Comunistas reclaman no ser "caballo de Troya" del Mercosur
El senador comunista, Eduardo Lorier, dijo que Uruguay debe trabajar en ese "mejor Mercosur" que pide Vázquez. Además, reclamó tener "muchísimo cuidado" con las contrapartidas que puede pedir Estados Unidos en la negociación comercial que se abre. "No podemos transitar alegremente por estas cosas", afirmó y pidió que el tema se discuta en la orgánica del Frente Amplio.
(Emitido a las 8.58)
EMILIANO COTELO:
La conferencia de prensa que el doctor Tabaré Vázquez dio ayer al mediodía en Washington había generado en lo previo tanta expectativa como un partido de la selección uruguaya. Y después de la salida del presidente desde la Casa Blanca, por supuesto que se escuchó lo que dijo, pero se abrió una enorme cantidad de preguntas. En definitiva, la pregunta básica es: ¿cuál fue el resultado de ese partido?
Desde la propia izquierda el resultado es favorable para algunos pero no tanto para otros.
Comencemos por la reacción del PIT-CNT. El dirigente sindical Juan Castillo dijo que la central de trabajadores tiene una manifestación en contra de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, y agregó que independientemente de que el presidente dijo que este no es un TLC, él quiere ver los contenidos de lo que se acordó y los condicionamientos que implica un tratado de este tipo.
Si vamos al plano estrictamente político, las reacciones de las diferentes corrientes del Frente Amplio (FA) fueron variadas.
Según la recopilación que hizo el diario El Observador, el senador Enrique Rubio, de la Vertiente Artiguista, sostuvo que se está avanzando en el fortalecimiento de la inserción internacional de Uruguay, dijo que siempre estuvo contemplado que Uruguay debe profundizar su inserción en otros mercados y que serán bienvenidos los acuerdos comerciales con Estados Unidos, Europa o Asia que signifiquen mayores posibilidades de acceso para los productos uruguayos.
Por su parte, el senador del MPP Leonardo Nicolini dijo que "hay una línea de conducta de ampliar más las posibilidades comerciales, Estados Unidos es un mercado importante pero no pretendemos que sea el único". Nicolini consideró que Uruguay no debe prescindir de la región porque el Mercosur esté complicado.
En tanto, la senadora Susana Dalmás, de Asamblea Uruguay, remarcó que ya hay Estados asociados con el Mercosur que tienen un TLC con Estados Unidos u otros países, y que por ello no se puede deducir que cualquier tratado afectará la relación de Uruguay con el bloque que integramos en el Mercosur.
Pero, como era de presumir, las visiones más críticas vinieron, por ejemplo, del Partido Comunista.
Estamos en diálogo con el senador comunista, Eduardo Lorier.
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Senador Lorier, ¿qué conclusión saca de la visita de Vázquez a Estados Unidos?
EDUARDO LORIER:
Estamos responsablemente esperando los contenidos de la visita, porque sin duda alguna lo que se manifestó en la conferencia de prensa, lo que se pueda decir a nivel periodístico, es muy importante pero nos falta la letra concreta de lo que se pueda haber avanzando en aquella ocasión.
De todas maneras, más allá de eso, queremos señalar algunas cosas que nos parece importante dejar sentadas.
En primer lugar, confiamos en la coherencia de nuestro presidente cuando señala que va a gobernar con la Constitución y con nuestro programa, el programa del Frente, que desde ese momento se transforma en el programa a aplicar en el país, en el que se establece muy claramente la postura de la fuerza política FA con respecto a un TLC con Estados Unidos y con respecto al ALCA.
También confiamos en la coherencia de nuestro presidente cuando en su visita a Caracas señala con meridiana claridad nuestra postura, marcando enfáticamente que no estábamos negociando un TLC con Estados Unidos.
Y aquí abro un paréntesis, porque es importante conocer los contenidos para ver si es una cuestión de nombre o de contenido.
EC - A eso iba, usted pone mucho énfasis en la expresión "tratado de libre comercio", "TLC". ¿Y si no es un TLC pero se acerca mucho?
