Volonté: AFAP podrían financiar las pasteras
Para el ex embajador en Argentina, Alberto Volonté, sería una señal "clave" en el conflicto con Argentina que las AFAP pudieran financiar las plantas de celulosa, sobre todo ENCE. Para él, se debería habilitar esa chance ante los problemas que tendría el proyecto pastero español. Agregó que ve disposición al diálogo en Kirchner. "Hay un campo para negociar y creo que se está negociando", afirmó.
(Emitido a las 9.15)
EMILIANO COTELO:
La larga historia de la crisis de las plantas de celulosa empezó allá por el año 2002.
Primero fue el permiso otorgado por Uruguay a la planta de celulosa de ENCE sobre el Río Uruguay. Después vinieron las primeras protestas oficiales argentinas, hubo negociaciones entre los dos gobiernos y un acuerdo en marzo de 2004. En febrero de 2005 Uruguay concede el permiso para la planta de Botnia y la discusión se reabre. Sobre fines del año pasado llegarían los piquetes en Entre Ríos y el bloqueo de los puentes binacionales. Y con todo esto, el cruce de declaraciones cada vez más disonantes. Ahora, a comienzos de junio, la cosa llegó a la Corte Internacional de Justicia, en La haya, y al Tribunal de Controversias del Mercosur.
En medio de ese proceso Uruguay cambió de gobierno: se fue el doctor Jorge Batlle y llegó el doctor Tabaré Vázquez; dejó su cargo el canciller Didier Opertti y asumió en su lugar Reinaldo Gargano.
Pero también, algo más desapercibido, se dio el cambio de embajador en Argentina: ingresó Francisco Bustillo y se retiró el doctor Alberto Volonté, quien había participado más de cerca en la génesis de este proceso, alguien que tuvo que lidiar con los primeros fogonazos de la crisis.
Hoy nos interesa averiguar cómo ve el doctor Volonté el estado actual de esta polémica, qué salidas tiene ahora el conflicto por las plantas de celulosa, si hay margen para una solución negociada.
***
Doctor Volonté, la mayoría de los uruguayos tiene la impresión de que en este diferendo, en esta crisis, nosotros somos los que tenemos la razón y los argentinos los que tratan de "embarrar la cancha" lo más posible. ¿Cómo lo ve usted? ¿Es tan así?
ALBERTO VOLONTÉ:
Tenemos la razón, de eso no hay duda. Pero no estoy tan seguro de que ellos quieran embarrar la cancha. En Argentina hay que distinguir dos cosas muy claramente, una es el sentimiento del pueblo de Gualeguaychú que, mal informado y peor asesorado, cree de buena fe que esas plantas, esas fábricas de celulosa realmente le van a dañar la salud, van a deteriorar la calidad del ambiente, van a llevar a un decaimiento de sus estructuras turísticas y en definitiva que Gualeguaychú va a perder el espacio natural que tiene, como lo tiene Río Negro, como lo tiene Paysandú y como lo tiene todo Uruguay.
Tenemos que distinguir muy claramente un sentimiento equivocado pero real de la gente de Gualeguaychú, que en su momento no fue debidamente consultada ni informada por el gobierno argentino. Por tanto en Argentina, más que embarrar la cancha, han manejado el tema de espaldas al sentimiento de la sociedad de Gualeguaychú.
EC - Usted decía que había que distinguir por un lado la gente de Gualeguaychú, y por otro ¿a quién, a quiénes?
AV - Y por otro lado a quienes tienen la responsabilidad de la conducción del gobierno. Cuando un diputado importante del Parlamento argentino viaja a Nueva York y Washington y dice porque lo dijo él, no lo decimos ni usted ni yo que va a embarrar la cancha lo voy a tomar como un dicho orillero, propio de un lugar donde se usa mucho el lunfardo fue a buscar perjudicar las fuentes de financiamiento de este proyecto. Toda la actitud que se planteó en el segundo semestre de 2005 y en este primer semestre de 2006 es porque los responsables del gobierno, en el Parlamento, en el Poder Ejecutivo, ni que hablar en la Cancillería argentina, ven que no cumplieron con la información que debieron haber dado a los ciudadanos de Entre Ríos y en particular de Gualeguaychú, entonces es un poco aquello de decir "ahora vamos a demostrar que la culpa la tienen los uruguayos y vamos a complicarles la vida", porque se dieron cuenta de que habían cerrado política y diplomáticamente el diferendo al término de 2004 pero no habían sabido comunicarse y dialogar con la sociedad más importante, que era la de Entre Ríos.
EC - Usted lo acaba de remarcar al pasar: esta controversia estuvo cerrada, se cerró en marzo de 2004 con aquel acuerdo entre el entonces canciller argentino, Rafael Bielsa, y el entonces canciller uruguayo, Didier Opertti. Pero luego terminó reabriéndose. ¿Qué era exactamente aquello de marzo de 2004?
