El subsecretario de Defensa, José Bayardi, dijo que cada comandante en jefe es responsable del período en que lo fue.

La posición del gobierno tras carta de ex comandantes

El subsecretario de Defensa, José Bayardi, dijo que cada comandante en jefe es responsable del período en que lo fue. Así, Gregorio Álvarez es el que "tuvo responsabilidad" en la dictadura, afirmó en torno a la carta que 10 ex comandantes remitieron ayer. Bayardi destacó que "no hay militar al que le entre en la cabeza que el caso de María Claudia García pueda ser un acto de servicio".

(Emitido a las 8.54)

EMILIANO COTELO:
 "Antes caer de espaldas que de rodillas."

(Audio)

"GREGORIO ÁLVAREZ:
Los militares nos hacemos nos hacemos responsables de todo lo que nos hacen los subalternos.

(...)

No, no, antes caer de espaldas que de rodillas."

(Fin del audio)

EC - Esa fue la respuesta del teniente general retirado Gregorio Álvarez cuando le preguntaron ayer si la carta abierta de diez ex comandantes en jefe del Ejército era un pedido de perdón.

Eso fue todo lo que dijo el ex dictador durante un cruce de palabras –porque en realidad fue eso y no otra cosa– que mantuvo ayer con un grupo de periodistas.

***

Entonces, si no se trata de un pedido de perdón, ¿cómo hay que interpretar esta carta en la que estos ex comandantes "comparten y asumen plenamente –como dicen– las responsabilidades institucionales y sus eventuales consecuencias, por los actos del servicio cumplidos por los integrantes del Ejército" durante la dictadura?

¿Cómo hay que interpretarla? ¿Es un mensaje hacia la interna de la fuerza? ¿Es una señal corporativa hacia la opinión pública y el gobierno? Todo eso puede ser, pero ¿qué es lo que se quiere trasmitir? ¿Qué resultados se buscan?

Son preguntas difíciles de responder, aún hoy, pese a que hay un texto y pese a que alguno de sus autores aceptó realizar declaraciones.

¿Se trata de un gesto de solidaridad con los militares detenidos, sobre los cuales pesa un pedido de extradición por su actuación en Argentina como parte del Plan Cóndor? Por el momento en que se publica esta misiva, esa pregunta es válida, esa posibilidad existe.

¿Se busca, entonces, liberarlos de responsabilidad ante la ley? De hecho, algún pasaje del texto deja en evidencia el vínculo entre la carta y la situación de estos oficiales hoy detenidos. Se dice que este gobierno expuso a los actuales mandos de la fuerza "a situaciones no vividas por quienes suscriben", incluso con referencias expresas al tema "extradiciones": "en casos recientes y en algunos otros en trámite se ha variado radicalmente, abriendo el paso a la justicia de otros países para que actúen sobre camaradas nuestros, ciudadanos de esta nación".

Entonces, en caso de ser así, si es una reacción a las eventuales extradiciones, ¿cómo se explican, por ejemplo, las declaraciones que hizo ayer, aquí, EN PERSPECTIVA, uno de los firmantes, el teniente general (retirado) Raúl Mermot? Porque cuando le consultamos sobre el alcance de la asunción de responsabilidad que proclaman y que ellos refieren a "actos del servicio", Mermot respondió:

(Audio)

"RAÚL MERMOT:
Está en la tapa del libro, que uno es responsable de todo lo que hagan o dejen de hacer los subordinados en tanto lo hagan cumpliendo órdenes, directivas o planes precisos dispuestos por uno. Pero si hay algo que se hizo que no responde a un plan o a una orden precisa, no soy responsable."

(Fin del audio)

Por lo visto, entonces, la responsabilidad que asumen no es genérica y tiene sus limitaciones, aunque no es del todo sencillo entender por dónde pasa la frontera.

Para avanzar algo en esa ambigüedad, le pregunté por el caso de María Claudia García de Gelman, y Mermot no dudó en dejarlo expresamente fuera del alcance de la carta.

(Audio)

"RM - ¿Usted puede pensar que alguien pueda dar esa orden sensatamente, que alguien que ahora se hace responsable pueda haber dado esa orden? ¿Cómo va a ser un acto de servicio? No, no. De ninguna manera."

