Frente Amplio buscará "sacar partido" de la interpelación a Astori y Gargano
Si bien reconoció que puede haber un clima de confrontación en la interpelación a los ministros Astori y Gargano, el senador Carlos Baráibar dijo que el oficialismo buscará "sacar partido" de esta instancia. "Es notorio que los antecedentes anuncian una situación de cierta confrontación", afirmó.
(Emitido a las 9.19)
EMILIANO COTELO:
Se cumplirá esta tarde la interpelación a los ministros de Economía, Danilo Astori, y de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano. El miembro interpelante será el senador blanco Jorge Larrañaga, presidente del Directorio del Partido Nacional (PN).
Se sabe que Larrañaga va a cuestionar a Astori y a Gargano a propósito de las diferencias que subsisten en el seno del gobierno y del oficialismo en general en torno a las negociaciones por un acuerdo comercial con Estados Unidos.
A la cita de esta tarde se llega después de la cumbre de líderes partidarios que ayer convocó el presidente Tabaré Vázquez y que se desarrolló en la residencia de la avenida Suárez.
¿Cómo se manejará el senador Larrañaga en este llamado a sala? Difícil saberlo, más allá de lo que ya anticipó en declaraciones de la semana pasada. Digo difícil conocerlo con precisión porque, según ha resuelto, no está concediendo entrevistas en el día de hoy y se dedica a esta hora a preparar los términos de sus intervenciones.
¿Cómo se plantará el oficialismo? ¿De qué forma el Frente Amplio tendrá su lugar y de qué manera manejará una circunstancia particularmente delicada? Vamos a conversarlo con el senador Carlos Baráibar, de Asamblea Uruguay, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta.
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Senador Baráibar, la idea de una interpelación conjunta a Astori y Gargano es una jugada pocas veces vista en los últimos años. Obviamente tiene una cuota importante de picardía de por medio, porque no hay quién haya dejado de compararla con un careo, teniendo en cuenta las diferencias que Astori y Gargano han manifestado públicamente en torno a esta cuestión. ¿Cómo se hace desde el FA para manejar una situación como esta?
CARLOS BARÁIBAR:
Pensando en el país aunque parece muy grandilocuente, en este caso se justifica y aspirando a que el PN, interpelante, y el Partido Colorado, que votó la interpelación, también piensen en el país. Estas palabras se las dije a ambos en el Senado cuando fundamentamos por qué votábamos en contra de la interpelación. Sentíamos que no era oportuna, que la convocatoria de ambos ministros podía tener algo de picardía no usé esa palabra pero ese era el sentido y que no era el momento más indicado para hacerla. Dije que estaban en el Senado el doctor Sanguinetti, ex presidente de la República, y el senador Abreu, ex canciller de la República, ambos con larga experiencia internacional, uno como presidente y el otro como ministro de Relaciones Exteriores. Ambos saben que esta negociación que Uruguay está encarando es una de las actuaciones más importantes y difíciles que le han tocado en su vida por lo menos del 85 para acá y que aspirábamos a que se hiciera, por parte de ellos que estaban solicitando la interpelación y por parte nuestra desde el gobierno, pensando en lo mejor para el país.
De nuestra parte, como se sabe, el pasado jueves hubo una reunión de los llamados "cabezas de lista".
EC - Me queda una duda a partir de lo que usted venía señalando recién. Usted sostiene que este llamado a sala es inconveniente, inoportuno.
CB - En este momento es inoportuno. No tanto por el hecho de que concurran dos ministros y que puedan tener diferencias, sino por el clima y las condiciones en los cuales la interpelación se puede dar frente a un tema de altísima significación en las relaciones internacionales del país.
EC - ¿Qué consecuencias puede tener? ¿Qué es lo que usted teme?
CB - No creo que tenga consecuencias, se lo digo antes de la interpelación.
EC - Seguramente no va a tener consecuencias políticas, el FA tiene mayoría y no va a ser posible intentar nada con respecto a la permanencia de los ministros. Me refería a qué temores tiene usted con respecto al impacto que pueda tener un debate de este tipo a la luz de lo que recién señalaba.
