Entrevistas

El Mercosur y la sociedad civil

Más allá de problemas políticos, conflictos de intereses ambientales o directamente fronterizos, el Mercosur parece haber fracasado también en la falta de involucramiento de los pueblos en el proceso de integración. Ejemplos hay muchos y Emiliano Cotelo repasó algunos desde Rio de Janeiro, donde participa de un seminario para periodistas con la construcción del bloque regional como tema.

(Emitido a las 8.50)

ANDRÉS GIL:
¿Qué pasa entre la gente y el Mercosur? ¿Se ha consolidado el espíritu de integración en las sociedades de los países del bloque? ¿Puede estar ahí una causa importante de los problemas que se dan en el funcionamiento del Mercosur?

Estas eran algunas de las preguntas que quedaban planteadas ayer cuando nos contactábamos con Emiliano Cotelo, en Río de Janeiro, donde está participando en un seminario donde se está discutiendo el Mercosur, hacia dónde va, cuáles han sido sus problemas, cuáles son sus perspectivas.

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Emiliano, te había llamado mucho la atención una observación que realizó el embajador José de Botafogo Gonçalves, uno de los disertantes en el primer día del seminario y presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales. ¿Cuál era la observación que hacía Botafogo?

EMILIANO COTELO:
Botafogo tiró un tema que se discute poco. Decía el ex canciller brasileño: "Es cierto que no se ha avanzado en la creación de una estructura supranacional del Mercosur, es cierto que es insatisfactorio el porcentaje de internalización de las normas que el Mercosur acuerda, es cierto que hay trabas al comercio entre países del bloque, pero en buena medida ello se debe al estado de ánimo de las sociedades, que en general no han asumido el espíritu integrador".

AG - El tema estuvo en la agenda del seminario.

EC - Sí, estuvo en distintos momentos del seminario, pero esa fue la primera vez que apareció. Me hizo pensar, porque cuando damos noticia de algún problema concreto del Mercosur en general tendemos a responsabilizar al gobierno tal o cual, pero apenas rascamos un poco la superficie vemos que detrás hay una acción llevada adelante por algún sector de la población. Botafogo manejó algunos ejemplos, en la relación Uruguay-Brasil las trabas para el ingreso de arroz que se dan cada tanto y las trabas que ocurrieron para el ingreso de lácteos. Allí lo que había eran reclamos de gremiales de productores brasileños o de empresarios de la industria láctea brasileña. En el caso de los problemas de Uruguay con el acceso de las bicicletas a Argentina había demandas de industriales argentinos afectados por la competencia. E incluso se podría citar el caso del debate por las plantas de celulosa, detrás hay una movilización muy intensa de la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú. Hay grupos de la sociedad civil que no están convencidos del espíritu de integración y ponen por delante sus propios intereses enfrentando a productores o empresas de otro país, en los ejemplos que manejé recién de un país pequeño. Son sectores de países grandes que no están dispuestos a hacer una concesión o permitir una actividad proveniente de un país chico.

AG - Eso como parte del diagnóstico de los problemas que está presentando el Mercosur. ¿Se avanzó sobre qué puede estar detrás de este problema? ¿Pasa porque no hay suficiente diálogo entre las autoridades del Mercosur y la gente de los países que conforman el bloque?

EC - Ese fue otro de los puntos que se discutieron. Al pasar se comentó que no se realizan encuestas, no están previstas encuestas entre las poblaciones a propósito de los distintos temas en los que va avanzando –o retrocediendo– el Mercosur.