(Fin del audio)

Por lo visto, más allá de que evidentemente no es menor el hecho de que se trata del primer respaldo explícito de los mandos a estos militares detenidos, los firmantes finalmente no se hacen responsables de algunos de los actos por los cuales eventualmente estas personas van a ser juzgadas, cuando además –y teniendo en cuenta las propias declaraciones de Mermot– se trata de acciones que no pueden ser contempladas por la Ley de Caducidad.

Entonces, ¿dónde está el favor a estos militares arrestados, más allá del mensaje –siempre importante, por cierto, en el orden militar– de solidaridad?

Por otro lado, la carta podía tratarse de un intento genuino por acercarse a la sociedad, una señal hacia la conciliación definitiva. De hecho, el lenguaje empleado en la redacción luce muy medido, mucho más sobrio y moderado que los pronunciamientos de militares retirados cada año cuando llega el 14 de abril. Además, la carta incluye algunas expresiones alentadoras, por ejemplo cuando se explicita "la adhesión que les inspira el dolor de todos los compatriotas que han perdido a seres queridos en los enfrentamientos del pasado reciente".

Pero, ¿se puede seguir sosteniendo esta hipótesis del gesto conciliador después de escuchar el tenor y el modo en las manifestaciones del general Álvarez? Parece difícil.

Por lo demás, del contenido de la carta y de las consultas realizadas por EN PERSPECTIVA surge que, en alguna medida, el documento es una señal de descontento, de fastidio con la situación actual, con la forma en que el gobierno actual está manejando esta coyuntura, en especial con el cambio en la forma de interpretar la Ley de Caducidad y, como corolario, por el momento incómodo que está atravesando el grupo de militares detenidos con posible extradición.

Por último, no parece una señal que vaya en busca de la conciliación el hecho de haber marginado de esta iniciativa a los comandantes en jefe que se han mostrado más dispuestos a reconstruir el vínculo entre la sociedad y el Ejército; me refiero al teniente general Ángel Bertolotti y el teniente general Daniel García.

Entonces, con este escenario, con muchas más preguntas que respuestas, parecía útil conocer cómo se interpreta esta carta desde el gobierno.

***

Ayer en horas de la tarde la ministra de Defensa Nacional, Azucena Berrutti, examinó, junto con el subsecretario, José Bayardi, esta carta, publicada en algunos órganos de prensa en el Día del Ejército, en la que diez ex comandantes en jefe de la fuerza de tierra asumen responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante los años de la dictadura.

¿A qué conclusiones llegaron? ¿Cómo se observa desde el gobierno esta señal o este conjunto de señales? ¿Piensan en adoptar alguna medida en particular como respuesta a la misiva?

Vamos a conversarlo con el doctor José Bayardi.

***

EC - En primer término, ¿cuál es la evaluación que ustedes han hecho? Se lo pregunto porque algunas fuentes del gobierno decían ayer "en esta carta no hay nada nuevo". ¿Ustedes en el Ministerio de Defensa qué dicen?

JOSÉ BAYARDI:
Efectivamente, se estuvo analizando la carta, tanto en la forma como en los contenidos. Obviamente, las formas no merecen mayor reparo y respecto de los contenidos lo que hay es la ratificación de lo que en algunos otros contextos se ha dicho de quienes han tenido la responsabilidad del mando, se ratifica un principio del mando que se comparte, que es que el mando tiene responsabilidad, sea por acción o por omisión. Es imposible pensar que quien tiene responsabilidad de mandar puede deslindarse de la responsabilidad, se está ratificando lo que es de Perogrullo, pero lo que es inherente al mando y en ese sentido no hay observaciones ni cuestionamientos.

Con respecto a valoraciones de contextos históricos, no vamos a discutir valoraciones que cada uno puede tener y expresar, razón por la cual no se va a proceder con ningún tipo de medidas al respecto.

EC - Pero, ¿se trata de un paso adelante o de un paso atrás en el proceso de reconstrucción del vínculo entre la sociedad y las Fuerzas Armadas?

JB - No creemos que le esté agregando mucho al proceso de reconstrucción de los vínculos entre la sociedad y las Fuerzas Armadas. En el marco de la reconstrucción de los vínculos hay distintos niveles de responsabilidades, el Poder Ejecutivo ha tenido un compromiso muy fuerte desde el 1º de marzo de 2005 en construir la verdad, como una necesidad insoslayable de generar los espacios para esa reconstrucción de los vínculos y dar las respuestas que se entiende que no habían sido dadas, se han hecho esfuerzos para dar ese nivel de respuestas, y otras instancias del Estado procesarán lo que cada uno de los individuos, sea colectiva o individualmente, decida plantearle respecto de la aclaración de lo que pasó y las responsabilidades del pasado.

