Entrevistas

Bayardi: la reunión de Díaz con políticos fue "una cama"

El subsecretario de Defensa, José Bayardi, afirmó que la reunión del general Díaz con Sanguinetti y Fau –que provocó su relevo- fue confirmada a Búsqueda mientras sucedía, por uno de los civiles. No pudo afirmar si la decisión de que trascendiera también fue de ellos. Sí consideró que fue "una cama". Respecto a la designación de Rosales dijo que implica "una continuidad".

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:
El jueves el relevo fulminante del comandante en jefe del Ejército, Carlos Díaz. Este lunes la designación de su sucesor, Jorge Rosales. Dos decisiones del Poder Ejecutivo que generaron sorpresa y polémica en ámbitos militares y políticos.

Es que el teniente general Carlos Díaz era considerado un hombre de confianza del presidente Tabaré Vázquez y una pieza fundamental en el revisionismo de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura que este gobierno viene llevando adelante. Y al momento de su relevo apenas tenía ocho meses en el cargo.

Ahora lo sucederá Jorge Washington Rosales Sosa, el general de menor edad –tiene 52 años– y el último en lograr el ascenso al generalato. Actualmente se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Ejército y, según las versiones que han trascendido en las últimas horas, cuenta con un gran don de mando y goza del respeto de sus pares por su carrera profesional.

¿Cómo queda la interna del Ejército después de estas movidas? ¿Cómo recibe el gobierno la andanada de críticas de la oposición por estas decisiones?

Vamos a conversarlo con el subsecretario de Defensa Nacional, doctor José Bayardi.

***

Subsecretario Bayardi, ¿con qué criterio se manejó el Poder Ejecutivo para designar al nuevo comandante en jefe del Ejército? ¿Cuáles son las características del general Rosales que hacen que el Ejecutivo le confíe este cargo en este momento tan particular?

JOSÉ BAYARDI:
Hay dos criterios centrales. Uno, que no varía mucho el criterio utilizado para la designación del teniente general Carlos Díaz en sustitución del teniente general Ángel Bertolotti. Es elegir un general que tenga continuidad en el tiempo para desarrollar las líneas de conducción del Ejército con cierto grado de estabilidad, no hay líneas en cuanto a planes de desarrollo y de gestión dentro del Ejército que se puedan desarrollar en cortos períodos de tiempo. El general Carlos Díaz cuando se lo designó era el octavo en el orden de derecha, en este caso el general Rosales está en el lugar número 11 de los generales que están en actividad, no fue el último designado.

EC - No fue el último.

JB - No, los últimos fueron, empezando de abajo a arriba, el general Aguerre, el general De Oliveira y en la tanda anterior de los cinco designados el cuarto correspondía al general Rosales.

EC - ¿Cuántos generales fueron salteados en el orden de derecha?

JB - Permítame que le diga cuál es el segundo criterio. El general Rosales era el jefe del Estado Mayor del Ejército designado por el general Carlos Díaz, o sea que estaba dentro de las líneas de trabajo que el mando venía aplicando.

Contando el total de los 16 generales, incluido el general Carlos Díaz, el general Rosales estaba en el lugar número 11.

EC - Su designación implicó saltear 10 en el orden de derecha.

JB - Nueve contando al comandante en jefe, que era el uno, no era su precedencia pero era el que estaba al comando.

EC - Además implicó nombrar comandante en jefe a un oficial que en enero pasado todavía era coronel, porque fue ascendido a general en la primera tanda de designaciones que hizo el gobierno de Tabaré Vázquez en febrero.

JB - Con fecha 1 de febrero de 2006.

EC - Además, otro detalle llamativo: cuando Rosales fue ascendido, entre los coroneles en condiciones de ascender estaba en el lugar 25, según ha trascendido. Es una decisión bastante heterodoxa, no era de las más probables.

JB - Dicho así parece que se estuviera innovando de manera sustantiva. En el pasado hubo ascensos dentro de las fuerzas que no reflejaron el orden de derechas, en algún momento se designó como comandante en jefe a quien había pasado del cargo de coronel o de capitán de navío a contralmirante o general y de ahí al comando de la fuerza.

