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La destitución de Enrique Navas

La destitución de Enrique Navas

Considerado "un duro" y tras una sintonía inicial entre las autoridades frenteamplistas del Ministerio del Interior, Enrique Navas fue relevado de la Dirección Nacional de Cárceles. El desgaste fue creciendo desde el 1º de marzo de 2005 e involucró distintas concepciones entre los planes del gobierno para las cárceles y la ejecución que llevaba adelante el policía. Informe de En Perspectiva.

(Emitido a las 8.55)

EMILIANO COTELO:
La versión se propagó por la prensa durante semanas. Fue desmentida y ratificada, y sobre las razones circularon distintas especulaciones, en algunos casos eran contrapuestas.

Finalmente ayer el ministro del Interior, José Díaz, oficializó la destitución del director nacional de Cárceles, inspector principal Enrique Navas.

¿Los motivos?

Díaz argumentó que Navas está estresado, desgastado y entendió que era oportuno darle "una especie de respiro".

(Audio)

"JOSÉ DÍAZ:
Después de tanto tiempo al frente de esa Dirección Nacional, cualquier ser humano, por capaz y abnegado que sea (y en este caso el inspector Navas reúne las dos condiciones: es un hombre capaz y muy abnegado) termina erosionando su propia actividad. Es un trabajo sumamente complicado".

(Fin del audio)

De todos modos, según pudo averiguar En Perspectiva, entre las razones que motivaron el relevo hubo algo más que eso.

Primero, sintonía

Ubiquemos primero los antecedentes. La relación de Enrique Navas con el nuevo gobierno comenzó en sintonía. Cuando asumió el gobierno de Tabaré Vázquez, Navas manifestó públicamente su satisfacción por las políticas que los nuevos jerarcas del Ministerio del Interior se habían trazado en materia carcelaria. Navas destacaba entonces la "comunión conceptual e ideológica" sobre lo que debe ser el servicio penitenciario y sostenía que esta línea coincidía con las políticas penitenciarias que él impulsaba y que no habían tenido eco en administraciones anteriores.

En una entrevista con el diario La República, en marzo de 2005, Navas expresó que el hecho de haber sido confirmado por el nuevo gobierno en el cargo de director nacional de Cárceles no le causaba asombro desde el punto de vista de las políticas a aplicar. "Me sorprendería quizás, desde otro punto de vista, el cual prefiero reservarme mis consideraciones personales", sostuvo Navas enigmáticamente en esa oportunidad; y agregó  "Yo soy un oficial que llevo muchos años en la carrera policial y he trabajado en distintos períodos."

¿Por qué la destitución?

Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué las cosas terminaron como terminaron? Fuentes de la Dirección Nacional de Cárceles dijeron a En Perspectiva que el relevo no fue precipitado por un hecho en particular, sino que se debió a un cúmulo de desencuentros. La razón de fondo sería una diferencia en la aplicación de las ideas.

Según otras fuentes vinculadas al tema, el alejamiento de Navas tiene un largo trasfondo político que se inicia con la molestia del Ministerio del Interior por el reiterado uso de balas de goma como recurso disuasivo por parte de funcionarios policiales en establecimientos penitenciarios.

Los informantes sostuvieron que diversos incidentes en el Penal de Libertad dejaron en evidencia la existencia de criterios muy distintos entre la Dirección de Cárceles y el Ministerio del Interior. Había discrepancias sobre la concepción de lo que debe ser una prisión de seguridad, así como en cuanto al modo de custodia a los reclusos.

Es que Navas es considerado un "duro" y su método fue puesto en cuestión por las autoridades ministeriales que lo consideraban demasiado severo. De acuerdo con las fuentes, la política de rehabilitación impulsada por el ministro Díaz no tenía eco en la práctica, ya que Navas priorizaba la "seguridad" a la "rehabilitación".

Sin embargo, otras fuentes indicaron que Navas es uno de los funcionarios más respetados dentro de la cúpula policial por su capacidad de mando y de "hacerse imponer". Estos informantes agregaron que el cargo de director de Cárceles es resistido y que por tradición nadie lo quiere aceptar, ya que a quien ocupa este puesto lo rodean coimas y otros ofrecimientos de parte de los reclusos, hecho que –según las fuentes- Navas llevaba muy bien y sabía marcar los límites.

¿Otros hechos que jugaron en contra de la permanencia de Navas? 

Nuestras fuentes mencionaron: 1) la ley de libertades anticipadas, donde hubo diferencias entre Navas y el Ministerio, tanto en la gestación del texto como en la evaluación de sus consecuencias; 2) la concurrencia de Navas a los actos del 14 de abril, organizado por retirados militares y policiales, en el "Día de los caídos en defensa de las instituciones"; y 3) roces entre Navas y Álvaro Garcé, el comisionado parlamentario para las Cárceles; 4) discrepancia entre Mnavas y José Díaz cuando el ministro pretendía nombrar como subdirector de Cárceles a Eduardo Pereira Cuadra -este tema llevó a Navas a declarar que ponía su cargo a disponsición- y 5) la presencia demasiado frecuente de Navas en los medios de comunicación. 

Además, según confirmó En Perspectiva, Navas no tenía un buen vínculo con los asesores ministeriales en materia penitenciaria, lo que impedía llevar adelante la política diseñada por el gobierno para mejorar las condiciones de reclusión.

Y ahora...

El Inspector Enrique Navas cumplió cuatro años al frente del servicio penitenciario y será relevado por el inspector mayor Julián Rodríguez Alsina, quien fue jefe de Policía de Salto durante la Presidencia de Jorge Batlle. El ministro Díaz anunció que habrá más novedades en el marco de los cambios iniciados por su cartera en la cúpula policial.