EC - No me está contestando la pregunta.

JB - Pregúnteme de vuelta.

EC - Le preguntaba si esta carta juega algún papel en este proceso de reconstrucción del clima entre sociedad y Fuerzas Armadas.

JB - No, arranqué diciendo que no creíamos que jugara ni aportara mayormente.

EC - Por otro lado, no es un pedido de perdón...

JB - No, no está planteado ni mucho menos como un pedido de perdón, cosa que es o ha sido reclamada por otros actores de nuestra realidad. El gobierno tiene un firme compromiso y quiere seguir avanzando en la reconstrucción de la verdad y las respuestas que falta dar.

EC - ¿Se plantea el Poder Ejecutivo la posibilidad de solicitar a las Fuerzas Armadas, en algún momento de esta administración, que hagan un pedido de perdón a la sociedad uruguaya por las violaciones a los Derechos Humanos?

JB - Hasta el momento no ha estado planteado, esto lo maneja directamente el presidente y no ha sido puesto sobre la mesa. Veremos cómo se desarrollan acontecimientos a futuro.

EC - Usted destacaba el hecho de que la carta reafirme un principio que es básico en las Fuerzas Armadas y en particular en el Ejército: la responsabilidad de los mandos por las acciones de sus subalternos. Pero, ¿cómo se examina el hecho de que en esa declaración figuren firmando un comandante en jefe de los años de la dictadura, el teniente general retirado Gregorio Álvarez, y nueve ex comandantes de la época democrática?

JB - Habría que preguntarles a los firmantes. En primer lugar, hay un comandante en jefe, que es el teniente general Gregorio Álvarez, que tuvo –en mi opinión– responsabilidad tanto en la génesis como en el desarrollo de todo el proceso de la dictadura, hasta 1985, y luego hay otros comandantes en jefe que tienen responsabilidad en distintos períodos de su designación como tales. Hay que ver de qué parte del período que se está analizando se hizo responsable cada cual cuando estampó la firma. Yo creo que son responsables en términos de mando, cada cual termina siendo responsable del período histórico en el que le tocó comandar el Ejército, hay que ver si en esos períodos históricos son imputables responsabilidades. No tengo ninguna duda de que el nivel de responsabilidades del teniente general Gregorio Álvarez hace a gran parte o a todo el paquete comprendido por el período de la dictadura.

EC - ¿A título de qué, entonces, figuran, en el análisis que hace el gobierno, los comandantes en jefe de los años democráticos?

JB - Supongo que cada cual habrá querido reivindicar en términos de responsabilidad el período histórico en el que fue comandante en jefe.

EC - Pero en esos períodos no hubo violaciones a los Derechos Humanos como las que se están discutiendo. ¿Entonces? ¿No se termina comprometiendo institucionalmente al Ejército en aquellos hechos?

JB - Pongo un ejemplo para que se entienda. Gregorio Álvarez tiene todo el paquete del período anterior al 85; pero no sé si el teniente general Rebollo, cuando firmó, estaba haciendo referencia a situaciones que se pueden haber dado en su período histórico y que implicaron la extradición de tres oficiales a Chile, por ejemplo. Eso fue en 1992, no lo dice la carta y hasta ahora nunca he escuchado que el teniente general Rebollo asumiera responsabilidades en eso y que estuviera al tanto de las situaciones que puedan haber pasado. Cada cual debe haber firmado en función de asumir las responsabilidades de su período histórico.

EC - Se lo preguntaba porque ayer el senador del Movimiento de Participación Popular Eleuterio Fernández Huidobro, a propósito de la coexistencia en esta lista de Álvarez con nueve ex jefes de la etapa democrática, hacía esta interpretación.

(Audio)

"ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO:
Creo que lo hacen por solidaridad con Gregorio Álvarez, para no dejarlo solo, pobrecito. No tengo otra interpretación, porque ellos no eran comandantes en jefe cuando la dictadura. Los otros murieron y el único que queda vivo, y que es un vivo, es el Goyo Álvarez. Los mete ahora a todos estos en la misma bolsa, salvo a Daniel García y a Bertolotti. Y además contamina al Ejército como institución."

(Fin del audio)

EC - Esa "contaminación" que Fernández Huidobro observa, ¿le preocupa al gobierno?

