El analista argentino Rosendo Fraga insiste en buscar una figura nuetral.

"Mientras no vayamos a una mediación, no habrá solución"

Tras el discurso del presidente Néstor Kirchner de este miércoles, no queda otro camino que una mediación, dijo el analista argentino Rosendo Fraga. Sin embargo, para él, no se podrá evitar un agravamiento del diferendo en las próximas semanas. "La mayoría de los países de la región cuando hemos tenido este tipo de problemas hemos ido a mediadores", dijo. "No hay que inventar nada nuevo", concluyó.

(Emitido a las 8.31)

EMILIANO COTELO:
El presidente argentino, Néstor Kirchner, sorprendió ayer al acusar a su colega uruguayo, Tabaré Vázquez, de ser "intransigente" en el tema de la relocalización de la planta de celulosa de Botnia. Sin embargo, en el mismo discurso se pronunció contra el bloqueo de la ruta 136, que une la ciudad de Gualeguaychú con el puente Fray Bentos-Puerto Unzué.

El pronunciamiento de Kirchner se produjo en un momento particularmente difícil para la estrategia argentina en este asunto. Cuando participaba en la firma de acuerdos entre la Presidencia y distintos municipios de la provincia de Mendoza, Kirchner decidió hablar sobre el nuevo escenario que había quedado configurado después de la decisión del Banco Mundial (BM) que anteayer aprobó el crédito y la garantía de riesgo político que habían sido solicitados por Botnia.

En la decisión del presidente Kirchner de tocar el tema públicamente ayer evidentemente habían incidido los diarios de esa mañana y sus enfoques a propósito de la resolución del BM. Por ejemplo, La Nación había titulado: "Otro fuerte revés para la Argentina por las papeleras"; Clarín había planteado: "Dura derrota argentina", en ambos casos como titulares principales de sus portadas; Página 12, en tanto, había elegido este otro enfoque: "Corte de rostro".

Además, según quedó claro en la alocución del presidente Kirchner, también le pegó la columna de Joaquín Morales Solá, en el diario La Nación, titulada: "Kirchner no acertó con ninguna estrategia". La nota comenzaba preguntando quién le había aconsejado a Kirchner firmar una dura carta al BM solicitando que aprobara el préstamo para Botnia. "Esa persona debería estar hoy fuera del gobierno, ya que no se puede someter a un presidente a semejante desaire", decía Morales Solá.

En respuesta a este tipo de evaluaciones, Kirchner defendió su estrategia ante el BM para evitar que se le concediera el préstamo a Botnia.

(Audio)

"NÉSTOR KIRCHNER:
Es lamentable –pero hay que acordarse, porque cada uno tiene que hacerse responsable de las cosas que escribe– que acá en la Argentina haya gente que escriba diciendo que nosotros teníamos equivocada absolutamente la estrategia. ¿Qué estrategia equivocada? Si fuimos y le rogamos al intransigente presidente uruguayo que por favor discutiéramos de qué forma podíamos correr desde allí a Botnia para que no contamine visualmente y no nos genere la duda de una futura contaminación. Es decir, Botnia dijo que no y evidentemente fue no, sin embargo la respuesta de ENCE fue absolutamente diferente."

(Fin.)

EC - Tuvo palabras dirigidas específicamente a Morales Solá. "Le digo con todo respeto, Joaquín Morales Solá, que el que me tengo que ir soy yo, porque a mí no me escriben las cosas, yo no especulé, el que le escribió la carta al BM fui yo, porque tenía que asumir la representatividad de los argentinos, no sólo de quienes viven en Gualeguaychú, no dejar estos precedentes. Así que, querido Joaquín, si quiere que me vaya, me voy, pero la escribí yo a la carta, como creo que usted escribe sus propios artículos y no se los escriben."

Y volviendo sobre el revés sufrido el martes, Kirchner anunció que continuará oponiéndose a la planta de celulosa de Botnia.

(Audio)

"NK - ¿Por qué los argentinos? No importa que ciertos medios hagan lo que hacen, la historia se escribe en el largo pasar de la historia, pero yo les pido a los argentinos que tengamos convicciones y este presidente va a seguir, por más fuertes que sean los intereses de Botnia (aplausos), por más fuertes que sean los intereses que estén detrás de esta situación, que todos saben. ¿O alguno creía que los países centrales que están diciendo que las papeleras contaminan y que no las quieren más en sus países iban a dictaminar a favor nuestro en el crédito del BM?"

(Fin.)

