(Emitido a las 7.37)

EMILIANO COTELO:
Una cárcel especial para militares. Se ha discutido mucho sobre esta posibilidad a lo largo de este debate tan intenso que se ha dado en torno al procesamiento con prisión de seis militares y dos policías por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura.

Apenas trascendió el 1 de setiembre en el diario El País que se está construyendo un celdario en un predio del Ejército, las críticas se precipitaron y vinieron de todos los partidos políticos, incluso desde el propio oficialismo. Sin duda es mucha la gente que rechaza la idea de que estos y otros militares que terminen yendo presos tengan condiciones privilegiadas de reclusión.

En posición contraria a esas objeciones, y tal vez para sorpresa de muchos, el ministro de Ganadería, José Mujica, se mostró partidario de esta solución. Hace pocas horas defendió su punto de vista con el estilo que lo caracteriza.

(Audio)

"JOSÉ MUJICA:
Quiere decir que si meto a los militares dentro de las otras cárceles van a hacerles la boleta u otras cosas por el estilo. ¿No se dan cuenta? Entonces, aunque dé bronca y todo lo que se quiera, hacer justicia no es hacer venganza. No creo que vaya a haber connivencia ni que vaya a ser una cárcel cinco estrellas. Además, yo conozco algo de cárcel. Los militares tienen muchas deudas, pero no les quiero aplicar a ellos las cárceles que me aplicaron a mí".

(Fin.)

EC - Más allá de estos y otros comentarios, lo cierto es que el proyecto de esta cárcel sigue sin estar claro. La información ha ido apareciendo por cuentagotas y continúa generando muchas dudas. ¿Será una cárcel especial para militares? ¿Albergará también a otros presos especiales, por ejemplo los narcotraficantes? Y, ¿bajo qué órbita se localizará? ¿Pertenecerá al Ministerio de Defensa (MDN), pertenecerá al Ministerio del Interior (MI)?

Vamos a tratar de ordenar este proyecto en entrevista con el subsecretario del Interior, por estos días ministro interino, doctor Juan Faroppa.

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Doctor Faroppa, esta nueva cárcel se está construyendo en camino Domingo Arena 4399, cerca de camino Mendoza. En ese predio funcionó en el pasado el Batallón 7 de Ingenieros, que después fue desactivado como unidad del Ejército; actualmente hay allí un centro de formación para efectivos que integrarán misiones de paz en el exterior.

¿Podemos pasar en limpio en qué se está pensando concretamente, cuáles son las ideas del gobierno?

JUAN FAROPPA:
En primer lugar quiero decir que me parece que hay alguna gente que está tratando de generar una discusión artificial para poner en segundo lugar lo que debe ser el punto central de esta situación, que es la política exitosa del gobierno nacional, el cambio sustancial del gobierno en cuanto al tema de las violaciones a los derechos humanos producidas durante la última dictadura militar. Por primera vez se está investigando, por primera vez se están señalando responsabilidades. Ese es el tema central.

No quiero presumir intenciones de nadie, pero aparece este debate sobre qué va a pasar con esta cárcel, si va a ser una cárcel exclusiva para militares, se va a haber privilegios, que pretende dejar en segundo lugar el punto central.

Esta cárcel es un predio que el MDN ya había ofrecido al MI apenas asumió la nueva administración en el marco de la estrategia de reforma del sistema penitenciario que fundamentalmente a partir de las directivas del ministro Díaz se empezaron a implementar a partir del año pasado.

EC - Veía en Brecha que el ministro José Díaz rechazó aquel ofrecimiento. Según dijo a Brecha una de las fuentes del gobierno consultadas, el motivo del rechazo fue que la construcción sólo permitiría alojar a medio centenar de presos.

JF - Fue un tema de costos fundamentalmente. En ese momento, de acuerdo con las prioridades presupuestales y teniendo en cuenta la cantidad de reclusos que se puede albergar, se optó por privilegiar en primera instancia la inversión en la construcción de pequeñas cárceles en el interior del país, que es lo que se está haciendo ahora, en forma de cárceles granja, de eliminar las cárceles de los centros urbanos para trasladarlos a las afueras de las ciudades.

