Rosales afirma que no tiene más verdades que las conocidas
El nuevo comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, aseguró no tener más datos sobre enterramientos clandestinos de desaparecidos pero dijo que si se ordenan nuevas excavaciones "se va a cumplir". Consideró que el tema está "prácticamente terminado" y que espera poder dedicarse a las tareas "inherentes" a la condición militar.
(Emitido a las 9.15)
EMILIANO COTELO:
Los analistas coinciden en que este lunes, cuando asumió Jorge Rosales como nuevo comandante en jefe, el Ejército comenzó a recorrer una nueva era.
¿Quién es el teniente general Jorge Rosales? Es olimareño, nació en la ciudad de Treinta y Tres el 22 de noviembre de 1954, o sea que todavía tiene 51 años.
Proviene del arma de Infantería, es maestro de esgrima, ha sido buzo táctico y paracaidista militar. Con el grado de teniente coronel fue jefe del Batallón Uruguay en Mozambique. Más recientemente, siendo ya coronel, dirigió el Liceo Militar. Fue ascendido al grado de general hace nueve meses, el 1 de febrero de 2006, en la primera promoción realizada en la administración del doctor Tabaré Vázquez.
En ese mismo momento Carlos Díaz es nombrado comandante en jefe, y Rosales se convirtió en uno de sus más estrechos colaboradores, ya que pasó a desempeñarse como jefe del Estado Mayor del Ejército.
Entre los oficiales generales Rosales era el más joven y ocupaba el decimoprimer lugar en el orden de derechas. De ahí que se constituyó en toda una sorpresa la decisión del Poder Ejecutivo de elegirlo la semana pasada como nuevo jefe de la fuerza de tierra cuando se dispuso el relevo de Díaz debido a las reuniones que mantuvo con dirigentes políticos sin haber informado previamente al Ministerio de Defensa.
¿Qué puede esperarse de esta etapa que ahora se abre en el Ejército? ¿Se viene la renovación generacional en la fuerza de tierra?
Sobre estas cosas vamos a conversar con el teniente general Jorge Rosales.
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Teniente general Rosales, en la introducción yo daba algunos datos suyos, los básicos. Pero un par de preguntas más para terminar de ubicarlo a usted y a su trayectoria. ¿Cómo define su origen familiar, allá en Treinta y Tres?
JORGE ROSALES:
Provengo de una familia humilde, mi papá es una persona muy conocida en la ciudad de Treinta y Tres ya que por muchísimos años se desempeñó como querosenero, una actividad que hoy no existe, era quien hacía el reparto de queroseno para los diferentes comercios y algunas fincas particulares, y mi mamá desempeñó la tarea de modista. Puedo definirme como alguien que nació en una hermosa ciudad del interior, que tuvo una infancia muy feliz, aunque a muy corta edad la abandoné porque me vine al Liceo Militar en el año 69, por lo tanto sólo cursé primero y segundo años del liceo en Treinta y Tres.
EC - Precisamente, ¿por qué hizo la opción por la carrera militar?
JR - Es una pregunta para la que yo mismo no encuentro muchas respuestas, si bien tengo un tío hoy oficial retirado, no tuvimos una cercanía muy estrecha durante mi infancia porque él prestaba servicios en Minas. Tuve la suerte de no dudar nunca de cuál era mi vocación. Hoy tengo tres hijos y veo la preocupación de ellos y la mía por no ser capaz a veces de darles la guía exacta en cuanto a qué hacer de su futuro. Lo único que me preocupa y les reitero es que traten de hacer algo que les permita vivir, pero sobre todo que les permita ser felices en lo que hacen, porque esa es mi situación personal. No tuve ese problema, es una cuestión vocacional sobre la que no puedo dar mayores explicaciones pero sí en cuanto a cuánto me ha alimentado y cuántas satisfacciones en la vida me ha otorgado.
EC - Tengo entendido que el golpe de estado lo sorprendió en la Escuela Militar. Si hacemos los cálculos, en el 73 usted tenía 18 o 19 años.
JR - Afirmativo, egresé de la Escuela Militar en el año 74.
EC - ¿Cómo vivió los años de la dictadura?
