El embajador en Chile, Carlos Pita, señaló las coincidencias políticas entre ambos estados. Se busca que esa afinidad tenga un correlato comercial, incluso con un TLC.

Uruguay busca una "alianza estratégica" con Chile

El embajador uruguayo en Chile, Carlos Pita, señaló que las coincidencias entre ambos estados en política internacional pueden calificarse como "una alianza estratégica". Ahora, se busca que esa afinidad tenga un correlato comercial, incluso mediante un TLC. El diplomático confirmó que en abril Vázquez irá a Santiago y habrá anuncios en ese plano.

(Emitido a las 9.11)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Mientras esperamos que vengan a hacer turismo en Uruguay y nos ayuden a compensar la escasez de argentinos gracias a los piquetes, ¿por qué no hablar del libre comercio? Me estoy refiriendo al pueblo chileno, cuyo país se ha ganado en los últimos días un espacio privilegiado en nuestra agenda.

ANDRÉS GIL:
En particular a partir del viaje a Santiago del canciller Reinaldo Gargano sobre el cierre de la semana pasada, y algunas versiones periodísticas que hablan de la intención de nuestro gobierno de profundizar el comercio entre ambos países.

JI - Parece un momento más que oportuno para conversar con nuestro principal representante diplomático en aquel país, el embajador uruguayo en Chile, Carlos Pita.

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 JI - Embajador Pita, hoy lo encontramos en Uruguay, de vacaciones.

CARLOS PITA:
Es el último día.

JI - ¿Dónde está?

CP - En Punta Colorada.

JI - ¿Está desde el cierre del año pasado, arranque de este año?

CP - Efectivamente, se casó una hija y aprovechamos y tomamos unos días de licencia.

JI - ¿Hay muchos chilenos veraneando por ahí?

CP - Se espera que el flujo turístico chileno mayor se dé en el mes de febrero. Febrero es el enero chileno, allá la feria judicial es en febrero y las actividades vacacionales son en ese mes. Hay una expectativa importante en cuanto a un flujo de este origen, el año pasado se llegó a superar holgadamente los 40.000 chilenos en el año distribuidos en distintos destinos uruguayos. El flujo más importante es en febrero y el destino elegido principalmente es Punta del Este. Hay expectativa de poder superar esa cifra.

JI - ¿Qué se ha hecho desde Uruguay para fomentar la llegada de chilenos al país?

CP - Se ha generado una serie de actividades de promoción, lanzamientos de temporada, una publicidad callejera que se venía haciendo desde hacía algunos años, se ha intensificado esa presentación junto con un esfuerzo muy grande de mayoristas y minoristas, empresarios uruguayos y chilenos que han tratado por todos los medios de incrementar ese flujo. Y particularmente ha habido un esfuerzo muy grande del Ministerio de Turismo y de las direcciones de Turismo de las intendencias de los principales destinos turísticos uruguayos, en particular la de Maldonado pero también las de Montevideo, Canelones y Colonia, en el sentido de buscar tres actividades clásicas que interesan mucho a los sectores de más alto poder adquisitivo y capacidad de consumo, que son las actividades hípicas, el golf y los deportes náuticos.

JI - Por ahí se apuntó a conquistar a los chilenos.

CP - No a los chilenos que ya ven con muchísima simpatía e interés el destino uruguayo, sino a los chilenos de más alto poder adquisitivo que tienen una actividad deportiva vinculada con esas tres especialidades, para con eso mejorar el consumo per cápita de los hermanos chilenos que vengan a visitarnos.

AG - ¿Cómo está la relación cambiaria entre ambos países, usted que ha vivido de los dos lados?

CP - Es favorable a los chilenos en el sentido de que les rinde más el dinero acá, sin ninguna duda la relación de precios es mejor. Ellos tienen una ventaja importante en Uruguay, allá se cuestiona mucho el tipo de cambio, muchos sectores productivos se plantean el atraso cambiario –esto es un tema de todos los países–, y tienen un tipo de cambio que les favorece para venir acá, les rinde más el dinero acá que en destinos del propio país. O sea que hay una coyuntura favorable y la expectativa que tenemos es que las actividades realizadas, junto con el tipo de precio, el tipo de cambio y las bondades naturales que tenemos, que son muchísimas –la seguridad, la tranquilidad y el carácter hospitalario del paisaje, de las playas–, determinen que el flujo aumente en cantidad y que mejore la capacidad de consumo de esa manera. Vamos a ver si eso se refleja en los números al finalizar la temporada 2006-2007.