EC - Usted está aludiendo a lo que ocurrió al comienzo del gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle, cuando se nombró comandante en jefe de la Armada al vicealmirante James Coates que en ese mismo momento fue ascendido al grado de contralmirante.

JB - Es una facultad del presidente de la República como lo fue en su momento. Es una facultad discrecional, no requiere nada más que la voluntad política de hacer asumir la responsabilidad al oficial general que se entienda.

EC - Por su edad, 52 años, este comandante teóricamente puede estar en su cargo ocho años más. O sea, salvo que haya diferencias con él, Rosales va a ser comandante durante todo lo que queda de este gobierno y buena parte del próximo período.

JB - Los coroneles tienen limitación de edad hasta los 55 años, a los generales cuando son designados no los limita la edad sino el tiempo de permanencia en el generalato, ocho años. El comandante en jefe, de acuerdo con la Ley Orgánica actual, tiene la limitante de que no puede estar más de cuatro años en su cargo de comandante en jefe.

EC - Ese detalle me faltaba.

JB - Es una disposición de la Ley Orgánica actual, la 14.157.

EC - Pero sí puede estar todo este período de gobierno, efectivamente.

JB - Efectivamente.

EC - Una interpretación muy extendida desde el lunes pasado cuando se conoció esta decisión es que el Poder Ejecutivo está promoviendo una depuración en los cuadros de altos oficiales del Ejército. Como es costumbre en las Fuerzas Armadas que ante una decisión como esta pidan el pase a retiro aquellos generales que según el orden de derechas eran elegibles y no fueron tenidos en cuenta, el Poder Ejecutivo estaría empujando, a partir del cortocircuito que se produjo con el teniente general Carlos Díaz, una renovación en el cuadro del generalato. ¿Efectivamente existe esa intención?

JB - En estos días he oído muchas interpretaciones, todo el mundo tiene derecho a hacer su interpretación.

EC - Se entiende que se estaría buscando dar paso a generaciones menos involucradas con la época de la dictadura.

JB - Vayamos por las interpretaciones. En primer lugar, la destitución o el relevo del comandante en jefe teniente general Carlos Díaz únicamente respondió al hecho de haber mantenido una reunión sin haberlo comunicado en forma previa. No hubo ningún otro elemento.

EC - Usted descarta la hipótesis de que hayan jugado otros roces que el Poder Ejecutivo tuvo con el teniente general Díaz en los últimos meses.

JB - Sí, como oí esas interpretaciones y usted ahora me pregunta, estoy reafirmando que el único elemento que llevó al relevo del comandante en jefe teniente general Carlos Díaz fue no haber comunicado la realización de una reunión el miércoles de noche de la que se dio cuenta el jueves de la semana pasada en un seminario. Si hubiera habido otros elementos que hubieran ameritado la remoción se lo habría removido en su momento, si no se hizo fue porque no ameritó, no hay una suma de cargas en esto porque la valoración de desempeño que se tenía y se tiene del comandante en jefe cesante era buena y fue una decisión tomada no sin dolor –dicho esto sin dramatizar–, sin malestar. Cuando uno está obligado a tomar decisiones y así lo entendieron el presidente de la República y la ministra en tanto mandos superiores, se toma, más allá de elementos de dolor y de valoraciones.

Por otro lado, lo que se hace es manejar una línea de gestión o de mando con continuidad para el caso del general Rosales en su calidad de comandante en jefe y además es elegir a un hombre que estaba muy cerca del comandante en jefe relevado. Esos son los elementos, el resto va por cuenta de las valoraciones que se quieran realizar desde el punto de vista del análisis.

EC - De hecho este nombramiento está produciendo en algunos generales que no fueron tenidos en cuenta para el nombramiento como comandante en jefe la decisión de pedir el pase a retiro. Por lo tanto está teniendo lugar esa renovación en el generalato.

JB - Hasta el momento tengo la confirmación de la voluntad del pase a retiro del general Manuel Saavedra.

EC - Que era el primero en el orden de derechas.

