Nuevo clima entre el gobierno y la oposición
El senador colorado Julio María Sanguinetti consideró que comenzó una nueva etapa entre gobierno y oposición, tras el encuentro con el presidente Tabaré Vázquez. Adelantó que en 2007 volverá el diálogo sobre política exterior, económica y educativa. "En algunos asuntos las discrepancias seguirán, el diálogo no quiere decir que estaremos todos de acuerdo", dijo el ex presidente.
(Emitido a las 8.28)
JOSÉ IRAZÁBAL:
La segunda instancia de acercamiento entre el gobierno y la oposición se produjo ayer en horas del mediodía.
ANDRÉS GIL:
Una semana después de recibir al líder del Partido Nacional (PN), Jorge Larrañaga, el presidente Tabaré Vázquez se reunió ayer en la tarde con el secretario general del Partido Colorado (PC).
JI - El senador y ex presidente Julio María Sanguinetti mantuvo un encuentro de tres horas con el presidente Vázquez en la residencia de Suárez y Reyes.
AG - Bastante larga, con almuerzo incluido, una reunión que parece haber sido un paso más en la búsqueda de destrabar algunos temas puntuales que han sido motivo de enfrentamiento entre el gobierno y la oposición.
JI - Para conocer los detalles de esta reunión de ayer, vamos a hablar con el senador Julio María Sanguinetti.
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Doctor Sanguinetti, ¿cómo calificaría esta señal del gobierno, del presidente Tabaré Vázquez, de convocar en el cierre del año a los líderes de la oposición? ¿Se puede hablar de recuperar un clima que se había perdido entre el oficialismo y la oposición, que se había tensado demasiado en el último tiempo?
JULIO MARÍA SANGUINETTI:
Diría que sí, el presidente manifiesta la voluntad de iniciar una etapa nueva de relacionamiento con la oposición, consciente de tenemos nuestras diferencias, que en muchos aspectos seguirán, pero tratando de superar el clima de debate que en algunos momentos llevó a una confrontación muy airada en los últimos tiempos, cuando la famosa huelga del transporte y una serie de episodios políticos que se sumaron y vincularon, generando una situación de gran tensión. En aquel momento nos consideramos víctimas de agresiones demasiado fuertes de un gobierno que parecía desbordado.
El hecho es que el presidente manifiesta ahora una voluntad de buscar un diálogo, lo cual inició el otro día con el presidente del Directorio del PN y ayer nos invitó a nosotros. En sustancia estima que aquellos tres documentos que firmamos el 15 de febrero de 2005, previo a la asunción del poder por su parte, dan una materia suficiente, sustantiva, para volver a dialogar, especialmente en aquellos temas que se abordaban allí, que eran política exterior, educación y política económica. Esa es la sustancia de lo que será el diálogo a partir del año que viene.
JI - ¿En la reunión de ayer el presidente le comentó cómo va a seguir el diálogo, cómo se va a encauzar el año que viene? ¿Será de la misma forma que en este cierre de 2006?
JMS - No hablamos de ningún procedimiento pero se estableció que por allí estaría la sustancia del tema. Y ahora en lo específico, en lo más inmediato, está el tema de la Fiscalía de Corte, que ha dado lugar a tanto debate, con respecto al cual el gobierno manifiesta su voluntad de retornar al camino de la Constitución, es decir la búsqueda de un acuerdo para que se obtengan los tres quintos de votos necesarios, con un entendimiento necesario entre las diversas bancadas parlamentarias. Eso se instrumentará vía el secretario de la Presidencia y del diálogo parlamentario. No se habló ayer de ningún nombre, pero el presidente dijo que estimaba que debía ser un fiscal en ejercicio actualmente, por cuanto él mismo le había manifestado a la Asociación de Fiscales en su momento esa idea.
Fuera de eso en lo cual estuvimos de acuerdo, no se habló ayer de ningún nombre pero sí se dijo que en estos días se trataría de buscar un entendimiento al respecto.
