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Sorpresa, dolor y acatamiento por remoción de Díaz

Sorpresa, dolor y acatamiento por remoción de Díaz

Con esas tres palabras fue que fuentes militares definieron el humor castrense tras el relevo del comandante en jefe del Ejército, Carlos Díaz. Hombre de confianza del gobierno y hábil operador en la interna militar, Díaz es de difícil remplazo, afirman. Ese es uno de los problemas del Ejecutivo, además de la polémica que abrió la decisión que repasa el siguiente informe.

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
"Jefe del Ejército se reúne con líderes políticos". Ese fue uno de los títulos ayer en la portada del Semanario Búsqueda. Una nota breve que el comandante del Ejército, teniente general Carlos Díaz, ha invitado a líderes políticos de los partidos tradicionales para intercambiar puntos de vista sobre asuntos de actualidad en conversaciones informales", según expresaron a ese semanario fuentes políticas y militares. "Una de las reuniones se produjo ayer, miércoles 18, en el Cortijo Vidiella –continuaba la nota–, un establecimiento lindero al Batallón Nº 14 de Infantería del Sauce, destinado para ser utilizado como lugar de residencia y/o reuniones de los comandantes en jefe del Ejército. Las fuentes dijeron que en el encuentro realizado el miércoles estuvieron presentes, además del comandante Díaz, el ex presidente y actual senador, Julio Sanguinetti, el ex ministro de Defensa Yamandú Fau y los generales Perro Aguerre y Miguel Dalmao. El artículo terminaba diciendo que "Díaz también ha invitado a conversar al presidente del Directorio del Partido Nacional, senador Jorge Larrañaga, y al ex presidente de la República Luis Alberto Lacalle".

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(Audio)

"CARLOS DÍAZ:
Yo he sido leal, me voy siendo leal, mañana voy a venir, me voy a ir para mi casa y el resto de mi vida voy a ser leal. Soy honesto, soy leal y he sido leal permanentemente. Yo hice una reunión, salió en la prensa y eso determinó mi relevo. Muy bien, entiendo, el señor presidente es quien decide el tema".

(Fin.)

EC - Así hablaba ayer de tarde el teniente general Carlos Díaz a su salida de la sede del Comando del Ejército, cuando ya todo Uruguay conocía que a raíz de aquella novedad publicada en Búsqueda el Poder Ejecutivo había decidido relevarlo de su cargo.

Un episodio para nada menor en este gobierno que encabeza el doctor Tabaré Vázquez, un hecho que hoy acapara las portadas de los diarios y los semanarios y ha instalado un fuerte debate político.

El País titula: "Vázquez confronta a oposición y destituye al jefe del Ejército". El Observador: "Para el gobierno, el general Díaz cayó en una trampa". La Diaria usa una expresión breve y con un juego de palabras, como es su costumbre: "Tarjeta colorada". Habla de "fulminante reacción presidencial tras una reunión no autorizada del comandante en jefe con Sanguinetti y Fau". La República: "Se reunían a espaldas de Tabaré Vázquez. El presidente de la República abortó un plan de reuniones secretas entre los altos mandos del Ejército y los máximos dirigentes de la oposición": Y Últimas Noticias dice que "Vázquez sacude al Ejército con el relevo de Díaz".

"Sorpresa, dolor y acatamiento". Con estas palabras se puede resumir el sentimiento dominante dentro del Ejército al conocerse la decisión del Poder Ejecutivo de relevar de su cargo al comandante en jefe del Ejército, teniente general Carlos Díaz.

Primero sorpresa

Según confiaron fuentes de la fuerza de tierra ayer a En Perspectiva, la primera reacción que afloró fue la sorpresa. En especial porque se entiende que, al margen de algunos cortocircuitos que se habían dado en los últimos meses, el ex comandante Díaz era un hombre de confianza del gobierno. Los informantes recordaron que Díaz redactó, junto con el general Pedro Barneix, el primer informe sobre los desaparecidos que el Ejército le entregó al presidente Vázquez en agosto del año pasado, cuando era comandante en jefe Ángel Bertolotti. Más cerca en el tiempo, ya como jefe de la fuerza de tierra, Díaz venía trabajando a satisfacción en la búsqueda de los equilibrios internos, en general en muy buena sintonía con el Poder Ejecutivo. "Pese a que la cosa no venía fácil, Díaz venía capeando el temporal de la mejor manera", dijo un oficial de alto rango a la producción de En Perspectiva.

