"Lo lamentable de esto es que se ha mezclado una negociación comercial con aspectos ideológicos", afirmó el presidente de la CIU, Washington Burghi.

Industriales reclaman no perder tiempo y definir inserción internacional

"Si el gobierno ha decidido que el rumbo es un TIFA, no perdamos más tiempo y pongámonos a trabajar ya. Es fundamental que el gobierno diseñe una estrategia de negociación internacional, que todavía no tiene", dijo el presidente de la Cámara de Industrias, Washington Burghi. "Lo lamentable de esto es que se ha mezclado una negociación comercial con aspectos ideológicos", afirmó.

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:
Decepcionados, frustrados, molestos... y hasta sorprendidos. Estos son algunos adjetivos que se pueden usar para "pintar" cómo se sienten hoy quienes ya se habían entusiasmado con un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos.

En particular estos sentimientos campean en el sector empresarial, en el que muchos ya soñaban con subir al tren que el presidente Vázquez había prometido. Y ahora reaccionan con vehemencia ante lo que parece un nuevo viraje en la política de inserción comercial del país.

De todos modos, las puertas en la negociación con Estados Unidos no están cerradas y los gobiernos se disponen por estas horas a firmar un acuerdo de comercio alternativo, aunque de menor alcance, bajo el formato TIFA, acuerdo marco de comercio e inversiones.

¿Cómo se ve este paso en la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU)? Vamos a ocuparnos de este tema en diálogo con su presidente, Washington Burghi.

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Ingeniero Burghi, ¿con qué adjetivo se queda para definir su estado de ánimo?

WASHINGTON BURGHI:
Primero sentí sorpresa y después un tanto de decepción. Todos nosotros aspirábamos a una apertura comercial más profunda con Estados Unidos.

EC – ¿Para ustedes era importante llegar directamente a un TLC con Estados Unidos?

WB – Era muy importante, sobre todo para algunos sectores como la cadena textil-lana, le iba la vida en eso.

EC – La CIU elaboró un informe técnico, un trabajo muy extenso y denso sobre este tema, que se dio a conocer el viernes y está disponible en Internet. En resumen ese informe es muy optimista sobre los impactos en la industria uruguaya que tendría la firma de un TLC con Estados Unidos. ¿Podemos ver las principales conclusiones de ese trabajo?

WB – Es un trabajo voluminoso en el que se trabajó largamente, más de dos meses, se consultó a un montón de expertos de todos los partidos políticos, de todos los pensamientos, de todas las orientaciones, se analizaron acuerdos de TLC con diferentes países, los que Estados Unidos firmó con Perú, con México y con Chile, y obviamente se habló con los principales exportadores a Estados Unidos, sobre todo prácticamente con todas las gremiales de la CIU.

Tenemos un panorama auspicioso, una buena parte de la producción nacional está de acuerdo en que sería beneficioso para el país tener un TLC con Estados Unidos, algunos porque los afecta directamente y otros porque los afecta indirectamente, pero una parte ve con cierto riesgo no un tratado sino cómo se lo negociaría.

EC – El informe también incluye algunas preocupaciones, por ejemplo en cuanto al impacto en las compras del Estado y en el rubro propiedad intelectual. Además se menciona el riesgo que un TLC implica para algunos sectores industriales en la medida que trajera un enfriamiento de la relación con Argentina y Brasil. Algunos ejemplos de los sectores que tenían esta preocupación son el plástico y las pinturas, cuyos principales mercados están en los países de la región.

WB – Y también los químicos. Eso es parte de la negociación, cuando vamos a negociar con cualquier país siempre hay temores y alegrías, hay que poner los temores en su justo término, si hubiéramos tenido una buena negociación con Estados Unidos gran parte de esos temores habría quedado atrás. No lo vamos a saber porque lamentablemente quedó por el camino.

EC – Estuve revisando el documento y en la recorrida que hacen sector por sector van incluyendo recomendaciones muy detalladas sobre cómo deberían negociarse los puntos más sensibles. Debido a esta complejidad, desde diferentes sectores de la izquierda se rechazaba la idea de unas tratativas hechas "a las apuradas" en función de los plazos del fast track y se reclamaba, por lo menos, un proceso de negociaciones más largo, que permitiera un debate nacional sobre las consecuencias de un acuerdo como el que se manejaba hasta hace unos días. ¿Cómo veía la CIU esta manera de advertir, de proponer otro camino?

WB – Negociaciones a las apuradas... Los uruguayos estamos acostumbrados a tomarnos tiempos que a veces no condicen con los tiempos del mundo. Venimos hablando de una negociación con Estados Unidos desde octubre o noviembre del año pasado.

EC – El puntapié inicial de este debate lo dio el ministro Astori en enero en una entrevista con el semanario Búsqueda. Se insinuaba desde fines del año pasado.

