El embajador brasileño, José Eduardo Felicio, enfatizó que se trabaja para lograr "formas de compensación" de las asimetrías con inversiones.

Brasil ratifica idea de que "juntos somos más fuertes"

El embajador brasileño, José Eduardo Felicio, afirmó que los integrantes del Mercosur no están impedidos "de conversar con otros buscando defender sus intereses". Sin embargo opinó: "juntos somos más fuertes, sobre todo en las negociaciones comerciales". En cuanto a la relación bilateral, enfatizó que se trabaja para lograr "formas de compensación" de las asimetrías con inversiones.

(Emitido a las 9.12)

EMILIANO COTELO:
Seguramente, trabajo no le va a faltar al nuevo embajador de Brasil en Uruguay. La coyuntura regional está especialmente caliente y van a sobrar los temas que lo ubiquen en el centro de la atención.

Faltan pocas horas para el encuentro entre los presidentes Luiz Inacio "Lula" Da Silva y Tabaré Vázquez, que tendrá lugar mañana en Rio Grande do Sul, y cuyo tema central será la aspiración de Uruguay de avanzar por su cuenta en un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Por esa y otras razones parece un buen momento para conocer quién es José Eduardo Felicio, el nuevo representante diplomático de la República Federativa de Brasil en Montevideo, y saber qué piensa sobre varios de los temas de la agenda regional.

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Embajador Felicio,  empiezo por saludar a usted, al pueblo brasileño y muy en particular a la colectividad brasileña en Uruguay por un nuevo aniversario de la Independencia de Brasil. Hoy, 7 de setiembre se celebra el 184 aniversario del Grito de Ipiranga. ¿Cómo viven ustedes esta fecha?

JOSÉ EDUARDO FELICIO:
Quería empezar agradeciendo los mensajes de felicitaciones que estamos recibiendo de autoridades y del pueblo uruguayo, a usted también por esa manifestación, y aprovecho para saludar yo mismo a la comunidad brasileña que vive en este país en el cual es acogida con mucha amistad. Celebramos el 184 aniversario de nuestra independencia con mucha alegría. En Brasil hay grandes manifestaciones populares y en otras capitales también. Acá vamos a hacer una manifestación para la comunidad y para las autoridades y habrá también una ofrenda floral al monumento de Artigas esta mañana.

EC - ¿Qué significa el Grito de Ipiranga hoy, en el año 2006?

JEF - Puede parecer extraño celebrar algo que sucedió hace 184 años, pero es parte de nuestra nacionalidad reconocer la historia. Tenemos muy presentes los ejemplos de la historia y aprendemos de eso para no cometer nuevos errores en el futuro. La independencia es algo que no tenía el significado que tiene en el mundo globalizado de hoy.

EC - Antes de entrar en los temas de actualidad, vale la pena repasar los antecedentes del embajador José Eduardo Felicio. Usted tiene 55 años, está por cumplir 56 el 12 de setiembre; nació en San Pablo, está casado y tiene dos hijos; es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Fluminense; ha recorrido todos los escalones de la carrera diplomática, hasta que el 18 de diciembre de 2003 alcanzó la categoría de "Ministro de Primera Clase".

¿Usted cree que los gobiernos envían señales políticas con el tipo de embajadores que nombran, en especial en los países vecinos?

JEF - Es difícil hablar sobre mi situación.

EC - Qué problema... porque iba a preguntarle cómo se define usted en ese contexto que yo largaba.

JEF - Prefiero hablar de lo que hice en los últimos años, la contribución que he hecho a este gobierno de Brasil, a los proyectos de integración. Fui director de América del Sur, trabajé en el despacho del ministro Celso Amorim y en el último año y poco fui viceministro para América Latina, encargado de negociaciones comerciales del proceso de integración. He tenido la oportunidad de hacer una buena contribución al esfuerzo del gobierno de aproximación a los países sudamericanos y ayudar en situaciones más allá de América del Sur, como el caso de Haití, que estuvo también a mi cargo, y otros asuntos en la Cancillería. Mi nombramiento acá es parte de mi carrera y espero poder seguir contribuyendo a ese esfuerzo de integración del gobierno de Brasil.

EC - Yo decía en la introducción que no es un momento cualquiera para asumir el cargo de embajador brasileño en Uruguay, quizás el único colega suyo que la tiene un poco más complicada es el embajador argentino.

Ampliando sobre lo que usted señalaba recién, me gustaría saber qué instrucciones trajo del canciller Celso Amorim o, eventualmente, del propio presidente Lula Da Silva.

