa ayer?
LR - De ninguna manera, en lo que me es particular, me autoimpuse limitaciones en función de mi propia sensibilidad política al escuchar a muchos compañeros parlamentarios y no parlamentarios, con los que en los últimos días no ayer, en los últimos días previo a interpelación estuve charlando sobre cómo encarar este debate, qué perfil darle, y fundamentalmente a partir de que 19 horas antes de la interpelación tuve por primera vez en mis manos dos de las tres actas secretas que el Senado uruguayo tuvo en sus reuniones de 1993. Tengo que decir que la tercera acta la tuve ayer después de la interpelación, ni siquiera las tenía a las tres en mano. Esas actas contenían alguna información que a mi juicio cambiaba algunos de los ejes del debate, sin lugar a dudas.
EC - ¿En qué sentido?
LR - Está dicho en las actas con toda claridad, con absoluta claridad por eso las leí, no hice referencia sino que las leí, por el vicepresidente de la República de aquella época, doctor Gonzalo Aguirre, en ejercicio de la Presidencia cuando los hechos de Parque del Plata salen a la luz pública en junio de 1993...
EC - Recordemos que los hechos de Parque del Plata se conocen meses después de ocurridos a través de unos sobres anónimos que llegan a distintos legisladores en el Parlamento. En ese momento el presidente Lacalle, que era el mandatario, estaba de viaje.
LR - Bien. Dice el doctor Gonzalo Aguirre que el doctor Lacalle venía dispuesto a tomar medidas mucho más profundas y que no las tomó porque no logró el apoyo consensuado de todo el sistema político. Luego uno sigue leyendo el doctor Casina expresa que el Partido por el Gobierno del Pueblo, que él representaba, le había dado todo el apoyo político al doctor Lacalle para esas medidas a las que hacía referencia Aguirre. Y más adelante, frente a una pregunta del compañero Korzeniak, Gonzalo Aguirre dice que el FA también le dio todo el apoyo y que incluso el presidente del FA, el general Liber Seregni, enfáticamente dijo que se apoyaban todas las medidas que el presidente pensaba tomar. Por lo tanto no queda más que colegir que fue el Partido Colorado (PC) quien no prestó en aquel momento el respaldo para que el presidente Lacalle tomara las medidas que pensaba tomar.
EC - ¿De qué medidas estamos hablando?
LR - No lo aclara, no lo especifica, no lo detalla el doctor Gonzalo Aguirre.
EC - ¿Hay que entender que se trataba de sanciones a los mandos militares involucrados en el operativo vinculado con Berríos?
LR - No quiero interpretarlo, no quiero decirlo porque no tengo fundamentos sólidos para decir en qué sentido vienen esas afirmaciones. Gonzalo Aguirre dice eso para contestar fuertes críticas, como las que pensábamos hacer nosotros ayer, a la liviandad de las medidas tomadas entonces por el gobierno del doctor Lacalle. Gonzalo Aguirre dice: "Sí, son medidas que pueden ser livianas, pero tienen que saber ustedes que el presidente quiso tomar medidas más profundas y no contó con el apoyo de líderes políticos que están acá y si es necesario los nombro". Esa es la versión de Gonzalo Aguirre.
En el Parlamento cuando leí estas actas ayer dije esto "esta es la versión de Gonzalo Aguirre, si el PC tiene otra, espero que la haga conocer". Y no escuché ninguna voz del PC diciendo que esas afirmaciones de Gonzalo Aguirre no eran exactas.
EC - Usted señala que luego de haber accedido a estas actas de la sesión secreta del Parlamento del año 1993 en la que se consideraron los hechos del caso Berríos, una sesión en la que participaron el ministro del Interior de la época, Juan Andrés Ramírez, el ministro de Defensa de la época, Mariano Brito, y el canciller de la época, Sergio Abreu, actas que estaban perdidas y que se han reconstruido en estos días, una parte de la argumentación que pensaba esgrimir en la interpelación cobró otra dimensión y ya no pasó a ser prioritaria. ¿Es así?