JB - Si yo hubiera sido teniente general y comandante en jefe en el período democrático jamás habría firmado con Gregorio Álvarez una nota de estas características. Obviamente Fernández Huidobro hace referencia a la extensión de la solidaridad. Me consta que en el período de la dictadura, a fines de la década de los setenta y principio de la de los ochenta, oficiales subalternos y algún jefe tuvieron un plan para sacarse a Gregorio Álvarez de arriba militarmente. Es un hecho que en la interna militar se conoce. Pero si la firma fue de solidaridad con todo lo hecho por Gregorio Álvarez es un error, salvo que compartan absolutamente todo. Veremos cuál habrá sido la responsabilidad que tuvo cada uno a la altura de su carrera como oficial.

EC - En definitiva, lo que había detrás del comentario de Fernández Huidobro era la lectura de que aquí hay una muestra de poder del teniente general Álvarez dentro del Ejército.

JB - Probablemente. Yo tengo un análisis del mando dentro de la fuerza un poco distinto. Es una fuerza vertical, sujeta a jerarquía, disciplinada obligatoriamente, y así debe ser, pero creo que cuando un comandante en jefe pasa a retiro, desde el 1 de febrero del año en que pasa a retiro –siempre lo he dicho– su posibilidad de mandar dentro del Ejército es nula, e incluso también en otras áreas de la vida social, en sus propios entornos, se limita mucho su facultad de mando. Así debe funcionar una fuerza vertical.

Se nos ha extendido durante mucho tiempo la sensación de que retirados de las fuerzas siguen mandando dentro. En todo caso, mandan y asumen la responsabilidad los nuevos que están al mando, no creo que esa lectura de que siguen teniendo mando dentro sea adecuada.

EC - Pero, ¿qué dice usted en el caso concreto de esta carta y lo que puede significar?

JB - ¿Lo que esta carta puede significar por su incidencia interna? No, creo que no existe tal nivel de incidencia, creo que el 99% de los oficiales actuales no tiene nada que ver con el período de la dictadura, se ha comido tener que cargar con ese sayo. Algunos, por un falso entendido de lo que es la lealtad a la institución, pueden haber compartido gran parte de la lectura del pasado; yo creo que se equivocaron. Eso no legitima a la institución, y ponerles el sayo a quienes hoy son oficiales de compartir esa lógica del pasado es equivocado y no se condice con la realidad.

EC - Por otro lado, ¿qué lectura hace usted, qué lectura hace el Ministerio de Defensa Nacional, qué lectura hace el gobierno del hecho de que en la lista de firmantes no figuren el teniente general Daniel García, que fue comandante en jefe durante el gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle y que se ha manifestado a favor de un pedido de perdón, ni el teniente general retirado Ángel Bertolotti, que fue comandante en jefe en el primer año del gobierno del doctor Vázquez y que llevó adelante las investigaciones solicitadas desde la Presidencia de la República? Directamente no se los convocó a firmar.

JB - Tengo entendido que es así, no se los habría convocado a firmar; lo tengo en uno de los casos con claridad y en el otro no lo tengo confirmado todavía. Se puede hablar de que hay sectores entre los firmantes –uno, nueve, no sé bien– que pueden no haber compartido ni lo declarado ni lo actuado por alguno de los otros comandantes, lo que también habla de que en los máximos niveles de oficiales generales no habría grados de consenso sobre cómo terminar de pararse.

EC - Por lo menos entre los ex comandantes en jefe aparece un Ejército con fisuras, con opiniones diferentes.

JB - Con diferentes lecturas de la realidad. Yo puedo compartir algunas y rechazar otras. Nosotros debemos tener actitudes de gobierno respecto del presente, administrar algunos problemas que vienen del pasado y tenemos la obligación de proyectar futuro en lo que tiene que ver con la defensa y con las Fuerzas Armadas. Y creo que el compromiso de proyectar futuro es muy fuerte en la actual oficialidad.

***

EC - Volviendo al principio, el hecho de que estos diez comandantes en jefe asuman responsabilidad por violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante la dictadura, ¿no es un paso adelante?

JB - La declaración de que se asumen responsabilidades ya había sido hecha en anteriores oportunidades por parte de anteriores comandantes en jefe. Me parece bien, repito, que se asuman las responsabilidades que da el mando, porque no hay mando sin responsabilidad, hace incluso a la concepción del honor en términos militares. Yo creo que está bien, pero es ratificar algo que está en la tapa del libro y que se ha dicho en otras oportunidades.

