Para el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, el caso Turboflow marca "una antes y un después".

Bonomi: la gente se acostumbra a defender sus derechos ejerciéndolos

Para el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, el caso Turboflow marca "un antes y un después". "Nos para mal para enfrentar las necesidades de desarrollo productivo", afirmó. Sin embargo, opinó que eso no invalida la política laboral del gobierno. "Estamos en ese proceso y hay algún exceso", agregó.

(Emitido a las 7.39)

EMILIANO COTELO:
¿El gobierno está pensando cambiar su postura en torno a las ocupaciones de lugares de trabajo?

(Audio)

"JULIO BARÁIBAR:
Acá en este país se resolvió que el sindicato pasa a tomar el comando en una fábrica y hay algún trabajador que no lo entendió que lo entienda.

Periodista - ¿En qué caso pasó eso?

No, acá no es un problema de casos, acá hay algunas situaciones concretas en algunas fábricas que están sucediendo, que este gobierno no las va a tolerar. Y este mensaje yo lo digo con claridad.

P – ¿Y qué va hacer el gobierno?

JB.- Eso ustedes lo van a ver. Nosotros no vamos a tolerar que se cambien las normas de funcionamiento por la sola decisión de un sector".

(Fin.)

Las declaraciones pertenecen al director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, y fueron realizadas el jueves a la salida del encuentro que mantuvo con las delegaciones de empleados y empleadores en el Consejo Superior de Tripartito. En esa instancia  Baráibar advirtió que hay dirigentes sindicales que no tienen la experiencia o el conocimiento de cómo ha funcionado históricamente el relacionamiento en una sociedad de derecho.

(Audio)

"JB – Creo que acá es una anarquía donde cada uno hace lo que le parece y entonces se han formado sindicatos en los que de repente plantean, bueno, resuelven de hecho, antes de que se instrumente, que por ejemplo tal, tal y tal trabajador ya no trabajan más, ahora sólo hacen tareas sindicales, conversan con este, van de la asociación de aquí para allá".

(Fin.)

EC – El viernes a esta hora ya nos habíamos ocupado de estos pronunciamientos de Baráibar, habíamos procurado entrevistarlo sin éxito y fuimos en busca de repercusiones de estos planteos. Entrevistamos al dirigente sindical Marcelo Abdala y también al diputado nacionalista Pablo Iturralde, presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes. Pero nos quedó pendiente pasar en limpio que hay detrás de estas opiniones tan duras del director nacional de Trabajo, de qué manera se está plantando el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en torno al capítulo ocupaciones en este momento. Vamos a dialogarlo con el ministro Eduardo Bonomi.

***

Ministro Bonomi, en primer lugar, ¿usted comparte estas declaraciones que realizó Julio Baráibar el jueves?

EDUARDO BONOMI
Las declaraciones las hizo a continuación de un planteo que realizó en el Consejo Superior Tripartito que yo creo que en otros términos decía más o menos lo mismo. Nosotros lo conversamos antes, porque usted preguntaba al principio si habíamos cambiado la posición.

Nosotros no cambiamos la posición, nosotros defendemos, impulsamos los derechos sindicales, las libertades sindicales y entendemos que muchas cosas tienen que surgir de la auto regulación pero entendiendo bien las cosas. No se puede creer que se pueda hacer sindicalismo sin cumplir con el contrato de trabajo. Se transforma el estatus sindical como una excusa o un pretexto para no cumplir con el contrato de trabajo, ni con la función pública.

EC – Concretamente, ¿qué situaciones generaron estos planteos que hacía Baráibar el jueves y que usted comparte? ¿A partir de qué ejemplos concretos es que se hacen estas aclaraciones?

EB – Puede ser que haya más de uno, pero hay uno que para mí es detonante y no es necesariamente una ocupación, sino un enfoque ante una situación clara que es el ejemplo de Turboflow. Cuando una empresa nacional gana una licitación para realizar tareas en Botnia, licitación donde se presentaron firmas internacionales y a partir de que gana, ofrece a los trabajadores pagar 10% por arriba del laudo, pagar 291 pesos de viático, una casa cada seis trabajadores, un viaje a Montevideo cada 13 días. Esto es rechazado, se solicita en primera instancia no al final, pero al principio si, 1.800 pesos de viático, luego se termina solicitando 600 pesos de viático por arriba de los 291. La empresa aumenta a 13% por arriba del laudo pago y a partir de ahí se produce una asamblea del comité de base de la empresa no de la Untmra (Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines), en la que participa el Untmra con la posición de que es conveniente trabajar en esas condiciones y se resuelve que no.