AG - Volviendo al clima político, es evidente que la tensión entre oposición y gobierno se dio en términos generales, pero algunos sucesos puntuales, por ejemplo la destitución del comandante Díaz, lo pusieron a usted en un primer plano de fricciones en las relaciones con el gobierno. ¿Se habló de este tema puntualmente?
JMS - No, lo señalamos al pasar en la enumeración de hechos que generaron rispideces por el modo como lo hizo el gobierno. Apareció en la enumeración pero no nos pusimos a discutir de nuevo cada uno de los episodios ni a reproducir los debates de entonces.
AG - Pero ese suceso lo tuvo a usted como protagonista directo.
JMS - Sí, todos nos tuvieron como protagonistas de algún modo, porque después éramos todos conspiradores, todos una suerte de enemigos declarados. Esa era la sustancia de la reunión, dejar atrás ese debate tan airado, esas acusaciones que nosotros hacíamos y que ellos nos hacían, nosotros de que ellos estaban fuera de la Constitución y de la ley, y ellos de que nosotros alentábamos la conspiración a través de las huelgas y las paralizaciones.
Eso se dejó atrás, el presidente señaló que era su voluntad dejarlo atrás para abrir una etapa de diálogo. Ahí repasamos esos diversos asuntos, en algunos de los cuales seguiremos teniendo discrepancias. En la política económica hay muchas cosas en las que estamos de acuerdo porque hay una continuidad con la línea anterior, pero en otras, por ejemplo la Reforma Tributaria, tenemos una diferencia filosófica. No estamos de acuerdo con los impuestos a la renta, menos en este caso que es un impuesto a los sueldos directamente, creemos que es un error de concepto, un desaliento y un golpe sobre la clase media del país. Esa fue nuestra opinión siempre, de modo que en algunos asuntos las discrepancias seguirán, el diálogo no quiere decir que vamos a estar todos de acuerdo.
AG - Discrepancias es una cosa y agresiones es otra. Por eso le pregunto, ¿se soluciona con un almuerzo de tres horas una relación, incluso personal, que históricamente nunca fue demasiado buena entre usted y el presidente Tabaré Vázquez?
JMS - En lo personal tampoco tuvimos enojos especiales, tuvimos los choques políticos propios de otros tiempos. Pero no es que se solucione en un minuto, como entre los chicos en el liceo, la vida política tiene esa dinámica, hay momentos de confrontación y momentos de distensión, y en este caso el presidente presenta su voluntad y nosotros estamos de acuerdo, de tener un diálogo serio, positivo, respetuoso, aun con diferencias.
Por ejemplo, ayer le planteé nuestra preocupación por el tema educación, en el cual las resultancias de este congreso, aún no formalmente establecidas pero por todo lo que ha trascendido, no contemplan nuestra visión del tema educación. Seguramente será uno de los debates prioritarios el año que viene.
AG - Esta necesidad de dejar atrás estas diferencias y agresiones que se dieron políticamente en los últimos tiempos, ¿cuánto tiene que ver con la situación con Argentina? ¿Hay una necesidad del gobierno de sentirse respaldado por la oposición?
JMS - En ese tema el gobierno nunca ha dejado de tener respaldo, más allá de diferencias, discrepancias u observaciones de tipo formal, no sustancial, porque la política forestal la empezamos nosotros en el año 87 y el propio diferendo con Argentina comenzó también en el gobierno colorado anterior, de modo que para nosotros esto es política propia. Es el Frente Amplio el que ha cambiado su posición histórica, que era discrepante con nuestra ley de forestación y con la instalación de las plantas, pero luego desde el gobierno felizmente modificó su posición y permitió esta unanimidad nacional que hoy existe sobre el fondo de las cosas. El gobierno ha contado con ese apoyo todo el tiempo y seguirá contando.
JI - ¿Cree que el gobierno ha llevado bien este tema?
JMS - En sustancia sí, más allá de algunos momentos, como el caso Santiago de Chile, con respecto al cual expresamos nuestra diferencia. Más allá del episodio puntual, es una política exterior de relacionamiento débil, no hemos desarrollado desde el primer día de gobierno la red de relaciones diplomáticas, políticas, personales necesarias para que Uruguay estuviera mejor insertado. En ese contexto general podemos hablar de que ha habido deficiencias en la política exterior, pero en el asunto en sí, en el fondo, estuvimos todos siempre de acuerdo, porque el diferendo venía de la época anterior y la política la habíamos iniciado nosotros hacía muchísimos años.