JR - La vida de cadete es muy intensa en todo lo que se refiere a actividades propias de la Escuela Militar, estudios, actividades físicas y todo lo que conlleva, y debo confesarle que nuestras generaciones fueron observadoras muy laterales de lo que estaba sucediendo en aquel momento. Y tampoco creo que haya sido preocupación de los mandos tener informados a los cadetes de ese momento. Entiendo que las actividades, la ocupación y la preocupación de la fuerza estaban en otros aspectos de la vida cotidiana y de la problemática que se vivía.
EC - ¿Usted era un hombre interesado en los temas políticos?
JR - Confieso que no tengo un interés muy marcado por los temas políticos. Lógicamente, todo lo que roza la vida profesional militar sí, por supuesto me gusta estar actualizado pero no tengo una debilidad por los problemas políticos.
EC - En estos días se ha hablado mucho de la "renovación generacional" en el Ejército, incluso se ha dicho que su nombramiento es un intento del Poder Ejecutivo por desligar lo más posible la fuerza de tierra de los hechos del pasado. ¿Usted comparte que se lea de esta forma su designación?
JR - Como militar que soy los militares normalmente somos personas de síntesis y sobre todo personas que actuamos en el cumplimiento de órdenes y demás asumo esto como un cargo más de los tantos con que he tenido la felicidad de haber sido distinguido en nuestra actividad profesional. Sin duda debe haber un objetivo claramente establecido por el señor presidente de la República, se me ha manifestado que el señor presidente así lo entiende, que ha querido dar un mensaje fundamentalmente a los oficiales jóvenes con la figura de un comandante en jefe joven.
EC - ¿Cuál sería ese mensaje?
JR - Esto ya es parte de mi interpretación, no he tenido oportunidad de conversar con el tiempo que creo que en su momento el señor presidente me va a conceder como para poder tener más claros algunos de los conceptos y de las líneas de mando. Hemos tenido unos contactos bastante limitados, muchos de ellos sólo protocolares, pero interpreto que un oficial joven está bastante más cerca de la realidad de esos oficiales por una cuestión simplemente de edad; interpreto que también puede ser una forma de que esos oficiales no vean tan lejana la posibilidad de acceder a los más altos cargos de nuestra institución porque existen otras vías, que son las que ha marcado el gobierno en esta decisión que usted llamó histórica, el salteo de tantos oficiales generales, todos ellos con edad más avanzada que la mía. Quiero pensar que esas son algunas de las interpretaciones que hay que hacer. Que existen posibilidades dentro de nuestros sistemas de ascensos el de antigüedad y el de concurso, por lo cual habiendo cumplido un período mínimo de permanencia en cada una de las jerarquías podemos es una decisión individual concursar por oposición y méritos y ganar nuestro próximo ascenso. Esa ha sido mi situación, prácticamente todos mis ascensos han sido por concurso, eso me ha permitido llegar joven a determinada jerarquía. Y supongo que esa vida, lo que forma parte de mi currículum, también tiene que ver con ese mensaje que el señor presidente pretende trasmitir a las generaciones más jóvenes.
EC - Todos han recordado en estos días que usted ascendió al grado de general el 1 de febrero pasado. Quizás para verlo de manera más fuerte podemos decir que el 31 de enero pasado usted era coronel, y nueve meses después es comandante sobre un grupo de generales que tienen, no sólo más años que usted sino también una trayectoria más larga en el Ejército, y muchos de ellos han sido incluso instructores suyos. ¿Cómo va a manejar este aspecto en particular de su gestión?
JR - Estimo que no es una tarea fácil, es un desafío muy grande, sin duda, pero me siento muy firme, con muchas ganas, con mucha decisión. Esto se basa no sólo en aquellos aspectos en los que uno pueda confiar por estos años de carrera casi 40 años, si bien soy joven tampoco soy tan nuevo y he tenido la enorme suerte de haber pasado prácticamente por todos los cargos dentro de nuestra institución, sino en que también tengo una confianza muy grande en el asesoramiento, el apoyo, el respaldo que voy a recibir de la corporación de los señores generales, no sólo por la confianza que les tengo, por lo que los conozco de todos estos años, sino porque me consta que su profesionalidad va a facilitarnos las cosas en el sentido de que muestras de ello ya he recibido entre anteayer y ayer.
EC - ¿Cómo quedó el clima dentro del generalato? Ya se supo del pedido de pase a retiro de dos generales, Manuel Saavedra y Héctor Islas, que no fueron tenidos en cuenta para la designación como comandante en jefe.