JEF - Antes de entrar a las instrucciones quiero decir que este es un desafío más en mi carrera, he tenido otros en otras funciones, misiones que he tenido en África, en Europa, en Estados Unidos, en Canadá. Considero esto un desafío más y espero poder contribuir para seguir. Vivimos un momento de relación bilateral muy particular, hay un entendimiento entre el presidente Lula y el presidente Tabaré, es muy fácil trabajar con los miembros del gobierno uruguayo, y por supuesto los pueblos de Uruguay y de Brasil son muy próximos y tienen una relación para empezar en la frontera, donde viven 750.000 brasileños y uruguayos en una integración muy próxima. Lo que pretendo hacer es trabajar en la profundización de esa integración y de esa relación.

Es verdad que llegué en un momento muy interesante, hace hoy exactamente un mes que se ha instalado un debate sobre la posibilidad de que Uruguay negocie acuerdos comerciales con Estados Unidos y países de otras regiones, como China y la India. Lo que hice fue informar al canciller Amorim, que informó al presidente, y el presidente está siguiendo este asunto con muchísimo interés. Por eso el presidente Lula llamó anteayer al presidente Tabaré Vázquez y en una charla telefónica han quedado de reunirse mañana en Porto Alegre. Brasil como presidente del Mercosur en este semestre llevará los planteos de Uruguay a los demás miembros del Mercosur para considerar esa cuestión en la que Uruguay busca, de manera soberana, preferencias comerciales para sus productos en otros mercados.

EC - Evidentemente me interesa saber cómo ve usted esta especie de "embestida" aperturista de nuestro país. Más allá de los factores institucionales, y teniendo en cuenta los problemas que el Mercosur que ha tenido y aún tiene, ¿cree que Uruguay tiene derecho a buscar su suerte fuera del bloque, a gestionar estos acuerdos bilaterales?

JEF - No tengo ninguna duda, no sólo tiene derecho, es obligación de los gobiernos buscar lo que sea mejor para defender sus intereses. Pero creo también que al buscar sus intereses Uruguay seguirá creyendo, como nosotros, en el proyecto de integración regional a partir del Mercosur. Es lo que han declarado el presidente y otras autoridades de Uruguay, el canciller Gargano ha afirmado eso muchas veces. Y cuando el presidente Tabaré nos dice "quiero más y mejor Mercosur" estamos muy de acuerdo con él y en ese sentido estamos trabajando.

EC - En principio los acuerdos del Mercosur establecen que las negociaciones con países ajenos al bloque deben ser encaradas en conjunto por todos los miembros del Mercosur, cosa que no está ahora en el horizonte por ejemplo en el caso de las tratativas de Uruguay con Estados Unidos. Es a ese asunto delicado que yo me refería.

JEF - A partir de una decisión del Mercosur del año 2000 uno no puede impedirles a los países seguir teniendo sus relaciones bilaterales, así vemos las conversaciones de Uruguay sea con Estados Unidos, sea con China, sea con la India y con cualquier otro mercado. Tendremos que ver cómo compatibilizar el interés de Uruguay con lo que tenemos dentro del Mercosur. Es muy difícil emitir una opinión en teoría sobre lo que va a suceder con Mercosur si no sabemos exactamente qué es lo que se está negociando. Hay gente que dice que Brasil está negociando un acuerdo comercial con Estados Unidos. Yo desconozco que se esté negociando eso.

EC - Usted alude a declaración que formuló hace poco el ex ministro de Economía Ignacio de Posadas, que se mostró convencido de que Brasil también va a terminar teniendo su acuerdo con Estados Unidos.

JEF - Pero una cosa es negociar y otra cosa es tener una relación bilateral. Brasil nunca dejó de hablar bilateralmente con Estados Unidos, con China, con Argentina, con Uruguay, por el hecho de que es miembro de Mercosur. Como dije, los gobernantes no sólo tienen el derecho, tienen la obligación de buscar lo mejor para atender el interés de sus países y compatibilizarlo con el interés político que tenemos todos conforme declaraciones de nuestros presidentes de querer profundizar la integración regional.

EC - Si entiendo bien –supongo que habrá más detalles en la reunión entre el presidente Lula y el presidente Vázquez–, de sus palabras se desprende que sobre esta aspiración uruguaya de negociar un acuerdo comercial con Estados Unidos en principio la postura es "adelante", "seamos flexibles", "tráigannos después lo que están conversando, en qué consiste el acuerdo y veremos cómo podemos hacer para compatibilizarlo con el Mercosur". La regla sería la flexibilidad, bajo la hipótesis de que se encontrará la manera de no desarticular, no desbaratar el acuerdo regional.