EC - Pero el presidente argentino también dedicó unas palabras al corte de la ruta 136 dispuesto por la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, respondiendo a los dirigentes de la oposición argentina que reclaman la disolución de esos piquetes.

(Audio)

"NK - Si hay algunos que piensan que hay que ir a reprimir a los hermanos de Gualeguaychú, que lo escriban y lo digan, yo no lo pienso hacer. Yo les pido por favor que levanten los cortes, que no le sirven a la estrategia argentina, se lo digo de todo corazón a los hermanos entrerrianos, de Gualeguaychú, hermanos argentinos, compartiendo la lucha contra estos intereses y demás. Pero yo no voy a levantar la mano contra otro argentino, tengo que persuadir. Ya vimos lo que nos pasó por levantar la mano contra otros argentinos".

(Fin.)

EC - Este discurso de Kirchner sorprendió ayer al gobierno uruguayo, pero en Montevideo las autoridades resolvieron expresamente reaccionar con prudencia y cautela.

***

EC - ¿Cómo se analiza esta nueva etapa del conflicto en la República Argentina? ¿Cómo se considera en particular este discurso de ayer del presidente Kirchner? ¿Qué impacto puede tener la "facilitación" que el propio presidente Kirchner solicitó al rey Juan Carlos de España?

Estamos en comunicación con el doctor Rosendo Fraga, analista político argentino.

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Doctor Fraga, ¿le sorprendió la alocución de ayer del presidente Kirchner?

ROSENDO FRAGA:
No, no es sorpresiva si uno analiza los tres años y medio de Kirchner en cuanto a estilo y personalidad política; subrayo: estilo y personalidad política. El presidente Kirchner suele tener una actitud agresiva en términos de lenguaje político, sobre todo cuando enfrenta dificultades, esto ha sido una constante en su gestión.

Incluso en la crítica a Morales Solá, el mismo día en el Senado la senadora Kirchner estaba criticando al mismo diario al argumentar a favor de un proyecto de reducción de la Corte, porque el periodismo apoyó en general lo que los mismos senadores apoyaron. Pero ese mismo día estaba también criticando al diario La Nación con una cita histórica que además era errónea.

Cito esto porque comprendo que desde Uruguay se analice la actitud de Kirchner, pero lo mismo pasó con Chile por el problema del gas y hay que analizar desde una perspectiva de que este tipo de actitudes de lenguaje agresivo del presidente ha sido una constante en la política exterior. Pasó con Bush en noviembre del año pasado en la Cumbre de Presidentes de las Américas que se realizó en Buenos Aires, y también es una actitud constante en su acción política interna. Como lo son también las críticas al periodismo que estamos comentando.

En este contexto no es sorprendente, porque además el presidente Kirchner viene de varias semanas durante las cuales los hechos políticos no han sido tan favorables al oficialismo, sobre todo a partir de la elección de constituyentes en la provincia de Misiones, donde el candidato del oficialismo perdió por 13 puntos frente a una coalición opositora encabezada por un obispo jesuita.

EC - Entiendo lo que usted dice, ¿pero cómo impacta una reacción de ese tipo en el conflicto en sí, que ya viene tan largo y que parece que no hay manera de encauzar?

RF - Puede impactar, primero, en la facilitación española. Digo facilitación porque acá no hay una mediación. Una cosa es una mediación y otra una facilitación. La mediación es cuando dos parte se ponen de acuerdo en encargar a un tercero que dé una solución y que van a acatar esa solución y se comprometen a eso. Una facilitación es sólo cuando alguien se propone reponer el diálogo que se ha roto, eso es lo primero que se va a complicar.

EC - ¿Para usted se complica la gestión que el propio gobierno argentino le solicitó al rey Juan Carlos de España?

RF - Absolutamente, porque en un contexto así el margen de éxito que tiene la gestión del rey de España es muy escaso. Segundo punto, tenemos a la Asamblea de Gualeguaychú, que uno puede entender que está haciendo un legítimo reclamo pero su forma de acción, el corte sistemático de ruta, está fuera de lo que establecen las propias normas argentinas, empezando por la Constitución.

El discurso del presidente ayer terminaba alentando o justificando que se corten las rutas, por dos causas. Primero dice: "yo no voy a hacer nada para esto", y en segundo lugar, al decir que el presidente uruguayo está en una actitud intransigente, políticamente les da una justificación o un argumento a los asambleístas de Gualeguaychú.

En un contexto como este mi impresión es que las próximas semanas, sobre todo llegando la temporada de verano que tiene que ver con el turismo, el conflicto se complica.

