Entrevistas

Innecesario: opinión blanca sobre el proyecto de Defensa Nacional

Innecesario: opinión blanca sobre el proyecto de Defensa Nacional

El gobierno prepara una normativa que incluirá potestades de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, en casos de conmoción interna, cuando los organismos del Estado se vean desbordados. El senador blanco Carlos Moreira cuestionó la iniciativa: "Nos retrotrae a épocas que no queremos recordar. (El proyecto) es innecesario e inoportuno". Para Moreira, la gente no reclama por los temas de conmoción interior, que son "inexistentes", sino por la "inseguridad pública que a veces causa alarma".

(Emitido a las 7.25)

JOSÉ IRAZÁBAL:

El gobierno está cerrando el proyecto de ley de Defensa Nacional que piensa enviar a principios de marzo al Parlamento, para que los legisladores lo aprueben a mitad de año y discutir luego la Ley Orgánica Militar.

La nueva normativa va a definir en su articulado las potestades que van a tener las Fuerzas Armadas, por ejemplo, para actuar en casos de conmoción interna, cuando los organismos del Estado se vean desbordados. Mientras que desde el oficialismo se sostiene que esto es algo habitual, desde el Partido Nacional (PN) se ve como paradójico que el Frente Amplio (FA) fije este criterio.

Cinco mesas temáticas debatieron durante el año pasado y elaboraron documentos sobre la conducción política de la defensa nacional y sus competencias institucionales. En este marco, se realizaron seminarios con la participación de expertos civiles y militares, que aportaron elementos con los cuales se va a elaborar la próxima Ley de Defensa que el gobierno presentará en marzo.

Según el informe acordado entre los integrantes del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y con participación de militares y civiles especialistas en temas castrenses, las Fuerzas Armadas podrán intervenir en el orden interno, previa consulta del mando superior al Poder Legislativo, en caso de conmoción interior, cuando los organismos competentes del Estado se vean desbordados.

Ayer, el diario La República traía un artículo que decía que el mando superior debería establecer las coordinaciones pertinentes para garantizar que las Fuerzas Armadas complementaran -con sus capacidades operativas- las del Ministerio del Interior cuando este lo requiriera. Esta información fue confirmada ayer a Índice 810 por el senador oficialista Jorge Saravia, integrante de la Comisión de Defensa del Senado, quien también informó sobre los tiempos que manejan el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo para la aprobación de esta nueva Ley de Defensa Nacional.

¿Cuál es el alcance de la intervención ante casos de conmoción interna? Esta puede ser una de las preguntas clave. Actualmente, las Fuerzas Armadas tienen la potestad de intervenir, si existe conmoción interna, por dos vías: las medidas prontas de seguridad o a través de un decreto de la Presidencia. Algo de esto pasó cuando se puso por algunos días una guardia militar perimetral en la planta de Botnia en Fray Bentos. Fue a través de un decreto del presidente.

Saravia explicaba ayer que esto está establecido en la Ley Orgánica Militar, pero no a texto expreso en la Ley de Defensa Nacional, como ocurre en la mayoría de los países. El objetivo es definir claramente las potestades de las Fuerzas Armadas.

(Audio)

"En este caso lo que se intenta es fijar en la Ley de Defensa un artículo que delimite la actuación de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, en conmoción interna o en agresión externa. Eso también estaba en discusión, en caso de agresión, hipótesis de conflicto. Se va a delimitar en la propia ley, así queda estipulado en la Ley de Defensa Nacional. Esa ley no pasa por arriba de la Constitución de la República. Si en un artículo se estipula que las Fuerzas Armadas pueden actuar en situaciones internas de conmoción, lógicamente van a estar atadas a la decisión del Parlamento."

(Fin del audio)

JI - El legislador explicaba qué se entiende por caso de conmoción interna y ponía un ejemplo.

(Audio)

"Pueden ser situaciones generadas internamente en el país por actos de terrorismo o lo que sea. O pueden ser (situaciones) externas que generen una conmoción interna, como si se generara un atentado en la planta de Botnia. El Poder Ejecutivo tiene que hacer intervenir a las Fuerzas Armadas."

(Fin del audio)

JI - Decíamos que desde el PN esto se ve como paradójico.

***

JI - Estamos en diálogo con el doctor Carlos Moreira, senador de Alianza Nacional, PN.