La empresa renuncia al trabajo, a la licitación que había ganado y Botnia resuelve contratar al que salió segundo en la licitación, una empresa austríaca que va a trabajar con trabajadores brasileños.

Esto es un hecho muy fuerte que modifica la estrategia por empleo que nos habíamos dado no sólo como gobierno, sino los empresarios, los trabajadores, toda la sociedad, esa lucha por abatir el desempleo y aumentar el empleo.

EC  - ¿Para usted es un ejemplo de qué errores en el manejo sindical?

EB – Creo que se están confundiendo las cosas, hubo declaraciones esto en Estados Unidos se paga 2, 3.000 dólares por qué no se va a pagar acá y por eso mucha gente que se esta yendo  otros países, la pretensión es que nos quedemos acá, mejoremos el país de acuerdo a las posibilidades y hay un error en cuanto, para mi yo me puedo equivocar, pero nosotros analizamos en el equipo y coincidimos en que muchas veces las posibilidades de inversión extranjera confunden sobre las posibilidades de inclusión nacional que hay que amparar.

Nos da la impresión que se empieza a exigir a todo el mundo, a partir de posibilidades excepcionales y eso lleva a situaciones como otras que no tienen nada que ver con este ejemplo que estaba poniendo pero que se dan en ese marco.

EC – Por ejemplo en materia de ocupaciones, porque Baráibar hablaba también críticamente sobre manejo de algunas ocupaciones...

EB – Si, yo empecé con el ejemplo que para mi es detonante. Después en ocupaciones pareció improcedente la ocupación de ZIP para presionar a una comisión tripartita, una comisión calificadora del Consejo de Salarios. Para presionar a esa comisión, para presionar al Ministerio de Trabajo en lugar de discutir sobre argumentos, porque es lo que se estaba haciendo, se decidió...

EC – Recordemos que la ocupación lo que busca es por un lado mejorar condiciones de trabajo, pero sobre todo la recategorización del caso de esta empresa: si debe formar parte del rubro de la aguja o del metalúrgico. Los trabajadores que ocuparon entienden que deben formar parte del rubro metalúrgico

EB – Los mediadores del Ministerio de Trabajo pueden admitir que no sea aguja, pero de ninguna manera metalúrgicos. Entonces sobre ese punto estamos discutiendo y me baso en lo que informan los mediadores, que no se niegan una calificación pero discutir una comisión calificadora con la empresa ocupada no corresponde.

Otra situación que se ha repetido es que cuando se inicia por la ocupación y cuando pasa como ha pasado en los últimos tiempos en dos o tres situaciones, dos más bien, que la inmensa mayoría de los trabajadores como en el casi de ZIP discrepa, no está de acuerdo con la ocupación, considera que no corresponde y se moviliza hacia el Ministerio de Trabajo y hacia el propio PIT-CNT. Cuando se dan estas situaciones hay algo que no está bien.

EC – El diputado Pablo Iturralde del Partido Nacional decía que este tipo de desbordes parten de errores que cometió el propio gobierno, por ejemplo a los pocos días de asumir, derogando un decreto que permitía desalojar los lugares de trabajo ocupados, una política que ha admitido las ocupaciones, que las ha considerado como una extensión del derecho de huelga, que las fomenta incluso y hasta las subsidia porque en algunos casos se paga el seguro por desempleo a quienes están llevando adelante ocupación. Esa es una referencia al caso Dancotex. ¿Qué dice usted sobre la responsabilidad que le correspondería al gobierno en esta evolución de esta conductas sindicales?

EB – Creo que eso de plantear que la derogación del decreto es el origen de todo los males es una especie de idea fija que no comparto. Yo creo que esto es mucho más complejo y creo que se origina mucho tiempo atrás, que la posición nuestra está dada en que tiene que haber autoregulación coma ha habido siempre y que ha cambiado la situación. Durante mucho tiempo hubo negociación colectiva, hubo consejo de salarios, hubo una gimnasia en ese sentido y la autoregulación operaba. Luego se dejó de lado por múltiples razones que tendrán que explicar más bien quienes gobernaron antes, se dejó de lado la convocatoria a los consejos de salarios, a la negociación colectiva y se pierde la gimnasia.

