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Los empresarios y las relaciones comerciales con EEUU

En el sector empresarial las conversaciones con Estados Unidos se siguen con inquietud. Es que, afirmaron las fuentes de En Perspectiva, todo se mueve en el plano de la reserva. Sin embargo, son muchas las especulaciones. El siguiente informe las recorre.

(Emitido a las 7.55)

EMILIANO COTELO:
¿Cómo se observa este escenario tras la reunión de Vázquez y Bush en el sector privado? Más concretamente, ¿qué dicen los empresarios que siguen más de cerca y con más interés estas negociaciones?

Mucho o bastante poco

Lo primero que se destaca en este sector es que en caso de que Uruguay y Estados Unidos no avancen hacia un TLC, es muy poco lo que puede lograr nuestro país. O sea, esto es una cuestión de "todo o nada", porque a nivel bilateral no hay demasiadas posibilidades que no pasen por un TLC.

Es decir, se puede llegar a acuerdos en cuestiones muy puntuales, vinculadas con productos específicos, con cuotas, derechos especiales de ingreso – aquellas cuestiones que no estén reguladas por la OMC – pero todas con un alcance moderado, con un impacto marginal. "Aquí las opciones son ‘mucho’ (con el TLC) o ‘bastante poco’ (con otro tipo de acuerdos), pero no hay puntos intermedios", decían las fuentes.

¿Por qué? Porque sin el TLC Estados Unidos puede abrirse muy poco, ya que la mayoría de los temas están regulados por la OMC. En cambio un TLC, le daría a EEUU posibilidades más amplias, un mayor margen de maniobra.

Pero además un TLC tiene también un valor simbólico fuerte que es un factor adicional relevante en la dinamización del clima de negocios entre los dos países.

Inquietud

Partiendo de esa base, al analizar los resultados de la visita presidencial a Washington estos empresarios muestran cierto optimismo aunque, en realidad, lo que domina entre ellos es la incertidumbre.

Según las fuentes consultadas por En Perspectiva, hay un problema básico que por ahora impide sacar conclusiones: la información es muy poca. El gobierno viene moviéndose con demasiada reserva y por eso a estas fuentes, pese a estar muy cerca del tema, les cuesta –tanto como a nosotros– terminar de descifrar qué tipo de negociaciones se está iniciando, si son por un Tratado de Libre Comercio o son tratativas de otro tipo.

En este sentido, para definir el estado de ánimo de estos hombres de negocios quizás el término más gráfico no es "expectativa"  o "incertidumbre", sino "inquietud". Están "inquietos". Si bien en estos temas hay que tener mucha paciencia, las fuentes consultadas reconocen que "les hubiera gustado escuchar algo más concreto". ¿Por qué? Porque enfatizan que estos asuntos deben hablarse con mucho más nitidez para no generar expectativas desmedidas.

¿Y a qué se debe esta indefinición? ¿Cómo se explica que las autoridades sean tan ambiguas al comentar el camino que se emprende?

Según algunas de estas fuentes empresariales, tal vez lo que ocurre es que Estados Unidos se muestre reticente a embarcarse en negociaciones por un TLC. De hecho, en su comparecencia pública de ayer, Bush fue muy enigmático. Sólo dijo, ustedes lo habrán escuchado, "hemos hablado de extender aún más nuestras relaciones comerciales". Hasta allí llegó Bush en sus declaraciones.

De acuerdo a esta interpretación, es posible que el gobierno Bush esté demandando una señal clara, un compromiso inequívoco de su par uruguayo en cuanto a que quiere firmar un tratado de este tipo.

Esto se parece bastante al juego del huevo y la gallina, pero me parece que se entiende.

Estas fuentes especulaban que mientras desde Montevideo no se emita esa señal clara a favor de un TLC, mientras no se abandone la "política vacilante" que el gobierno de Tabaré Vázquez ha mostrado en esta materia, Washington no va a mover ninguna pieza en este juego. Hasta que no sepa en qué terreno está pisando, la administración Bush no se va a poner a trabajar en el tema, porque sería un "papelón" para un país del poderío de Estados Unidos anunciar que tiene intenciones de firmar un acuerdo de este tipo con Uruguay y encontrarse luego con que, por problemas internos del Frente Amplio, acá el gobierno termina dando marcha atrás y bajándose de la negociación.

A propósito, todos tienen presente lo que dijo el propio presidente Vázquez, hace tan sólo 45 días, en Caracas.

Si bien el panorama latinoamericano viene muy dinámico en las últimas semanas y los alineamientos entre los gobiernos de la región han ido cambiando, en aquella conferencia de prensa que dio junto a Hugo Chávez, el primer mandatario uruguayo fue muy enfático al descartar un TLC con Estados Unidos.

Recuerden incluso que Vázquez iba golpeando la mesa mientras decía:

"TABARÉ VÁZQUEZ:
El actual gobierno uruguayo no tiene en carpeta ni en agenda firmar un TLC con los EEUU. Y espero que cuando lleguemos al Uruguay no nos llevemos la sorpresa que algún medio de comunicación diga "sí, pero el doctor Vázquez no fue muy claro y dijo que de repente, quizás, capaz, que por ahí", e inician una nueva discusión.

El Programa de Gobierno del Frente Amplio por el cual llegamos al Gobierno Nacional, y que luego del 31 de octubre de 2004 dejó de ser el Programa de Gobierno del Frente Amplio para ser el compromiso que asumió este Gobierno ante toda la ciudadanía uruguaya, en su página 29 -y lo  hemos dicho hasta el cansancio- dice claramente que en el marco actual de relacionamiento comercial con las potencias del primer mundo, entre las que está Estados Unidos, no es el adecuado para firmar ningún Tratado de Libre Comercio, ni profundizar y llegar a un ALCA; lo dice claramente, lo hemos dicho hasta el cansancio".

De todos modos, las fuentes consultadas por En Perspectiva dicen  reconocer –detrás del hermetismo– cierto grado de optimismo en algunas figuras del gobierno que ya se han venido manifestando públicamente a favor de un tratado de este tipo, como por ejemplo el de Economía, Danilo Astori, o el de Industria, Jorge Lepra.

Por eso, "queremos confiar en que detrás del silencio hay algo más", decían, y basaban esa esperanza en que, por un lado, la relación con EEUU está "en un pico alto" y, por otra parte, la situación "lamentable" que atraviesa el Mercosur empuja a nuestro país a buscar otros horizontes comerciales.

De todos modos, curiosamente, esa misma crisis del Mercosur puede llegar a ser –al mismo tiempo- un obstáculo a un TLC entre Estados Unidos y Uruguay. Según lo que comentaban estos empresarios, puede ocurrir que Washington no quiera mostrarse muy abierto a un TLC paras no "comprarse" un problema político con Argentina y Brasil.