Entrevistas

Uruguay ante el desafío de integrar el Consejo de Seguridad

Una posición de privilegio y protagonismo siempre exige compromisos a veces no deseados. Integrar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sin duda, tiene esa contrapartida. En momentos en que la candidatura uruguaya parece cobrar fuerza, el ex embajador del país ante la ONU Felipe Paolillo explicó qué significa ese puesto y qué desafíos impone.

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
La posibilidad de que Uruguay ingrese al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ocupando uno de los dos sillones latinoamericanos cobró ayer más fuerza. De hecho, el nombre de nuestro país comenzó a ser mencionado por otras naciones como el gran candidato de consenso para superar esta competencia entre Venezuela y Guatemala que continúa trabada pese a que pasan los días.

"Uruguay es un excelente país para representarnos a todos en el Consejo de Seguridad", dijo ayer en Berlín el canciller chileno Alejandro Foxley, quien acompaña a la presidenta Michelle Bachelet en su gira por Alemania. La misma idea tiene su colega peruano, José Antonio García Belaúnde, el primero en mencionar esa alternativa. Ambos países se abstuvieron en las 22 votaciones realizadas hasta ahora para nominar al segundo país que ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad por América Latina.

¿Cuál es la postura del gobierno uruguayo ante esta situación? En un principio la administración de Tabaré Vázquez descartó ser una alternativa para destrabar la puja entre Venezuela y Guatemala. Sin embargo, con el correr de los días algunas cambiaron y ayer trascendió que Vázquez mantuvo una conversación telefónica con su colega venezolano Hugo Chávez para hablar de este asunto.

También ayer el canciller Reinaldo Gargano se refirió públicamente a la candidatura uruguaya, y aprovechó la ocasión para reivindicar la política exterior del gobierno frenteamplista, que ha sido severamente cuestionada desde la oposición.

(Audio)

"REINALDO GARGANO:
El solo hecho de que esto se mencione a nivel internacional es para Uruguay un inmenso honor, un indicador del respeto que en el plano internacional se le tiene al país y que le tienen los pueblos y los países de América Latina. Y yo diría que es una respuesta categórica a aquellos que afirman en nuestro país que este gobierno no tiene rumbo y no tiene política exterior".

(Fin.)

EC - ¿Es conveniente para Uruguay aceptar esta candidatura e integrar el Consejo de Seguridad durante los próximos dos años? ¿Para qué sirve este órgano de Naciones Unidas? ¿Cómo funciona?

Vamos a conversarlo con el ex embajador uruguayo ante la ONU Felipe Paolillo.

***

Doctor Paolillo, en primer lugar una definición básica, ¿qué es el Consejo de Seguridad?

FELIPE PAOLILLO:
El Consejo de Seguridad es uno de los órganos principales de Naciones Unidas, de composición restringida, tiene solamente 15 miembros, y tiene que tratar los asuntos más importantes. Es el responsable primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, lo que quiere decir que los conflictos, los problemas reales, vivos, que se producen van al Consejo de Seguridad, son tratados allí y el Consejo de Seguridad toma resoluciones tendentes a su solución. De modo que es el órgano donde caen los problemas principales que tiene que enfrentar la comunidad internacional.

EC - ¿Qué potestades tiene?

FP - Tiene la potestad de adoptar medidas para poner fin a las situaciones que provocan esa inestabilidad que amenaza la paz y la seguridad internacionales. Las medidas pueden ser cualquier tipo de sanciones que impliquen o no la fuerza militar. En principio tiene la potestad de enviar fuerzas para terminar con un conflicto bélico, pero Naciones Unidas no tiene fuerzas armadas. Se había previsto en la Carta que esas fuerzas armadas serían aportadas por los miembros de acuerdo con unos acuerdos especiales que nunca se llegaron a concluir, entonces Naciones Unidas dispone el envío de fuerzas que voluntariamente los estados ponen a disposición de la organización, son las famosas misiones de paz.

Además puede tomar medidas coercitivas, como por ejemplo la ruptura de relaciones diplomáticas, de relaciones comerciales, embargos, etcétera. En varios casos ha aplicado medidas, en este momento ha adoptado medidas contra Corea del Norte.

EC - ¿Cómo es la integración? Porque tiene miembros permanentes y miembros que van rotando.

FP - Exacto, y ese es el aspecto que demuestra la debilidad, la vulnerabilidad del Consejo. El Consejo tiene 15 miembros, de los cuales cinco son miembros permanentes. Recordemos que la organización fue establecida en 1945, al final de Segunda Guerra Mundial, entonces las grandes potencias vencedoras de la guerra se reservaron el derecho de vetar cualquier resolución, de modo que si 14 miembros del Consejo de Seguridad están de acuerdo en una resolución pero uno de los cinco miembros permanentes no lo está, puede vetar e impedir que se adopte la resolución. Eso fue una condición que pusieron los grandes países para formar parte de la organización.