AV - Es la prueba angular que ha llevado Uruguay a La Haya, si será importante lo que hizo Uruguay entre 2002 y el cierre de 2004 que la prueba fundamental que presenta Uruguay en el juicio que tenemos en La Haya es afirmar con documentos acreditantes que el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en los primeros días de marzo de 2005 se refiere al Estado de la Nación argentina y dice, en la página 117 que se cita, en seis o siete renglones, que el diferendo por las fábricas de celulosa con Uruguay se saldó, se acordó, se documentó, se hizo un acuerdo y se firmó.
EC - Estamos hablando de marzo de 2004, cuando el proyecto Botnia prácticamente no existía. ¿Por qué usted dice, o por qué sostiene Uruguay, que con aquel acuerdo de 2004 toda esta situación se había encauzado?
AV - Por dos motivos. Primero, el mensaje es en marzo de 2005, por tanto cuando el presidente de los argentinos hace el mensaje al Congreso de la Nación ya tenía conocimiento del decreto que había firmado el doctor Jorge Batlle el 14 de febrero de ese año.
EC - El decreto en el que se le daba la autorización ambiental previa a Botnia.
AV - Cuando Argentina lauda el tema ambiental, sobre todo la instalación de la planta española ENCE, Uruguay pudo ahí cambiaron las autoridades continuar con la misma política, que era mantener el tema donde lo había situado, que era la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) en la célebre acta firmada el sábado 15 de mayo del año 2004, donde se había puesto punto final al diferendo pero se habían dejado las líneas para acordar una correcta administración del río Uruguay para preservar la calidad de sus aguas, para asegurar la navegabilidad. Porque usted sabe, y deben saber todos quienes nos escuchan, que acá se dicen muchas cosas que escapan al control de todos, por ejemplo cuando se habla de la calidad del ambiente: el Tratado del Río Uruguay específicamente obliga a las partes sólo a preservar el río, ninguna otra cosa.
EC - La navegabilidad y la calidad del agua.
AV - Uruguay se ha preocupado por asegurar la calidad de todo.
EC - Usted está remarcando que aquel acuerdo de marzo de 2004 entre los cancilleres Bielsa y Opertti había logrado para solucionar el diferendo que estaba gestándose en torno al proyecto de ENCE pero que por sus características permitía resolver a futuro el problema del manejo de las discusiones sobre el ambiente en el Río Uruguay y por lo tanto iba a permitir manejar también el proyecto Botnia.
AV - Sin ninguna duda. De ahí viene el famoso tercer estudio, que es el análisis del impacto acumulativo, que está muy bien que Argentina haya pedido y que Uruguay iba a hacer y va a hacer. Si yo tengo una planta de celulosa ubicada en tal lado y a pocos kilómetros pongo otra debo reconocer que no es lo mismo una planta sola que dos, que la segunda acumula sus impactos a los que de por sí hace la primera.
Evaluémoslo, pero la evaluación del impacto acumulado, el análisis técnico, científico, con gente de primer orden, no descalifica todo lo actuado para la primera planta, porque hay un tema central, que es el ambiente, y los aspectos vinculados con el concepto ambiente habían sido analizados y controlados. Viene la instalación de una planta, después una segunda y ya estamos hablando de una tercera. Cuando se haga la tercera, de origen sueco, aunque esté a unos 100 kilómetros, tal vez 200, y sobre el Río Negro, igual habrá que hacer un estudio acumulado de impacto. Lo que sucede es que los temas ambientales son muy complejos, difíciles de explicar, novedosos para las sociedades del sur, no tienen más de 30 años, y entonces cuando se politizan o se aprovechan para circunstancias políticas el enredo es mayúsculo.
EC - ¿Y aquí hubo aprovechamiento político?
AV - Sin ninguna duda. Durante todo 2005 el aspirante a gobernador Busti lo utilizó políticamente. Yo siempre he dicho que Busti no fue el causante, la gente espontáneamente y llevada por organizaciones ambientalistas, por ONG, equivocadamente creyó en los daños, y Busti, con pupila política pero poca responsabilidad respecto de lo que es un acuerdo internacional, aprovechó esa situación para hacer política de cara a las elecciones de octubre de 2005.
EC - Pero usted decía otra cosa más, que las autoridades argentinas no habían informado suficientemente a los habitantes de Gualeguaychú sobre aquel entendimiento de marzo de 2004, sobre cómo se habían encaminado con Uruguay la polémica por el caso ENCE inicialmente, pero por el cuidado del ambiente en el Río Uruguay. ¿Allí está para usted una de las causas del volumen que terminó adquiriendo este lío?
