Entrevistas

Preocupación por eventual nueva demanda de Argentina ante La Haya

En Argentina se baraja que se podría presentar un nuevo pedido de suspensión cautelar de las obras de las plantas de celulosa, en caso que la Corte de La Haya falle a favor de Uruguay. El embajador Héctor Gros Espiell dijo que no tiene elementos que le hagan pensar eso pero que ese extremo "procesalmente no es imposible", "siempre que se invoque hechos nuevos".

(Emitido a las 8.55)

EMILIANO COTELO:
Está confirmada la fecha, el jueves 13 la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya responderá sobre la medida cautelar solicitada por Argentina: la suspensión de las obras de construcción de las plantas de celulosa.

Llama la atención el titular principal hoy en el diario El País: "Argentinos piden resistir si la Corte falla en contra". La nota, que está en tapa, comienza señalando que "la inminente resolución de la CIJ ha despertado inquietud en Argentina. Por lo pronto varios dirigentes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú expresaron su convicción de que el gobierno deberá apelar si el fallo de la Corte es adverso. Las resoluciones del alto órgano de justicia, empero, no son apelables. Sin embargo desde el gobierno argentino se ha manejado la posibilidad de que si La Haya resuelve a favor de Uruguay se vuelva a presentar una petición de medida cautelar. Así lo expresaron voceros de la Cancillería argentina citados por el diario La Nación".

Estamos en diálogo con el embajador Héctor Gros Espiell.

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Doctor Gros, usted va a estar presente, por supuesto, el jueves 13 en La Haya.

HÉCTOR GROS ESPIELL:
Exactamente, viajo a La Haya el día anterior, el miércoles, para estar presente en la lectura, a las 10 de la mañana, de la ordenanza, que es el nombre oficial de la decisión de la Corte resolviendo el pedido de medida cautelar.

EC - La consulta es muy puntual. Parece claro que las resoluciones de la CIJ son inapelables, ¿cómo es esto de que Argentina podría insistir con otra medida cautelar?

HGE - Son dos cosas distintas. Toda sentencia de la Corte, toda ordenanza es inapelable, la apelación implica un grado superior de decisión y no hay ningún tribunal por encima de la CIJ. Tanto las sentencias como las ordenanzas procesales, como sería este el caso, son definitivas e inapelables. Las sentencias siempre lo han sido así por una disposición expresa del estatuto de la Corte y en cuanto a las ordenanzas hay una jurisprudencia constante a partir del año 2001 que les da también el carácter de definitivas y consiguientemente inapelables. Por tanto tienen la misma fuerza obligatoria y la obligación de acatamiento que tienen las sentencias definitivas. Eso en cuanto a la posibilidad de apelación, no hay apelación posible.

Segundo punto, que es distinto: ¿cabe presentar un nuevo pedido de medida cautelar? El reglamento de la Corte permite pedir medidas cautelares en cualquier etapa del procedimiento por una parte y también la Corte puede en cualquier etapa del procedimiento dictar una medida cautelar de oficio. Pero para pedir una medida cautelar por una parte después de haber sido rechazada –estamos hablando hipotéticamente– una cautelar anteriormente pedida, se requeriría la existencia de nuevos planteamientos y hechos nuevos, porque presentar un nuevo pedido igual es exponerse a un rechazo in límine, de plano. De modo que no tengo ningún elemento de juicio, ni directo ni indirecto, para pensar que Argentina va a presentar un nuevo pedido, pero procesalmente no es imposible que lo haga, siempre que invoque hechos nuevos.

EC - Genera cierta preocupación esa posibilidad en la medida que ya sabíamos que el fallo sobre el asunto de fondo iba a demorar meses o quizás años, pero no estaba en los planes de nadie que pudiera instalarse una incertidumbre durante un período en el que se siguieran discutiendo medidas cautelares.

HGE - No estaba en los planes de nadie, pero también hay que tener en cuenta que la CIJ es un órgano responsable y racional, y nunca se va a prestar a chicanas procesales dirigidas a poner en duda o dilatar el cumplimiento de una ordenanza dictada por ella misma. Yo no puedo saber ni presumir siquiera lo que va a hacer Argentina, pero estoy seguro de que, si lo hace, lo hará racionalmente luego de medir todas las consecuencias de una actitud de ese tipo.

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Edición: Mauricio Erramuspe