Para Julio María Sanguinetti, Uruguay no puede estar encerrado en la región y el Mercosur debe aceptar las negociaciones con Estados Unidos.

Sanguinetti: si se opusiera a acuerdo con EE.UU, el Mercosur entraría en crisis

Para el ex presidente Julio María Sanguinetti Uruguay no puede estar encerrado en la región y el Mercosur debe aceptar las negociaciones con Estados Unidos. Dijo confiar en que Argentina y Brasil lo entenderán. "De lo contrario se va a llevar al Mercosur a una situación de crisis", alertó.

(Emitido a las 8.41)

EMILIANO COTELO:
El presidente de la República volvió a reunir ayer a los líderes políticos en una misma mesa, en esta oportunidad para informarles sobre el estado de las negociaciones comerciales con Estados Unidos. En la reunión, el presidente les entregó a los dirigentes una "evaluación preliminar de un posible acuerdo con Estados Unidos".

El senador Jorge Larrañaga, presidente del Directorio del Partido Nacional (PN), el senador Julio María Sanguinetti, secretario general del Partido Colorado (PC), el doctor Pablo Mieres, presidente del Partido Independiente (PI), Aldo Lamorte, presidente de la Unión Cívica (UC), y Jorge Brovetto, presidente del Frente Amplio (FA), participaron en el encuentro, en el que el doctor Vázquez reiteró la voluntad del gobierno de avanzar todo lo posible en las negociaciones con Washington.

En ese sentido anunció que en los próximos días mantendrá una reunión, o eventualmente un contacto telefónico, con el presidente brasileño Lula da Silva con el objetivo de lograr un aval del Mercosur para estas tratativas.

(Audio)

"TABARÉ VÁZQUEZ:
En los próximos días voy a intentar tener una conversación por lo menos telefónica, si puedo personal, con el presidente Lula, que ahora es el presidente pro témpore del Mercosur, para conversar con él estos temas. Ya hubo en una oportunidad en Brasilia no hace muchas semanas una reunión entre los presidentes de Argentina y Brasil que se expresaron públicamente diciendo que no iban a poner obstáculos al intento de Uruguay de mejorar su intercambio comercial con Estados Unidos u otros países. Así que yo soy optimista en ese sentido".

(Fin)

EC - Escuchamos más temprano a Pablo Mieres, del PI, porque nos interesa recoger las impresiones de los distintos participantes en la cumbre de ayer. Ahora el diálogo es con el ex presidente Julio María Sanguinetti.

***

Doctor Sanguinetti, ¿con qué balance salió de la conversación de ayer con el presidente?

JULIO MARÍA SANGUINETTI:
La conclusión es clara en cuanto a que el presidente manifiesta una voluntad inequívoca de seguir adelante con estas conversaciones y definir la situación en los próximos dos meses. Es claro que se está procurando un acuerdo de libertad comercial lo más amplio posible, se está consciente de que las concesiones que podamos obtener para nuestras exportaciones en cuanto a desgravaciones en el mercado estadounidense tendrán que tener alguna contrapartida del lado nuestro, es decir que haremos alguna concesión. De modo que lo auspicioso es pensar que hay esa voluntad del gobierno más allá de toda la controversia pública a la que el país asiste desde hace varios meses.

EC - ¿Qué clase de acuerdo está en juego? ¿Qué conclusión sacó usted?

JMS - Más allá del nombre, que ha pasado a ser un tabú porque la sigla "TLC" para algunos sectores del partido de gobierno es una palabra mágica que convoca fantasmas, más allá de esa discusión nominalista, la realidad es que se está procurando un acuerdo de liberalización comercial, lo que comúnmente se llama TLC, que aquí le vamos a llamar de otro modo, seguramente.

EC - Tengo entendido que durante la reunión usted en determinado momento dijo que la situación política con respecto a esto de los nombres le recordaba las negociaciones del año 1986, cuando usted era presidente, entre el PC y el PN cuando se discutía lo que después sería la ley de caducidad.

JMS - Exacto. Yo señalaba que en el PN había quienes no aceptaban la palabra "amnistía", que era lo que se había votado para los tupamaros. Entonces se fue al diccionario y "amnistía" decía "caducidad de la pretensión punitiva del Estado". Esto es parecido, si se va al diccionario y se busca TLC se encontrará que dice "acuerdo entre dos estados en virtud del cual realizan ambos desgravaciones progresivas de sus importaciones y exportaciones de bienes y servicios con fines de expansión comercial". El acuerdo se va a llamar algo así, tendrá un largo título que describirá su realidad. Eso es lo que importa, la sustancia.