AV - Sin duda. Hay que revisar la prensa de la época, de julio de 2002. Cuando los vecinos de Gualeguaychú se enteran de que la Cancillería uruguaya, conducida por el doctor Didier Opertti, con acierto y con el talento que todos le reconocemos, se pone en contacto con la Cancillería argentina, obviamente allí nos toca intervenir personalmente porque éramos los embajadores, empezamos a informar, acordar y analizar no era sencillo, no hubo acuerdo el primer día para impulsar la planta de ENCE, y empezamos a ver en la prensa, yo personalmente me trasladaba a Gualeguaychú y veía que los vecinos se quejaban de las autoridades argentinas diciendo "negocian con Uruguay, pero no nos consultan a nosotros".
Lo que yo inicialmente pensé que podía ser un grupo minoritario fui percibiendo que era un grupo de vecinos cada vez mayor en el que estaban desde los más humildes productores de miel que empezaron que creer que sus abejas se morían, grupos que han invertido en los últimos años en una actividad turística importante, a pescadores artesanales; cuando me quise dar cuenta la sociedad de Gualeguaychú estaba mal informada pero de buena fe. Había acusaciones están en la prensa sobre todo local de Entre Ríos a las autoridades del Palacio San Martín de que no informaba los acuerdos que estaba haciendo con Uruguay.
Así transcurrió el segundo semestre de 2002 y todo 2003. Obviamente no era ni es responsabilidad del gobierno uruguayo alertar, informar, analizar con los vecinos argentinos, es propio de la administración argentina. Hace tres años, en 2003, un día, hablando con unos vecinos de Gualeguaychú, les dije "imagínense que las plantas se pusieran en Paysandú y que fuera a la inversa"; yo no tengo duda de que la Cancillería uruguaya, del signo que fuera, del partido que fuera, sin perjuicio de discutir el tema con Argentina iba a dialogar con los vecinos y las autoridades locales. Queda muy claro que en 2002, 2003 y 2004 eso no se hizo y ambientó el alzamiento, la protesta de los vecinos de Gualeguaychú que, reitero, mal informados, peor asesorados pero de buena fe, empezaron a actuar de la forma en que todos conocemos.
***
EC - Por un lado usted muestra cómo se manejó el tema en Argentina y por dónde estaría entonces una parte de las causas de este diferendo tan grande en el que terminamos metidos. Pero si en marzo de 2005, en el mensaje al Congreso, el presidente Kirchner reconoce y deja constancia de que el tema se había acordado entre Bielsa y Opertti; si en marzo de 2005, justo cuando asume el nuevo gobierno en Uruguay, las cosas estaban planteadas en esos términos en el gobierno argentino; ¿por qué la cosa empieza a complicarse entre los gobiernos, entre dos gobiernos que además teóricamente venían con afinidades posibles en función de los antecedentes de declaraciones y reuniones entre Kirchner, ya presidente, y Vázquez, entonces candidato?
AV - ¿Qué pasó? Esto obviamente lo reconstruyo, porque yo dejo la embajada, cumpliendo mi quinquenio, en marzo de 2005. Empiezo a comprobar, porque mantengo muy buenos vínculos en Argentina, amigos con quienes uno habla, con quienes uno se informa, que inmediatamente, en abril del año 2005, Argentina, el gobierno, la Cancillería, plantea: "Y ahora esta planta de Botnia, que ustedes acaban de autorizar el 15 de febrero de 2005, firmada por un presidente saliente. ¿Ustedes qué piensan, el nuevo gobierno, las nuevas autoridades?". Le recuerdan al nuevo gobierno, al doctor Vázquez y al Frente Amplio (FA), el partido mayoritario del país, que habían tenido una postura contraria a las papeleras, lo que se había dicho en la campaña electoral, sutilizado por las autoridades argentinas, buscando ver si aquel discurso electoral, una vez que se era gobierno, vale decir que ya no se era candidato sino que se había sido electo, se compadecía y Tabaré Vázquez afirmaba como presidente lo que había dicho como candidato. Le preguntan al doctor Vázquez, lo hacen saber por las vías correspondientes para ver qué pasa.
Pero el doctor Vázquez, que había tomado un estudio independiente, creo que de origen noruego, en febrero de 2005 lo que quiere decir que tenía sus dudas, legítimas, todos tenemos derecho a tenerlas, había llegado al convencimiento de que las plantas no perjudicaban el ambiente y que, por el contrario, había que alentarlas, y deja de lado lo que se había dicho durante la campaña electoral de 2004. Siempre que se cambia un discurso, que se dice una cosa y después se hace otra, se debilita un poco la situación, a veces hacer lo que se pensó y se dijo da más fuerza, pero los hombres tienen derecho a cambiar. Entonces, en lugar a mi juicio muy personal de mantener la situación dentro de la CARU, a partir de mayo de 2005 los presidentes crean la comisión binacional que todos los uruguayos sabemos que funcionó entre agosto y diciembre del año 2005 y sabemos cómo terminó.