WB – Ha pasado un año y hemos trabajado muy poco al respecto, ni siquiera se ha formado un equipo sólido de negociadores a los cuales el presidente les dé la responsabilidad, una persona profesional del tema que reporte directamente a él y que todos los uruguayos sepamos exactamente quién es. De esa manera se podría haber comenzado y habríamos ganado muchísimo tiempo. De nada sirve hablar hoy del TIFA, si recién vamos a pensar en empezar a negociar y dentro de un año vamos a estar hablando del mismo tema.

EC – La pregunta era, teniendo en cuenta la complejidad del asunto y estos defectos que usted mismo marca en cuanto a que por lo visto el gobierno uruguayo no se había organizado suficientemente bien para la negociación, si no comparte esa advertencia que hacían algunos sectores de la propia izquierda en cuanto a que los plazos eran demasiado ajustados y se corrían riesgos en ese sentido.

WB – Para los uruguayos los plazos siempre son demasiado ajustados, siempre tenemos que estar con la calculadora, incluso con la selección tenemos que estar viendo si clasificamos si pasa esto o no pasa aquello otro. Si hubiéramos empezado a trabajar esto podría estar no digo liquidado pero sí avanzado.

¿Qué queda hoy? Si el gobierno ha tomado la decisión de que el rumbo es un TIFA, no perdamos más tiempo y pongámonos a trabajar ya en este tema. Es fundamental que el gobierno diseñe una estrategia de negociación internacional, que todavía no tiene, a un año y medio de asumido, el 30% del tiempo que tiene para gobernar ya transcurrió y no tenemos una estrategia de negociación internacional. Es fundamental formar un grupo muy sólido, y aquí no importan colores, banderías políticas, el grupo tiene que ser muy sólido, porque no tenemos que negociar sólo con Estados Unidos, nos quedan la India, China y la apertura al mundo. No podemos seguir dependiendo del Mercosur, no hay mucho más que agregar sobre esto, todos sabemos qué tratamiento nos han dado nuestros socios y cómo Uruguay ha cumplido con lo que ha firmado y cómo han cumplido los socios. Lo lamentable de esto es que se ha mezclado una negociación comercial con aspectos ideológicos.

EC – ¿Para usted el camino de una negociación por la vía del fast track que pudiera conducir a un TLC se bloqueó por razones ideológicas?

WB – Creo que sí, que lamentablemente se ha confundido. Tampoco nos engañemos, esto del TIFA termina también en un TLC, porque Uruguay necesita una apertura comercial, necesita que Estados Unidos amplíe sus cupos o los derribe y baje sus aranceles para los productos uruguayos. Con el TIFA no lo vamos a conseguir, puede ser un preámbulo para llegar a un TLC.

EC – El TIFA es un acuerdo marco, son cuatro páginas de buenas intenciones, de lo que se proponen hacer los países.

WB – Eso con buena voluntad.

EC - ¿Por qué?

WB – Porque ni siquiera es un acuerdo marco, el TIFA implica crear una comisión y sentarse a negociar. Qué se hace después con esa negociación no está escrito. Para realmente poder abatir los cupos necesitamos un TLC, que necesariamente tiene que pasar por el Congreso de Estados Unidos.

EC - El contador Enrique Iglesias, ex presidente del BID, ex canciller uruguayo, opinaba el viernes aquí En Perspectiva que la decisión que tomó el gobierno del presidente Vázquez es "prudente y positiva." Destacó que el país con este camino que emprende ahora mantiene la presencia dentro del Mercosur sin ningún tipo de contratiempo, pero simultáneamente abre con Estados Unidos un espacio negociador muy significativo.

(Audio)

"ENRIQUE IGLESIAS:
Porque establece un mecanismo de negociación ampliada de relaciones comerciales y de inversiones con Estados Unidos en un plano privilegiado. La comisión que va a tratar los distintos temas de posible ampliación de comercio e inversión es de muy alto nivel, están la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Departamento de Comercio, el negociador comercial de Estados Unidos. Tenemos acceso a un mecanismo mucho más importante que negociar individualmente un tema específico. De manera que es un instrumento que va a ir ganando espacio en la medida que se vaya poniendo en práctica. Además no excluye que el país llegue a un TLC en el avance de estos procedimientos."

(Fin.)

EC - ¿A usted le sorprendió este análisis tan positivo que hacía el contador Iglesias?

WB – Tengo dos o tres comentarios al respecto. Primero, no creo que esto vaya a mejorar nuestra relación con el Mercosur, lamentablemente no.

EC – Distiende una cierta pulseada que había quedado planteada con los gobiernos de Argentina y Brasil, sobre todo. Parece que incluso estaban redactando una declaración en la que le iban a advertirle a Uruguay que si firmaba un TLC quedaba excluido del Mercosur, lo informó la prensa argentina este fin de semana.

WB – Los argentinos para esto son muy rápidos, no creo que estuvieran intentando hacer ese documento, simplemente aprovecharon la bolada.

