Carta de profesores de la Facultad de Ciencias que no participaron del polémico informe sobre el impacto de las plantas de celulosa
Hace horas ha tomado estado público un informe firmado por siete docentes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, relacionado con los efectos ambientales de las plantas de celulosa y del modelo forestal en el Uruguay. Los abajo firmantes, miembros del cuerpo académico de la Facultad, nos sentimos profundamente agraviados y doloridos por los sucesos vinculados al conocimiento del informe. A este respecto queremos hacer las siguientes precisiones.
La Facultad de Ciencias es una iniciativa orientada al fortalecimiento de las ciencias básicas y sus aplicaciones tecnológicas en nuestro país. Entre sus objetivos fundamentales se encuentran la formación de científicos del más alto nivel y la generación de conocimientos, mediante la investigación científica de excelencia. En su corta existencia, la Facultad de Ciencias ha logrado que un muy considerable número de áreas de investigación, y los académicos que en ellas participan, hayan alcanzado un destacado prestigio y reconocimiento nacional e internacional. Esto se refleja, además, en el hecho de que una altísima proporción de los científicos de mayor grado de la facultad son investigadores del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA). Además, la Facultad se encuentra realizando esfuerzos para apoyar el crecimiento de otras áreas de menor desarrollo, entre las que se encuentran las ciencias ambientales
El informe presentado, basado en la revisión de bibliografía, no ha sido evaluado por sus pares. Ni siquiera sus más inmediatos, el resto del cuerpo docente de la Facultad, tuvimos la oportunidad de conocer y mucho menos de estudiar y evaluar, el documento antes de ser presentado a la sociedad mediante una Conferencia de Prensa. Es por esta razón que la resolución del Consejo del día 26 de junio, de hacer suyo el informe y difundirlo (tomada en ausencia de cuatro de sus Consejeros Docentes titulares), se tornó en un hecho político que consideramos de extremada gravedad, al proporcionar la falsa impresión de un apoyo académico basado en una evaluación científica que no se realizó y que el Consejo no tiene entre sus objetivos realizar.
Al adoptar una decisión que no discrimina adecuadamente entre lo científico y lo político, el Consejo de la Facultad pone en cuestión la credibilidad de la institución. Esta posición compromete al conjunto de los docentes de la Facultad, haciéndolos aparecer ante la sociedad como capaces de dar un aval científico, sin ajustarse a los rigurosos procedimientos habituales de evaluación. Asimismo, en una inexplicable actitud, reñida con los usos y costumbres universitarios, el Consejo se negó a la reconsideración del tema sugerida por algunos delegados del orden docente.
Creemos que estas posturas despojan a nuestra Facultad de su bien más preciado, que es el respeto y confianza con que son tomados sus estudios como un insumo para adoptar decisiones fundadas que beneficien a nuestra nación. Los descubrimientos científicos y sus aplicaciones son indudablemente uno de los instrumentos esenciales para mejorar la calidad de vida de una sociedad. Muchos somos los investigadores que hemos tomado la decisión de trabajar en el Uruguay, con dedicación y entusiasmo, para lograr el desarrollo de un sistema científico, que alcance los más altos estándares. Esto requiere transitar por un camino, donde cada paso debe darse con gran seriedad y sólido fundamento. Esta carta tiene por finalidad evitar que nos desviemos de este camino.
L. Acerenza, R. Alonso, C. Altuna (siguen firmas)