CB - En esta interpelación importa tanto lo que se dice como lo que se resuelve, en cualquier momento le digo que importa más lo que se diga, porque sin duda va a haber un tercer interlocutor en la temática, que es el gobierno de Estados Unidos, que va a estar muy atento al devenir de los acontecimientos, al tipo de planteamiento que se formule por parte del PN o del PC, que podrá incidir en el mejor ánimo o en el mejor destino de las negociaciones. Es un riesgo posible. A esta altura está bastante controlado, por la reunión de Punta Cala, en la cual estuvo el senador Larrañaga el senador Sanguinetti no estuvo presente pero no tenía ningún problema en ir, le pregunté personalmente por qué no había estado, por el propio desarrollo de la reunión de la cual la anécdota del tren, si bien fue nota de tapa en todos los diarios al día siguiente, no hace demasiado al fondo del tema, que marcó un escenario importante de jerarquía, y porque tanto el discurso del presidente Tabaré Vázquez como el del representante de Estados Unidos fueron contribuyentes a generar un escenario para la dilucidación del tema, el presidente Tabaré Vázquez abriendo la cancha y al mismo tiempo marcando un camino, y el representante de Estados Unidos mostrando una flexibilidad y una ductilidad para manejarse en una situación compleja como el debate que está instalado en el país, fundamentalmente reconozcámoslo dentro del gobierno y de la fuerza política, que ayudan al procesamiento del tema.
La reunión de los cabezas de lista convocada por el FA, por el ministro Brovetto a pedido del presidente de la República, transcurrió en un clima muy positivo, muy distendido, muy constructivo. Claramente se señaló que el camino era el discurso del presidente de la República, y que del presunto tratado vamos a hablar en términos justos con Estados Unidos, con o sin el nombre TLC, se va a poder hablar poco porque sencillamente los contenidos aún no se conocen e incluso se maneja la fecha de octubre o noviembre para tener una primera instancia. Esa fue la fecha que manejó ayer el propio presidente de la República, por lo tanto discutir sobre los contenidos de un tratado cuando esos contenidos no se conocen no parece una cosa fecunda ni apropiada para la circunstancia.
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EC - Usted decía que en la reunión que tuvieron los senadores cabezas de lista con el presidente del FA y con los ministros que van a ser interpelados se acordó que el discurso se unifique en torno a lo que fue la alocución del presidente Tabaré Vázquez en el foro que se desarrolló en el complejo Punta Cala. Pero esa alocución, que probablemente compartan tanto Astori como Gargano, por un lado dio después lugar a esa declaración a la prensa del canciller que muchos vieron como una discrepancia, como una polémica con el presidente, que además se realizó en un tono que tenía una buena cuota de ironía y que descolocó a muchos, llamó mucho la atención, pero por otro lado no ingresaba en una serie de definiciones que van a ser necesarias en torno a esta cuestión y que son las que han pautado las diferencias entre Astori y Gargano. Las diferencias existen entre los dos ministros y el PN va a procurar saber cuál de los dos criterios es el que el gobierno está manejando. ¿Cómo van a controlar ese tablero tan entreverado?
CB - Yo he dicho no lo digo hoy en la víspera de una interpelación, lo he dicho hace bastante tiempo que las diferencias entre Gargano y Astori tal vez sean más bien de estilo, de forma de actuar y de manejarse en la relación incluso con la prensa que en los contenidos. Si uno lee y analiza los contenidos yo lo he hecho recientemente en varias ocasiones, por ejemplo en la reunión de ADM, la comparecencia de ambos ministros a la Comisión de Presupuesto y Hacienda en ocasión de la Rendición de Cuentas, la diferencia fundamentalmente está en la visión de las posibilidades de acuerdo y las ventajas que tendría para Uruguay, suponiendo determinados contenidos de ese acuerdo, que es una materia que se va a negociar. Pero en cuanto a la necesidad de incrementar el comercio en general con el mundo, diversificar el comercio e incrementar el comercio especialmente con Estados Unidos para mantener el alto nivel de colocaciones que tenemos allí, hay acuerdo unánime. Si para lograr eso es necesario un TLC, algo parecido o algo distinto pero parecido, y con qué contenidos, ahí está la diferencia. Mientras Gargano pone énfasis en que las condiciones que pone habitualmente el gobierno de Estados Unidos como lo hizo recientemente en el tratado con Perú son claramente inaceptables, Astori se inclina más hacia la idea de que incluso esas normas o esas inhibiciones pueden, a la hora de la negociación, tener una flexibilización incluso mayor de lo que hoy se puede suponer.
De todas maneras, como te digo una cosa te digo la otra, quería pasar al otro aspecto de la interpelación porque no es seguro que todo el trámite sea en el tono que he venido analizando. Ese seguramente va a ser el tono con relación al TLC, a las relaciones con Estados Unidos y probablemente a una parte de la interpelación, pero no a toda.