JR - Justamente estaba desarrollando esa línea de pensamiento. He recibido no sólo las felicitaciones sino también el más firme compromiso de todos los señores oficiales generales en cuanto a continuar apoyando en asesorar, como nuestra institución marca que le que cabe a un profesional militar cuando está cumpliendo a total satisfacción con las tareas inherentes a su cargo. Cuando esto no es así tiene la potestad de solicitar su pase a retiro, que es lo que ha sucedido con los generales Islas y Saavedra, con los cuales mantuve una conversación personal, con cada uno en forma privada, una conversación muy amena en la que me aclararon perfectamente que su pase a retiro para nada está vinculado con mi persona, sí con la situación. Básicamente con una expectativa profesional humana y lógica, entiendo yo, después de una serie de años en la jerarquía de oficial general estaba en ellos siempre viva y latente la expectativa de llegar a la máxima jerarquía de nuestra institución. Por lo tanto una vez que vieron coartada esa posibilidad entendieron lógico dar un paso al costado y dejar libre el camino para que ese lugar pudiera ser ocupado por otra persona. Se van aprovecho este medio de prensa para dejarlo bien claro muy satisfechos, muy agradecidos con la institución y con los mayores deseos de éxito para mi gestión, y no es un problema de personalismo sino que cuando se refieren a mí evidentemente están enviándoles un mensaje a todos los hombres y las mujeres que componen nuestra institución.
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EC - Vayamos a uno de los temas delicados que usted deberá manejar. Me refiero a las investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y en especial a la búsqueda de los restos de los detenidos desaparecidos que ha venido impulsando este Poder Ejecutivo. En un momento de su discurso de asunción el lunes usted dijo lo siguiente.
(Audio)
"JR - Respecto a los grandes problemas que cotidianamente nos ocupan y a cuyas soluciones definitivas no arribamos aún, sería una enorme satisfacción para este comandante lograr, como mínimo, que se observaran estos con otra visión, con otro espíritu, que nos diera alternativas de acceder a otras vías de entendimiento como único camino de tornar realidad aquella profunda concepción artiguista de que entre todos fuéramos capaces de convivir como una gran familia de hermanos."
(Fin.)
EC - Supongo que cuando hablaba de los grandes problemas aludía, por ejemplo, a estos de la herencia de los años de la dictadura.
JR - Sí, en parte sí, pero quiero dejar claro que no me refería exclusivamente a eso, nuestra institución tiene una serie de problemas. Pero sin duda ese es de enorme preocupación para nosotros.
EC - ¿Puede ser más concreto, más específico sobre lo que usted está dispuesto a hacer para avanzar en la solución de este tema, de modo que, como terminaba diciendo, "seamos capaces de convivir como una gran familia de hermanos"?
JR - Aventurar elementos específicos hoy, a dos días de estar ocupando este cargo, no es fácil. Confío muchísimo en lo que una acción de mando trae aparejado, nosotros nos valemos y hacemos culto del liderazgo a todos los niveles. Entonces lo que pretendo es que ese grupo de líderes me refiero en principio a los oficiales generales que son los elementos que voy a tener más cerca, y sucesivamente en la escala jerárquica, la pirámide que conforma nuestro Ejército y que no admite otro tipo de organización ejerza los liderazgos correspondientes para que en las diferentes actividades cada uno vaya tratando de concentrarse específicamente en las tareas que le son inherentes para de alguna manera ir dejando de lado este tema que en lo personal y por disposición del mando superior considero prácticamente terminado. Cuando digo terminado me refiero a que ayer recibí la comunicación oficial de que por parte de la Presidencia se daban por finalizados los trabajos de excavación realizados particularmente en los predios del Batallón de Infantería Nº 14 y el Batallón de Infantería Nº 13. Esto es de una enorme ayuda para nosotros porque es un tema de preocupación permanente. Lógicamente no acaba ahí.
EC - No se acaba ahí, el día que se conoció esta resolución del Poder Ejecutivo de terminar con las excavaciones en busca de desaparecidos en predios militares entrevistamos aquí En Perspectiva a la señora Milka González, de la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, quien resumía sus impresiones de esta manera.
(Audio)
"MILKA GONZÁLEZ:
Un sentimiento si se quiere de disgusto en el sentido de que siempre queremos saber la verdad, que por ahora nos está vedada porque los que la tienen no la dicen. El Poder Ejecutivo cierra la etapa porque no hay elementos en este momento para seguir avanzando. Sí, no se logró más porque los que saben cómo fueron los hechos y tienen las verdades no las aportaron."