JI - Se ha endurecido mucho en términos de gobierno a gobierno.
JMS - Ahora sí, pero en los últimos tiempos nosotros pensamos, al igual que el gobierno, que Argentina no ha actuado bien, el último episodio referido al Banco Mundial ha sido de una agresión inusitada.
JI - ¿Cree que al presidente Vázquez le ha sorprendido la actitud de Kirchner? ¿Usted esperaba otra reacción del gobierno argentino, incluso a raíz de esa supuesta afinidad política que existía entre los dos gobiernos?
JMS - El Ministerio de Relaciones Exteriores, o la política exterior de este gobierno, planteó siempre esa idea, pero en el correr de estos dos años ha quedado claro que en materia de política internacional esas llamadas afinidades o simpatías ideológicas, que no sé si son tantas, no significan nada. Los estados tienen intereses permanentes, como decía lord Partnerston, no amistades o enemistades permanentes. Eso se ha demostrado, no hay política exterior sobre la base de simpatías "ideológicas", ha quedado muy claro y supongo que al presidente no me lo dijo le ha sorprendido y como consecuencia disgustado, a él y al canciller, que estaban muy afines con esa idea, que estos iban a ser gobiernos más amigos que otros.
AG - ¿Le vendría bien al conflicto algún cambio en la conducción de esta situación? Ustedes han sido muy críticos con la actitud del canciller de la República.
JMS - No es por ahí la cosa. La gestión de facilitación de la mediación es algo más amplio, que incluye al presidente, al secretario de la Presidencia, a la cancillería. El tema no es hoy personal, además está todo el país envuelto en esta situación por cuanto todos hemos sido agredidos. Esta situación de los piquetes agravia al país entero y es algo que está desgraciadamente inscripto en los hábitos que la sociedad argentina ha desarrollado. Yo lo he explicado en muchos medios políticos argentinos más de una vez, señalándoles que el piquete se ha incorporado tanto al paisaje social y político de la vida argentina que no le dan la verdadera magnitud al agravio que representa a la soberanía nacional y a los derechos individuales de la gente un corte de puentes internacionales que impide la entrada y salida a y de países cuyos ciudadanos tienen el derecho a transitar, brasileños, argentinos, paraguayos.
JI - El periodista argentino Morales Solá hace muy pocos días reproducía en su columna supuestas palabras del presidente Néstor Kirchner que hablaba de una serie de posibilidades de reencauzar el diálogo incluso a partir de la mediación del enviado del rey de España. Una de las posibilidades que manejaba era la detención de las obras de Botnia como contraparte uruguaya al levantamiento de los piquetes. ¿Cree que se debe acceder a este tipo de cosas?
JMS - No, eso ya se discutió cuando lo de Chile con unas obras incipientes, recién comenzadas, mucho menos creo que Uruguay deba ofrecer una posibilidad de ese tipo (ahora). La empresa Botnia es una empresa privada, está desarrollando su actividad normalmente, autorizada por las autoridades competentes y así debe seguir. No creo que el Uruguay pueda ofrecer la paralización de las obras como una concesión al gobierno argentino, que desgraciadamente reitera los mismos puntos de vista de hace ya muchos meses.
Después de tantos rechazos, el gobierno argentino debería reconsiderar su posición. Fueron a La Haya ellos, no nosotros, con una medida precautoria que les fracasó; fueron al Banco Mundial para intentar detener el crédito, les fracasó también; nosotros fuimos al Tribunal del Mercosur y también allí quedó claro que el piquete es una solución ilícita.
A esta altura el gobierno argentino debería entender que no hay otro camino que sentarnos a hacer lo que siempre debimos hacer, establecer un monitoreo conjunto, una inspección permanente, un estudio más profundo desde el punto de vista técnico, si se lo desea. Porque lo absurdo de todo esto es que no se trata de la salida al mar de Bolivia, algo resultante de una guerra, de muertos, de heridos, de cargas de la historia, es un tema técnico, si una tecnología es la adecuada o no.