EC - Ustedes entienden que hay que llegar a ese tipo de acuerdo.

JMS - Nuestro partido lo ha manifestado claramente desde hace ya mucho tiempo, la convención del PC lo volvió a resolver el sábado pasado y creemos que es el camino porque estamos en un momento crítico del Mercosur, ese es el nudo de la cuestión.

El Mercosur ha cambiado de naturaleza, durante años trabajamos con la idea de que era la posibilidad de acceder a un mercado ampliado en Argentina y Brasil, y con dificultades pero se accedió, hoy nuestra industria o nuestra actividad llega más o menos a Argentina y Brasil, con dificultades pero llega. ¿Pero quién se anima hoy a invertir, sea uruguayo o extranjero, en una fábrica, en un establecimiento de cualquier tipo pensando en ese mercado, cuando ve todos los líos que hay y todas las dificultades que tenemos? Lo que está funciona más o menos, todos los días hay controversias, hasta el agua Salus ha tenido dificultades últimamente, de modo que hemos perdido la capacidad de expansión. Hoy nos va bien en el comercio exterior vendiendo más o menos lo mismo, pero como los precios han mejorado todos sentimos que el país crece. Lo hace fundamentalmente porque el mercado mundial está en el mejor momento del último siglo.

Pero atraer nuevas actividades es muy difícil, recoger inversión productiva pensando en los mercados brasileño y argentino es muy difícil, muy riesgoso, se advierte claramente que tenemos trancas. De modo que tenemos que abrirnos más, buscar otros escenarios, tratar de ofrecerles a eventuales inversores uruguayos o extranjeros la posibilidad de invertir en el país para vender a otros mercados. Ustedes recién estaban informando a propósito de la expansión industrial. La expansión industrial no está referida al Mercosur sino más allá, estamos hablando de carne a Estados Unidos, de cueros al mundo, de madera a Europa, etcétera.

EC - El problema es el Mercosur, el punto de partida para impulsar un acuerdo lo más profundo posible, un TLC con Estados Unidos, es lo que ha cambiado el Mercosur para un país como Uruguay o como Paraguay. De eso habló también ayer el propio presidente Vázquez, parecería que en ese diagnóstico hay coincidencia. ¿O no?

JMS - Básicamente sí. El debate está dentro del partido de gobierno.

EC - Por lo visto se requiere pasar dos instancias para avanzar en esta dirección: una es la que mencionaba usted, el partido de gobierno, y la otra, que no sé si no es previa, es el propio Mercosur. ¿Cómo ve la posibilidad de que en estas conversaciones Vázquez-Lula haya un aval, un permiso a Uruguay para desarrollar estos contactos con Estados Unidos?

JMS - Soy optimista. En su momento, cuando encaramos la negociación con México, en 1999, lo hicimos en consulta con el Mercosur y logramos una aceptación. Es más, a partir de allí Brasil pensó que también le era útil un acuerdo de este tipo e inició una negociación con México. Luego en 2003 se llegó a un acuerdo de libre comercio más genérico.

No dudo de que Argentina y Brasil vayan a entender esto y tener buena voluntad. Por otra parte lo han expresado, en enero hubo una reunión y el presidente Kirchner fue muy rotundo en señalar en declaraciones públicas muy claras que tanto Argentina como Brasil debían ser comprensivos de la necesidad de Uruguay.

EC - A ello aludía el presidente Vázquez en la conferencia de prensa de ayer. Pero después ha habido otros pronunciamientos más bien negativos de las cancillerías de los dos países.

JMS - Es verdad, la visita del canciller brasileño en la última oportunidad fue decepcionante desde ese punto de vista. Pero confío en que se entienda de qué se trata, de lo contrario se va a llevar al Mercosur a una situación de crisis.

EC - ¿Qué debería hacer Uruguay si no obtuviera ese permiso por parte de Argentina y Brasil?

JMS - Habrá llegado a una cruz de caminos. Será un momento muy difícil, es difícil predecir hoy, pronosticar hoy, pero está claro que el Mercosur siempre fue concebido como una plataforma de lanzamiento hacia el mundo y no como un mecanismo neoproteccionista para encerarnos en la región. Encerraditos en la región al margen de la globalización esto no va a tener un sustento duradero, viviremos esta primavera propia del mercado mundial y después, el día que esto cambie, quedaremos más reducidos que antes. De modo que es una decisión muy trascendente en la perspectiva de futuro la que tiene que encarar el país. De esto hay que ser conscientes.

EC - ¿Puede llegar a darse el paso de salir del Mercosur si no se le permite a Uruguay continuar con estas negociaciones?