Vuelvo a lo de Iglesias, sinceramente no creo que esto vaya a distender ni mejorar las relaciones políticas y comerciales con nuestros socios. Iglesias en una charla que dio el viernes pasado habló de que los países y las empresas que van a tener futuro en el mundo serán aquellos que tengan estructuras flexibles y eficientes. Y los uruguayos por idiosincrasia o conformación no tenemos ninguna de esas dos cosas, no somos flexibles, no tenemos una mentalidad flexible, por lo tanto nos va costar salir adelante en este mundo y en algún momento tenemos que empezar a cambiar. Vamos a correr riesgos, por supuesto, vivir es correr un riesgo continuo.

EC – Volviendo al análisis del contador Iglesias, él terminaba subrayando que el camino del TIFA no excluye un TLC, que el final puede ser el TLC. Esto me recuerda otros análisis de estas horas que dicen que quizás lo que hizo el presidente Vázquez de esta manera fue una jugada para ganar tiempo, recomponer el vínculo con Argentina y Brasil por un lado, descomprimir la interna del Frente Amplio, que se había puesto muy pesada en contra de un TLC, y abrir un nuevo curso de negociaciones que llevará algunos meses más pero que puede terminar llegando a ese resultado que ustedes esperaban.

WB – Coincido con Iglesias, recién lo manifesté. Cuando se terminen las negociaciones del TIFA se debería llegar a un TLC que realmente surta los efectos que esperamos. El presidente tal vez necesitó ganar tiempo, pero siempre se dice lo mismo, los tiempos políticos no son los tiempos empresariales, mientras nosotros ganamos tiempo el mundo sigue andando, sigue compitiendo, sigue creciendo, y ese tiempo que el presidente gana –si tomó la decisión es porque realmente lo debe necesitar– es muy valioso para la industria nacional, es un tiempo que tal vez algunas industrias o algunos sectores no tengan. De todas maneras es importante, si el presidente tomó la resolución de que el camino es un TIFA, no lo discutamos más, pongámonos a trabajar, no esperemos un año más para ver cuáles son los rumbos que podemos explorar. Si es un TIFA, estamos dispuestos a empezar a trabajar junto con el gobierno codo a codo para hacerlo lo más rápido y eficiente posible.

EC - ¿Cómo lee el dato de que pese a este cambio en el rumbo, pese a que el gobierno uruguayo rechazó el planteo del gobierno de Estados Unidos, que era negociar por la vía del fast track un acuerdo similar al firmado con Perú, pese a que se opta por este camino más laxo del TIFA, la delegación que ha venido a Uruguay y que hoy y mañana va a estar en conversaciones con el gobierno de nuestro país está encabezada nada menos que por Everett Einsestat, el representante adjunto de la Dirección de Comercio del gobierno de Estados Unidos?

WB – Lo vemos muy bien, por ahí están las posibilidades de que Uruguay negocie de la forma más rápida posible.

EC – Me refería al gesto del gobierno de Estados Unidos de enviar de todos modos una delegación de alto nivel para estas conversaciones.

WB – Es un gesto muy bueno porque en definitiva significa que realmente quiere hacer algo con Uruguay. Y como le dijo el presidente Bush al presidente Vázquez, "estamos dispuestos a ir hasta donde ustedes quieran ir". La decisión es nuestra, queremos ir a un paso más lentos, a pasos más cortos, y Estados Unidos en esto nos va a acompañar.

EC – Usted dice que hay que dejarse de dar vueltas, si el camino es el TIFA o lo que sea, hay que encarar esta etapa. Me gustaría que se extendiera sobre qué es lo que implica su reclamo, qué tiene que hacer el gobierno.

WB – El gobierno tiene que decidir cuál es la política internacional de Uruguay, cuál es la estrategia negociadora internacional de Uruguay, que todavía no conocemos. Si pasa por ahí, que se comunique y se ejecute.

EC – Por el lado de la conformación del equipo, que era otra de sus principales preocupaciones, tanto para esta negociación como para las que se han anunciado con la India y con China, ¿la CIU tiene alguna sugerencia concreta?

WB – La sugerencia concreta es que el sector empresarial no puede estar fuera de ese equipo porque quienes van a trabajar una vez firmado un acuerdo, no importa cuál ni con qué país, son los empresarios, los que van a ejecutar ese acuerdo, los que van a hacerlo realidad son los empresarios.

EC - ¿Y hasta ahora han estado ausentes?

WB – Hasta ahora hemos estado ausentes.

EC - ¿No ha habido niveles de consulta?

WB – Absolutamente bajos. Esperábamos un protagonismo mucho mayor.

EC - ¿Van a tener algún tipo de reunión con el gobierno en estas horas por este nuevo rumbo que se anunció la semana pasada?

WB – No, deberíamos dejar pasar un poco más de tiempo, recién hoy llega la delegación de Estados Unidos. Veamos que se afirmen bien las ideas de todos nosotros y cuando tengamos claro el panorama, el rumbo que va a seguir Uruguay, concretaremos alguna entrevista con los ministros o con el presidente.

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Edición: Mauricio Erramuspe