EL - Nosotros desde un primer momento, cuando no votamos el Tratado de Inversiones, como usted recordará, pensamos que ahí se nos iba casi la mitad de un TLC. Porque cuando se estudian los TLC, tanto con Chile como con México y Canadá en el NAFTA, se observa que una parte importantísima de dichos tratados está relacionada con la protección de las inversiones. Es más, en aquel momento decíamos, un poco irónicamente que, aun ubicándonos en el punto de vista de los partidarios de un TLC, estábamos regalando sin contrapartida casi la mitad, el núcleo duro, la mitad de un tratado de estas características.
Por lo tanto no nos sorprenden estos giros ni esta posibilidad, estábamos atentos, sobre todo porque [...] responsables en este momento en virtud de las consecuencias de dos órdenes principales que puede tener el avance de este tipo de acuerdos, se llamen o no TLC. Creemos que podemos estar jugando con fuego con respecto al Mercosur, el tan criticado Mercosur, porque el día que se nos compliquen las cosas de verdad nos vamos a dar cuenta de algunas repercusiones muy graves para nuestro país, mucho más graves de las que podemos tener hoy.
Y la otra cuestión es que se hace énfasis, mucho énfasis en las ventajas en materia de exportación que podemos tener, pero poco y nada se dice de las contrapartidas que exige Estados Unidos. Es ahí donde queremos tener muchísimo cuidado.
EC - ¿Qué contrapartidas teme?
EL - Hay una clarísima. El año pasado Antel tuvo ganancias del orden de los 99 millones de dólares; es una cosa muy apetecida desde tiempo atrás, no tanto la empresa sino sus ganancias, las telecomunicaciones son uno de los elementos clave de las contrapartidas que exige Estados Unidos. Ni que hablar los servicios bancarios ni otros aspectos de la primera potencia mundial en cuanto a los elementos de punta de la industria de la informática, de los servicios y del software. En ese plano consideramos que hay que ser muy cuidadosos en cuanto a la apertura.
Por lo tanto, mirando hacia adelante, dos cosas. Una, mucho cuidado con el Mercosur, no ser caballo de Troya con respecto al mismo, sí caballo de tiro, de trabajo, para profundizar, para ese más y mejor Mercosur que siempre reclama nuestro presidente; y por otro lado mucho cuidado porque, repito, no podemos transitar alegremente por estas cosas sin profundizar en ellas. Hay que estudiar los tratados, hay que ver un trabajo de CERES del año 2002 realizado a pedido de la Cámara Uruguay-Estados Unidos hecho por dos técnicos mexicanos que analizaron los pros y los contras y lo que pediría Estados Unidos para una apertura mayor de los intercambios.
Y hay otra cosa que me parece muy importante señalar, que dijo un estudioso de estos temas del Ministerio de Relaciones Exteriores, en un informe hecho antes de nuestro gobierno. Señalaba que "hay un sistema general de preferencias con más 3.000 productos que permitiría a Uruguay ingresar al mercado de Estados Unidos con tasa preferencial en materia arancelaria, sin embargo dice este técnico, nuestros trabajosos empresarios uruguayos apenas llegan a 200 o 300 productos de ese horizonte". Pensamos y preguntamos nosotros: ¿estamos de acuerdo en mejorar los intercambios con Estados Unidos como con cualquier país del mundo? No es un problema ideológico, como muchas veces se señala equivocada o ideológicamente, pero decimos: ¿por qué nuestros esforzados empresarios no trabajan un poco más para hacer esos ingresos por un sistema que ya existe y que está siendo totalmente subutilizado? No son palabras mías, son palabras de un técnico muy serio del Ministerio de Relaciones Exteriores.
EC - Para terminar, ¿de qué manera aspiran ustedes que se discuta este viaje? ¿Dentro del gobierno o dentro del FA? Porque usted decía "estamos esperando la información que traigan a Montevideo el presidente y la delegación que lo acompañó". ¿Pero en qué están pensando?
EL - Pensamos lo que hemos dicho toda la vida en cuanto a los grandes temas: que los temas estratégicos deben ser discutidos por la fuerza política, que fue la que me puso a mí en el Senado y puso a tantos otros en distintos cargos legislativos y ejecutivos. Fue el sacrificio y el trabajo de muchos, por lo tanto hay que discutir esos grandes temas dentro de la orgánica frenteamplista. A eso nos remitimos, cualquier paso de esta importancia estratégica, de este nivel de calidad, que significaría un antes y un después para Uruguay, debe ser discutido intensa pero muy seriamente en esos niveles.
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Edición: Mauricio Erramuspe