En el medio, el 5 de mayo de 2005, se reúnen los presidentes en Buenos Aires y acuerdan la formación de esa comisión, de alguna manera reabren un tema laudado. Eso le vino muy bien al gobierno argentino, que ya veía un año electoral, que ya tenía las presiones del señor Busti, entonces tener como válvula de escape una comisión funcionando entre uruguayos y argentinos era una buena manera de tener un escenario paralelo al año electoral.
EC - Usted acaba de decir que Uruguay no debió haber aceptado la creación de esa comisión binacional porque el tema ya estaba encauzado, a partir de los acuerdos entre Bielsa y Opertti, y debía manejarse, incluso el caso de Botnia, a través de la CARU mediante los mecanismos de control de la contaminación.
AV - Fue lo que se debió haber hecho. Dentro de la CARU todo se tenía que circunscribir a continuar con lo que el gobierno argentino había aceptado del gobierno uruguayo entre los años 2002 y 2004.
EC - ¿Por qué el gobierno uruguayo acepta crear esa comisión binacional?
AV - El doctor Vázquez tenía una buena relación con el doctor Kirchner, con quien sentía que tenía ciertas coincidencias ideológicas porque a veces se confunden coincidencias ideológicas y simpatías con la defensa de los intereses nacionales; obviamente el doctor Vázquez cuando tuvo que defender el interés nacional lo defendió, eso ningún uruguayo se lo puede discutir y permitió la creación de esa comisión que le dio a Argentina el telón de fondo que necesitaba para un año electoral, el largo año 2005.
***
EC - Seguimos con el doctor Alberto Volonté, pero ahora con la participación de los integrantes de la Tertulia de los jueves: Esteban Valenti, Antonio Mercader, Fernando Scrigna y Daniel Chasquetti.
AV - Yo hablaba del contexto en el que el doctor Vázquez aceptó la creación de esa comisión binacional. Pero la posición argentina ya era tan diferente de la creación de una comisión para encontrar una solución que no había pasado un mes y la cancillería presenta una carta al Banco Mundial (BM) solicitándole que a Uruguay le negaran el crédito. Tan es así que esa comisión debió reunirse en Buenos Aires el 4 de julio de 2005 y la delegación uruguaya, con muy buen criterio, no se presentó y no asistió, porque dijo: "¿cómo vamos a hablar de un acuerdo de alto nivel técnico, diplomático cuando han denunciado a Uruguay y están pidiendo que le retiren el crédito?".
Todos recordarán que la comisión comenzó a funcionar recién en agosto porque tuvo que hacer gestiones para evitar ese "malentendido" de haber acordado una comisión binacional y en el ínterin entre el acuerdo y la primera reunión haber hecho la denuncia ante el BM. Esa comisión ya nació con algunos vicios de origen complejo, y el gran telón de fondo era que se incrementaba la campaña política, pero no era la política que se metía en el tema ambiental, era aprovechar el tema ambiental para hacer política, que es muy diferente.
ESTEBAN VALENTI:
Pero le vino bien a Argentina, se ha producido una revolución cultural en Argentina. La Suprema Corte de Justicia argentina dictaminó ayer obligando en este nuevo impulso ecologista que ha venido, que ha estado subsumido durante tantos años, obliga al gobierno argentino, obliga a 41 de las más grandes empresas argentinas a presentar un plan de limpieza de una de las cloacas a cielo abierto más grandes del mundo, el complejo fluvial Riachuelo-Matanza, donde viven 3.400.000 argentinos, que tiene un nivel de contaminación que ni siquiera las plantas de celulosa argentinas multiplicadas por mil podrían haber generado, que va al Río de la Plata y contamina la costa argentina y también el Río de la Plata. Tan es así que nadie va a ver a alguien bañándose en la costa del Río de la Plata del lado argentino porque al poco tiempo sería cadáver fácilmente detectable.
Lo cierto es que hay un hecho positivo, por primera vez en ancas de todo este proceso el tema ecológico en un país donde además la ecología, manejada por ejemplo por María Julia Alzogaray, se transformó en un chiste, empieza a encontrar un espacio y ese ha sido un aporte a la civilización del Río de la Plata el hecho de que por primera vez en Argentina las leyes tomen en cuenta ese tema.