JB - Se lo manifestó a la señora ministra y seguramente se efectivizará en el correr de las horas. Y ha trascendido públicamente como información la voluntad de solicitar pase a retiro del general Islas, pero esto no está confirmado, apareció ayer en un medio de comunicación. El general Saavedra, en la medida que estaba encargado del despacho, tiene que efectivizar su solicitud de pase a retiro ante la señora ministra; en el caso de otro general la misma se efectiviza ante quien esté encargado del despacho de la Comandancia, esos son los mecanismos. Tengo confirmada la voluntad del general Saavedra, que se la comunicó a la ministra.

EC - Pero más allá de que eso sea lo concreto hasta ahora, podía haber por parte del Poder Ejecutivo la expectativa de que al proceder de esta manera se produjese un efecto dominó de pases a retiro de generales de la antigüedad que estamos mencionando.

JB - No se ha trabajado con expectativa, se ha trabajado tomando decisiones. Las decisiones fueron tomadas con firmeza pero no se ha trabajado con expectativas ni jugando a un golpe a más de una banda, dicho en términos más populares.

EC - Un aspecto delicado en la relación de este Poder Ejecutivo con las Fuerzas Armadas es la investigación sobre el destino de los desaparecidos. ¿Qué participación tuvo el nuevo comandante en jefe, el general Rosales, en las investigaciones realizadas por el Ejército en esta materia?

JB - Hasta el momento, salvo que el comandante en jefe general Díaz le haya encargado alguna tarea de la que no estoy al tanto, más allá de la de colaborador inmediato en el comando del Ejército, no tengo registrada ninguna.

EC - ¿En qué medida ustedes evaluaron la actitud que el general Rosales pudiera tener en cuanto al revisionismo de lo ocurrido durante la dictadura?

JB - Todo ese tema estaba siendo manejado directamente por el señor presidente y la Secretaría de la Presidencia, el doctor Gonzalo Fernández. En segundo lugar, todo lo que tiene que ver con las líneas de acción en esta materia es encarado por el mando superior, el presidente y la señora ministra, y funciona con indicaciones y órdenes que se dan respecto de objetivos que se pretenden en cada momento. No cabe mucho grado de discrecionalidad en lo que tiene que ver con las indicaciones que da el mando superior, ni en el caso del general Bertolotti, ni en el del general Díaz y ni en el futuro en el caso del general Rosales.

EC - Se lo preguntaba entre otras cosas porque ha trascendido que en el Poder Ejecutivo había una cierta disconformidad con el giro que había tomado en los últimos meses la colaboración del Ejército en este tema teniendo en cuenta que en el informe de agosto del año pasado había aparecido una serie de datos equivocados y el cruce de declaraciones que hubo entre el doctor Gonzalo Fernández y el comandante en jefe Carlos Díaz sobre qué era lo que el Ejército había averiguado sobre el segundo vuelo. Como que se estaría esperando una mayor disposición a colaborar que la que se venía dando en estos tiempos.

JB - Todos somos contestes en entender que el compromiso firme que tiene el gobierno con la búsqueda de la verdad y el esclarecimiento de las situaciones vividas con relación a los detenidos desaparecidos es un proceso de avances y retrocesos. En términos generales el balance es de avance más allá de lo que pueda haber dejado como impresión el informe al que usted se refiere, no me consta esa situación de malestar. El malestar implicaría una actitud de predisposición negativa que no me consta que haya existido. Se va a seguir insistiendo en las líneas de trabajo planteadas y cualquier comandante en funciones va a asumir las disposiciones que el mando superior determine.

***

EC - A partir de una pregunta que yo le hacía usted aprovechó para hacer puntualizaciones respecto de cuál había sido la causa del relevo del teniente general Carlos Díaz de la Comandancia del Ejército. Usted decía que la decisión sólo se debió a que había tenido esas reuniones políticas sin haber informado a sus superiores, a la ministra de Defensa, al Poder Ejecutivo. Pero desde el Foro Batllista –recordemos que la reunión de la semana pasada fue con Sanguinetti y Fau–, en Correo de los Viernes, se ha preguntado: "¿Qué quiere demostrar el presidente? ¿Que quien hable con la oposición deberá atenerse a las consecuencias? ¿Que el Ejército viva marginado y que la oposición no tenga márgenes de diálogo con nadie?".