(Fin.)
EC - ¿Qué puede hacer el comandante en jefe ante este reclamo, que sigue latente, a aquellos que tienen información y se niegan a suministrarla, evidentemente algunos de ellos integrantes de las Fuerzas Armadas?
JR - Como comandante en jefe me permito decirle a esta señora, con el mayor de los respetos y comprendiendo perfectamente el dolor que debe continuar sintiendo, es que este comandante en jefe no tiene ningún tipo de verdad que conozca y no haya dicho. Y me atrevería a decir que esta es la realidad también entre mis subordinados, porque se han hecho las averiguaciones dispuestas por el mando superior, no me tocó a mí participar en esas investigaciones pero tengo sobradas referencias de que los oficiales generales que participaron hicieron todo lo que estuvo a su alcance, en contacto permanente con el Poder Ejecutivo fueron aportando las diferentes informaciones, se fueron haciendo cruzamientos de datos de muchas otras personas no integrantes de las Fuerzas Armadas que comenzaron a trabajar con la Comisión para la Paz y luego continuaron con responsabilidades en ese tipo de cosas, se realizaron los informes correspondientes y se elevaron al Poder Ejecutivo. Por lo tanto para mí hoy este es un tema laudado porque yo dependo en forma total de nuestros mandos, del señor presidente de la República, del Poder Ejecutivo, y esa actividad lo que a nuestro alcance estaba finalizó. No quiero decir con esto que en el día de mañana el señor presidente por determinada situación, determinado dato o alguna otra situación que pueda surgir no determine que se deba realizar algún otro tipo de excavación en un predio militar, algún tipo de certificación; nosotros vamos a estar por supuesto dispuestos a dar cumplimiento a esa orden y a aportar el máximo de nuestras capacidades para lograr algún aporte, si existiera y pudiera sumarse la búsqueda de la solución definitiva que es anhelada por toda nuestra población. Y no tenga ninguna duda de que es un anhelo constante, permanente y necesario para nuestra institución.
EC - Hablando de otro asunto sensible de los últimos días, ¿qué tiene pensado en cuanto a reuniones y contactos con líderes políticos, tanto del oficialismo como en especial de la oposición? Digo en especial de la oposición teniendo en cuenta lo que ocurrió y que precipitó el relevo del comandante en jefe anterior, Carlos Díaz, cuando tuvo un encuentro con el doctor Julio María Sanguinetti y con el ex ministro Yamandú Fau sin haber notificado a sus superiores. ¿Piensa continuar esa línea de trabajo, desarrollar ese tipo de intercambios, obviamente con la autorización del Ministerio de Defensa?
JR - Le voy a pedir que me dispense entrar a hacer juicios de valor sobre lo que lamentablemente pasó recientemente.
EC - No le estaba pidiendo un juicio de valor, le preguntaba de acá en adelante.
JR - El cargo trae implícito que uno esté completamente ligado con el poder político y por las diversas actividades que nuestra institución cumple en forma diaria y permanente en vastísimos sectores. Tenemos que tener un contacto permanente con autoridades departamentales, nacionales, del ámbito deportivo, que lógicamente nada tienen que ver con el manejo de asuntos políticos porque esa no es mi función.
EC - ¿Pero en particular piensa tener también reuniones de consultas políticas?
JR - Si llegado el caso los líderes políticos entienden que alguna reunión de ese tipo se debe hacer y yo lo comparto, me voy a dirigir a los conductos de mando que corresponden y solicitaré la autorización.
EC - Esto implica que usted no va a tomar la iniciativa.
JR - No, no voy a tomar la iniciativa. En este momento tengo un montón de problemas, algunos de los cuales quizás roza con la necesidad de tener algún contacto por alguna actividad. Ahí sin duda requeriré la autorización correspondiente, la canalizaremos por la vía, y de pronto no necesariamente tengo que ser yo el interlocutor. Le reitero, los señores oficiales generales que están desplegados en todo el país tienen un contacto muy fluido y permanente con las autoridades departamentales e incluso con líderes políticos por funciones que no son directamente relativas al manejo político de la nación, para eso tenemos a nuestros representantes elegidos por el pueblo. Al nivel que nos toca desempeñar hoy hay una cantidad de aspectos en los que va a ser necesario tener algún tipo de consideraciones, contactos y asesoramientos, opiniones que evaluaremos y canalizaremos a través de nuestro conducto. No puede quedar ningún tipo de duda en cuanto a que este comandante está completamente subordinado a lo que establecen la Constitución y las leyes y estamos con la total disposición de mantenernos respetuosos de la organización jerárquica y las obligaciones que nos corresponden.
