Declaración de la bancada colorada sobre las distintas polémicas por la política exterior del gobierno
"LA BANCADA DE LEGISLADORES COLORADOS AL PODER EJECUTIVO Y A LA OPINIÓN PÚBLICA
Uruguay atraviesa un período crucial para su destino nacional, en la medida que se están sustanciando diversos procesos que jaquean su soberanía. Y en todos ellos aparecen los gobiernos de los países vecinos y socios del MERCOSUR jugando un rol activo, que contrasta con la actitud vacilante, cuando no la inacción lisa y llana, exhibida por nuestro gobierno.
Así, acaba de frustrarse la posibilidad de concretar un tratado de libre comercio con EEUU por la acción combinada de la presión de Argentina y Brasil y de la ausencia de liderazgo interno en el oficialismo y, más específicamente, en el seno del Poder Ejecutivo. El desenlace de este proceso sienta, así, un precedente que torna ilusorias las aspiraciones oficiales de concretar tratados de libre comercio con India, China o cualquier otro país.
Esa frustración se suma a la que ha supuesto la decisión de la empresa española ENCE de liquidar su emprendimiento en Fray Bentos, luego de las presiones ejercidas por el gobierno argentino sobre su par español y de una sucesión de transformaciones a nivel societario en la referida empresa. Que se sepa, ni una ni otra circunstancia fueron contrarrestadas por el gobierno uruguayo, el que en la hipótesis más optimista se limitó a seguir esos procesos como mero espectador, sin atinar a desarrollar acciones contundentes dirigidas a contrarrestarlos. A tal punto ello ha sido así, que ni siquiera se ha considerado necesario acelerar la designación de un nuevo Embajador ante el Reino de España, permaneciendo vacante el cargo desde hace varios meses.
Idéntica ausencia de acciones gubernamentales pudo advertirse cuando en su momento el gobierno argentino emprendió acciones a nivel del Banco Mundial, a través del diputado Jorge Argüello y del director argentino del Banco Mundial, Alieto Guadagni, con el propósito declarado de "embarrar la cancha" del financiamiento a los emprendimientos de Botnia y ENCE.
Desde el gobierno argentino ya se anuncia, con todas las letras, que se emprenderán nuevas acciones dirigidas a impedir que la Corporación Financiera Internacional conceda créditos a Botnia. Así lo ha declarado ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados de Argentina, la Secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del gobierno de Néstor Kirchner, Romina Picolotti.
Es hora, pues, de que el gobierno uruguayo, nuestro gobierno, no persista en su actitud pasiva y adopte una estrategia enérgica, dirigida a contrarrestar activamente las operaciones del gobierno argentino.
Resulta imposible no advertir que todas las acciones de nuestros vecinos y del gobierno argentino en especial persiguen el deliberado propósito de impedir cualquier tipo de inversión relevante en el país, en un mundo en el que la competencia por captar los flujos internacionales de capital hacia actividades productivas es más fuerte que nunca. Impedir el desvío de inversiones hacia Uruguay fue lo que animó a nuestros socios del MERCOSUR a intentar trabar la concreción de un TLC con EEUU operativo que culminó con éxito y el que los animará si nuestro país procura llevar adelante similares negociaciones con otros países. Y es desde ese ángulo la competencia por la radicación de capitales que deben analizarse tanto el sabotaje del gobierno argentino a las plantas de celulosa como la pasividad cómplice del gobierno brasileño. Uruguay no puede ni debe permitir que sus vecinos devengan autoridad de última instancia respecto de decisiones que le competen en exclusividad.
Por si fuera poco, en las últimas horas, violando los más elementales códigos de la diplomacia, el embajador de la República Argentina en Uruguay incurrió en el exabrupto de dirigirse directamente a la Dirección Nacional de Medio Ambiente para realizar un planteo crítico sobre otro emprendimiento empresarial en nuestro país. No es la primera vez que este diplomático pretende tener injerencia en los asuntos privativos del Uruguay y, por lo tanto, se impone que el Canciller de la República tanta valentía para oponerse al TLC y tanta vacilación para defender nuestros derechos ante el abuso de nuestros vecinos llame a este funcionario y le exija todas las explicaciones del caso.
En estos temas radicaría la verdadera expresión de la soberanía nacional y no en un vociferante antiimperialismo eficiente a la hora de obstruir al país, pero incapaz de encontrarle soluciones a su gente con la que supo conducirse históricamente el fundamentalismo frenteamplista y de la que hoy es presa un gobierno que padece de "ombliguismo".
Un gobierno hemipléjico no es lo que el Uruguay precisa. Por el contrario, los uruguayos necesitamos de un gobierno que nos represente a todos y vele por los intereses colectivos. Por ello mismo instamos al gobierno uruguayo que asuma sus responsabilidades cumpliendo con sus deberes elementales. Más aún, reclamamos enfáticamente que el Dr. Tabaré Vázquez termine por asumir, de una vez, el rol que su investidura conlleva, velando por la Nación, sus derechos soberanos y por la ciudadanía toda.
La primera obligación del Dr. Vázquez es con los uruguayos. Exigimos que la cumpla".