Mieres espera que se incorpore al diálogo a todos los partidos
"El presidente de la República tampoco puede cometer el grueso error de creer que si habla con Larrañaga habla con la oposición", dijo el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres. Sin embargo, destacó que se está ante "un proceso nuevo" y "de una manera u otra se irán incorporando a la convesación los distintos actores políticos".
(Emitido a las 8.45)
EMILIANO COTELO:
El presidente Tabaré Vázquez resolvió dar un giro a las relaciones con la oposición y comenzará mañana mismo manteniendo un encuentro con el líder del Partido Nacional (PN), Jorge Larrañaga, a quien llamó por teléfono a las 11, cuando este se encontraba participando en la sesión del directorio blanco.
"Luego de haber instado el pasado viernes a los legisladores del gobierno a llevarse bien con la oposición, Vázquez resolvió dar el ejemplo", dice Últimas Noticias en su crónica de hoy. Después de discutir el asunto durante una hora con su gabinete en la residencia de la avenida Suárez, Vázquez tomó el teléfono, llamó a Larrañaga y agendó una reunión para mañana.
¿Qué asuntos estarán sobre la mesa? Por lo visto, varios, casi se podría decir que se trata de una agenda totalmente abierta, si nos atenemos a lo que ayer mencionó el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa, que fue quien ofició de vocero al terminar la reunión del Consejo de Ministros. Nin dijo: "La agenda incluirá, además de cuestiones como las que en estos días han generado mayores fricciones, el fiscal de Corte, los organismos de contralor, otras cuestiones: el compromiso por el empleo, el crecimiento de los salarios, la reforma educativo, el país productivo, todos esos temas que hacen a la vida directa de las personas", y también mencionó la reforma del Estado.
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EC - Hemos estado sondeando el ambiente en la oposición a partir de esta iniciativa presidencial, primero hablamos con el senador Francisco Gallinal, del PN, luego con el profesor Luis Hierro López, del Partido Colorado, y ahora vamos al Partido Independiente (PI), con el doctor Pablo Mieres, presidente de esa colectividad política.
¿Cuál es la reacción de ustedes? Hay un detalle que más temprano Hierro López observaba con cierta preocupación: el hecho de que se llama a Larrañaga, se lo califica como "jefe de la oposición" y no hay señales, al menos no inmediatas, de otras reuniones con los otros partidos.
PABLO MIERES:
Prefiero hacer una interpretación de esos dichos sin caer en agraviar al vicepresidente y suponer que puede cometer un error conceptual de tal naturaleza. Debe haber sido un error terminológico, porque calificar al doctor Larrañaga como "jefe de la oposición" es un error muy grueso. Estamos hablando de tres partidos distintos, cada uno con su independencia y su identidad política.
La crónica decía que lo que se busca es un acercamiento con la oposición, entonces parece una contradicción que se esté trabajando en una especie de descalificación del resto de la oposición. Prefiero pensar que se trata de una primera reunión, y lógicamente, si la opción son los contactos bilaterales, la primera relación va a ser con el partido mayoritario de la oposición, que es el PN.
Mi interpretación de estos hechos parte de la crítica de que si se ha resuelto cambiar la metodología habría sido pertinente que nos lo comunicaran previamente, porque la última vez que se reunieron gobierno y oposición el encuentro culminó con la frase del ingeniero Brovetto "la semana que viene los llamo".
EC - Usted alude a la reunión de la semana pasada en la que participaron por el gobierno el ministro de Educación, Jorge Brovetto, y los líderes de la oposición, usted estuvo por el PI, Sanguinetti por el PC y Larrañaga por el PN, y la conversación se centró básicamente en el tema fiscal de Corte. Usted dice que Brovetto había anunciado una nueva convocatoria en estos días.
PM - Sin duda, quedamos en que cada uno pensara lo que habíamos conversado y luego habría una siguiente reunión. Evidentemente el gobierno en el ínterin resuelve cambiar la metodología y la interlocución, lo cual es muy positivo, que el propio presidente de la República asuma una relación con la oposición me parece una muy buena señal. Por lo tanto, si tengo que interpretar, hay que ser cauto, no busquemos siempre las peores interpretaciones de nuestros adversarios, asumamos que lo que hay es un proceso que espero que tenga distintas etapas y que no sea sólo una reunión.
El presidente de la República tampoco puede cometer el grueso error de creer que si habla con Larrañaga habla con la oposición. Habla con el PN, que es la mayor parte de la oposición, es correcto, pero no con toda la oposición, y cualquier acuerdo al que arriben el presidente de la República y el presidente del Directorio del PN sólo alcanzará al PN. El PI asumirá, en función de esos resultados, las actitudes que correspondan. Pero hay que pensar que es un proceso nuevo y que de una manera o de otra se irán incorporando a la conversación los distintos actores políticos.
EC - ¿Qué expectativas tienen ustedes sobre la temática de estos diálogos gobierno-oposición?
PM - Yo escuchaba al senador Gallinal hablar sobre el tema educativo, por ejemplo.
EC - Gallinal decía que para los blancos la educación es prioridad y que debería crearse algún ámbito al que la oposición y los blancos en particular pudieran llevar sus propuestas e incidir, un ámbito que hay que trabajar con imaginación porque la posibilidad de integrar los consejos de la educación ya está plenamente descartada.
PM - Es una muy buena idea, sobre todo porque el Debate Educativo ha llegado a la situación a la que ha llegado y nadie puede dudar de que el Congreso Nacional de Educación que se va a realizar en estos días va a dar la versión fundamentalmente de los gremios de la educación, no de la sociedad uruguaya y mucho menos del sistema político uruguayo. Por lo tanto hay que corregir o compensar esa mirada con otras más amplias y más plurales. Ciertamente, estamos dispuestos a dialogar siempre, somos conscientes de que el PI es actualmente el más chico de los cuatro partidos que integran el sistema político, pero tenemos nuestros aportes a hacer y por lo tanto suponemos que si el gobierno llama a conversar con la oposición, más tarde o más temprano también hablará con nosotros. De otro modo estaría mandando señales muy contradictorias con ese supuesto clima de hacer más fluidas las relaciones que pretende crear.
EC - ¿Usted avala la idea de que el Congreso Nacional de Educación que se reúne en estos días tenga un correlato a nivel político partidario, que haya una especie de congreso de la educación político partidario?
PM - No un congreso, pero sí un ámbito en el que podamos discutir el tema educativo en términos políticos y de participación de todas las opiniones. Nos retiramos del Debate Educativo hace ya más de un mes porque sentimos que se estaba desnaturalizando y se estaba transformando en una tribuna de expresión de algunos de los actores, particularmente de los gremios de la enseñanza, que es muy legítimo que tengan su espacio, que tengan su voz, pero que no se pretenda que esa voz es la representación de la sociedad uruguaya.
Si surge alguna idea que permita complementar o agregar a esa mirada tan particular otras miradas particularmente relevantes, como las que surgen de las distintas posiciones políticas, será bienvenida. No un congreso, un ámbito de diálogo.
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Edición: Mauricio Erramuspe