EC - Para terminar y en una especie de resumen, ¿cuáles son las prioridades en su gestión como comandante en jefe de los asuntos del Ejército, de las Fuerzas Armadas, cuáles figuran en los primeros lugares de su agenda ahora que empieza a trabajar?
JR - Una de las primeras preocupaciones es tratar de buscar la forma, los caminos para lograr una mejora en la calidad de vida de nuestro personal. Como es de público conocimiento y esto no es una demanda salarial ni aprovechar esta tribuna para ello es una preocupación la situación familiar de nuestro personal, no olvidemos que detrás de cada uno de nuestros soldados que viene todos los días a trabajar ganando un sueldo realmente muy menguado, hay hijos, hermanos, padres, que dependen del sustento que de forma honrada y digna esta persona está llevando a su hogar. Sé que esta no es una situación exclusiva de nuestro personal pero yo soy su jefe y es una de mis responsabilidades tratar, en la medida y en los momentos oportunos, de bregar por algún tipo de mejora.
Las Fuerzas Armadas tienen en el entorno de 2.500 integrantes prestando servicio en prácticamente doce naciones en el mundo, pero tres contingentes básicos en el Congo y en Haití, y en este momento para poder estar a la altura de las exigencias de Naciones Unidas tenemos un desafío muy grande en lo que respecta a la renovación del material bélico que nos permita cumplir con esas funciones. Ahí también hay una enorme preocupación, es un problema financiero muy importante, y de la mano de eso va que para poder cumplir con esas funciones tenemos que disponer de mucho material en el país del que hoy las unidades están careciendo y eso tiene una incidencia directa en una serie de cosas como la instrucción, la preparación para operar luego en las zonas en situaciones muchas veces no digo límite pero complicadas. Ahí hay otro gran desafío.
Yo le comentaba a un colega suyo que soy muy respetuoso y convencido del valor de la comunicación, entiendo que la labor de ustedes colabora en forma tremenda con nuestra necesidad de comunicación. He tenido la experiencia de comprobar que muchos problemas de índole institucional o de otro tipo por algunas organizaciones que integro fuera de la vida militar no son tales sino problemas comunicacionales. Soy un convencido del valor de la comunicación y a ese respecto apelo a ustedes, que son agentes de socialización, moderadores de opinión, para que sean realmente colaboradores como han sido hasta ahora. Uno de los lineamientos es tratar de potenciar nuestro Departamento de Relaciones Públicas, quizás llevarlo a una especie de Departamento de Comunicación Social para poder informar de mejor manera no sólo a los integrantes de la fuerza sino también a la población en general, que tiene todo el derecho a estar enterada en forma oportuna y acertada sobre las actividades que cumplimos.
Voy a apelar a la ayuda de ustedes en el siguiente sentido: pretendo ser el vocero oficial del Ejército o que lo sean las personas que yo designe y que trabajen en esta área, porque lamentablemente a veces circulan cosas que no por chicas dejan de ocasionar problemas grandes. Ustedes van a obtener la información correspondiente, y apelo a su responsabilidad para que cuando les llegue información que se atribuya a medios del Ejército medios calificados, etcétera verifiquen que efectivamente provenga de nuestras filas y no de gente que se arroga la potestad, potestad que no tiene desde el punto de vista reglamentario, no autorizada por este comandante. No tengo ningún tipo de dudas en cuanto a que al entrar sin la debida autorización, sin la información que corresponde se podría estar incursionando en algún tipo de falta desde el punto de vista disciplinario, reglamentario o legal. Va a ser una preocupación que esas cosas no sucedan y si suceden vamos a tomar las medidas disciplinarias que entendamos correspondientes. Es un pedido fervoroso a la prensa de que nos ayude en esta tarea de comunicación con nuestros integrantes dispersos a lo largo y ancho del país y con toda la distinguida audiencia que los sigue, los apoya y los aprecia.
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Edición: Mauricio Erramuspe