Castillo: pagando la deuda no generaremos puestos de trabajo
El lema del acto del 1º de Mayo fue "el tiempo del FMI ya fue". El dirigente Juan Castillo explicó que para el PIT-CNT "solamente pagando la deuda externa no vamos a generar un solo puesto de trabajo". Agregó que "hasta ahora" el gobierno no ha pagado "la deuda social" como anunció y señaló que para la central el camino de integración sigue siendo el Mercosur.
(Emitido a las 9.14)
EMILIANO COTELO:
La consigna del acto del PIT-CNT por el Día de los Trabajadores fue tajante: "El tiempo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya fue. Ahora, trabajo y país productivo con justicia social".
Una consigna con dos ejes principales: uno, la negociación de la deuda con el FMI; dos, la concreción del "Uruguay productivo".
¿Pero cuáles son las propuestas de la central de trabajadores para prescindir del FMI e impulsar paralelamente ese país productivo?
Vamos a conversarlo con Luis Puig, que fue el vocero del PIT-CNT en la cadena de radio y televisión de anoche, integrante del Secretariado Ejecutivo de la central y dirigente del sindicato del gas.
***
Señor Puig, en una parte de la proclama el PIT-CNT afirma que "el gobierno lanzó en Salto la propuesta de país productivo con un conjunto de ideas compartibles pero, para ser sinceros, muy generales, no muy claras en su desarrollo y contenidos, es decir, mucho marco y poco contenido en concreto".
Entonces mi pregunta es: ¿cuáles son las propuestas concretas del PIT-CNT para impulsar un Uruguay productivo?
LUIS PUIG:
En primer lugar, la convocatoria al acto tiene dos aspectos centrales que creemos que están íntimamente ligados. Por un lado, creemos que la forma en que se viene negociando la deuda externa, lo que fue la negociación de principios del año pasado en torno a definir cuáles eran las características, las imposiciones del FMI, la carta intención, ha sido inconsulta y equivocada. Cuando no se define en primera instancia establecer una auditoría ciudadana de la deuda que establezca con absoluta claridad cómo se constituyó esa deuda, en qué período cada uno de los empréstitos fueron engrosando la deuda externa del país, que sin duda no fue para generar un país productivo, no fue para generar puestos de trabajo, no fue para desarrollar la capacidad del Estado uruguayo de dinamizar la economía, sino que, por el contrario, en ese mismo momento, las fábricas [...]
[Se interrumpe la comunicación.]
***
EC - Lo interesante de lo que planteó ayer el PIT-CNT en su proclama es que se planta con criterios muy diferentes de los que el gobierno ha estado manejando en esta materia. Y no sólo en cuanto a la relación con el FMI, sino, por lo visto, en el encare de la ubicación de nuestro país en el contexto de integración regional. El PIT-CNT está reclamando una participación más activa de Uruguay en el Mercosur, en el enfrentamiento además al ALCA, a los tratados bilaterales de inversiones y a los tratados de libre comercio (TLC) con Estados Unidos.
Declaraciones como estas hechas justo cuando la delegación que encabeza el presidente Tabaré Vázquez se encuentra en Washington a punto de desarrollar una agenda como la que se ha anticipado desarrollará, y en la que figura en un lugar destacado la entrevista con el presidente de Estados Unidos, George Bush, con los anuncios y los trascendidos que llegan de esa comitiva, es un pronunciamiento que no se puede dejar de atender, pese a que en el texto de la proclama no hay declaraciones o referencias explícitas a la misión uruguaya en Washington.
***
EC - Ha sido imposible restablecer el contacto con Luis Puig, el dirigente del PIT-CNT con el que estábamos en diálogo. Hacemos un cambio de interlocutor, estamos ahora en diálogo con Juan Castillo, también dirigente de la central de trabajadores.
***
Señor Castillo, quería terminar de redondear el tema que veníamos hablando con Puig, que es cómo entiende el PIT-CNT que debe encararse el proyecto de Uruguay productivo, con qué tipo de medidas. Puig había comenzado a centrar su intervención en el problema de la negociación con el FMI y particularmente en lo que ustedes reclaman en cuanto a auditoría de la deuda. ¿Cómo entiende que debe hacerse esa auditoría? ¿Concretamente a qué se refieren?