Un elemento más que alimentó la sorpresa dentro del Ejército fue el motivo del relevo, o sea, el hecho de que Díaz no hubiera solicitado autorización al Poder Ejecutivo para desarrollar reuniones con dirigentes políticos. Si bien es evidente que hubo una violación al artículo 77 de la Constitución, también es cierto que la situación podía arreglarse de una forma más suave, simplemente comunicándole a Díaz que el Poder Ejecutivo creía inconvenientes esos contactos y pidiéndole que no los repitiera. "Eso era suficiente", decía una de estas fuentes. "Pero relevarlo por un hecho privado como este parece ser una exageración", agregaba el informante.

Porque además no hay que olvidar la forma en que Díaz llegó al cargo. El Poder Ejecutivo lo seleccionó salteando a varios generales que le precedían en el orden de derechas. Según recordaron estas fuentes del Ejército, Díaz ocupaba el octavo lugar entre los 15 generales que podían aspirar a la Comandancia. Además fue electo por sus condiciones de operador político dentro de la fuerza, una tarea en la cual, según estas fuentes, no tiene un sustituto natural. "Díaz era un operador político de primera línea; ahora para otro va a ser muy difícil, en un momento donde además en el que quedan varias cosas importantes por resolver", comentó un oficial del Ejército a En Perspectiva.

Por último, estas fuentes confiaron que los había descolocado también el disparador del relevo, es decir, la noticia que publicó Búsqueda. Señalaban estos informantes que en una fuerza tan vertical y disciplinada como el Ejército, y conociendo bien a Díaz, "sorprendió enterarnos por la prensa de una reunión del comandante con, entre otros, el ex presidente Julio María Sanguinetti".

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Además de la sorpresa, el dolor

Eso fue lo que ayer en la tarde y en la noche En Perspectiva recogía como ambiente dentro del Ejército. "Sorpresa y dolor" era el resumen de las sensaciones que se palpaban.

Pero a propósito de esto último, esto que decía esta fuente, "sorprendió enterarnos por la prensa de una reunión del comandante con, entre otros, el ex presidente Julio María Sanguinetti", hoy, recorriendo las informaciones publicadas por los diarios, aparecen pistas que empiezan a conducir hacia otras interpretaciones, sobre todo las que podrían haber llevado al gobierno a tomar esta determinación tan severa.

El matutino La Diaria, por ejemplo, cita declaraciones del coronel Pedro Aguerre, un militar arrestado en su momento por oponerse a la dictadura cívico-militar y actualmente retirado, que es además padre del general que participó en estos encuentro, Pedro Aguerre, que ahora ha sido sancionado. El coronel Aguerre dice: "Es evidente que los generales no pueden hacer una reunión de ese estilo sin pedir autorización. Sanguinetti también sabe eso, es algo que me extraña, que haya dejado que un comandante cometiera una falta de ese estilo. ¿O será que le quiere gastar una broma al presidente?", sugirió. Y añade La Diaria: "El embromado resultó Díaz, sobre todo si, como dijo anoche a Canal 5, la iniciativa de la reunión con los colorados no fue suya sino sugerencia de alguien cuyo nombre no reveló. Y habría que ver si el proponente no fue el mismo que hizo llegar el dato a Búsqueda y lo mandó a la paliza", termina diciendo el artículo del matutino.

Esto se encadena, a su vez, con detalles que publica El Observador de la reunión de ayer en la tarde del ya relevado comandante Díaz con un grupo de oficiales generales. "En ese encuentro Díaz contó que la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, cuando habló con él en la mañana de ayer le dijo: ‘Usted cayó en la trampa que le tendió el enemigo".

¿Cuál es la trampa? Por estas horas esto da lugar a distintas especulaciones.

El País también habla de esto, dice que "sin mencionar el término conspiración, en filas del gobierno se quiere saber qué hay detrás de la serie de reuniones que el ex comandante pensaba mantener con los líderes de la oposición, en momentos en que los lemas tradicionales acusan a la administración del Frente Amplio de actuar por fuera de la legalidad. Las dudas surgen, además, al conocer las presiones que caían sobre Díaz por parte de algunos sectores del Ejército que intentan resistirse a la política de derechos humanos del gobierno. Esa interpretación sobre el accionar de la oposición es la base de la contraofensiva que comenzó a poner en marcha Vázquez, según se lo anunció en la tarde de ayer a los integrantes del gabinete. A través de contactos telefónicos mantenidos desde Rocha, donde se encontraba, Vázquez les señaló a los ministros, sobre los motivos del relevo de Díaz y el arresto a rigor dispuesto a los generales Miguel Dalmao y Pedro Aguerre tras conocer, por el semanario Búsqueda, la reunión mantenida por los tres militares con Sanguinetti y con Fau".

Sin embargo Sanguinetti tiene otra interpretación. Ha dicho que la decisión de Vázquez se produce porque el gobierno está "muy débil y necesita realizar un aparente acto de autoridad ante una reunión normal".

