Alarma en el Partido Nacional por "desprecio" del gobierno al Parlamento
La Cámara de Diputados, sólo con los votos del Frente Amplio, terminó de aprobar el ingreso de Venezuela al Mercosur. El trámite provocó una fuerte reacción del Partido Nacional que incluso no se presentó a la sesión. "La política del fin justifica los medios que quiere llevar adelante el gobierno en la práctica parlamentaria y en otros ámbitos de la administración, que lo ha llevado a torcer la legalidad, es ya alarmante", dijo el diputado herrerista Jaime Trobo.
(Emitido a las 8.51)
EMILIANO COTELO:
Venezuela otra vez en el centro de la polémica en el Parlamento de nuestro país. "Se dijo que hubo autoritarismo, desprecio por el Parlamento e incluso se habló de disolución técnica de las cámaras", según publica esta mañana el diario El País.
El Frente Amplio (FA) aprobó esta madrugada el protocolo de incorporación de Venezuela al Mercosur en una sesión de Diputados sin discusión y que contó con la presencia en sala de la bancada del oficialismo exclusivamente.
Esto viene de lo que ocurrió el martes en el Senado, cuando se votó ese mismo protocolo. Esa sesión del Senado dio pie a un debate muy caliente entre la oposición y el FA.
Después el proyecto tenía que aprobarse en la Cámara de Representantes, como es el trámite habitual, pero desde la Presidencia de la República se hizo saber a la bancada frenteamplista que se quería la aprobación parlamentaria completa antes de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Durante toda la jornada de ayer hubo negociaciones políticas entre los partidos para ver cómo se resolvía esto en la Cámara de Representantes, informa hoy El Observador. El FA quería que la iniciativa se votara ayer mismo, pero los blancos no dieron sus votos para ingresar el proyecto de forma urgente en la sesión ordinaria de ayer; para eso se necesitaban mayorías especiales. Entonces el oficialismo recurrió a otro instrumento, la convocatoria de una sesión especial, para lo cual no necesitaba los votos de la oposición. Como el reglamento establece que tras la citación a una sesión especial deben pasar al menos cinco horas, en principio, como la moción se presentó sobre las 20.30, se esperaba una sesión a la 1.30. Finalmente la aprobación de esa convocatoria tuvo lugar un poco más tarde, sobre las 22.30, y la convocatoria terminó siendo para las 3.30.
El Partido Nacional (PN) ante esa situación dio a conocer una declaración en la que señala que la decisión de los diputados del gobierno en la Cámara de Representantes de aprobar en término de horas, sin estudio ni discusión, el ingreso de Venezuela al Mercosur constituye "un atropello a la práctica democrática y desprecia la seriedad de los procedimientos que debe cumplir cualquier ley".
Estamos en diálogo con el diputado Jaime Trobo, del Herrerismo, presidente de la bancada blanca.
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Diputado Trobo, ustedes decidieron no participar en la sesión, no sólo no votar sino no participar en la sesión especial de esta madrugada.
JAIME TROBO:
Decidimos no participar en la sesión por toda la circunstancia previa que se dio en el tratamiento de este tema, que es absolutamente fuera de lugar, que no tiene justificación política alguna. Fíjese qué curioso que el gobierno haya citado al Parlamento a las 3.30. No tiene para nosotros ningún tipo de explicación, además el mecanismo reglamentario que establece la posibilidad de este tipo de sesiones supone cuestiones extremadamente urgentes, una declaración de guerra, cualquier episodio de esas características que no se pueda prever mínimamente. Para nosotros es escamotear el debate, impedir efectivamente que se hagan informes serios, responsables, solventes, independientes, como creemos que todo proyecto de ley tiene que tener. No es un procedimiento que se adecue al buen funcionamiento democrático de un órgano que es representativo, nosotros no estamos allí porque queremos sino porque la ciudadanía nos ha acompañado, a los del gobierno y a los de la oposición, y tenemos que cumplir formas elementales de respeto democrático en el tratamiento de algunos temas.
EC - Según dijo el diputado Enrique Pintado, de Asamblea Uruguay, hubo una comunicación de Presidencia de la República en la que se exhortaba a que la tramitación de la aprobación del proyecto se acelerara, se concretara en estas horas. Era el interés del presidente Vázquez dar una señal dentro de la región y en particular al presidente Chávez, haciendo que Uruguay fuera el primer país en ratificar el protocolo de incorporación de Venezuela al Mercosur. ¿Qué comentarios le merece esto a usted?
JT - Es la peor señal que se puede dar a cualquiera, en último caso al presidente de Venezuela, que el parlamento de un país democrático, republicano, con separación de poderes, actúe sometido a una presión del Poder Ejecutivo para aprobar un protocolo que no se discute. Seguramente con esto se quiere demostrar que el gobierno es capaz de cualquier cosa porque tiene mayoría parlamentaria, aprueba un proyecto discutido, que tiene diferencias sustanciales en cuanto a los compromisos que tienen los demás miembros del Mercosur entre sí, que permite un ingreso por lo menos exótico de Venezuela a Mercosur, y lo hace además con rapidez, sin discusión y previo a una reunión importante como es la cumbre del próximo fin de semana. Todos esos elementos son altamente negativos para la imagen de Uruguay.