JUAN CASTILLO:
Ustedes comprenderán que no es fácil para mí, no sé cómo estaba desarrollando la nota; de todas formas estoy preparado para entrar de suplente. En esto hay una sintonía común del movimiento sindical. Es cierto que uno de los problemas más importantes que queríamos colocar en el debate ayer en la jornada del Primero de Mayo era la demanda de empleo, la demanda de trabajo. Por eso desarrollábamos también en la consigna y en la proclama una estrategia de desarrollo productivo. Uno puede decir en los titulares "esto es igual a lo que está diciendo el gobierno"; sí, en los titulares sí, tal vez incluso persigamos el mismo objetivo, pero para nosotros es contradictorio con las medidas económicas que toma el gobierno, si no rectifica el rumbo va a ser muy difícil generar desarrollo de trabajo, desarrollo de producción, intercambio comercial. Por lo tanto criticamos la forma de negociación que tuvo el gobierno con la deuda externa. A tal punto de recordar que el actual gobierno no sólo ha pagado puntualmente toda la deuda contraída, sino que además se jacta de pagar adelantado. Estará muy bien que se pague por adelantado las cuentas, pero la deuda con el pueblo, la deuda social, la deuda no sólo con los trabajadores, pero también con los trabajadores, con los jubilados, con los pensionistas, con el presupuesto, todavía no está saldada, con el argumento de que no hay recursos. Pero al mismo tiempo los pocos recursos de Uruguay se están yendo del país. Por tanto nosotros colocamos allí propuestas de negociación distintas.
EC - Concretamente, ¿qué es lo que ustedes entienden que hay que hacer con la deuda?
JC - Negociar en forma distinta con el FMI, hablar con argumentos, con propiedad. Por eso estamos convocando desde el año pasado a una forma de auditoría social de la deuda externa, de manera que sepamos a quién le debemos y por qué le debemos, cuándo se contrajo la deuda; tenemos información pero queremos precisarla, queremos saberla, para poder afirmar que una parte de la deuda externa fue contraída por la dictadura militar; por lo menos esa parte es inmoral que se nos pretenda cobrar al conjunto de los uruguayos y trabajadores y a la sociedad, porque fue utilizada contra la misma gente, contra el mismo pueblo y ahora pretenden cobrárnosla a nosotros.
Una segunda parte es cómo utiliza nuestro gobierno a las empresas públicas, parte del patrimonio nacional que hemos defendido todos los uruguayos, como un motor de desarrollo, ponerlas efectivamente a trabajar para impulsar la reactivación productiva. Allí tenemos varias propuestas colocadas, algunas de ellas se la dijimos cuando el ministro de Economía y el ministro de Trabajo explicaron su estrategia, que en algunos aspectos hemos criticado.
EC - Por ejemplo, ¿qué entienden ustedes que puede hacer el gobierno por la vía de las empresas públicas?
JC - Yo doy un solo elemento de los varios que tienen elaborados los departamentos de la central, las distintas instancias orgánicas. Hay uno de ellos en el que hace más de dos años que venimos trabajando; es más, hasta llegan a felicitarnos, a decir que es una muy buena elaboración y una muy buena iniciativa del movimiento sindical, sin embargo nadie la pone en práctica, que es la política de compras públicas. Para poner un ejemplo, en el Estado uruguayo, en todo lo que es el Estado uruguayo, todo lo que es el aparato estatal, público y municipal se hacen licitaciones por elementos de consumo que necesitan por separado, en forma indistinta y algunas de ellas se colocan como licitaciones públicas internacionales.
Una forma de reactivar el aparato productivo debe ser que si en todo el Estado se consumen 20.000 kilos de papel cada tres meses, se licitara en el mercado nacional de manera que sean las propias empresas uruguayas las que coloquen la licitación. Porque si las empresas uruguayas colocan sus productos para el mayor consumidor, que es el Estado, seguidamente allí los trabajadores tendremos más trabajo y más estabilidad laboral.
EC - Usted está hablando en estos primeros minutos de acciones que desde el Estado se pueden impulsar para fomentar la creación de puestos de trabajo. Ahora se refería a lo que puede hacer el Estado con su política de compras, antes a lo que se podría hacer diferente en el tratamiento de la deuda pública. ¿La central sugiere destinar una parte de los recursos que se están destinando a pagar la deuda a inversiones productivas, inversiones del Estado en proyectos productivos también?
JC - Sí, también; el Estado tiene que jugar un papel importante, si no es muy difícil. Yo quiero dar un solo ejemplo: hace dos o tres semanas el Ministerio de Economía anuncia en rueda de prensa que ya pagó la deuda comprometida para este año, y dice, en tono muy contento, que pagó por adelantado y que eso le permitió ahorrar alrededor de ocho millones de dólares. ¿Dónde están esos ocho millones de dólares? ¿Dónde se van a reinvertir? ¿En qué lugar, en qué momento, en qué situación? Una de las inversiones más importantes de los últimos meses ha sido la inversión en el norte de nuestro país, en la zona de Bella Unión, con la creación de Alur y la inversión en caña de azúcar para generar alcohol. Toda esa inversión, toda esa gran movida, todo ese gran operativo que ha generado mucha expectativa y además puede generar muchos puestos de trabajo y ser una alternativa en una zona muy carenciada, muy golpeada, el gobierno anunció que va a gastar alrededor de 12 millones de dólares. Ni uno de esos pesos, ni uno de esos dólares fue inversión uruguaya, fueron parte de un convenio que hizo Venezuela y esa parte la puso Venezuela. ¿Dónde está la inversión del gobierno uruguayo, del Estado uruguayo para reactivar la producción del país? Solamente pagando la deuda externa no vamos a generar un solo puesto de trabajo ni vamos a lograr mejorar la economía de nuestro país.