"La actitud de los lemas tradicionales en contra de la designación de Mirtha Guianze como fiscal de Corte, las críticas por la interpretación de la ley de caducidad y la enumeración de inconstitucionalidades que estaría cometiendo el gobierno en varios asuntos, fueron algunos de los elementos que dispararon a los integrantes del Poder Ejecutivo para responder a blancos y colorados con una carta más fuerte. La estrategia política del gobierno anunciada a los ministros fue explicitada luego por el propio mandatario cuando dialogó con la prensa, que lo ubicó en Cabo Polonio, en el departamento de Rocha".

(Audio)

"TABARÉ VÁZQUEZ:
Tuvo una reunión con dirigentes políticos del Partido Colorado y tenía previstas aparentemente, por lo que dice el medio de prensa, entrevistas con el doctor Lacalle y el doctor Larrañaga. Estas reuniones las mantuvo sin comunicar y pedir la autorización correspondiente ni al presidente de la República ni a la ministra de Defensa. Esto motivó que releváramos al comandante en jefe de su cargo y que encargara del despacho al general de la derecha, que es el general Saavedra, hasta que decidamos, en el correr de la semana que viene, un nuevo nombramiento definitivo.

Quiero aprovechar esta oportunidad para recordar lo siguiente. Siendo el doctor Lacalle presidente y el doctor Sanguinetti presidente, yo era presidente del Frente Amplio, estaba en la oposición, y entendimos oportuno tener reuniones con los tres comandantes en jefe, y lo que hice, por lealtad institucional y por respeto a las autoridades de gobierno y porque respetamos las instituciones, no de palabra ni acusando a otros de no respetarlas sino porque realmente las respetamos, les pedí autorización a los presidentes doctor Lacalle y doctor Sanguinetti y me reuní. Recuerdo que en una de las reuniones estuvo presente el doctor Iturria, que era el ministro de Defensa, no sólo los comandantes en jefe sino también el ministro de Defensa. Y en el período anterior quise tener una reunión con los comandantes en jefe y le pedí la autorización al doctor Batlle y el doctor Batlle no autorizó que los comandantes se reunieran conmigo como jefe de la oposición. Y yo respeté esa decisión.

Por tanto creo que hay que tener mucho cuidado en respetar realmente las instituciones del país, no sólo con declaraciones pomposas ni intentando acusar al gobierno de no respetar las instituciones sino respetándolas en los hechos. Las autoridades militares dependen del mando superior y el mando superior es el presidente de la República electo por el pueblo uruguayo. Y hay que respetar esa cadena de mando, cuando no se respeta se produce una falta que es considerada grave. Yo lo lamento enormemente, siento un gran aprecio por el comandante Díaz, creo que es una excelente persona. Se equivocó, pero estos errores lamentablemente no se pueden cometer".

(Fin.)

EC - Efectivamente, el teniente general Carlos Díaz era uno de los hombres de mayor confianza del presidente Tabaré Vázquez en la fuerza de tierra. Entonces, ¿cómo se entiende su relevo?

Esta versión que publica el diario El País dice que "el pase a retiro de Díaz fue la inmediata respuesta del mandatario a los partidos de la oposición, y en especial al ex presidente Julio Sanguinetti ante el convencimiento de que el líder del Foro Batllista rozó la ilegalidad al asistir a una reunión con Díaz que era ignorada por el Poder Ejecutivo".

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EC - "En la izquierda se cree que la difusión de la cena de Díaz con Sanguinetti y Fau formó parte de un operativo del Foro Batllista para generar una crisis institucional y hacerlo caer", sigue diciendo El País. Y cita a esos efectos al senador comunista Eduardo Lorier, que consideró que "con el desenlace del encuentro se pudo apuntar a intranquilizar a las Fuerzas Armadas. Subrayó que con su actitud los lemas tradicionales rozaron la ilegalidad y abrieron un flanco débil". El País añade que aunque en algunas ramas de las Fuerzas Armadas se tiene la misma interpretación respecto del Foro, desde el Ejército se piensa que la filtración del encuentro pudo haber surgido de parte de integrantes de la fuerza de tierra que discrepaban con Díaz y procuraban su relevo.

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EC - El comunicado del Ministerio de Defensa Nacional dado a conocer ayer fue particularmente escueto: "En el día de la fecha, 19 de octubre de 2006, se procedió a relevar de su cargo como comandante en jefe del Ejército al señor teniente general don Carlos Díaz. La decisión fue motivada por las reuniones que dicho oficial general mantuvo y programó con altos dirigentes políticos sin poner en conocimiento previo al mando superior. Interinamente se ha encargado el despacho de la Comandancia General del Ejército al señor general don Manuel Saavedra".