EC - La forma de integrar el Consejo de Seguridad es uno de los asuntos que han venido debatiendo en los últimos años en Naciones Unidas pero sin resultados.

FP - Exacto, se ha propuesto una serie de medidas para asegurar la eficacia del Consejo de Seguridad. Las principales medidas propuestas son una ampliación de la composición, se ha propuesto un aumento del número de miembros, incluso de los permanentes. Algunos países quieren ocupar asientos permanentes y tener derecho a veto, como los cinco que ya existen. Esta propuesta ha sido opuesta por Uruguay y creo que se mantiene la oposición, por lo menos al aumento del número de miembros permanentes con derecho a veto, hecho que no mejoraría en nada la posición del Consejo de Seguridad. Detrás de cada fracaso del Consejo de Seguridad de los últimos 60 años, porque no pudo intervenir o no pudo intervenir a tiempo, hay un veto, el veto ha sido el elemento paralizador de la acción del Consejo de Seguridad.

EC - ¿Cómo es el puesto que podría llegar a ocupar Uruguay?

FP - Sería miembro no permanente durante dos años. Actualmente son 10 los miembros no permanentes y se renuevan cinco cada año. Este año hay que elegir cinco, y entre ellos uno de América Latina.

EC - Uruguay ya integró el Consejo de Seguridad en la década de los sesenta.

FP - Sí, a principios de la década de los sesenta. Fue la única vez que Uruguay fue miembro del Consejo de Seguridad y realmente hizo un papel excelente.

EC - ¿Qué dice usted a propósito de esta discusión que se ha generado dentro del país acerca de la conveniencia para Uruguay de terminar aceptando esta postulación?

FP - El participar, el ser miembro del Consejo de Seguridad no nos acarrea ninguna ventaja material, ningún beneficio material; al contrario, se va a tener que incurrir en mayores gastos, no muy grandes, porque a pesar de que nuestro actual embajador en Naciones Unidas es un excelente embajador y está secundado por un muy buen equipo, el trabajo de representante ante el Consejo de Seguridad es muy exigente, es un trabajo de 24 horas durante los siete de la semana, de modo que van a tener que reforzar la misión enviando dos o tres funcionarios de alta jerarquía para apoyarlo, si no va a ser un trabajo muy difícil de desempeñar. Las acciones son en cualquier momento de la mañana, de la noche, y se trabaja continuamente.

EC - Eso desde el punto de vista práctico. ¿Y qué dice usted desde el punto de vista político? ¿Es bueno o no para Uruguay integrar el Consejo de Seguridad?

FP - Personalmente creo que es bueno, es una posición de prestigio, nos da poder político que aumenta nuestro poder negociador en los asuntos en los que tenemos interés. Además es importante participar en la decisión de los grandes problemas políticos que se presentan en el país.

EC - Veía declaraciones que ha formulado el ex presidente Julio María Sanguinetti, que ha dicho: "Honestamente, dudamos de que convenga, porque por un lado es un honor, un acto que le da relevancia al país, pero también es un acto de compromiso, después uno termina prisionero de los intereses de los grandes en un juego que no siempre es el propio".

FP - Es verdad.

EC - ¿A qué alude el doctor Sanguinetti?

FP - Es verdad, como país pequeño en todas las dimensiones vamos a estar sujetos a presiones, y para un país como Uruguay presiones que vengan de grandes países van a ser muy difíciles de resistir.

Eso es cierto, pero que sea un reconocimiento a nuestro país es una cuestión relativa. Los puestos tienen dos años de duración y hay una especie de rotación entre todos los países, todos los países, con prestigio o sin prestigio, en determinado momento han llegado a ser miembros del Consejo de Seguridad. No lo veo como un reconocimiento. En el caso de Uruguay puede tratarse de un reconocimiento, tenemos una trayectoria internacional impecable, de modo que sí, pero no necesariamente la presencia en el Consejo de Seguridad es el reflejo de una buena trayectoria. Hay países que han tenido una muy mala trayectoria internacional pero por la coyuntura política han logrado hacerse elegir al Consejo de Seguridad. De todos modos es cierto que si aceptamos integrar el Consejo de Seguridad, tenemos que hacernos cargo del hecho de que llegado el momento vamos a sufrir presiones muy grandes que probablemente nos impidan o dificulten que tomemos la posición que realmente corresponde a nuestros valores.

EC - ¿Cómo es eso? ¿Algún ejemplo concreto?

FP - No querría dar ejemplos concretos sino hablar en general. Supongamos que en el Consejo de Seguridad se discute un conflicto en el que está en juego uno de nuestros grandes amigos o grandes clientes y hay que tomar una resolución contra ese país.