¿Cuál es la primera impresión del PN sobre esta definición del Poder Ejecutivo, este proyecto de ley que se va a presentar a principios de marzo en el Parlamento?

CARLOS MOREIRA:

Me llama poderosamente la atención que se ponga énfasis en este tema. Vimos hace poco lo de Botnia...En lo personal tengo una discrepancia con eso. Me pareció innecesario. Obedece a una predisposición, a una especie de psicosis con determinadas situaciones que exceden lo que la realidad marca. La redefinición o el cambio de algunos roles de las Fuerzas Armadas no pasa por los temas de la conmoción interior. Hay mecanismos constitucionales que prevén este tipo de hipótesis. Es absolutamente innecesario legislar sobre esa materia.

Veo una especie de psicosis de la conmoción, del terrorismo...Cosas que nos retrotraen a épocas perimidas y superadas en la República, sin perjuicio de que pueda suceder alguna hipótesis de terrorismo internacional (a las que por suerte Uruguay ha estado ajeno y ojalá permanezca ajeno) y que de cualquier manera están contempladas en nuestro marco constitucional. Seguir avanzando sobre esos temas es absolutamente innecesario. Esa teoría conspirativa que algún momento se nos adjudicó obedece a un exceso de celo frente a situaciones que no se van a dar y que además están contempladas constitucionalmente. En esta materia hay que legislar sobre otros temas; no sobre estos que ya están necesaria y suficientemente regulados por las normas actuales. Es absolutamente innecesario.

JI - En el proyecto se prevé un pedido de autorización al Parlamento.

CM - No conozco el proyecto. Las mesas temáticas han debatido, pero vamos a esperar el proyecto del Poder Ejecutivo. Lo de ayer fue una versión periodística. Al margen de todo eso, el proyecto está celosamente guardado, Supongo que llegará en estos meses, no sabemos cuándo. Las cosas siempre nos llegan desde arriba sin conocerlas, porque es el Poder Ejecutivo el que las determina. Esperemos a ver qué aparece por ahí, pero nos parece superabundante, la hipótesis ya está contemplada. Además nos retrotrae a épocas que no queremos recordar. Más que superabundante es innecesario e inoportuno.

JI - ¿Cuáles son los temas clave que deberían llamar la atención sobre este proyecto de Ley de Defensa Nacional, que en marzo va a estar sobre la mesa en el Parlamento?

CM - La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas puede contemplar un montón de cosas. La adecuación numérica es uno de los temas a contemplar. Las Fuerzas Armadas ahora están ocupándose de cosas que las han prestigiado mucho, como las misiones de paz, que colocan a Uruguay en un muy buen lugar en el plano internacional y que han significado mucho para las Fuerzas Armadas en todo sentido. Pero esto de otorgarles funciones policíacas, en el diario La República se hablaba –no sé si el Poder Ejecutivo lo contemplarᖠde sacar la guardia perimetral de las cárceles...

JI - ¿Qué opina sobre ese punto concreto?

CM - La guardia perimetral de las cárceles se ha cumplido muy bien. No creo que eso haya quitado efectivos a las Fuerzas Armadas. Es una función que cumplen bien. La puede cumplir la Policía pero le va a quitar efectivos. Se discutió sobre la nueva cárcel donde están detenidos los militares procesados este tema, incluso el de la guardia interna, que es una función típicamente policial...La custodia de la persona privada de su libertad es una función típica de la Policía. Mañana la puede cumplir un instituto diferente del instituto policial, pero no las Fuerzas Armadas. Me parece bien que sigan cumpliendo la guardia perimetral, no le veo dificultades ni cuestionamientos a eso. Pero no me gusta regular con exceso de celo el tema de la conmoción interior.

JI - ¿Cómo ve el PN ese tema conmoción interior y el rol que tienen que cumplir las Fuerzas Armadas?

CM - Están las medidas prontas de seguridad para actuar en esos casos. No hay más nada que legislar en esa materia. ¿Nos hemos pasado un año discutiendo los roles de las Fuerzas Armadas para que luego el proyecto tenga como tema más saliente ese? No veo por qué, si Uruguay no está sufriendo ninguna de esas hipótesis. ¿Qué hipótesis de conmoción interior está sufriendo Uruguay para que nos planteemos la intervención de las Fuerzas Armadas en temas que son en principio típicamente policiales? No veo ninguna hipótesis de desborde en ninguna materia. Si por ahí pasa la cosa, vamos por el camino equivocado.