JEF - Y un poco más que eso. Creemos que juntos somos más fuertes en las negociaciones comerciales, por eso en el caso de Brasil preferimos seguir negociando en conjunto, mantener la decisión del Mercosur del año 2000, a la cual me referí. Pero eso no significa que los países estén impedidos de conversar con otras partes buscando defender sus mejores intereses. Quiero señalar de nuevo que en nuestra opinión juntos somos más fuertes, sobre todo en las negociaciones comerciales.

EC - ¿Qué implica eso? ¿Por qué lo enfatiza? ¿En qué entiende que tiene que traducirse?

JEF - Lo enfatizo teniendo en perspectiva que este fin de semana hay una reunión del Grupo de los 20 (G 20) en Rio de Janeiro, a la cual concurrirán países del grupo en el contexto de las negociaciones de la OMC. El G 20 ha hecho una gran diferencia en esas negociaciones y el hecho de que ese grupo ha mantenido su unión nos ha dado mucho más fuerza. En ese sentido es que hago mi comentario reiterando que nos parece que juntos somos más fuertes.

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EC - La aspiración uruguaya de negociar bilateralmente un acuerdo comercial con Estados Unidos forma parte de una serie de medidas que el gobierno uruguayo quiere encarar a partir de su preocupación por lo que han sido para nuestro país, y aparentemente también para Paraguay, las consecuencias hasta ahora del funcionamiento del Mercosur. Esta es una de las flexibilizaciones que Uruguay reclama a los socios mayores para atender lo que desde hace un tiempo se ha denominado asimetrías. Y para atender incluso las dificultades que Uruguay ha tenido para algo tan sencillo como el acceso a los mercados, cosa que en principio era elemental en el acuerdo regional y que ha tenido sus inconvenientes, ha tenido sus obstáculos, en particular en el comercio entre Uruguay y Brasil. Uruguay se ha quejado en reiteradas ocasiones por este tipo de situaciones, al punto de que en Brasil hubo quienes llegaron a acuñar el término "enano gruñón" o "enano molesto" para referirse a nuestro país. ¿Cómo está viendo en Brasil el conjunto de estos reclamos uruguayos?

JEF - Antes de responder a su pregunta me gustaría decir que no acepto calificar los países, sobre todo cuando se lo hace de una manera que no me parece muy correcta.

EC - Usted no avala lo de "enano gruñón".

JEF - No quiero ser interpretado como que estoy de acuerdo con su afirmación, por eso me permito hacer esa observación.

EC - En cuanto a las asimetrías, esto ha sido reconocido formalmente en el Mercosur, las asimetrías han sido observadas, por ejemplo, en las negociaciones externas del Mercosur. Cuando negociamos un acuerdo con la comunidad andina insistimos mucho los socios más grandes del Mercosur en que teníamos que atender primero los intereses de los socios menores, y eso fue respetado en la conclusión de los acuerdos. En el ingreso de Venezuela al Mercosur se siguió el mismo criterio, tanto es así que los plazos de desgravación arancelaria para los socios menores son mucho más chicos que los plazos que han sido dados a Brasil y Argentina. No quiero entrar en más detalles acá para con cansar con esas cuestiones mucho más técnicas, pero las asimetrías fueron reconocidas.

Ayer tuvimos una noticia muy importante, que también se relaciona con las asimetrías, que vino de Brasil, que el Congreso Nacional aprobó el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur. Será un fondo de 100 millones de dólares anuales al que se contribuirá mediante pagos presupuestales de los países y que beneficiará sobre todo obras de infraestructura en Uruguay y Paraguay. A Uruguay, por ejemplo, se le asignará el 35% de ese fondo cada año.

EC - La aprobación en el Congreso brasileño es un dato importante porque esto que es un acuerdo de los países del Mercosur todavía está teniendo que pasar por las convalidaciones en los respectivos parlamentos y desde Uruguay y Paraguay se sostenía que ese proceso venía muy lento, sobre todo en los países grandes.

JEF - Exactamente, es un proceso lento porque los parlamentos y los países tienen su ritmo propio. En nuestro caso como tenemos que hacer la previsión presupuestal es absolutamente necesario que pasar por el Parlamento. Por eso tardó un poco más de un año el trámite en el Parlamento brasileño, pero finalmente ayer fue aprobado, las partidas presupuestarias están previstas, entonces esperamos que se empiecen a hacer los pagos. Ahora hay que poner en marcha el proceso de aprobación de proyectos en el ámbito del propio Mercosur. Esa parte ya está reglamentada, los países tienen que presentar sus proyectos, que serán cubiertos por esos recursos.