AV - Es así, es muy importante, pero que Argentina haya tomado conciencia en pocos meses de un drama que vivía desde hacía muchos años, no debe llevar a Argentina a pensar que el drama era común. Porque si bien somos muy hermanos, las diferencias en el cuidado ambiental entre Argentina y Uruguay son abismales. Allí Argentina por supuesto, para la región, para el Mercosur hizo algo muy importante, lo malo es que en esa reacción no haya habido un reconocimiento implícitamente está, pero no explícitamente de decir "Uruguay hizo muy bien las cosas".
EV - Es demasiado pedirle eso.
AV - Será porque soy muy optimista y los aprecio mucho.
EV Es el optimismo de la voluntad.
FERNANDO SCRIGNA:
En este tema quizás, a esta altura de los acontecimientos, lo peor que nos puede pasar es caer en ese discurso según el cual "yo contamino pero vos contaminás más".
Uruguay debe, más cuando estamos en un proceso judicial en el que todo lo que diga Uruguay probablemente sea utilizado en su contra, también lo que diga Argentina. Este fallo de ayer no hace al objeto de esta causa pero sí a la psicología de quienes deben fallar. Debemos establecer lo siguiente: estas plantas, ¿contaminan o no? ¿Asiste derecho a Uruguay a ejercer como lo ha hecho su soberanía en esta materia o no? Porque quizás Argentina ha pretendido entrar en ese terreno porque si ellos contaminan y nosotros decimos que nosotros también, ¿y qué? Simplemente les damos la razón.
En ese aspecto tenemos que ser muy cuidadosos en distinguir y tenemos que buscar por todos los medios razonables y en la medida que no implique renunciamiento a ninguno de los postulados de soberanía uruguaya, que este litigio no llegue a un fallo judicial.
EC - ¿Hay un margen para una salida negociada?
AV - Sí, claro que sí, siempre lo hay. Además las señales tanto del gobierno uruguayo como del gobierno argentino en estos días hoy hay declaraciones del doctor Kirchner en España, el doctor Vázquez fue muy claro hace unos días en un programa periodístico que escuchamos todos los uruguayos. Aquí también quede claro que Uruguay jamás ha entornado la puerta diplomática o política o política-diplomática, de manera que hay espacio. Pero tenemos que tener muy en cuenta y me interesa que ustedes que tienen esta posibilidad de mantener este debate lo de las fuentes de financiamiento, porque a veces se eligen distintos caminos, el camino diplomático, a ver cómo nos acercamos.
Después aquello "no, no somos más contaminantes que otros", lo importante es demostrar que no contaminamos, mientras estamos en una discusión que creemos que es la que corresponde en el ínterin se van obstruyendo las fuentes de financiamiento. No hace mucho un banco holandés le negó un préstamo pequeño pero importante a una de las dos empresas, no importa cuál, todos sabemos la forma cómo está manejando este tema el BM, en la prensa un día sí otro no, la delegación uruguaya presidida por el doctor Vázquez cuando vino de Estados Unidos no tuvo inconveniente en reconocer que el clima que vio en el BM no era el adecuado.
A veces pienso que Uruguay, que ha logrado acumular en sus AFAP una cantidad tan importante, que creo que anda por encima de los 2.000 millones de dólares, está en condiciones, y más cuando uno escucha las dificultades para obtener rentabilidad y seguridad en la colocación de esos fondos, después de hacer una consulta con las autoridades de las AFAP, con el Banco Central, como corresponde en un Estado de derecho, no por un mandato sino llegando a la convicción, se les diga a las empresas, lo sepa el mundo entero, que el gobierno uruguayo para asegurarse fuentes de financiación está disputo a poner el fruto del ahorro de su sociedad. Eso me parece clave.
EC - Es una iniciativa interesante, pero al mismo tiempo muy audaz. Usted propone que se despeje desde el Estado uruguayo la incertidumbre con respecto a la posibilidad de financiamiento de estos proyectos por la vía de una autorización a que las AFAP inviertan en Botnia y ENCE.
AV - Sin ninguna duda. Serán las empresas que aceptarán o no ese financiamiento, pero el mundo debe saber y Argentina debe saber que Uruguay está tan dispuesto a comprometerse en esto y aun bloquear una acción que intenta impedir los préstamos y las fuentes de financiación que diga lo que tengo... además no es un fondo de un banco como en tiempos prósperos tuvo el Banco República, es el esfuerzo de nuestra sociedad. Y como esta es una inversión dentro del territorio uruguayo, por demás productiva, voy a invertir parte de este ahorro en esta actividad, que puedo controlar, cuyos titulares están caminando acá por la calle, sobre todo las primeras y segundas generaciones que empezaron a colocar en las AFAP.
Esto no es un golpe político ni de efecto, es una demostración de un país que permanentemente tiene que apoyarse en el respeto a la condición de país demócrata, al Estado de derecho y a que está dispuesto a comprometerse con sus inversores de modo tal que si los inversores tienen inconvenientes con las fuentes de financiación el gobierno uruguayo, la sociedad uruguaya, que es mucho más que el gobierno o es conjuntamente con el gobierno la expresión concreta de la voluntad de la gente, dice "nosotros podemos asegurar el financiamiento".