EC - A partir de la resolución del presidente Vázquez de la semana pasada de que él es el único vocero del gobierno en esta materia y de la necesidad de enfrentar de manera coherente un llamado a sala como el de hoy, ¿va a existir de ahora en adelante una posición del gobierno en torno a este tema?
CB - Han mejorado las condiciones para que exista.
EC - Porque dentro del FA la cosa está en ebullición, y después de la resolución presidencial salieron los distintos sectores a emitir declaraciones marcando sus respectivos perfiles.
CB - Hoy, con esa resolución del presidente de la República, en el gabinete se han generado condiciones para que el vocero sea el presidente y las posiciones converjan allí. No así siempre he sido muy nítido en cuanto a ver las virtudes y los defectos de la interna de la fuerza política en la interna de la fuerza política, en la que sigue habiendo diferencias importantes que se seguirán manteniendo o extendiendo según el devenir de los acontecimientos. El presidente, Astori mismo, Lepra, Lescano, Rossi, los que se han manifestado a favor, aspiran a que cuando llegue la hora de la negociación y de poner negro sobre blanco los términos del acuerdo sea una formulación mucho más flexible, comprensiva por parte del gobierno de Estados Unidos de que un TLC con Uruguay no sólo les importa al Departamento de Estado y al gobierno de ese país por los contenidos que en el plano estrictamente comercial debería tener, sino también por la significación política.
EC - ¿Qué está sugiriendo? ¿Que Estados Unidos va a participar en estas negociaciones con un espíritu tal que permitirá que el texto del acuerdo resulte potable para los sectores del FA más críticos, más escépticos, más duros?
CB - No sé si potable porque hay algunos a los cuales no los convence nada, pero probablemente para muchos de los argumentos que hoy se manejan surja la evidencia de que no. Ese fue el mensaje más claro que dio el señor Eisenstat durante su presencia en Montevideo y es la actitud que está teniendo el representante del Departamento de Estado de Estados Unidos para América Latina, el señor Thomas Shannon, que notoriamente ha marcado una diferencia con el estilo de sus predecesores, Otto Reich y Noriega.
Hay un estilo mucho más componedor, de búsqueda de puentes, de reconocer que el populismo no es tan malo como se dice, que hay causas profundas para que en América Latina gobiernos progresistas estén ganando las elecciones, que alguna razón de fondo tiene que haber. Todo eso ha generado un discurso de tratar de entender que hay que trabajar con esta América Latina progresista, que tiene razones profundas para existir y que dentro de ese progresismo hay países, gobiernos y presidentes con los cuales es posible entablar un diálogo más civilizado. Ahí ubica los casos de Lula, Tabaré Vázquez y Lagos, y claramente porque Estados Unidos juega en esto y tiene derecho a hacerlo marca una posición discrepante con relación al presidente Chávez fundamentalmente.
Pero si me atengo a los antecedentes de lo que ha sido el estilo del senador Larrañaga en instancias recientes, por ejemplo en la comparecencia del ministro Gargano o del ministro Astori a comisión y a comisión general del ministro Mujica, en la que sin estar presente el ministro Astori la intervención estuvo permanentemente dirigida a poner en evidencia las diferencias que existen en materia de política económica, como la forma de resolver el endeudamiento, puede haber una actitud confrontativa. Allí hubo claramente una actitud confrontativa, que también hubo en un tema de política internacional, cuando votamos hace pocos días en el Senado el tratado con Venezuela que creó la empresa Telesur.
EC - ¿Por qué recuerda estos antecedentes ahora?
CB - Porque el tema no va a ser sólo el TLC, también la política internacional de Uruguay, y uno tiene que ver con el estilo de pararse del senador Larrañaga frente al gobierno y la actitud de algunos ministros, y el tema de Telesur está directamente vinculado con Venezuela y hay una notoria discrepancia en cuanto a haber resuelto el ingreso de Venezuela al Mercosur. Esos temas van a estar, quizás tengan un papel bastante central en la interpelación y es notorio que los antecedentes anuncian una situación de cierta confrontación.
De todas maneras la idea de anoche de la bancada, recibiendo la información de la reunión de los cabezas de lista, fue procurar sacar el partido. Tenemos mayoría, la declaración que va a salir seguramente va a decir que las explicaciones dadas por ambos ministros fueron satisfactorias, pero el trámite de la interpelación puede tener momentos de cierta tensión. La aspiración de nuestra bancada es más bien bajarles el perfil a eventuales conflictos, no entrar en confrontaciones secundarias o estériles y procurar que el fin de la interpelación tenga un contenido positivo.
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Edición: Mauricio Erramuspe