AG - Le cambio de frente. El semanario Búsqueda, en una nota del periodista Andrés Lanza, publicó en su edición de la semana pasada que el presidente Tabaré Vázquez tenía previsto anunciar la firma de un tratado de libre comercio (TLC) con Chile en oportunidad de una visita que tiene previsto realizar a aquel país a fines de marzo. En las últimas horas el canciller Reinaldo Gargano dijo que un TLC no está todavía en la agenda pero que se va a intentar profundizar las relaciones comerciales con Chile apelando a un proceso de liberalización un poco más acelerado que el que estaba previsto. ¿En qué estado está todo esto?

CP - En primer término la fecha de fines de marzo es tentativa, seguramente tiene que coordinarse con la agenda de la presidenta chilena. La doctora Bachelet tiene una gira por Centroamérica a fines de marzo, capaz que la visita de Estado, que responde a una invitación de la doctora Bachelet al doctor Tabaré Vázquez, se termina realizando en los primeros días de abril.

En cuanto a los eventuales anuncios que se formulen en esa visita, están supeditados a un conjunto de trabajos que se vienen realizando y fundamentalmente con una agenda con cuatro capítulos que dejara establecida el ministro Danilo Astori en la visita de los primeros días de diciembre del año pasado.

El primer capítulo se refiere a mejorar las condiciones del tratado vigente de promoción y protección recíproca de inversiones, profundizándolo y actualizándolo.

El segundo capítulo se refiere a definir la suscripción de un tratado para evitar la doble tributación, que Uruguay estaría en condiciones de hacer a partir de mediados de este año cuando entre en vigencia la nueva ley fiscal, la reforma tributaria, que es muy importante para las inversiones porque contiene estímulos relevantes para la inversión externa productiva directa.

El tercer capítulo, tal vez el más importante de todos, se refiere a una comisión binacional de alto nivel para estudiar las posibilidades de Chile como país plataforma de acceso a terceros mercados. A esos efectos una comisión binacional está estudiando cada uno de los TLC que Chile tiene con terceros países –Chile es el país que más TLC tiene en el mundo– y los capítulos de normas de origen de cada uno a los efectos de realizar un relevamiento rubro por rubro, producto por producto de la producción nacional para ver si pueden ser objeto de complementación productiva y asociaciones empresariales para generar ese flujo de exportaciones agregado a terceros países usando –en el buen sentido de la palabra– a Chile como país plataforma.

JI - ¿Ese equipo ya está trabajando?

CP - El equipo está trabajando, fue definido a fin de año, en la primera semana de diciembre, y su trabajo real se va a concretar después de las vacaciones de enero en Uruguay.

AG - Recuerdo que a comienzos de diciembre, en el Foro Económico de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, el ministro Astori habló de aprovechar la inserción internacional de Chile con sus TLC. ¿A eso se refiere eso de país plataforma? ¿Es utilizar esos conductos que Chile ya tiene diseñados en materia comercial para filtrar nuestra producción?

CP - Efectivamente, ya se hizo a fines de noviembre, antes de que fuera el ministro Astori, un encuentro empresarial latinoamericano que promovió y organizó el grupo Diarios de América, que de Uruguay integra el diario El País, la cancillería chilena y un foro empresarial chileno muy importante para este tema. El concepto central es el siguiente: el motor del crecimiento de la economía mundial de los últimos años y de los próximos y bastante largos años que vienen ha estado y seguirá estando enmarcado en el crecimiento de la demanda de la región Asia-Pacífico. El crecimiento de esa demanda es formidable en volumen y no hay ningún país que por sí solo esté en condiciones de satisfacer ese crecimiento de demanda de productos que se producen en nuestra América del Sur.