DANIEL CHASQUETTI:
Es una propuesta interesante, sin embargo es complicada, por varias razones.
EV Es cara...
DCh - En primer lugar porque Uruguay todavía se debe una discusión sobre cómo usar esos fondos, en general lo que ha hecho el Estado uruguayo desde que creó las AFAP y comenzaron a crear los fondos previsionales fue orientar a estas empresas a comprar papeles de deuda. Siempre estuvo abierta la idea de que se debía discutir cómo utilizar esos fondos, entonces aparecer en este momento obligándolas a meterse en este emprendimiento...
AV - No, obligarlas nunca, jamás.
DCh - O permitiéndoles ampliar hacia este emprendimiento puede parecer que estamos tratando de que las AFAP nos resuelvan un problema que como país somos incapaces de resolver. Por otro lado puede ser un signo de debilidad, porque estas obras en el mundo se financian con fondos del BM, etcétera. Está muy buena esta idea de que sea un mensaje de compromiso de la sociedad uruguaya y del Estado, pero puede ser un signo de debilidad y nos mete en un problema de un debate que nos debemos.
AV - No es tan cara porque hay muchas formas de invertir ese dinero, puedo incluso asociarme con las dos empresas, no sólo ser prestamista sino socio o garante.
En cuanto al tema de la debilidad, tengo un matiz. No hay una sociedad, sobre todo en América del Sur, que tenga un sistema previsional tan bien organizado es un punto de vista como el nuestro. Si hay algo que después de la reforma de 1996 le ha servido a Uruguay como un sistema ejemplar no me gusta ser maestro ciruela y mostrarnos siempre como los mejores, pero es ejemplar, no me estoy debilitando, estoy disuadiendo a aquellos que quieren ir a presionar a los organismos de crédito internacionales diciéndoles "miren que si van en esa dirección yo estoy dispuesto a jugar esta carta", tengo que ver qué hacen en este caso quienes quieren evitar que obtenga fuentes de financiamiento.
FS - Es una apuesta interesante en el entendido que las AFAP deberían tener una norma que las autorizara y constar que es un buen negocio invertir allí. Lo que no debería hacerse sería, por tener una medida de efecto político en esta circunstancia, hacer un mal negocio. Las AFAP que manejan el dinero de la gente, deben hacer inversiones y así entiendo que es la propuesta, cuando tienen la rentabilidad y la seguridad. Yo lo pondría como cosa primera, ¿es un buen o mal negocio?
DCh - Es un buen negocio.
FS - ¿Las AFAP deben o no intervenir? ¿Deben o no estar facultadas para invertir más allá de lo que la ley hoy las autoriza?
EV Partir de una materia prima de 80 dólares y terminar en un producto de 500 dólares...
EC - Si es necesario adoptar una medida de ese estilo para rodear a los proyectos de Botnia y ENCE de un cordón...
EV - Botnia no lo necesita.
FS - Así lo anunció.
EV - Botnia tiene un plan de financiación resuelto con capitales franceses, noruegos, tiene diferentes niveles. Para Botnia el problema no está planteado.
EC - Pero mi pregunta es si puede llegar a ser necesario un cordón financiero sanitario de este estilo, es porque se están haciendo gestiones desde Argentina para cortar algunas de las fuentes de financiamiento. Entonces, si la cosa va por ahí, ¿hay efectivamente un ambiente propicio para negociar una salida? ¿Cómo se compatibiliza una cosa con la otra?
ANTONIO MERCADER:
A ese punto voy, tengo entendido que Botnia tiene sus propias fuentes de financiación, que el BM u organismos internacionales son una mínima parte de lo que necesita. Todo el problema acá está radicado en ENCE, tenemos dos papeleras, creo que esta campaña argentina llevada por métodos algunos diplomáticos y otros muy poco diplomáticos, totalmente inconducentes y fuera de lo que es el derecho internacional y las buenas relaciones entre países, como han sido los cortes de ruta, ha dado resultado, y el primer resultado es ENCE, que está con dudas, que está por defeccionar, no quiere invertir.
EC - ¿Tú lo ves de esa manera tan seria?