Lo más concreto vino por el lado del Foro Consultivo Económico y Social (FCES). Uno de los expositores de ayer de tarde fue el doctor Juan Fraschini, uruguayo, coordinador en nuestro país del FCES. El FCES es el único órgano del Mercosur que representa a la sociedad civil organizada, está integrado por gremiales empresariales, centrales sindicales y otras ONG, tiene 36 miembros en cada uno de los países y toma las decisiones por consenso. El doctor Fraschini hacía notar que según lo previsto en la normativa interna el FCES tiene dos formas de manifestarse, ante consultas de los órganos del Mercosur y por iniciativa propia. La experiencia de estos años de vida muestra que prácticamente nunca es consultado por los órganos del Mercosur, cuando hace conocer sus opiniones y posiciones es por iniciativa propia. Eso es muy llamativo, porque paralelamente ocurre que en cada cumbre que realiza el Mercosur en las declaraciones finales se subraya la importancia del papel de la sociedad civil, en particular del FCES, sin embargo los organismos del bloque no resuelven por sí mismos consultar y averiguar qué piensa la sociedad civil.

AG - Como que esta comisión está desjerarquizada, no está considerada a la hora de canalizar la problemática que presenta el bloque.

EC - Tan desjeraquizada está que no tiene financiamiento oficial. El FCES es el único órgano del Mercosur que no tiene financiamiento por parte de los gobiernos, tiene que operar con base en contribuciones de las organizaciones sindicales y empresariales y de las ONG que tienen representantes allí y en convenios con fundaciones o instituciones internacionales. El doctor Fraschini se preguntaba si esa falta de presupuesto no es una señal de la falta de interés del Mercosur en la participación de la sociedad civil.

Valía la pena atender esa observación y considerar otro elemento que el doctor Fraschini tiró a propósito del problema de la internalización de las normas del Mercosur.

AG - El tema ha estado en los discursos de los mandatarios en los últimos tiempos, por lo menos a modo de señalamiento.

EC - ¿En qué porcentaje de internalización estamos?

AG - En unas declaraciones que hizo el presidente Vázquez el 21 de julio durante la cumbre del Mercosur en Córdoba, Argentina, señalaba: "Quiero expresarme sobre el porcentaje de cumplimiento de las normas, decisiones, resoluciones y directivas acordadas en las distintas instancias del Mercosur, donde en conjunto se ha internalizado en el contexto de los países que integramos este proceso de regionalización casi el 69% de dichos acuerdos". ¿Qué te dice este número en el marco de la discusión de ayer?

EC - Es un porcentaje que no tiene sentido, tendría que ser muchísimo más alto, tendríamos que andar por arriba del 90%. El doctor Fraschini decía que el grado de internalización de esas normas sería mucho mayor si fueran consultadas con organizaciones de la sociedad civil. Muchas veces los órganos evitan la consulta al FCES a propósito de una cierta norma por temor a las demoras que ello pueda acarrear, por temor a que se planteen objeciones y el trámite sea más lento. De ese modo se obtiene un trámite rápido, la norma se aprueba, pero después choca con inconvenientes a la hora de aprobarse en los parlamentos de los países porque se olvidó verificar de qué manera podía vérsela en los sectores directamente involucrados. Es una observación llamativa.

Como también es llamativo que nos enteráramos de que el FCES ha tomado la iniciativa de proponer normas, algunas que atendían asuntos importantes como el empleo, que sistemáticamente han sido ignoradas por los órganos del Mercosur.

AG - Un tema interesante que tendremos que seguir un poco más de cerca, hay parte de responsabilidad nuestra también. Es bueno que esté, que sepamos que está sobre la mesa de debate, no en los planos de las jerarquías del Mercosur pero sí en este tipo de seminarios que esperemos vaya permeando hacia las autoridades del bloque.

EC - Es un aspecto del funcionamiento del Mercosur en el que yo por lo menos no había reparado suficiente. De algún modo lo notamos en la radio cada vez que tratábamos un tema relacionado con el Mercosur y veíamos que venían muy pocas preguntas o comentarios de la audiencia, es de los temas más fríos en la reacción del público, por lo menos dentro de En Perspectiva.

Hay un asunto a atender, no creo que sea "la causa" de la crisis del Mercosur pero parece evidente que permite acercarse a por qué estamos en el empantanamiento en que estamos, hay un factor que requiere que se lo atienda. Es una cuestión que parece conveniente que las autoridades tomen en cuenta si es que genuinamente quieren salvar al Mercosur.

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Edición: Mauricio Erramuspe