EC - Para usted el conflicto se complica. ¿Qué otros escalones pueden venir?

RF - No creo que haya muchos escalones más en el plano jurídico-diplomático, la facilitación española se va a complicar, el Mercosur, para Brasil en un contexto de estas características pierde interés intervenir porque no ve margen para poder hacerlo, entonces van a quedar los cortes sistemáticos o no y una lógica reacción de cuestionamiento y de crítica por parte de Uruguay. Ya estamos a 23 de noviembre, a un mes del inicio de la temporada turística a pleno y en ese contexto el conflicto se va a mantener y se va a agravar.

Pero no veo, más allá de esto, que existan ni lo político ni lo diplomático, tampoco me parece que tengamos en lo fáctico algo demasiado diferente. El transcurso del tiempo a veces soluciona los problemas, pero a veces los agrava, y da la impresión de que si los cortes en Entre Ríos se hacen sistemáticos y permanentes a fines de diciembre y en enero, el contexto político general de las relaciones se complica.

EC - El propio presidente Kirchner dijo ayer que él no iba a dar un paso para reprimir a los militantes de Gualeguaychú, pero de todos modos les pidió que levantaran los cortes porque "no le sirven a la estrategia argentina". Cuesta ordenar todo esto, no va a reprimir, los cortes van a seguir y él reconoce que esto no le sirve a la estrategia argentina, que puede perjudicarla en ámbitos internacionales, como los del Mercosur a corto plazo, pero incluso en la Corte Internacional de La Haya, que cuando emitió su primer fallo sobre las medidas cautelares de suspensión de las plantas de celulosa que había pedido Argentina, incluyó una recomendación de no desarrollar acciones que agravaran el conflicto.

Resulta que no sólo el conflicto va a continuar, según su pronóstico, sino que además puede ocurrir que por la forma como sigue termine dándole a Argentina nuevas derrotas. ¿Entonces? ¿Cómo le parece que va a salir el gobierno argentino de esta situación?

RF - Con la primera decisión de La Haya y la del BM los márgenes de una estrategia político-diplomática de Argentina se han estrechado, esto es muy claro. Si yo condujera la política exterior argentina, que no la conduzco, entendería que el margen que me queda es ir a una mediación formal, convocar a un mediador –no a un facilitador– y que los dos países se comprometan a aceptar la solución que proponga. Yo hace tres años que estoy proponiendo esa solución, porque es la solución histórica.

EC - Con usted hablamos el verano pasado y usted hacía esta propuesta concretamente.

RF - Claro, porque es lo que marca la historia, tomo Argentina, pero la mayoría de los países de la región cuando hemos tenido este tipo de problemas hemos ido a mediadores cuya resolución los países se han comprometido a aceptar. Es la única forma de salir de un conflicto así, sobre todo cuando ambos presidentes están presionados por sus respectivas opiniones públicas internas. Así solucionamos Argentina y Chile el problema del Beagle, así solucionamos con Brasil el problema de las Misiones y alguna vez con Uruguay también. Mientras no vayamos a esto no hay solución, un año después seguimos en este punto. Y lo que era no una mediación pero un paso hacia algo parecido, que era lo del rey de España, con esta actitud del presidente de ayer seguramente va a naufragar, el rey de España no va a tomar el riesgo de seguir con una gestión sin margen de éxito. No me parece que haya que inventar nada nuevo, tenemos que recurrir al mecanismo clásico que en relaciones internacionales permite resolver estos problemas en forma razonada.

EC - La idea del mediador es buena, pero teniendo en cuenta lo que acaba de pasar cuando está en curso la facilitación del rey Juan Carlos solicitada por el gobierno argentino, ¿podrá prosperar una mediación, si es que se arma?

RF - Por eso dije, el conflicto se nos va a complicar, entre otras cosas porque en el contexto político actual de relaciones bilaterales nos alejamos de la mediación, no nos acercamos. Si la facilitación del rey de España hubiera restablecido el diálogo, esa misma gestión se podría después haber transformado en mediación. El gran éxito del rey de España habría sido restablecer el diálogo y lograr que ambas partes aceptaran en una etapa posterior la mediación. Ese era el gran éxito político-diplomático que podía obtener el rey de España, que como consecuencia de la facilitación arribáramos a una mediación que podía ejercer el mismo rey u otra figura o institución. Pero mi impresión es que en este contexto político, al alejarnos de la facilitación, nos alejamos también de la mediación.

EC - ¡Qué lío!

RF - Así es.

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Edición: Mauricio Erramuspe