Pero concretamente, Uruguay necesita una cárcel para determinado tipo de reclusos, lo que no significa un trato discriminatorio ni privilegiado ni, como muy bien dijo el ministro Mujica, una cárcel cinco estrellas. Se necesita, como en todo el mundo, una cárcel para determinados reclusos porque la situación de seguridad de los reclusos no es igual en todos los casos. Esto no significa privilegiar a nadie ni tratar peor ni mejor a nadie. La obligación del Estado es darle seguridad a la persona privada de libertad que está bajo su responsabilidad, y darle seguridad al resto de los reclusos y a toda la población.

EC - ¿Qué tipo de reclusos van a ser instalados en este establecimiento? Algún ejemplo.

JF - Eso depende de la decisión de la autoridad carcelaria que, de acuerdo con la legislación vigente, es la Dirección Nacional de Cárceles (DNC) del MI o, a nivel departamental, las jefaturas de Policía departamentales, no obstante le señalo que se está en una estrategia para ir trasladando las cárceles departamentales a la órbita de la DNC en forma gradual.

Como corresponde, la autoridad carcelaria debe analizar la situación de todos los reclusos. Puede tratarse de un recluso que por el tipo de delito que ha cometido, o por integrar una organización criminal con capacidades operativas que pueden poner en riesgo la seguridad de un centro de reclusión, o de reclusos que sufren en especial rechazo por parte de otros detenidos, como pasa también en todo el mundo, puede ser gente que ha brindado información a las autoridades, gente que ha cometido delitos aberrantes que generan una distorsión muy grande en el centro de detención donde estén alojados.

EC - En este último caso se refiere a violadores, por ejemplo.

JF - Pueden ser violadores, asesinos, gente que ha cometido una serie de delitos que son sumamente sensibles y generan distorsión. O incluso la propia personalidad del recluso, hay reclusos que son más conflictivos y por sus características nos pueden generar un problema muy grande.

EC - Por ejemplo, ¿irían a parar allí narcotraficantes?

JF - Puede ser que sí, puede ser que no.

EC - ¿Delincuentes de cuello blanco?

JF - No necesariamente. Depende del tipo de contexto en el que se debe analizar la conducta de determinado recluso.

EC - ¿En particular irían militares y policías?

JF - Posiblemente. Como ha dicho muy bien el ministro Mujica, estas personas que por primera vez en 30 años son procesadas por graves violaciones a los derechos humanos califican perfectamente para estar en un centro de detención de este tipo, por su propia seguridad pero además por la seguridad del entorno, para no generar una distorsión grave en la forma como se desarrolla la vida cotidiana en otros centros de detención. No quiero generarle a la sociedad uruguaya más problemas de los que ya tiene.

Para un gobierno como este, si hay algo que es absolutamente inaceptable es tratar a cualquier persona en forma diferente, dar privilegios, tratar en forma discriminatoria. Si perdemos ese espíritu y ese contenido de nuestras intervenciones de gobierno, estamos perdiendo la sustancia misma de la historia de esta fuerza política.

EC - Antes de profundizar en ese aspecto, si efectivamente esto es lo que estaba resuelto, si existía un proyecto para un establecimiento de reclusión destinado a presos que por su perfil requieran medidas especiales de seguridad, ¿por qué no se lo anunció hace tiempo con los detalles correspondientes? ¿Por qué la población debió enterarse por trascendidos de prensa cuando las obras ya estaban muy avanzadas?

JF - No se anuncia todo lo que se viene haciendo permanentemente. Por ejemplo en el penal de Libertad está a punto de ser puesto nuevamente en funcionamiento el celdario central, a fines de diciembre, y no estamos anunciando todos los días que vamos a hacer esa obra. Por otro lado tampoco le niego que la situación del procesamiento de estos militares en estos días ha acelerado la necesidad de contar con ese centro de detención.

EC - Ese proyecto se precipitó a raíz de las actuaciones judiciales en los casos de violaciones a los derechos humanos.

JF - Por supuesto, pero además tenemos algunas otras cárceles, como Cárcel Central, donde se está aprobando un reglamento preciso para determinar qué tipo de reclusos pueden estar allí y qué tipo de reclusos no deben estar allí. Lo estamos haciendo en este momento porque por otro tipo de situaciones que se vienen dando está a tope en su capacidad. No podemos tener algunos reclusos, por ejemplo gente que ha estado esperando un proceso de extradición, gente que ha cometido algún delito vinculado con el narcotráfico, u otro tipo de delincuentes muy peligrosos por los delitos que han cometido, en el centro de la ciudad de Montevideo. Esas cosas son obvias.

