Entrevistas

Topolanski reclamó reponsabilidad a la oposición

La senadora Lucía Topolanski reclamó responsabilidad a la oposición citando como ejemplo que mientras en el Senado se decía que era más seguro realizar la Cumbre Iberoamericana en Punta del Este, en Diputados se interpelaba por la inseguridad en Maldonado. Para la legisladora, el paro de los camioneros es "salvaje" porque en "un proyecto de país productivo el transporte es como la nervadura".

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
Estamos en diálogo con la senadora Lucía Topolanski, del Movimiento de Participación Popular, Frente Amplio (FA).

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Senadora Topolanski, usted escuchaba al senador Larrañaga con su exhortación al diálogo y a la cordura. En particular una exhortación dirigida al gobierno y al partido de gobierno. Entiende que se han cometido excesos, por ejemplo al sostener que el de la Intergremial del Transporte de Carga forma parte de una especie de confabulación de la derecha destinada a desestabilizar a esta administración. ¿Qué contesta usted?

LUCÍA TOPOLANSKI:
En primer término quiero dejar clarísimo que respaldo todo lo actuado por el gobierno. Llama la atención una serie de hechos que se suceden casi encadenados, no tengo pruebas para decir que forman parte de una orquesta pero llaman la atención a cualquiera que los mire. Usted para a un ciudadano por la calle y va a encadenar inmediatamente todos los hechos. Eso puede ser opinable.

EC - ¿De ahí se puede salir a sostener que hay una conspiración?

LT - Nosotros no hemos sostenido que hay una conspiración, hemos visto una serie de hechos que se sucedieron y generaron una situación que nos lleva a esta medida.

Hay una inexactitud en lo que decía el senador Larrañaga. Es cierto, tuvimos la intención de hacer realidad el gasoil productivo, pero recordemos que esta fue una consigna de muchos años de campaña electoral también del Partido Nacional (PN) que en el ejercicio del gobierno del doctor Lacalle no se pudo poner en práctica. Hagamos memoria de todo el horizonte.

La dificultad radica en que el parque automotor uruguayo se desvió hacia el gasoil generando un plus de nafta, hay un desequilibrio que hace muy difícil la aplicación de determinadas medidas. Es fácil calcular el gasto de un camión, de una extensión de arroz o de soja, pero es muy difícil calcular el gasto de una chacra, de la parte hortofrutícola de un fletero que tiene una pequeña camioneta y hace alguna changa en su barrio.

EC - ¿Eso no debió haberlo sabido el FA antes de anunciar que iba a haber un gasoil para el sector productivo?

LT - Intentamos una fórmula, le dijimos a la población que dejábamos esa fórmula en suspenso porque no habíamos podido resolver algunas contradicciones y empezamos con una serie de medidas que van a conducir finalmente a esto.

Y la primera, que es muy importante recordar, es que desde hace años, por primera vez, en la medida que bajó el precio del petróleo se bajó dos veces consecutivas el precio del combustible para todos los sectores. Se olvida ese punto que es estratégico, el gobierno ha dicho con toda claridad: toda vez que baje el precio del crudo bajará el precio de los combustibles, y si la flecha va en el otro sentido habrá una suba, vamos a transparentar la relación, porque somos tomadores de precios, en el precio de las naftas y del gasoil. Eso se hizo y cayó sobre toda la población con esas dos rebajas consecutivas. Primera precisión.

Segundo, se está tomando una serie de medidas –algunas vienen en la reforma tributaria– con relación a dejar el gasoil sólo para el aparato productivo y que las naftas cubran el resto del transporte. Incluso hay un plan para el cambio de la flota oficial y la flota de taxímetros. Eso va a tender a un equilibrio entre las naftas y el gasoil, porque cuando destilo produzco las dos cosas, no tengo otra alternativa. Y se va a hacer por sectores. El precio del boleto es caro en Uruguay, tanto urbano como interdepartamental, en eso hay unanimidad. Esta medida, que es de gasoil social porque va directo al bolsillo de una cantidad enorme de población que no tiene el poder de lobby de la central de transportistas, que va al bolsillo de doña María, precisa un subsidio porque cuando yo bajo los costos en un lugar tengo que sacar plata de otro.