Por eso es que uno se agarra la cabeza pensando que dos países estén en una situación de enfrentamiento como la que estamos, con todos los daños económicos que estamos sufriendo, por un tema que en teoría debería poder resolverse de un modo preciso y tajante como en todas las situaciones de tipo tecnológico o científico.
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AG - Vamos a seguir repasando algunos de los temas que formaron parte de la conversación que tuvo ayer con el presidente Tabaré Vázquez. En cuanto al tema educación, desde el PC se habían escuchado señales de preocupación a propósito del contenido de los programas sobre historia reciente que se están emitiendo por Canal 5. Se señalaba que el PC se sentía muy maltratado. Puntualmente, ¿qué les está preocupando, más allá de eso, a propósito de lo que se ha estado manejando en el Congreso de la Educación?
JMS - Lo fundamental es que todo ese debate educativo y todas las resultancias de ese congreso apuntan al poder, a quién va a designar, quién va a administrar, quién va a conducir, quién va a gobernar, nada sobre la sustancia de la educación. El planteo del PC ha sido que no es necesaria una ley nueva mientras no se demuestre que hay algo que precisa una ley. Una ley se cambia para habilitar algún instrumento, alguna herramienta que no existe, y nadie ha hablado de que se quiera hacer algo que no se pueda hacer con las leyes actuales, nadie ha planteado nada nuevo en materia de educación, todo el tema ha sido que las gremiales quieren incorporarse al manejo y a la administración de los entes de enseñanza, esa es la sustancia y la resultancia más expresiva de todo este debate educativo.
AG - ¿Cree que el gobierno está siendo atropellado por las corporaciones de la educación?
JMS - No sé si esa es la palabra adecuada, pero es evidente que en ese debate han predominado las corporaciones. Y no lo digo sólo yo, lo han dicho todos los otros participantes, el profesor Rilla fue bastante notorio en esa materia y algunas entidades privadas lo han señalado en las últimas horas. Pero más allá de eso, algunas personas que nos merecen toda confianza, como el profesor Carbonell, que es un hombre del PC que ha actuado a título personal y que ha tenido una larga actuación en la dirección de la enseñanza, ha señalado eso, se discute sobre quién va a mandar pero nadie ha entrado en el tema de fondo, que son las insuficiencias de nuestra enseñanza media, los déficits que tenemos en matemática, el problema de cuál será el rumbo en materia de segundos y terceros idiomas, cuáles son el rol y el lugar de ubicación de la informática, cuál es el balance entre las ciencias y las humanidades. Se han estado cambiando últimamente cosas muy importantes de la reforma educativa del año 95 sin evaluación alguna, por ejemplo los CERP, los centros de formación docente del interior del interior del país, que han tenido un magnífico resultado con una gran calidad en Salto, en Colonia, en Maldonado, pero desgraciadamente el actual Codicen está en contra y los quiere subordinar al IPA, que desgraciadamente hoy es un fracaso. Esos temas, esa es la sustancia de la educación, eso es lo que se está jugando.
JI - ¿Qué señal le dio el presidente Vázquez? Porque más allá de lo que se haya discutido, primero en el Debate Educativo y después Congreso Educativo, esto termina resolviéndose en el Parlamento; hablo de la ley a la que usted hacía referencia.
JMS - Ahí se abrió un debate, sobre esos aspectos el presidente no se pronunció en forma específica, escuchó el planteo nuestro y estimó que debíamos comenzar a discutir a partir del documento sobre política educativa que firmamos el 15 de febrero de 2005. Ahí también está como núcleo central la laicidad, es decir la actitud de respeto a las diversas visiones filosóficas y políticas que debe tener una educación que hoy estamos viendo, sobre todo en el manejo de la historia contemporánea, no sólo nacional sino internacional, con una visión absolutamente sesgada.
JI - ¿Le dijo esto al presidente Vázquez ayer?
JMS - Sí.
JI - ¿Y qué le contestó?