Pero la parquedad no caracterizó sólo a ese comunicado de prensa, en general las autoridades del Ministerio de Defensa Nacional se mostraron remisas en la comunicación con los periodistas ayer. La producción de En Perspectiva en particular procuró entrevistas o conversaciones fuera de micrófonos con la ministra y con el subsecretario, se realizaron las gestiones correspondientes y hasta ahora no hubo respuestas positivas.

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EC - Es en ese contexto de silencio o de imposibilidad de abundar en los detalles que estuvieron detrás de una decisión tan drástica que se produce esta proliferación de interpretaciones. Más temprano les reseñábamos las sensaciones que priman dentro del Ejército, que hablan de sorpresa, dolor y acatamiento; recién escuchábamos la versión oficial, la explicación del presidente Tabaré Vázquez dada ayer en Cabo Polonio; y además hemos presentado otros análisis, otras visiones sobre cuál fue el motivo de fondo del Poder Ejecutivo, qué fue lo que se percibió en estas reuniones en las que se notó o se creyó ver una operación política pergeñada desde la oposición y en particular desde el Foro Batllista.

¿La gota que desbordó el vaso?

Para terminar de entender lo que pasó, por lo menos con los elementos disponibles a esta altura de los acontecimientos, otras de las fuentes militares consultadas ayer nos hacían notar que también es cierto que si bien el teniente general Díaz era un hombre de confianza de este Poder Ejecutivo, últimamente se habían producido entre las dos partes una serie de roces que habían desgastado la relación.

Tres hechos relacionados con los derechos humanos y la participación de ex oficiales del Ejército en delitos cometidos durante la dictadura fueron generando algunos chispazos.

Por ejemplo, la fuga del ex coronel Gilberto Vázquez, cuando era atendido en el Hospital Militar, en la tarde del lunes 3 de julio. Este episodio que mantuvo en vilo al gobierno durante varios días dejó mal parado al entonces comandante en jefe, y también a quien ahora lo sustituye provisionalmente en la Comandancia, el general Manuel Saavedra.

Otro asunto que tensionó la relación del Ejecutivo con el ex comandante Díaz fue la construcción de una cárcel en un predio del Ejército para albergar a los militares que sean procesados por la justicia por delitos de violación a los derechos humanos durante la dictadura. Se debatió largamente entre el gobierno y el Ejército si ese establecimiento debía quedar bajo la órbita de las Fuerzas Armadas o del Ministerio del Interior. Finalmente terminó primando este último criterio, con el añadido de que también fueran recluidos allí otros criminales procesados por delitos comunes que enfrentaran problemas de seguridad.

Un tercer desencuentro fue la discrepancia pública de Díaz con el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, en el mes de setiembre. El cortocircuito estuvo centrado en el denominado "segundo vuelo", que trasladó a Uruguay a 22 uruguayos detenidos en Argentina en julio de 1976.

Fernández dijo que a través de un informe verbal Díaz le había confirmado que todos los pasajeros de aquel viaje habían sido efectivamente ejecutados en Uruguay. Sin embargo, pocos días después, el informe entregado por el comandante al presidente Vázquez no convalidó aquella versión, argumentando que no se disponía de la información necesaria para avanzar en el tema, ya que el "segundo vuelo" había estado a cargo del Servicio de Información de Defensa de la época, que "no era orgánicamente una repartición del Ejército Nacional".

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...Y acatamiento

EC - Volviendo por un instante a las evaluaciones realizadas ayer dentro del Ejército, las fuentes consultadas por En Perspectiva enfatizaron que, pese a la sorpresa por el relevo e independientemente de que se comparta o no la sanción, lo que resta es acatar la decisión y asumirla como lo que es, una resolución adoptada desde el mando máximo de la fuerza y, además, perfectamente ajustada a derecho.

De todos modos está claro que la sensación general es que "el paso dado por el Ejecutivo es una desgracia para el Ejército", según comentó un ex comandante en jefe de la fuerza de tierra.

Hay aspectos delicados en la determinación adoptada ayer. Uno de los generales que participaron en la reunión ayer de tarde con Díaz dijo que en el encuentro se consideró que de ahora en más será muy difícil para el gobierno mantener el espíritu de colaboración del Ejército respecto de los hechos del pasado. "Nos pidieron colaboración, se la dimos y nos siguen destratando", señaló este oficial.

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El próximo paso

EC - Ahora el gobierno debe buscar un sustituto para el teniente general Carlos Díaz, porque el general Manuel Saavedra sólo fue nombrado en el cargo de manera interina. Dentro de la fuerza de tierra se espera que este impasse no se extienda demasiado en el tiempo, ya que desde el punto de vista administrativo es muy importante que la jefatura de la fuerza se encuentre en manos de un titular.


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Edición: Mauricio Erramuspe