EC - Claro, pero se anunció ese subsidio con ese fideicomiso y sobre la marcha se fueron corrigiendo los mecanismos, por lo menos si existían de antemano no fueron comunicados y la primera reacción fue la de los sectores que se iban a ver afectados en la actividad empresarial por un aumento de sus costos. Después se dio a conocer un proyecto que permitiría una mayor deducción de IVA y por lo tanto compensar el aumento, pero al principio esa parte no se difundió.

LT - La central de transportistas se calló la boca cuando se bajó dos veces el precio del combustible, no salió a decir que le venía bien. Segundo, el fideicomiso se puede financiar de muchas maneras y está bien que la gente opine y mejore los proyectos, este es un gobierno extremadamente dialoguista, contrariamente a lo que dicen algunos. Estaba esa forma de subsidio y se han agregado otras. Si se saca la cuenta, con la variación del descuento de IVA salen mejor los transportistas. Y los grandes productores también, la gente de la ARU, que se sumó a esa medida, sale mejor porque ellos también pueden descontar. Sin embargo este paro estaba preparado desde hace tiempo con fecha lunes 23. Es un tanto salvaje, por tiempo indeterminado, todos sabemos que para un proyecto de país productivo como el que tiene nuestra fuerza política el transporte es como la nervadura que hace posible el funcionamiento del país. Si este fuera un proyecto plaza financiera el corazón estaría en los bancos.

EC - Más allá de lo que ha ocurrido hasta ahora en el manejo de este conflicto en particular, en especial la decisión de esta madrugada de decretar servicios esenciales en el transporte de carga, más allá de cómo se encauce esta negociación, está claro que esta situación no es la única de tono crispado que está planteada en el escenario nacional, hay una acumulación de hechos que también abarca la relación gobierno-oposición, que viene muy deteriorada. ¿Quién va a dar un paso para bajar la pelota al piso antes de que esto siga evolucionando quién sabe hacia qué consecuencias?

LT - Lo que más me importa es la opinión de la gente, más que la de algunos voceros parlamentarios de la oposición.

EC - ¿No está faltando diálogo?

LT - De ninguna manera, las gremiales de transportistas si hubieran querido habrían acomodado la tarifa. Pero fuera de eso debe recordarse que nuestro partido siendo oposición y en el peor momento del país, en la crisis de 2002, tuvo la responsabilidad, junto con el pueblo uruguayo, de dar una enorme gobernabilidad a la coalición blanquicolorada, no vivimos los escenarios argentinos. Eso se dio desde la oposición política y desde la población.

EC - ¿Se puede comparar 2002 con este momento?

LT - No se puede comparar, pero esa oposición responsable no ha sido la característica de la oposición actual. ¿Si no cómo me explica usted que cuando en el Senado de la República se discutió una norma de seguridad por la realización de una cumbre el PN no haya votado y haya dicho que lo mejor era llevarla a Punta del Este, mientras en la otra cámara se interpeló al ministro del Interior por la inseguridad en Punta del Este? ¿Cómo se entiende? Debemos ver todo el escenario. Nosotros hemos tenido una enorme responsabilidad y voluntad de diálogo. El doctor Larrañaga se ha quejado de que no tiene un senador referente como pudo ser el senador Atchugarry en el gobierno anterior, pero nosotros tenemos otra forma de trabajar, hay que entender que el partido que ganó tiene una realidad interna en la que el colectivo pesa mucho más que las directivas de algún caudillo. Si no se entiende la situación histórica obviamente se va a ir por carriles que no corresponden.

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Edición: Mauricio Erramuspe