La idea es generar asociaciones productivas que les permitan a los países de América, en particular a Chile y a Uruguay, que son los países más pequeños del Cono Sur, producir juntos para satisfacer esa demanda y acceder a esos mercados en las mejores condiciones. Cada TLC que tiene Chile con cada país, con China, con Corea, con la India, tiene que ser objeto de estudio porque cada uno tiene un capítulo de normas de origen, exigido por el país potencial destino de la producción, diferente en cuanto a porcentajes de producto chileno y de producto de otro país. Estudiado eso, estudiados los productos, estudiados los rubros, según el capítulo de normas de origen del TLC del que se trate, se tiene que ver la posibilidad de promover una asociación empresarial para realizar el proceso comercial. Es muy importante y se podría tener un incremento de los ya importantes niveles de exportación que Uruguay ha alcanzado en los últimos dos años para superar eso y agregar nuevos mercados de destino para nuestra producción, y para desarrollar eventualmente áreas de producción que no tengamos porque hay mercados, sin duda aquí el huevo de la gallina es el mercado, el acceso al mercado determina la posibilidad de la inversión productiva para satisfacer la demanda.

AG - Faltó el cuarto capítulo de la agenda.

CP - Cuarto capítulo, el ministro Astori estuvo conversando con su par, el ministro Velazco, el ministro de Hacienda de Chile, con el canciller Foxley y la doctora Bachelet en reuniones de trabajo muy interesantes, la posibilidad de culminar estos procesos con una liberalización total del comercio con Chile mediante la suscripción de un TLC. El cuarto capítulo de los que manejaron el ministro de Economía y Finanzas uruguayo y las autoridades chilenas fue la eventual suscripción de un TLC, coincidiendo en que ese objetivo debe buscarse y lograrse.

AG - Chile ya tiene un acuerdo de libre comercio en curso con el Mercosur en bloque. ¿Cómo operaría esta superposición de un tratado bilateral y el tratado en bloque?

CP - Tenemos un acuerdo con Chile dentro del Acuerdo de Complementación Económica Nº 35, el ACE 35, que data de la época en que en el Mercosur había cuatro miembros plenos bajo la modalidad cuatro más uno. En ese ACE 35 Uruguay tiene su acuerdo, Brasil el suyo, Argentina el suyo y Paraguay el suyo. La aspiración planteada por el ministro Astori es muy clara: que ese acuerdo Uruguay-Chile dentro del ACE 35, inscripto en la ALADI, llegue a abarcar todos los capítulos de una relación comercial, un TLC, es decir que abarque todos los capítulos correspondientes, desde acceso a mercado pasando por servicios, compras estatales, propiedad intelectual, todos los capítulos que contiene un tratado de máximo nivel comercial al que en la jerga técnica se denomina TLC.

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JI - La afinidad entre los gobiernos de Chile y Uruguay es evidente, en más de una oportunidad autoridades del gobierno uruguayo han señalado a Chile como un modelo a seguir. También hay afinidad personal entre los presidentes, Vázquez y Bachelet, ambos socialistas y ambos médicos, lo cierto es que no parece casualidad que la intención ahora sea profundizar las relaciones. ¿Cómo lo ve usted? ¿Cuánto de estratégico hay en este paso?

CP - Es evidente que las afinidades y coincidencias se expresan no sólo en los orígenes, las sensibilidades comunes, las historias comunes, no sólo de ambos presidentes sino de muchos jerarcas de ambos gobiernos que tienen historias de vida comunes en cuanto a su posicionamiento frente al mundo y a la vida misma en materia política, filosófica y valórica, sino que también hay datos objetivos.

Si usted analiza, los posicionamientos de Chile y Uruguay en materia de política exterior tanto regional como internacional han sido coincidentes, y no sólo en este gobierno, también en los gobiernos anteriores en muchos temas. Si uno mira objetivamente, además de todos esos elementos de afinidad previa entre ambos gobiernos, los países más parecidos en materia de posicionamiento político en el Cono Sur frente a la región y el mundo en cuanto a las sensibilidades, a las posiciones, a las preocupaciones y a la manera de solucionarlas son estos dos, Chile y Uruguay. Vivimos problemas en la región, pero aun sin estas vicisitudes que han sido la historia de los últimos tiempos del Mercosur, Chile y Uruguay tienen un posicionamiento que puede perfectamente definirse en términos de la política exterior como merecedor de una definición de una alianza estratégica.

JI - Usted hacía referencia a un punto sensible, las relaciones hoy dentro del Mercosur, en particular el momento tan álgido, tan complicado, tan áspero que se vive con Argentina. ¿Usted ha tenido algún tipo de contacto con el gobierno chileno por este conflicto puntual entre Uruguay y Argentina?