Le traslado estas preguntas o, si prefiere, en términos más generales, ¿qué margen hay para que exista diálogo entre las Fuerzas Armadas y los partidos Colorado, Nacional e Independiente?

JB - Dentro del marco institucional el margen es total. De hecho se han mantenido institucionalmente con la oposición todos los niveles de conversación que se ha querido respecto de la situación de las Fuerzas Armadas, de cada una de las fuerzas, su situación presupuestal, sus necesidades desde ese punto de vista. Seguramente esta es la legislatura en que ha habido más contactos entre miembros del Parlamento, titulares y no titulares de las comisiones vinculadas con el tema y de otras, con las Fuerzas Armadas. La indicación que ha habido del ministerio es que a la hora de conversar y llevar adelante se planteen las cosas que las fuerzas entiendan que son sus necesidades, sus puntos de vista. Habiendo yo sido miembro de la Comisión de Defensa de Diputados en el pasado, se ha mantenido una cantidad de reuniones, se han visitado unidades, se han visitado mandos, se ha estado en los mandos un par de días, ese tipo de conversaciones todas. En este caso estamos hablando de contactos que se ubican fuera del marco constitucional, el relevo fue por la no comunicación previa de la existencia de una reunión.

EC - Pero si el comandante en jefe quiere tener una reunión con dirigentes del Partido Nacional, por ejemplo, y lo informa a sus superiores previamente, ¿la reunión puede concretarse?

JB - Vamos a proyectar a futuro para no hablar del pasado, porque usted puede decir que eso no sucedió. Si hay una solicitud de esas características, como ha habido otras –porque en este período ha habido visitas de miembros de partidos no con delegaciones de comisiones sino visitas particulares a distintos mandos– que se han habilitado estando en conocimiento del mando superior, no creo que existan problemas para habilitarlas. Ya ha habido senadores que han visitado distintas divisiones, han hecho la solicitud a la división, la división ha hecho la consulta del caso y se han habilitado. El informe de Correo de los Viernes simplifica la situación, estamos hablando de una reunión en la que uno de sus principales objetivos políticos fue que trascendiera.

EC - ¿Esa es la interpretación que ustedes tienen?

JB - Estaba en la página principal de un semanario que tiene que haber cerrado entre las 23 y las 24 para su entrada a máquina porque salía el jueves de mañana. La reunión se realizó a las 20.30 y un periodista de la redacción del semanario llamó a uno de los integrantes de la reunión cuando la misma se estaba desarrollando. Es claro que se había puesto en conocimiento y se llamó para confirmar si se estaba realizando.

EC - ¿Quién tuvo esa intencionalidad?

JB - Sin duda debe haber sido de los participantes en la reunión, el doctor Sanguinetti o el profesor Fau.

EC - ¿Por qué habrían tenido esa intención? ¿Por qué querrían que la reunión se conociera?

JB - Supongo que se podía presuponer que la trascendencia de esa reunión obligaría a tomar decisiones políticas, como se tomaron.

EC - ¿A eso se refería la ministra Azucena Berrutti cuando le dijo al comandante Díaz el mismo jueves de mañana "usted cayó en una trampa del enemigo"?

JB - Lo valorado por la doctora Berrutti en la conversación es que muy probablemente hubiera gente que no deseaba la permanencia del general Díaz en el Comando General del Ejército, estábamos llegando a la conclusión de que podía haber sido lo que vulgarmente se llama una cama que se había ambientado de esa manera.

EC - Una cama, ¿organizada por quién?, ¿por los dirigentes del Foro Batllista que venía mencionando recién o por militares disconformes con la gestión de Díaz?

JB - Por quienes hicieron trascender la reunión. Tengo la constatación de que durante la reunión se llamó a uno de los dos participantes civiles en la reunión. No tengo ni valoraciones sobre la base de indicios ni pruebas suficientes para decir si la hizo trascender uno de ellos o la llamada fue para confirmar porque la hicieron trascender otros.

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Edición: Mauricio Erramuspe