EC - El diputado Pintado dijo ayer en sala que el protocolo había estado más de seis meses en el Parlamento y que había pasado demasiado tiempo, por lo cual era necesario aprobarlo.
JT - El protocolo estuvo seis meses en el Senado, la Comisión de Asuntos Internacionales está presidida por un representante de la mayoría, del FA; su discusión se realizó en término de horas, abruptamente y por capricho de la mayoría parlamentaria. Lo mismo que ocurrió en la Cámara. La organización del trabajo parlamentario es una cuestión de responsabilidad, tiene que garantizar el debate en profundidad de los temas. Lamentablemente en el término de 48 horas hemos tomado una decisión de Estado que no comprende la voluntad de todos los partidos políticos, que cumple técnicamente con las mayorías que exige la Constitución pero no es una decisión respaldada por Uruguay en un tema de política exterior demasiado importante para nuestro presente y nuestro futuro, nada menos que la ampliación del Mercosur en circunstancias exóticas respecto de los otros países del Mercosur.
EC - Ustedes reclamaban que el proyecto después de su aprobación en el Senado pasase por la comisión correspondiente de la Cámara de Representantes.
JT - Que pasara por la comisión, que recibiésemos los asesoramientos que corresponden, que pudiéramos fundar nuestra posición y que eso quedara en los anales parlamentarios, como corresponde.
EC - ¿Qué habría cambiado? Las posiciones ya están fijas, determinadas: aprobación por parte del FA y rechazo por parte del PN y el Partido Colorado. ¿Qué se habría ganado con el trámite en comisión?
JT - Una legitimación procesal que es imprescindible cuando se toman decisiones de Estado. La política del fin justifica los medios que quiere llevar adelante el gobierno en la práctica parlamentaria y en otros ámbitos de la administración, que lo ha llevado a torcer la legalidad, a horadar el respeto a las normas jurídicas, incluso aspectos vinculados con la Constitución que son la garantía de la convivencia democrática en nuestro país, son ya alarmantes. A las once o doce transgresiones que los nacionalistas hemos indicado en el documento que en su momento aprobamos sobre el Estado de derecho, esta se puede agregar perfectamente. Responde técnicamente a lo que exige el reglamento de la Cámara de Representantes, pero por algo existe el proceso de análisis legislativo.
EC - Es una práctica que cada tanto se da en las legislaturas, la legislación sobre tablas. Muchas veces hemos visto esos ejemplos.
JT - Por supuesto, aprobar sobre tablas el nombre de un edificio público o eventualmente una ley acordada cuyos textos han sido trabajados seriamente y en profundidad, o una materia con respecto a la cual no hay diferencia alguna entre los distintos partidos políticos puede ser una práctica que ayude a acelerar el proceso. Pero aquí estamos hablando de un tema en el cual no hay acuerdo, hay profundas diferencias que tienen que ver con las características de la política exterior y con las decisiones que se toman respecto de un país. Además son decisiones que tienen una particularidad que a esta altura nos da para sospechar, ¿qué hay detrás de todo esto?, ¿por qué esta urgencia? ¿Por qué hay que presentar el regalo de una aprobación parlamentaria en términos de horas sin mayor discusión? Me da para pensar que o no se quiere discutir y no se quiere que aparezcan argumentos que no son controvertidos porque no hay forma de controvertirlos, o en su defecto hay una presión indebida desde el exterior hacia Uruguay para procurar que tome decisiones sobre la marcha de las que seguramente luego se va a arrepentir.
No tenemos ninguna duda de que la sobriedad que exige el tratamiento de los temas de política exterior es lo que caracteriza la gestión que Uruguay ha tenido en los últimos tiempos. Nos alarma y no estamos dispuestos a prohijar decisiones de estas características, la política exterior nos preocupa muchísimo, Uruguay ha tenido permanentemente conflictos en los últimos tiempos. En estas horas hay algunas cosas que nos llaman la atención respecto de esta convivencia del Mercosur, qué tiene que ver con todo esto la no venida del presidente Lula a la cumbre, qué tiene que ver la necesidad imperiosa de que cuando baje Chávez del avión su ingreso al Mercosur esté ratificado por Uruguay cuando los demás países del Mercosur no lo han tratado.
En estos temas el gobierno tiene que ser muy claro, muy transparente. De este modo se está llegando a practicar el aforismo de "el fin justifica los medios" por el hecho de que la aprobación se daba por sentada porque el gobierno tiene mayoría en el Parlamento.
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Edición: Mauricio Erramuspe