CP - Hemos informado detalladamente paso a paso todas las alternativas, las diferencias que Uruguay está sufriendo con la hermana República Argentina y también algunas dificultades con el bloque en su conjunto, con algunas posiciones de los hermanos brasileños. Al mismo tiempo estamos en permanente contacto con dificultades similares que tiene Chile con Argentina en particular en algunos puntos muy importantes como el tema energético, el tema del gas, los valores del gas, la unidad de suministro de gas. Hay una cantidad de dificultades comunes y el camino para la superación está en tratar de resolver esas dificultades concretas en la región, pero también hay una visión de cómo buscar insertarse en la economía global en forma común.

Estos capítulos de los que estamos hablando fundamentalmente apuntan a eso, a ver cómo, más allá de las dificultades regionales, un factor de integración que las supera ampliamente nos permita salir adelante accediendo a los mercados que están determinando la dinámica mayor de la economía mundial. Eso no es sólo para Chile y Uruguay, deberíamos juntar todos las producciones de Argentina, de Brasil, de Chile, de Uruguay y de muchos otros países de América del Sur para poder aprovechar esa demanda. La idea es mucho más que Chile y Uruguay, pero si lo hacen Chile y Uruguay estaríamos señalando un camino de integración, no hablando de integración. La complementación productiva, la asociación empresarial, la asociatividad empresarial y salir a responder a esa demanda generando flujos productivos con trabajo para la gente de la región, para nuestros pueblos. Eso es integración y no retórica integracionista.

AG - Pepe recién le preguntaba qué valor estratégico se le puede asignar a esta intención de fortalecer los vínculos con Chile; nuestro gobierno hizo desde el inicio de esta gestión una apuesta fuerte a Venezuela, una jugada riesgosa que quizás se volvió un poco más complicada aun a partir de los últimos movimientos y anuncios, incluso dichos del presidente Hugo Chávez. ¿Está implícita en este acercamiento con Chile la idea de marcar un perfil más moderado, despegarse un poco del estigma que puede significar aparecer muy atado al gobierno venezolano?

CP - No, en ese sentido tanto el gobierno de Uruguay como el de Chile tienen una clara independencia en materia de definición de sus pasos en el escenario político internacional, no sólo en el americano. Una cosa son los intereses nacionales, el comercio, las inversiones, los proyectos energéticos, y otra cosa son las definiciones políticas sobre cómo debemos relacionarnos entre los países en la región y en el mundo. Esa pregunta me hace recordar la discusión que se dio unos meses atrás con relación a los ejes en América del Sur, a los ejes del Pacífico y del Atlántico. No es así, resulta un poco paradójico el tema, uno ve la retórica y las relaciones entre el gobierno de Estados Unidos y el de Venezuela no podrían ser peores, sin embargo desde el punto de vista económico-comercial no podrían ser mejores.

Por ese lado no veo que se tomen definiciones en ese sentido, lo que Uruguay y Chile están haciendo es marcar un camino común e incrementarlo porque tienen visiones comunes sobre cómo aumentar la producción y desarrollar la economía, no lo hacen movidos por estar más o menos cerca del discurso político de un mandatario que marca la tónica política porque tiene una retórica muy intensa, pero ni el gobierno de Uruguay ni el de Chile, y creo que ninguno en el mundo, se guían por la retórica de los mandatarios de los países. Es una realidad que rompe los ojos. Tan intensa es la retórica del señor presidente de Venezuela como tan pragmática es su inserción económica, la relación económico-comercial venezolano-estadounidense alcanza para comprender esta afirmación.

AG - Se ha escuchado por ahí que uno de los beneficios del acercamiento con Chile sería utilizar la proximidad comercial como una carta de presentación. Seguramente Chile sea un mejor compañero de viaje para el tipo de modelo que está trazando Uruguay para el futuro que Venezuela.

CP - Sin hacer ningún tipo de comparaciones, Chile y Uruguay son un modelo de Estado de derecho, de plena vigencia de la norma jurídica respecto de los contratos y de garantías para la inversión externa. Eso es algo absolutamente claro. En ese sentido la actuación en conjunto de ambos potencia esos elementos que tienen un valor intangible enorme en materia de posibilidades de desarrollo económico.

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Edición: Mauricio Erramuspe