JMS - Que esa será la materia con la cual tendremos que discutir y lidiar estos años. No tuvimos un contencioso a ese respecto, simplemente recogió nuestra preocupación.
JI - ¿Ustedes han tenido la inquietud o hecho algún movimiento para hablar con quienes han estado organizando estas clases, al sentirse afectado el PC directamente?
JMS - Lo hemos hablado en el Senado y en la Cámara de Diputados con las autoridades del Codicen, antes de que empezaran estas clases yo mismo personalmente le planteé al Codicen que las solas personas que estaba designando representaban un sesgo, porque estaba poniendo, para elegir a los profesores y darles las clases de instrucción sobre estos temas, a profesores cuya calidad técnica no discuto, cuyo nivel intelectual no discuto pero que claramente tienen obras publicadas todas con una idéntica visión que por lo menos medio país no comparte. Eso lleva inevitablemente a una deformación de la orientación.
JI - ¿Qué es lo más grave que ha visto o escuchado de estas clases que se han dado a través de Canal 5?
JMS - Hay por un lado una visión exterior en la cual no se ve equilibradamente todo el tema de la guerra fría, parece que todas las responsabilidades fueran de Estados Unidos y que el mundo socialista no fue el desastre totalitario que fue, telón de fondo internacional. Y en lo nacional se está viendo una suerte de legitimación subliminal, tácita o indirecta del fenómeno guerrillero que asoló al país y cuyo propósito notorio e indiscutido era, bajo la inspiración de la revolución cubana, ir a una revolución marxista de ese tipo. Hoy parece que esto fue una suerte de reacción a medidas autoritarias de los gobiernos, cuando estábamos en gobiernos colegiados, cuando empezó el movimiento sedicioso estaba el gobierno blanco colegiado, o sea un poder que se podía considerar en exceso deliberante pero no en exceso autoritario. Es un hecho incuestionable e indiscutible.
Las famosas expresiones, que dieron lugar a debate, del profesor Demassi de que no se sabía quién había empezado, si la represión o la guerrilla, están en el núcleo central de nuestra discrepancia con la visión de los episodios de la historia más reciente.
AG - Ya comentó algo sobre la Reforma Tributaria, pero me interesaría una respuesta breve a propósito del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Este pareció ser un punto de quiebre en el relacionamiento no sé si fue casualidad o no entre oposición y gobierno.
JMS - Es una discrepancia que tenemos, no en el fondo, porque el presidente sigue diciendo que considera que es buena la apertura comercial hacia Estados Unidos, junto con el ministro Astori mantiene el optimismo de pensar que aún hay posibilidad de un TLC o algo muy parecido. Nosotros desgraciadamente pensamos distinto, pensamos que el país perdió una gran oportunidad que hoy se ha alejado muchísimo, incluso por el triunfo del Partido Demócrata, que tiene una actitud más proteccionista. De modo que ahí tenemos una diferencia de criterio, no en el fondo pero sí en la ejecución, debió haberse hecho en el momento en que teníamos esa posibilidad.
JI - ¿Le mencionó Vázquez la teoría de que Brasil va camino a un TLC con Estados Unidos y que Uruguay se podría subir a esa iniciativa?
JMS - De algún modo sí, eso está en el presidente, el optimismo que todavía tiene con relación a ese rumbo. Somos escépticos, creemos que ni Brasil ni Uruguay van a llegar al acuerdo al que teníamos que llegar, algo como aquello a lo que llegaron México o Chile, una apertura en serio, sustantiva, que no sólo permita colocar mejor lo que hoy producimos, sino que habilite inversiones europeas y norteamericanas en productos que luego puedan acceder a esos mercados. Produciendo lo que siempre hemos producido podremos estar mejor circunstancialmente pero no vamos a ensanchar ni agrandar al país económicamente como estamos necesitando. Eso requiere nuevas inversiones, nuevos productos, nuevas líneas de trabajo, y para ello hay que asegurar mercado. Hoy el Mercosur no nos lo ofrece, porque quién se atreve hoy a invertir en Uruguay pensando que es la puerta de entrada a un mercado que notoriamente nos cierra hasta los puentes.
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Edición: Mauricio Erramuspe