EC - Esa hipótesis podría corresponder al enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán. Casualmente Estados Unidos es uno de los principales compradores de carne uruguaya e Irán es el principal comprador de arroz. ¿Qué hacemos ante ese diferendo si tenemos que votar en el Consejo de Seguridad? Ese puede ser un dilema.

FP - Exactamente, es el tipo de dilema al que realmente hay que tenerle un poco de miedo y hay que estar preparados para saber cómo se va a reaccionar. Ha habido antecedentes de este tipo de situaciones en la Comisión de Derechos Humanos.

EC - Cuando a Uruguay le tocó integrar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

FP - Yo siempre fui contrario a que integráramos la Comisión de Derechos Humanos, por más que es una posición desde la cual podemos abogar por el respeto a los derechos humanos en otros países. Pero hemos actuado con una cierta duplicidad.

EC - ¿Por qué lo dice?

FP - Condenamos a veces a países violadores de derechos humanos con los que no teníamos relaciones, pero miramos para otro lado cuando se trató de países que son violadores de derechos humanos pero que son amigos o clientes nuestros. No conviene caer en esa situación. Eso se nos puede presentar sin duda alguna en el Consejo de Seguridad.

EC - El canciller Gargano ha hecho declaraciones sobre esta cuestión, y dijo que en caso de que Uruguay integre el Consejo de Seguridad "no tendrá ningún miedo de asumir un cargo de este tipo y tomar decisiones porque este gobierno toma decisiones, si tenemos que votar contra la guerra de Irak lo haremos, no como hizo el anterior gobierno".

FP - Está muy bien, pero nosotros no votamos por la guerra contra Irak, en esa oportunidad tuvimos la ocasión de hacer dos exposiciones en el Consejo de Seguridad, porque no somos miembros pero a veces el Consejo de Seguridad actúa sobre la base de lo que llama debates abiertos en los que participan todos los que quieren participar. En dos ocasiones en los días previos a la guerra hicimos intervenciones en el Consejo de Seguridad pidiendo que se prorrogara el plazo que tenían los inspectores para verificar si existían o no armas de destrucción masiva. En eso fuimos muy claros, tengo muy presente el texto de los discursos que pronuncié.

EC - Usted era el embajador en ese momento.

FP - Exacto, y fue la posición de la mayoría de la Asamblea General. De modo que nosotros nunca aprobamos ni condonamos la guerra contra Irak.

EC - Estábamos hablando de los antecedentes en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, usted decía que Uruguay terminó actuando con duplicidad de criterios. Teniendo en cuenta esa historia, ¿cómo ve esta posibilidad que se plantea de integrar el Consejo de Seguridad?

FP - Veo que se puede presentar una situación, pero si el ministro dice que vamos a adoptar las posiciones sin temor alguno quiere decir que el gobierno está preparado para hacer frente a una situación de ese tipo, actuar de acuerdo con los valores por los que abogamos y no ceder ante las presiones que eventualmente se puedan presentar. Eso indica que el gobierno prevé esa situación y está preparado para hacerle frente.

EC - ¿Cómo está observando la coyuntura de estos días, el proceso de votaciones sin éxito entre Guatemala y Venezuela y el hecho de que surja el nombre de nuestro país como alternativa?

FP - Esta situación ya se presentó históricamente con respecto a países latinoamericanos y se solucionó con una tercera candidatura. En esta situación, si esto sigue y si el gobierno de Uruguay está dispuesto a integrar el Consejo de Seguridad, no se debe consultar con el Mercosur, procedimiento que aparentemente se va a seguir.

EC - Sí, ha trascendido.

FP - El Mercosur no tiene nada que hacer acá, es como si fuéramos a pedirles autorización a Brasil y Argentina para entrar en el Consejo de Seguridad. Si se propuso esa medida es porque el gobierno quiere evitar que Uruguay aparezca como competidor, y en eso tiene razón, no podemos aparecer como competidores ni de Guatemala ni de Venezuela. En mi opinión corresponde hacerles saber a los gobiernos de los dos países, Guatemala y Venezuela, que si creen que una salida honorable para ellos a este impasse se puede encontrar mediante la presentación de la candidatura de Uruguay al Consejo de Seguridad, que si ellos lo entienden así, estamos dispuestos a presentarla. Ese es el procedimiento, nosotros no competimos con nadie ni ofendemos a ninguno de los dos países.

***

EC - El embajador Felipe Paolillo fue funcionario de la cancillería hasta abril de 2005. Se desempeñó como embajador en Naciones Unidas en dos períodos, de 1987 a 1991 y de 2000 a 2005. Desde los sesenta es funcionario internacional y desde 1985 participa en la carrera diplomática. Hoy asesora a gobiernos de América Central sobre temas de límites marítimos y en Uruguay es docente de Derecho Internacional en la Universidad ORT.

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Edición: Mauricio Erramupe