Entrevistas

Ramela: Michelini usa políticamente el asesinato de su padre

Para el ex integrante de la Comisión Para la Paz, Carlos Ramela, el debate entre Pedro Bordaberry Rafael Michelini muestra cómo "el mal manejo del gobierno" ha "destruido todo un trabajo de pacificación de años". El senador "tiene la convicción de que Bordaberry no tiene responsabilidad penal en este tema, lo sabemos todos los que hemos estado vinculados con esto", afirmó.

(Emitido a las 8.00)

EMILIANO COTELO:
Volvemos al debate que protagonizaron anoche el doctor Pedro Bordaberry y el senador Rafael Michelini.

"Dos grabaciones detonantes", "Michelini y Bordaberry sin tregua", "Crudo choque entre hijos de Michelini y Bordaberry" son algunos de los títulos que se incluyen en los diarios de esta mañana a propósito de lo que ocurrió anoche en el programa Zona Urbana, de Canal 10. Estamos repasando algunas de las crónicas de la prensa de la mañana y escuchando algún fragmento de la grabación de la polémica y recién incluíamos el punto de vista de la viuda de Héctor Gutiérrez Ruiz, la señora Matilde Rodríguez Larreta.

Queremos enfocar lo que ocurrió anoche desde otro punto de vista, para lo cual vamos a dialogar con el doctor Carlos Ramela, dirigente de la lista 15, ex representante del ex presidente Jorge Batlle en la Comisión para la Paz.

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Doctor Ramela, usted vio el debate de anoche. ¿Con qué impresión quedó?

CARLOS RAMELA:
Primero con una impresión de tristeza y de frustración al ver cómo el país lenta pero inexorablemente, en función del mal manejo que ha hecho este gobierno del tema derechos humanos y de la forma como ha destruido todo un trabajo de pacificación de años, vuelve a radicalizar a los uruguayos y a poner en la mesa de todos los días con dureza, con enfrentamientos, con tonos ásperos, y sin duda de una forma que va a volver a fracturar definitivamente a la sociedad uruguaya, temas muy polémicos, muy sensibles, muy delicados, pero temas ocurridos 30 años atrás.

EC - ¿Y sobre la sustancia del intercambio de anoche, sobre lo que se dijo, sobre los argumentos que se manejaron, sobre la forma como se discutió?

CR – A ese respecto hay algo que nosotros –los que hemos estado cerca de este tema mucho tiempo y hemos tenido la posibilidad de escuchar versiones y relatos de primera mano– tenemos, que más allá de que Juan María Bordaberry haya sido un dictador, de que seguramente tiene muchas responsabilidades y culpas políticas, está claro que hay una utilización política absolutamente despreciable de este tema. Y está claro también que todo el mundo por lo bajo acepta que una cosa son las responsabilidades de Bordaberry dictador y persona que disolvió el Parlamento uruguayo y otra cosa es que tenga responsabilidad penal en el asesinato de Michelini y Gutiérrez Ruiz. Todos sabemos que son cosas distintas, pero hoy de mañana incluso periodistas que analizaban el tema en televisión se preguntaban cómo alguien puede decir que Bordaberry es inocente habiendo sido dictador. Ese no es el tema que está en juego en esta polémica, que fue dictador es un hecho histórico, que pueda haber asumido responsabilidades políticas o institucionales es otra cosa. El tema es si realmente Bordaberry estaba enterado y ordenó o de alguna forma fue cómplice –realmente, como se debe ser a los efectos de la responsabilidad penal– del asesinato de estos dos ex legisladores uruguayos.

EC – ¿Para usted Bordaberry no es responsable penalmente de esos asesinatos?

CR – Sin ser parte del expediente, sin tener acceso a la prueba que pueda haber tenido en sus manos la fiscal Guianze para hacer su acusación, y partiendo de lo que se conoce y lo que yo conozco, claramente mi convicción es la misma que tiene el doctor Gonzalo Fernández, es la que nos hicimos durante años de hablar de estos temas: que lo que pudo ser la muerte de Michelini y Gutiérrez Ruiz fue un tema básicamente argentino en el que las autoridades uruguayas, sobre todo las autoridades políticas del gobierno, no tuvieron intervención. Reitero, no tengo elementos para dar un fallo, no conozco la causa en detalle, pero en materia penal se es inocente hasta que se pruebe lo contrario.