Creo que estamos en ese proceso y hay algún exceso, ese exceso no invalida ni mucho menos la política laboral que se está llevando adelante.

EC – En definitiva, ante lo que ustedes consideran excesos del lado sindical, ¿qué tipo de decisiones se va adoptar?

EB – Estoy tratando de explicar lo que entiendo como causas. Si la causa es la pérdida de la gimnasia creo que hoy vamos en un proceso que la va a recuperar. No se trata de explicar o de decir que esto no había que haberlo hecho porque la gente no estaba acostumbrada. No. La gente se acostumbra a defender sus derechos ejerciendo sus derechos, no en la pérdida de sus derechos.

En estos momentos tenemos la negociación colectiva, los consejos de salarios, el diálogo instalado y se producen problemas. Esos problemas primero (los resolvemos) discutiéndolos, poniéndolos arriba de la mesa. Lo estamos haciendo. Lo pusimos arriba de la mesa en el Consejo Superior Tripartito que es el ámbito superior donde discuten trabajadores y empresarios la política laboral, la marcha de los consejos de salarios. Lo pusimos ahí para señalar un problema. "Acá hay un problema, conversémoslo".

Nosotros teníamos un proyecto de ley que los propios empresarios y los trabajadores nos pidieron que no lo lleváramos al Parlamento y que recorriéramos otro camino, que es el que estamos recorriendo, es el camino del intercambio del diálogo.

EC – Alude al proyecto de ley de prevención de conflictos y regulación de ocupaciones, un proyecto que quedó por el camino pero que fue sustituido en realidad por un decreto. Hay un decreto vigente y esa es otra de las preguntas. ¿Por qué no se está aplicando ese decreto a las ocupaciones que ustedes entienden se desarrollan de manera irregular?

EB – Exactamente, el proyecto de ley daba un instrumento para cuando se producía una ocupación sin pasar por determinados caminos, iba a la Justicia y de forma rápida, sumaria, se podía resolver sino se seguían determinados caminos. Pero eso lo podía hacer una ley, no lo puede hacer un decreto. Al sustituirlo por el decreto si bien se mantienen los caminos que hay que seguir, no hay una forma inmediata de actuar porque el decreto no lo puede hacer, no puede resolver una intervención porque no se siguió un determinado camino.

EC – ¿Entonces?

EB – Entonces el único camino para la intervención que queda es el que nosotros hemos manejado de acuerdo a la Constitución y la ley: cuando se atenta con la vida, la salud, la seguridad y el orden público, no en otro caso. Pero de todas maneras todavía puede quedar algún camino si pasamos por la discusión previa, que es lo que estamos tratando de hacer. Esa es la situación ahora, nosotros pretendemos hablar, intercambiar y después veremos.

EC – O sea que ustedes están abriendo una serie de reuniones de intercambio y de discusión con los sindicatos, que vienen llevando adelante estas prácticas

EB – Con sindicatos y empresarios. La causa de la conflictividad no pensamos que sea solo la respuesta inadecuada por parte de los trabajadores. Hay situaciones en las que se producen incumplimientos, que no son todos los empresarios ni siquiera la mayoría de los empresarios ni mucho menos y ante esos incumplimientos hay respuestas. A veces las respuestas son adecuadas, son correctas, recorren los caminos y se solucionan y otras veces hay respuestas inadecuadas y se produce esto o a veces, ante las respuestas adecuadas no hay respuesta por parte de los empresarios y se produce esta conflictividad, que es menor al lado de todo lo que ha sucedido positivo. Pero eso menor no está bien, produce situaciones que no conducen a nada y sobre todo insisto con el primer ejemplo, ese primer ejemplo que para mi marca un antes y un después porque nos para mal para enfrentar situaciones que se vienen en el país en cuanto a las necesidades de desarrollo productivo o en cuanto a las necesidades del trabajo nacional y es muy importante ese hecho.

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Edición: Mauricio Erramuspe