EC - Le repetía la pregunta porque en los primeros minutos le estuve consultando por repercusiones políticas, le planteé preguntas sobre las motivaciones de la carta, sobre el impacto que esta movida podía tener en la sociedad, pero no hablé del impacto judicial. ¿Creen ustedes que esta toma de responsabilidad puede incidir, por ejemplo, en la situación de los militares que hoy se encuentran arrestados a la espera de una resolución sobre el pedido de extradición que vino de Argentina?

JB - No me corresponde a mí hacer una valoración con respecto a eso, será al Poder Judicial a quien, ante el tenor de la nota, le toque procesar cada una de las instancias, el que deberá proceder. Incluso si desde el Poder Ejecutivo se hicieran valoraciones en un sentido alguien podría entender que estoy tratando de influir en las conductas que puedan llegar a tener que tomar los jueces. El Poder Judicial tiene sobre la mesa todos los niveles de información habidos y por haber y, si entiende que tiene que llamar a responsabilidad en función de lo que puede emanar de la carta, deberá hacerlo, pero serán los jueces y eventualmente los fiscales, en su accionar, quienes deberán resolver esto.

EC - La responsabilidad que asumen estos 10 jefes del Ejército, está expresamente dicho, abarca los actos del servicio cumplidos por los integrantes de la fuerza. ¿Ese matiz significa algo para usted?

JB - En algún caso quedó expuesto por alguno de los firmantes en declaraciones que hiciera ayer.

EC - Usted se refiere a las declaraciones del teniente general Mermot aquí en El Espectador cuando le preguntamos por el caso María Claudia García de Gelman.

JB - Exacto. Fue una respuesta clara, siendo que en realidad era inconcebible que eso pudiera ser un acto de servicio. Estoy resumiendo con mis palabras, pero creo que compartimos que ese fue el contenido que le dio el teniente general Mermot a la respuesta. Habrá que calificar cuáles pueden haber sido actos de servicio, pero en todo caso eso corresponde a la esfera jurisdiccional, no a la esfera administrativa de gobierno.

EC - Entonces queda pendiente una serie de preguntas a propósito de cuál es el alcance exacto de esta asunción de responsabilidad.

JB - Claro, yo estoy haciendo referencia a que en una entrevista periodística, en las declaraciones que se reprodujeron en El Espectador –que no sé si registró algún otro medio–, se le pregunta al teniente general Mermot si este caso, a su criterio, está contenido en un acto de servicio, y él lo rechaza, lo descarta. Sería infame pensarlo como acto de servicio. Es más, le puedo dar plena seguridad de que no hay militar –por lo menos entre aquellos con los que he hablado– retirado ni en actividad al que le entre en la cabeza que el caso de María Claudia García pueda estar comprendido en un acto de servicio.

EC - Lo que quiero decir es que abre todo un abanico de preguntas a propósito de los actos de violación a los Derechos Humanos que han estado en el tapete, si quedan o no abarcados por esta asunción de responsabilidad. Por mencionar otro caso, los homicidios de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw, ¿fueron actos de servicio? ¿Están dentro de la responsabilidad que asumen estos comandantes? ¿Cómo vieron ustedes esta parte de la "ambigüedad" de la declaración de ayer?

JB - No lo vimos particularmente, el Poder Ejecutivo ha estado actuando con relación a que ante la denuncia hay que sustanciar una instancia de investigación –el Poder Judicial la tiene que sustanciar– para poder después, con la información en la mano, calificar si el hecho está comprendido como acto de servicio o no, más allá de lo que diga cada uno individualmente. En realidad llega la denuncia, es consultada, el Poder Ejecutivo ha respondido, entonces hay que sustanciar las investigaciones para que, a punto de partida de las mismas, después se pueda considerar si fue acto de servicio o no. Preguntado por un caso particular sobre un tema, uno de los firmantes dijo que no; en cada caso, sea en el que usted mencionaba, el de Michelini y Gutiérrez Ruiz, o en cualquier otro, habrá que sustanciar la investigación correspondiente para ver si es pasible de ser entendido como acto de servicio o no. A partir de ahí emanará la responsabilidad. Salvo que alguno venga, de los firmantes o cualquiera, se presente y por sí y ante sí diga: "Todos esos actos que pasaron en este contexto fueron bajo mis órdenes y yo soy responsable de todo", cosa que nadie ha hecho en particular, más allá de las generalidades.

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Edición: Mauricio Erramuspe