EC - Le preguntaba por qué la noticia se conoce de esta manera porque esto está lleno de versiones y trascendidos. Brecha misma, cuando recuerda que este predio había sido ofrecido por el MDN al MI y agrega que en su momento el ministro José Díaz rechazó el ofrecimiento, dice después que hace unos meses el MDN inició por su cuenta, previa consulta con la Presidencia, estas obras.

JF - No le puedo ubicar en el tiempo y en la modalidad cómo se empezó el trabajo de obras, el trabajo de albañilería. Lo que es importante dejar claro es eso, acá no se está privilegiando a nadie ni vamos a contribuir –vuelvo a citar al ministro Mujica porque recién estaba escuchando, junto con sus oyentes, las declaraciones de él– a generar una especie de acto de venganza masiva. Mucha gente seguramente querría que algunos presos, por determinadas historias –pueden ser estos u otros–, estuvieran en condiciones de detención infrahumanas, sufriendo algunas situaciones como las que se dieron en el pasado en las que tal vez algunos de ellos estuvieron involucrados. Digo tal vez porque todavía se trata de personas procesadas sobre las que formalmente y en un Estado de derecho y en una sociedad democrática rige el principio de presunción de inocencia.

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EC - Usted decía que no será una cárcel especial para militares juzgados por violaciones a los derechos humanos sino un establecimiento de detención destinado a reclusos que por su perfil requieran medidas especiales de seguridad, por ejemplo narcotraficantes o eventualmente delincuentes de cuello blanco.

A propósito de cómo será esta cárcel, hoy el diario Últimas Noticias dice que el establecimiento contará con 16 cuartos de medidas estándar repartidos en dos alas divididas por un corredor, cada una de ellas con dos baños para uso compartido. ¿Efectivamente esas serán las características?

JF - Sí. Antes quiero hacer una pequeña aclaración porque tal vez no quedó claro lo que dije. No estamos hablando de personas que hayan cometido determinado tipo de delito, no necesariamente son narcotraficantes, no necesariamente delincuentes de cuello blanco, no necesariamente asaltantes de bancos, rapiñeros o personas que hayan cometido cualquier tipo de delito. El centro es la seguridad de ese recluso, no el delito. Lo aclaro porque si no el rebote es: los delincuentes de cuello blanco van a tener privilegios, uno ya sabe cómo sigue esta historia.

En cuanto a los privilegios por los que usted me estaba preguntando, recién me estaba hablando de las instalaciones; que no haya privilegios significa que las personas que están internadas en cualquier centro de reclusión del país están sometidas al mismo régimen carcelario, con el mismo régimen disciplinario, deben cumplir estrictamente lo que establece la autoridad carcelaria en cuanto a los horarios que puede tener la cárcel, en cuanto al régimen de visitas, si cometen cualquier falta de disciplina van a recibir las sanciones que están establecidas en el reglamento carcelario, etcétera.

Si me está preguntando por comodidades edilicias, ojalá en el país podamos darles a todas las personas privadas de libertad el mejor entorno durante el tiempo de reclusión. No es novedad que el régimen carcelario en Uruguay colapsó, que encontramos un sistema carcelario en espantosas condiciones, que con grandes sacrificios, con grandes esfuerzos estamos tratando de revertir. Todas las personas privadas de libertad están en nuestro país amparadas por la vigilancia del comisionado parlamentario para Cárceles, no va a haber ninguna diferencia entre las personas que estén internadas en esta cárcel y el régimen carcelario existente en otras cárceles del país.

EC - Usted enfatiza que no habrá privilegios, que en todo caso las ventajas que esta cárcel pueda tener con respecto a otras vendrán por el hecho de que se tratará de un establecimiento nuevo.

JF - Me refiero a la forma como transcurre el régimen de privación de libertad. Si se piensa que algunos reclusos van a entrar o salir cuando quieran, que van a tener el régimen de visitas que quieran y cuando quieran, que van a tener dentro de la celda elementos que la autoridad penitenciaria entiende que no es conveniente tener por razones de seguridad, es un error. Quiero ser enfático en esto: no vamos a martirizar a nadie ni vamos a darle privilegios a nadie.