Quiero aprovechar para decir que los procesos de integración en general son muy largos, el Mercosur acaba de cumplir 15 años. Tenemos que tener una visión de largo plazo si queremos profundizar la integración regional.

EC - En este mismo terreno, anteayer y ayer tuvieron lugar en Montevideo reuniones entre delegaciones de Brasil y Uruguay para considerar los reclamos que nuestro país ha hecho sobre las trabas al comercio en la relación entre los dos países. ¿Qué saldo le parece que han dejado esos intercambios?

JEF - Esa comisión fue creada hace más de un año, se reunió cinco veces, es una comisión bilateral que se reúne a nivel de ministros. En el caso de Brasil vino el ministro de Industria y Comercio, por Uruguay estuvo la vicecanciller Belela Herrera y en calidad de ministro interino estuvo Martín Ponce de León. Trajimos de Brasil representantes de varios órganos encargados de operaciones comerciales, gente encargada de vigilancia sanitaria, de aduanas, de aranceles, de lo que llamamos en Brasil Receita Federal, que es el órgano que recauda impuestos.

EC - El equivalente a nuestra DGI.

JEF - Exactamente. Hemos estado tratando problemas concretos de la operación comercial.

Quiero aprovechar para decir que en esa comisión no nos escondemos de los problemas que sabemos que existen en la operación diaria del comercio, nos abocamos a conocer los problemas, examinarlos y proponer soluciones en conjunto. Y eso hemos estado haciendo en varios casos, todavía hay cuestiones no resueltas, la próxima reunión ya fue prevista para el próximo mes de octubre en Brasilia o San Pablo, no sabemos todavía, en una fecha a determinar. La última reunión la hicimos en San Pablo hace unos dos meses. En esta oportunidad vale la pena informarle que hemos traído representantes del Banco Nacional de Desarrollo (BNDS) de Brasil, que hace unos quince días modificó sus reglas de operación y puede ahora financiar empresas uruguayas que se asocien con empresas brasileñas y que contribuyan con un contenido de 20% a los productos que se produzcan, sea en Uruguay, sea en Brasil. Se abre por lo tanto una perspectiva muy importante de inversiones de Brasil y de empresas brasileñas que pueden estar interesadas en instalarse en Uruguay.

EC - Estamos ante alguna forma de compensación por la forma como hasta ahora ha funcionado la relación comercial, que incluso ha llevado –según ha dicho el gobierno uruguayo– a que inversores interesados en desarrollar sus emprendimientos en Uruguay hayan suspendido sus proyectos o a que algunas industrias trasladaran su operativa de territorio uruguayo a Brasil. ¿Se va en la línea de promover flujos de inversiones en el sentido contrario?

JEF - La idea es exactamente esa. Nos molesta a todos saber que hay industrias que se cierran y que pueda haber desempleo en cualquier parte, por eso lo que nos interesa es promover la instalación de industrias. De hecho ya hay empresas brasileñas interesadas en venir a Uruguay, Petrobras es un ejemplo reciente. Petrobras va a distribuir gas, está instalando distribuidoras de combustible en este país. Yo le afirmo que la perspectiva es muy positiva y muy optimista en términos del interés que las empresas brasileñas tienen en Uruguay en este momento, y creemos que el BNDS puede ayudar en ese esfuerzo.

Es muy claro que es difícil reducir drásticamente el déficit comercial que tiene Uruguay con Brasil en este momento, pero hay formas de compensación por medio de inversiones, empresas que se instalen aquí, creación de empleo acá. En ese esfuerzo estamos.

EC - La última pregunta tiene que ver con el Banco do Brasil, que hace años cerró sus puertas en nuestro país. ¿Qué posibilidades hay de que vuelva a operar en Uruguay?

JEF - El Banco do Brasil cerró acá y hay un proceso judicial en trámite, nosotros no podemos interferir en nada, pero como representante del gobierno de Brasil y siendo Banco do Brasil un banco de nuestro gobierno es parte de mi función intentar encaminar algún tipo de negociación. Antes de venir a Uruguay visité al presidente del Banco do Brasil, identifiqué que hay una disposición a negociar y estamos trabajando en eso en este momento independientemente de lo que decida la justicia uruguaya, que no puede sufrir ningún tipo de injerencia indebida.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Foto: Embajada de Brasil en Montevideo