EC - Pero dejando de pagar la deuda o una parte de la deuda, ¿no se desalienta paralelamente a las inversiones privadas? ¿No se está dando un paso que termina siendo mal visto en los mercados internacionales?
JC - Nosotros nunca dijimos dejar de pagar la deuda externa, nunca dijimos; estamos hablando de negociar de otra forma, y capaz que no apostando mucho a recursos económicos que no tenemos, pero sí tenemos recursos humanos, sí estamos dispuestos a generar una amplia gama de debate nacional y de movilización nacional, si hay que hacerlo para respaldar una postura del gobierno que se transforme en pararse en forma distinta con los organismos crediticios internacionales. Insisto, recuperando palabras que vuelvo a poner en mi boca y pido disculpas por adelantado si estoy cometiendo un error, pero una frase que a nosotros todavía nos sigue resonando del presidente de la República, el doctor Tabaré Vázquez, dijo el 1 de marzo en la escalinata del Palacio Legislativo sobre la noche fue, en clara alusión a los organismos crediticios internacionales, "este gobierno va a respetar todos los compromisos contraídos, pero nuestra primera deuda es la deuda social". Hasta ahora esto no ha ocurrido así.
EC - Ustedes le adjudican un papel muy importante a la inversión pública en los planes de desarrollo productivo y creación de empleo. ¿Cómo ven el papel del sector privado, de las inversiones privadas?
JC - El problema no pasa solamente por la inversión pública, pero tampoco por la ausencia de inversión pública, ese es el gran problema. Y parece que las señales políticas emitidas para lograr confiabilidad y estabilidad en las plazas financieras, en la inversión productiva, en inversión económica, atraer efectivamente inversores que sean del tipo que le sirve al conjunto de los uruguayos porque vengan para generar empleo y una parte de ese recurso queda en el país, pasa si el que da en primer lugar la señal es el propio Estado uruguayo, cuestiones que para nosotros por ahora no están siendo de esa forma.
EC - El PIT-CNT habla de esta negociación diferente con el FMI, al tiempo que propone una integración regional a través de un Mercosur de pueblos y gobiernos enfrentados al Área de Libre Comercio de las Américas, los tratados bilaterales de inversiones y los TLC con Estados Unidos. Propone esto, casualmente, en un momento en el que el Mercosur pasa por la peor crisis de su historia y cuando Uruguay en particular se encamina a buscar otros negocios, otro tipo de socios comerciales y eventualmente incluso tratados bilaterales de libre comercio con terceros países. ¿Cómo hay que leer esta propuesta que hace el PIT-CNT?
JC - Nada es casualidad, primera cosa, no dijimos allí cosas por las dudas. Fueron cosas meditadas, discutidas, analizadas políticamente. Objetivamente nosotros nos paramos a salir a terciar en este debate público pero no bien explicitado, un debate público que se anuncia en la mañana y lo niega otro integrante del gobierno en la tarde. El caso de anoche fue patético, no es mi papel ser un comunicador, ser un informativista, pero si yo no estoy recordando mal debe ser la tercera o la cuarta vez que ocurre esto en este período de gobierno, que de mañana hay un anuncio que sacude a la opinión pública y a las pocas horas o en la tarde se desmienta, pero luego, a la semana se comprueba que lo dicho había sido cierto. Me parece una pésima señal, nosotros desde Artigas, desde el padre de la patria para acá, nos quedamos con los procesos de integración de los pueblos de América del Sur, con los procesos de integración de los pueblos en los cuales estamos más o menos en iguales condiciones, pueblos muy dependientes económicamente, países muy golpeados por estrategias neoliberales de gobiernos que aniquilaron nuestra producción, nuestra economía, y por eso necesitamos tener un tipo de integración distinta, una complementación productiva. Nosotros no somos oportunistas. Recordarán, aunque muy pocos nos entendían y muchos más hablaban e ironizaban sobre el movimiento sindical, que este proceso del Mercosur, así tal cual estaba delineado no nos servía, a este proceso de integración al cual le dábamos un apoyo crítico porque era importante como señal, no alcanzaba con ser simplemente una unión aduanera.