LR - Es verdad, realmente cambió el acento de las responsabilidades del cuartelazo vivido sin lugar a dudas en 1993 y la debilidad del sistema político para enfrentarlo. Nosotros podemos seguir teniendo visiones críticas sobre lo que hizo el gobierno, pero cuando uno se entera de que ese gobierno no tuvo el respaldo unánime y que entre esos respaldos el que le faltó no fue el del pequeño PC que tenemos actualmente me refiero a pequeño en términos de representación parlamentaria, por favor, no en términos históricos ni políticos, sino un PC con una fuerza parlamentaria muy importante, obviamente que los juicios históricos cobran otro carácter.
Es más lo dije ayer y lo reitero hoy, en lo particular hace ocho años y medio que vengo trabajando en este tema junto con un grupo de compañeras y compañeros, desde mucho antes de esta extradición y de este tema porque nos importaba sobremanera. Estuvimos en el Club Naval, hubo lo que el PN califica como un pacto, sobre lo que es muy crítico; fue una instancia de negociación con las Fuerzas Armadas; luego cuando la ley de caducidad el PN le exigió al doctor Tarigo que bajara de la silla del Senado y le explicara a la nación que esa ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, ley de impunidad, se le imponía a la República no por convicción sino porque la presión militar hacía peligrar las instituciones. En 1993 sucedió algo similar, hubo que pactar, hubo que arreglar, hubo que no hacer lo que se debía hacer, con la diferencia de que nos enteramos 13 años después.
EC - Sobre el otro aspecto complejo que tenía la participación ayer de su sector político en esta interpelación, el hecho de que ustedes discrepaban con la extradición de Casella, Radaelli y Sarli, ¿cómo lo manejaron y cómo fue que después terminaron votando respaldando la actuación de la ministra?
LR - En esto tenemos que diferenciar dos cosas. Primero, varios compañeros que opinamos brevemente sobre este tema, siempre opinamos a título personal. Es más, normalmente la prensa hace un paquete con estas cosas, donde estamos juntos yo, Fernández Huidobro, en este caso también el viejo Julio...
EC - Julio Marenales.
LR - Sí. En este caso, por ejemplo, en este tema concreto, yo tenía una diferencia con el compañero Fernández Huidobro, él dijo siempre enfáticamente que acataba la resolución de la Justicia y que también daba por buena la decisión del presidente de respetarla. En mi caso obviamente acato la decisión de la justicia, no hay otra posición que acatarla, pero yo entendía que el presidente podía haber intervenido de forma diferente en este tema. Puedo estar equivocado, pero estoy discrepando con Fernández Huidobro en eso. Por lo tanto esa no era la posición del MPP ni de ese bloque que normalmente se hace, por comodidad o por falta de tiempo para investigar las posiciones de cada uno, entonces se hace un bloque, es más cómodo, más sencillo, da menos trabajo y luego se dice "el MPP piensa esto".
EC - ¿Por qué ayer usted y todo el MPP respaldaron a la ministra?
LR - Sobre eso no le cabían dudas a nadie bajo ningún concepto, este es mi gobierno, y aun con las discrepancias que yo pueda tener con él voy a estar respaldando a mis ministros en cualquier situación, en toda situación. Podré expresar mis discrepancias, podré expresar mis desavenencias, mis matices, mis tonos, mis inflexiones, pero este es mi gobierno, el que yo integro, mis compañeros están ahí, esa es mi fuerza política y estamos absolutamente disciplinados con este gobierno que está transformando a Uruguay. Entonces más allá de desavenencias parciales que se puedan tener o de inflexiones sobre determinados temas, que nadie dude dónde va a estar el MPP parado y dónde está el MPP parado en esta cancha.
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Edición: Mauricio Erramuspe