EC - ¿Para usted el debate de anoche cambia algo en el proceso, en la investigación judicial?

CR – Lo que el debate de ayer puso sobre la mesa en el fondo todos lo sabemos, que en este país hay una enorme hipocresía sobre estos temas, y que hay determinadas personas, como Michelini, que mienten y curran con esto desde hace muchísimos años, no es una novedad.

El primer sorprendido por eso fui yo en su momento, le voy a contar una anécdota. Cuando se estaba por crear la Comisión para la Paz, en los primeros pasos, en lo personal consideraba a Rafael Michelini un referente de estos temas porque era un hijo de un diputado uruguayo asesinado, de acuerdo con el seguimiento lejano que tenía del tema en la prensa siempre había estado hablando de estos temas. Sin embargo muchos compañeros de la comisión con mucha más cercanía con este tema, incluso miembros de Familiares, tenían enorme aprehensión o recelo incluso en recibir y escuchar a Rafael Michelini, lo acusaban de utilizar este tema con finalidades políticas. Hay una famosa investigación que todos dicen que abortó porque Michelini salió corriendo a asumir protagonismo y a hacer alguna denuncia para quedarse con la paternidad. Después en todo el proceso quedó absolutamente evidente.

Hay que ver un planteo que el senador Michelini le hizo al entonces ministro de la embajada en Argentina, José Villar –lo menciono aunque no le voy a dar el detalle porque corresponde que lo haga Villar, quien hace pocos días me dijo que está dispuesto a decir lo que fue esa conversación–, sobre estos temas, significaba directamente que el gobierno avalara una mentira con tal de lograr resultados políticos, por lo menos que avalara un hecho que no se sabía si era real. Lamentablemente, más allá del dolor humano y sincero que pueda tener toda la familia Michelini, Rafael Michelini utiliza este tema políticamente. Rafael Michelini tiene la convicción de que Bordaberry no tiene responsabilidad penal en este tema, lo sabemos todos los que hemos estado vinculados con esto desde hace muchísimos años.

EC - ¿Cómo observa el hecho de que el doctor Pedro Bordaberry haya utilizado grabaciones secretas de sus conversaciones con Gonzalo Fernández y con Rafael Michelini?

CR – No me gusta, no es un procedimiento lindo ni saludable ni que, no debe ser aceptado ni tolerado pacíficamente, pero entiendo y comprendo –creo que al mismo Pedro le pasa lo mismo el estado de frustración y desesperación que debe tener frente a estos personajes que dicen unas verdades en privado y luego acusan en forma despiadada. Dése cuenta de que Michelini, a quien el doctor Gonzalo Fernández le dio la versión de Paco Forese, que él además conocía de vía propia desde hacía muchísimos años, no sólo dice una cosa en el juzgado, otra en público y otra a Bordaberry, sino que incluso se permitió negar que el doctor Gonzalo Fernández le hubiese trasmitido esa información. Hay que ponerse –como dijo Bordaberry ayer– en el cristal de un hijo que, más allá de los defectos y los errores de su padre –Pedro ayer en alguna medida dijo discrepar con muchas de las cosas que hizo–, siente que este está siendo acusado, no ya de dictador, de un presidente equivocado, de un hombre que dio un golpe de Estado, sino de asesino por personas que dicen una cosa un día y otro otra.

El mensaje final es que la hipocresía y el manejo político de este tema han terminado por reinstalar la radicalización y el odio en la sociedad uruguaya. El ejemplo está enfrente, hoy en Argentina hay una marcha en reivindicación de la dictadura militar. Todos los que dicen que vienen a cerrar el pasado y a pacificar los pueblos terminan radicalizándolos porque permiten estos usos espurios e ilegítimos, totalmente hipócritas de estos temas. Esa ha sido la política de este gobierno uruguayo, como fue la de Kirchner en su momento en materia de derechos humanos, y así lamentablemente estamos terminando.

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Edición: Mauricio Erramuspe