EC - Lo que está claro es que acá no va a haber hacinamiento. Por eso le preguntaba si los datos que da Últimas Noticias sobre la cantidad de celdas son correctos. ¿Cuántos presos se prevé instalar allí y en qué condiciones? ¿Cuántos por celda?

JF - Me imagino que estaremos en un régimen de dos o tres presos por celda, pero no se lo puedo confirmar todavía. No sé si va a haber hacinamiento o no, eso dependerá de la cantidad de reclusos que estén en condiciones de seguridad especiales en los próximos meses.

EC - Si la idea no es una cárcel especial para militares presos por violaciones a los derechos humanos, ¿por qué este establecimiento se construye en una dependencia del Ejército?

JF - Porque es más barato y porque la infraestructura ya está lista. También se nos habían ofrecido otros establecimientos militares para instalar cárceles, en algún momento se había hablado de algunos edificios pertenecientes a otras dependencias del Estado, de edificios que eran propiedad de Ancap, por ejemplo. Tenemos que manejarnos con el presupuesto de un país pobre, si pudiéramos construir nuevos establecimientos de detención para distintos niveles de seguridad en otros lugares, seguramente lo haríamos.

EC - Usted decía que esta cárcel va a depender de la DNC del MI, pese a estar ubicada en un predio perteneciente al Ejército.

JF - Eso es lo que establece la legislación vigente.

EC - ¿Quiénes van a ser responsables de la seguridad interna? ¿Quiénes se van a encargar de la guardia perimetral?

JF - No tenemos ningún inconveniente de que la guardia perimetral esté a cargo del MDN, como ya está sucediendo en otros establecimientos de detención del país. En cuanto al trato interno, el tratamiento que debe recibir cualquier recluso de acuerdo con el artículo 26 de la Constitución de la República, de acuerdo con la legislación vigente, el tratamiento y la responsabilidad corresponden a la autoridad penitenciaria, que por ahora es el MI. Esperemos que en algún momento podamos sacar la responsabilidad de las cárceles del país del MI y trasladarla a otro organismo, que es algo en lo que también se está trabajando.

En lo personal –esto es un comentario personal que involucra a Juan Faroppa como ciudadano común y corriente– creo que si a las personas que han sido acusadas, que están siendo procesadas y que aún no han sido condenadas por gravísimas violaciones a los derechos humanos, de haberles dado a las personas que estuvieron detenidas bajo su responsabilidad un trato cruel, inhumano o degradante, podemos darles el trato más humanitario que podamos, el mejor tratamiento que podamos, estamos generando una tarea docente muy grande, le estamos dando un mensaje muy fuerte a la sociedad uruguaya respecto de cómo deben tratarse los seres humanos. No vamos a darle un trato inhumano a nadie.

EC - Pero puede precipitar reacciones de los otros presos, los que están sometidos a condiciones que nadie considera positivas.

JF - Ahora vuelve a hablar el subsecretario del MI, en esta disociación que habrá que ver con algún especialista en ciencias de la mente y del alma. El gobierno está trabajando para mejorar las condiciones de detención de todos los presos. Sabemos que estamos muy lejos de eso, pero si bien no estamos hablando de generar privilegios, hay situaciones de seguridad especiales que requieren condiciones especiales de seguridad para determinados reclusos. En el marco de la estrategia del MI, en la medida que podamos ir recuperando otros centros de detención –el celdario central del penal de Libertad va a estar habilitado a fines de este año, vamos a descomprimir mucho la presión en las cárceles–, seguiremos trabajando para darles a todos los presos el mejor trato posible.

Pero en lo personal creo que en ese tipo de reclusos en especial hay que señalar con claridad el trato humanitario y digno, porque si no el mensaje que estaríamos dando sería que no hay ninguna diferencia, que todo es igual, como dice el tango, que nada es mejor. Nosotros creemos que lo que se hizo con muchos compatriotas privados de libertad durante la dictadura degrada al ser humano, lesionó al preso pero también degradó al carcelero. No vamos a caer en eso, queremos darle un claro mensaje a la sociedad uruguaya sobre lo que entendemos debe ser un trato entre seres humanos civilizados y racionales.

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Edición: Mauricio Erramuspe