JI - Cuando se refería a la importancia de este proyecto de Ley de Defensa Nacional usted hablaba de uno de los temas que deberían estar, que es la cantidad de efectivos del Ejército Nacional.

CM - El doctor Larrañaga propuso trasladar vacantes no ocupadas del Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior, e incluso readiestrar efectivos de las Fuerzas Armadas para convertirlos en integrantes del Ministerio del Interior. Estos efectivos tienen una calificación parecida en algunos aspectos, a pesar de que son institutos diferentes, pero son institutos verticales, que conocen el uso de las armas y hoy tenemos un problema de inseguridad pública muy grande. Sin gastar un solo peso se pueden trasladar vacantes de un ministerio al otro para convertir soldados en policías, adiestrándolos. Porque la gente no reclama los temas de conmoción interior, que son inexistentes y poco previsibles en Uruguay, la gente reclama por una situación de inseguridad pública que a veces causa alarma.

JI - ¿Tienen algún cálculo de en cuántos efectivos estaría hoy sobregirado el Ejército uruguayo? ¿De qué porcentaje podría ser esa reducción?

CM - Si usted pregunta a nivel de los oficiales de las Fuerzas Armadas le van a decir que no les sobra ninguno. Si le pregunta a la Policía, los jefes de Policía de todo el país le van a decir que necesitan efectivos. Es muy difícil decir fehacientemente cuántos, pero razonablemente podemos convertir personal que a veces no está afectado a tareas demasiado específicas ni esenciales para ponerlo en tareas que son esenciales en la vida de la gente y que dan la tranquilidad de vivir seguros todo el día. Por ahí podemos hablar de algunos miles. Los integrantes de las Fuerzas Armadas son unos 28.000 en este momento.

JI - ¿Cree que a partir de este proyecto de ley que ha sido analizado a través de mesas temáticas en el correr del año pasado, y después con la discusión de la Ley Orgánica Militar, este gobierno va a plantar nuevas bases para el funcionamiento, para el rol de las Fuerzas Armadas hoy en la sociedad uruguaya?

CM - No lo sé. Esto se ha prolongado durante muchos meses y de las mesas temáticas surgen conclusiones. Es lo mismo que pasa con la reforma educativa: no conocemos qué va a enviar al Parlamento el Poder Ejecutivo. Como legisladores hemos sido invitados a las mesas temáticas, pero no tenemos ningún conocimiento del contenido concreto del proyecto. Leímos dos cosas en el diario La República de ayer pero no conocemos el proyecto. Como tantas cosas, los proyectos aterrizan en el Parlamento sin que la oposición los conozca en concreto ni haya participado en su elaboración, porque una cosa son las mesas temáticas y otra es el proyecto en sí mismo.

JI - ¿El PN, en qué rol ve a las Fuerzas Armadas en el futuro del país?

CM - Las Fuerzas Armadas cumplen uno de los cometidos esenciales, que es la defensa nacional. En determinadas circunstancias participan en cuestiones relativas a la seguridad pública, lo hace la Prefectura Nacional Naval, lo hace la Fuerza Aérea, que custodia el espacio aéreo, la Policía Aeroportuaria, la custodia perimetral de las cárceles. En algunas hipótesis puede tener una mayor participación en estas cosas. Podemos analizarlo, pero hay que calificarlas, tecnificarlas, modernizarlas. Todo eso está muy bien, pero tenemos que ser muy cuidadosos porque es un instituto que tiene un estado militar muy particular, en el cual tampoco se pueden hacer enormes innovaciones. No podemos convertirlas en otro tipo de cosas que no hacen a su esencia, en el mundo es así. Está el terrorismo internacional, está el narcotráfico y las nuevas formas delictivas internacionales hacen que tenga que haber cooperación internacional, que las Fuerzas Armadas se califiquen, se tecnifiquen, coordinen. Está la tesis de Chávez de crear un ejército del Mercosur. Son todas cosas que hay que analizar con mucha cautela, con mucha calma, que no pueden ser hijas de las circunstancias históricas que se viven en un momento. Tenemos que ser muy cautelosos en esto.