Tuvo que haber esta situación de conflicto a partir de un hecho concreto como fue la planta de celulosa para que se demostrara que este proceso de integración ni siquiera sirve como proceso de integración aduanera, por lo tanto no es que queramos a partir de este momento aniquilarlo, al contrario, hay que discutirlo, corregirlo, profundizarlo, hay que mejorar el proceso de integración, no puede ser sólo un mecanismo de trámites burocráticos, de uniones aduaneras, tiene que ser efectivamente un proceso de integraciones complementarias en lo productivo, que contribuyan a que sea efectivamente solidario. Por eso la necesidad de que la integración también sea social, laboral, cultural, que era lo que le faltaba.
EC - ¿De modo que ustedes están dejando plantada la discrepancia por lo menos con algunas de las tendencias que se insinúan en la nueva inserción internacional de Uruguay a partir de los conflictos con Argentina dentro del Mercosur?
JC - Nosotros reivindicamos, primero, si estamos hablando de un TLC con el formato que están teniendo estos TLC que el gobierno de Estados Unidos viene impulsando como estrategia... porque que ningún uruguayo que esté escuchando la radio y que no haya tenido una noticia por otro lado, crea que esto es una innovación, que es algo nuevo, que ahora Uruguay por su tamaño, por su prestigio y por su importante economía está logrando negociar de igual a igual con Estados Unidos. No lo creemos, no es así, no se puede llamar a engaño a este pueblo, no se puede confundir a la población de esta manera.
No creemos que el interés de Estados Unidos sea tener un tratado que sea libre y que sea de intercambio comercial en iguales condiciones, estos contenidos de TLC que Estados Unidos está pretendiendo que todos los gobiernos firmen y están generando reacciones, movilizaciones, enfrentamientos y represiones en todos los demás pueblos de América, quieren someter aun más a nuestros pueblos, que pierdan aun más soberanía e hipotequen toda instancia de desarrollo productivo.
No estamos de acuerdo con el ALCA, no estamos de acuerdo con el TLC, sí estamos de acuerdo en la necesidad inmediata de tener otra política de intercambio productivo, otra política comercial abierta efectivamente al mundo pero sobre la base de un proceso de integración que nos fortalezca más en la región. Uruguay no tiene ni economía ni producción de escala, Uruguay tiene que seguir apostando a lo que lo ha magnificado, a lo que lo ha hecho respetar en el mundo; tiene sí producción de calidad y confiabilidad en materia económica. Son estas las cosas a las que debería apostar nuestro gobierno.
EC - Usted está marcando desde el PIT-CNT el rechazo a lo que podría ser la eventualidad de un TLC con Estados Unidos y el enfriamiento o el cambio de la relación de Uruguay con el Mercosur. Pero en realidad no es Uruguay quien está tomando la iniciativa de deteriorar el funcionamiento del Mercosur en particular, el Mercosur viene muy mal desde hace tiempo y esa evolución negativa se ha acentuado recientemente con el conflicto por las plantas de celulosa, pero también con otro tipo de conductas y de decisiones de los países miembros. Por ejemplo, ustedes en la proclama dicen que el Mercosur debería discutir en forma conjunta con el FMI, pero de hecho tanto Brasil como Argentina por su cuenta resolvieron saldar sus deudas con el FMI. ¿Ustedes no están hablando de una integración que ya es pasado, que fue una posibilidad en algún momento pero que está completamente alejada de la realidad?
JC - Mientras hacía la pregunta me daba la impresión de que iba a terminar diciendo si el proceso ya fue.
EC - Algo de eso.
JC - Dar vuelta la consigna de nosotros; pero está bien, entendí. Esa puede ser la sensación que le quede a la inmensa mayoría de los uruguayos, pero permítame que le diga, Uruguay ha tenido las oportunidades, el anterior presidente pro témpore del Mercosur fue Uruguay, el presidente Tabaré Vázquez, y no colocó ni una medida para revertir esta situación. Yo tengo que compartir el hecho de que hay responsabilidades compartidas en este proceso de integración y que efectivamente tenemos muy en cuenta que también nuestros socios del Mercosur, los más grandes, Brasil y Argentina, objetivamente están en muy diferentes condiciones que nuestro país, tienen otro aparato, tienen otro tipo de oxígenos que seguramente les permite resolver por sí y ante sí. Si yo me paro con esa visión, que es lógica, que puede tenerse, que se puede dar, ¿para qué querrían un proceso de integración con Uruguay y Paraguay Brasil y Argentina? En realidad a los que nos sirve un proceso de integración es a los más chicos, a los socios más chicos, por lo tanto si vemos que las cosas están mal deberíamos tener la capacidad de incidir y mejorar algo que no nos está sirviendo. No creo que sea el camino más indicado que cuando una cosa no sirve se la rompa y se la tire. Normalmente tendemos a repararla.
-----------
Edición: Mauricio Erramuspe