AM Totalmente. ENCE ha cambiado el control de su paquete accionario principal, está un señor Arregui que ha venido aquí, que ahora ha pasado a ser el propietario mayoritario, es muy conocido en España, es un empresario que se maneja mucho en el sector de la energía eólica. Hay otras inversiones que aparentemente le importan más a este grupo y tengo la impresión de que ENCE hoy con sus dos chipeadoras, una en Mbopicuá, otra en Peñarol, más el puerto móvil que ha colocado, el Duque de Alba, tiene su negocio asegurado, pero en materia de obras de papelera ya las suspendió y los argentinos pueden considerar, como ya la prensa argentina lo dijo el fin de semana pasado, "ya ganamos nuestro trofeo", ENCE no va a invertir en Uruguay, no va a hacer la planta de celulosa. Es más, este viaje de Kirchner a España y estas entrevistas que tiene se dice que en el correr de este viaje también va a tener algunas conversaciones para hablar sobre el tema de ENCE con las autoridades.
DCh - El problema son las restantes empresas españolas que han invertido en Argentina. España es el país que más ha invertido en Argentina en los últimos 15 años y el problema que tiene es muy grave, problemas de tarifas, de rentabilidad, y es parte de lo que iban a discutir Zapatero y Kirchner. ENCE está metida en ese escenario y como tal está recibiendo presiones y es probable que esté sucediendo de eso.
AM - Ence es además la que tiene los mayores problemas financieros. Lo que apunta el doctor Volonté, que es una idea interesante de analizar, es sobre todo aplicable a ENCE, que es la que mayores problemas tiene.
EV - El Estado uruguayo no tiene por qué sustituirse en la financiación española. Podríamos ser un complemento, se podría estudiar, pero nunca podríamos ser la fuente...
FS - Acá hay un gran fantasma que es cómo se manejó históricamente el ahorro previsional uruguayo.
EC - Más allá de esa discusión que no creo que sea bueno extenderla mucho más, mi pregunta es, con todos estos datos que se suman en estos últimos días, ¿hay efectivamente un campo propicio para negociar?
AV - Hay un campo propicio para negociar y creo que se está negociando.
EC - ¿Qué tipo de solución se puede negociar? ¿Dónde hay margen?
AV - Voy a poner un ejemplo claro y un dato de la realidad. En el segundo semestre del año 2003 las relaciones entre Argentina y Uruguay se complicaron mucho, me consta. En el mes de diciembre, tal vez Esteban lo recuerde, tuvimos incluso una conversación telefónica a raíz de una situación crítica que vivía Uruguay entre el 10 y el 20 de diciembre del año 2003. ¿Razones? Uruguay postulaba como agregado naval a una persona que, a mi juicio sin fundamento, el gobierno argentino dijo que por tal y cual cosa había sido violadora de los Derechos Humanos. Yo tengo la convicción de que no era así y que la información que le había llegado al gobierno argentino no era la correcta, pero hubo una duda, como ahora parece que hay una duda respecto de un funcionario que es cónsul en Gualeguaychú. Y cuidado con este tipo de cosas, porque nosotros los uruguayos, y pienso que Argentina también, el respeto a la Justicia y el Estado de derecho es sagrado, por lo tanto aquello de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Sin embargo tomamos nota, la crisis era importante. A todo esto los desencuentros entre los presidentes, la situación de la búsqueda de los restos de la nuera de Gelman, y yo diría que en el medio de todo eso un funcionario, una persona muy cercana al gobierno, hizo declaraciones sobre la persona del doctor Kirchner; todas esas cosas se juntaron y se estuvo muy cerca del retiro del embajador por parte del gobierno argentino.
EC - Fueron unas declaraciones del doctor Carlos Ramela, entonces asesor presidencial.
AV - El tema era muy complejo. Se descomprimió todo eso, se logró descomprimir.
EV - Nunca hables de esas cosas porque él tiene una memoria prodigiosa, se acuerda de todo lo que decimos todos.
AV - Tengo buena memoria y además, cuando me falla que en estos años me ha fallado, escribo y dijo anotadas esas cosas, por tanto están allí y tú sabes, Esteban, me consta por aquella conversación que tuvimos...
EC - ¿Por qué cita aquel antecedente del año 2003?
AV - Porque cuando llega enero de 2004, esos silencios de enero, nos reunimos con autoridades de la Cancillería argentina y dijimos "viene mal la cosa, los dos presidentes tienen desencuentros, se nos planteó en los últimos días de diciembre todo esto; ¿qué hacemos?". Entonces yo le digo a quien hoy es vicecanciller, el señor Roberto García Maritán, que además era director del Departamento para América Latina y presidente de la delegación argentina en la CARU: "hagamos una cosa, dos binacionales, vamos a reunir rápidamente a los técnicos, a la plana mayor de la diplomacia argentina y uruguaya, y a los presidentes de todas las comisiones binacionales en el Palacio San Martín". "Me parece bien; ¿qué piensa el gobierno uruguayo?", me preguntaron. Hablamos con el canciller Opertti. Me dijo: "adelante"; "¿cuál es tu idea, Alberto?". "Formemos un cordón sanitario en torno al vínculo equis que puedan tener nuestros presidentes, una bilateral, el temario entre Uruguay y Argentina es inmenso, analicémoslo y dejemos de lado las dificultades, los desencuentros en torno a la situación de la nuera de este ilustre y querido poeta argentino, las declaraciones de fulano de tal y el acierto o el desacierto de haber propuesto a fulano de tal como agregado naval".