JMS - Prefiero no adelantarme, pero está claro que se va a llegar a una situación de dificultad. Puede haber puntos intermedios, el tema es bastante complicado y lo veremos en su momento, pero así como estamos no podemos seguir.

EC - En la reunión de ayer los partidos de la oposición hicieron notar algo que no es ningún descubrimiento, las diferencias internas en el partido de gobierno con respecto a esta cuestión. ¿De qué manera y para dónde derivó la conversación sobre este punto?

JMS - No hablamos tanto de las discrepancias internas, fueron asumidas como tales. El presidente estaba dando una voz en nombre del gobierno como portavoz único, de modo que no teníamos por qué dudar de su palabra. Más bien hubo referencia a otros aspectos de la política exterior, se le señaló que a todos nos interesaba participar en un diálogo permanente y construir una política de Estado que el país desde 1985 había tenido. Yo recordé que entonces, cuando estábamos tratando de reintroducir al país en el mundo con su nueva democracia, yo mismo viajaba con representantes destacados y caracterizados de todos los partidos, con el general Seregni, con el arquitecto Arana, con el entonces senador Zumarán. Y que en consecuencia nos interesaba mantener ese diálogo. Desgraciadamente se nos había consultado en dos puntos en los que nosotros estábamos de acuerdo porque el partido de gobierno había cambiado, caso forestación y ahora caso TLC, pero que desgraciadamente se habían tomado otras medidas, como la incorporación de Venezuela al Mercosur, muy trascendente, que cambió la naturaleza del Mercosur y sobre la cual nos habría interesado mantener un diálogo previo para establecer nuestras diferencias de criterio al respecto.

EC - El doctor Vázquez ayer dijo que en el pasado al FA se lo convocó pocas veces desde los gobiernos anteriores, que no se lo convocaba siquiera para informarlo. ¿Cómo responden ustedes a ese cuestionamiento?

JMS - Responden los diarios de la época. Yo no hice un viaje al exterior sin invitar al FA y al PN.

EC - La crítica de Vázquez iba más que nada a los últimos períodos de gobierno.

JMS - Puede ser, eso desgraciadamente fue decayendo últimamente, es verdad. Pero también decayó porque el propio FA se ponía en actitudes intransigentes, por ejemplo no aceptaba viajar con nosotros, como ocurrió al final de nuestro segundo gobierno. De modo que no fue falta de voluntad, siempre hubo diálogo, siempre hubo información e incluso hubo esos símbolos exteriores tan claros y expresivos.

EC - En estas negociaciones con Estados Unidos en particular, ¿qué papel aspira a jugar el PC? ¿De qué manera entiende que debe tener participación?

JMS - A través de un mecanismo permanente de diálogo y conversaciones para que podamos trasladar nuestros puntos de vista como lo hicimos ayer. No sólo a nivel del presidente, porque eso no podrá ser tan frecuente, pero quizás a otros niveles.

EC - En cuanto a la interpelación de hoy, usted integra la Cámara Alta, va a participar en el debate, ¿con qué expectativas enfrenta un llamado a sala conjunto a dos ministros, Astori y Gargano, justamente por este tema de las negociaciones con Estados Unidos?

JMS - Lo importante es que haya debates, que el país adquiera una conciencia mayor de lo que está ocurriendo, eso es lo principal. Ya sabemos que el resultado no va a ser demasiado trascendente porque el gobierno tiene mayoría absoluta en la cámara. Pero es importante siempre que haya un debate, un diálogo y que se sepan las cosas.

EC - El futuro del ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano, ¿está en juego para la oposición, o por lo menos para el PC?

JMS - No está en juego por la realidad política, la mayoría del gobierno se va a abroquelar detrás de él y lo va a defender. Lo cual no quiere decir que su situación sea cómoda ante el país.

EC - ¿Usted qué piensa sobre la permanencia de Gargano como canciller?

JMS - El gobierno ha manifestado su voluntad de mantenerlo, de modo que seguirá siendo el canciller.

EC - ¿Pero cuál es su opinión sobre lo que implica eso?

JMS - Implica que no vamos a tener una buena política exterior y que vamos a seguir en esta contradicción permanente en que hemos estado viviendo hasta hoy y que tanto daño le hace al país. Porque cualquier observador mínimo y cualquier país que nos mire están viendo un gobierno en que los ministros discuten entre sí y en el que hasta el canciller se permite discrepar con el presidente, como lo hizo el otro día en Punta Cala ante el asombro general.

------------
Edición: Mauricio Erramuspe