Todo eso se junta, cordón sanitario y activa política de altísimo nivel diplomático. El 12 de febrero en el Palacio San Martín cruzó el Río Uruguay una importantísima delegación diplomática-técnica uruguaya, estaba del otro lado la argentina, se puntearon temas que iban desde energéticos, cursos de agua, dragados, porque ya había atrasos y moras en los dragados de los ríos, cuidado con los dragados, sobre todo del Mitre y el San Martín me refiero al Río de la Plata, y se encontró que Argentina y Uruguay tenían un riquísimo temario común que no tenía nada que ver con lo otro. Lo analizamos y empezamos a buscar soluciones. Pusimos sobre la mesa los temas comerciales, los benditos desencuentros por las bicicletas, si eran de origen tal o cual, porque lo que se discute en las bicicletas es el origen, y a los diez días eso fue el 12 de febrero de 2004 se reunieron los presidentes de todas las comisiones binacionales argentinos y uruguayos, del CARU, del Río de la Plata, de Salto Grande, todas, para buscar los acuerdos sobre los temas fundamentales. Con ese paquete de acuerdos diplomáticos se promueve la reunión del 1º de marzo de 2004 entre el canciller uruguayo Opertti y el argentino Bielsa y se hace el acuerdo definitivo sobre el tema ambiental.
EC - Trayendo aquella experiencia al año 2006 y a estas circunstancias.
AV - Estoy seguro de que el embajador Bustillo está buscando, con instrucciones de la Cancillería uruguaya no he hablado con él pero lo descuento, crear una binacional que permita aislar el problema ambiental. El presidente Kirchner, que en esto ha sido constante, ya en febrero a la salida de una entrevista con el presidente Lula dijo que el problema con Uruguay es ambiental...
EC - Acaba de decirlo hoy en Madrid.
AV - Lo vuelve a decir. Se cuidó muy bien en su discurso en Gualeguaychú de no ir a ese simplismo de "no a las papeleras", ese es un tema aparte, y cuando el discurso del 25 de mayo no tocó el tema. Yo veo al presidente argentino bien dispuesto. Tabaré nos da prueba todos los días de que él está dispuesto al diálogo. Que actúen los diplomáticos.
FS - En el caso de Kirchner uno puede ir al contenido de los discursos, pero a veces pienso que en los pueblos en estas circunstancias no ven tanto el contenido sino el continente, la forma como se dicen las cosas. Argentina ha buscado desesperadamente negociar desde una posición de fuerza, que no ha logrado, y quizás deba entender el presidente Kirchner que hay veces que hay que negociar desde una posición de humildad, que es lo que le ha faltado a la diplomacia argentina en esta materia.
AM - Y sin amenazas de cortes de ruta, porque es como ponerte la pistola en la cabeza.
FS - Los errores de nuestro lado, que existieron, es indudable, hemos discutido sobre ellos acá innumerables veces, se han enfrentado también con una muralla de soberbia. Por eso digo, si uno analiza, Kirchner se ha cuidado de ciertas cosas, pero la forma como le dice al pueblo en un discurso público, en una tribuna, con esa especie de cantarella al estilo de la guerra de las Malvinas, que faltaba el bombo, esas cosas que son tan reñidas con la racionalidad es lo que a mi juicio dañan toda la posibilidad de discutir sobre este tema porque se habla para la tribuna. En La Haya el discurso fue un alegato de esos que hace un abogado para que el cliente se quede contento aun cuando sabe que muchas de las cosas que dice van para la tribuna. Ese baño de humildad tenemos que facilitárselo al gobierno argentino.
AV - Creo conocerlos, cuando el presidente argentino este 1 de marzo dice en el Congreso "ruego", había que verle el tono y la mirada. "Ruego a los hermanos uruguayos que me detengan las obras..." Fue todo un punto de inflexión, yo nunca había visto un presidente hablándole a la Nación, al Congreso, decir "ruego". Es cierto, ha habido otros estilos un poco arrogantes, pero también ha habido, hay que ver un poco la forma como ellos traducen su sentimiento, yo tengo la convicción, no estoy tan seguro de lo que piensa la Cancillería argentina, pero estoy seguro de que el presidente Kirchner quiere la solución del problema. Hace pocos días dijo una cosa muy interesante cuando dijo "las iglesias están hablando, que digan qué lugar en la mesa va a ser el mío, que ahí me siento".
-----------
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn