Entrevistas

Lacalle pide que Vázquez se pronuncie sobre "su propia reelección"

Lacalle pide que Vázquez se pronuncie sobre "su propia reelección"

Luis Alberto Lacalle reclamó hoy que el presidente Tabaré Vázquez diga, sin eufemismos, si es partidario de su propia reelección. El líder blanco fue crítico sobre la participación del mandatario en la Cumbre del Mercosur y opinó que es hora de hacer cambios en algunos ministerios.

Emitido a las 9.09)

JOSÉ IRAZÁBAL:

El próximo sábado 27 de enero se va a celebrar la ya tradicional reunión de verano del Herrerismo en el balneario La Paloma.

Oficialmente, el Comité Ejecutivo Nacional ampliado del sector, en el arranque de un año especial, este 2007 en el que se van a definir las precandidaturas a la Presidencia en varios sectores.

ANDRÉS GIL:

Hay muy pocas agrupaciones políticas, me animo a decir que ninguna en que haya a priori tantos aspirantes como en el Herrerismo: Vidalín, Chiruchi, Heber, Lacalle...

JI - Sobre este tema y sobre la agenda del Herrerismo para este año, sobre la marcha del país, vamos a conversar con el líder del sector e integrante del Partido Nacional (PN), doctor Luis Alberto Lacalle.

***

LUIS ALBERTO LACALLE:

Espero que el patrón esté escuchando.

JI - Esperemos que sí. Hagamos buena letra. Tírenos bastante fruta.

LAL - Tenemos que tener un aparato para saber si realmente está escuchando.

AG - Lo tenemos.

JI - A ver si metemos bastantes titulares para mañana en los diarios.

LAL - Bárbaro.

JI - ¿Con qué expectativa enfrenta esta reunión del sábado 27?

LAL - Como todos los años, es una reunión de carácter informal. No es una reunión oficial. Esto empezó cuando, hace ya muchísimos años, uno de los compañeros resolvió entrar en gastos y nos invitó a almorzar en La Paloma. Empezamos a charlar y encontramos que era un ambiente muy distendido. Son casi cinco horas de charla seria y después un almuerzo de camaradería, donde el carácter no oficial permite que se incorporen compañeros de agrupaciones que no integran las autoridades, personalidades relevantes que tenemos en el sector, cuyo consejo nos importa mucho. Es un ambiente muy agradable; sobre todo sin la urgencia de que hay reunión de la Cámara, reunión del Directorio, que tengo una entrevista. Con bastante mate se puede charlar de una manera mucho más distendida y agradable.

JI - ¿Personalmente le gustaría que domine la agenda de esa reunión?

LAL - Yendo de mayor a menor, situación del país, PN y sector, en ese orden de prioridades, que me parece que es el orden que la gente espera de nosotros, que nos ocupemos primero de los temas nacionales, luego los compañeros del partido seguramente tienen deseos de que se sepa cuál va a ser nuestra función dentro del PN, y luego los temas domésticos. Aunque en virtud de la prensa fundamentalmente y declaraciones y aspiraciones de muchos compañeros, está el tema que ustedes planteaban al principio, sobre el cual creo que tenemos que llegar a una metodología interna para que este año, de acuerdo con lo que se ha conversado, podamos resolver ese punto que es el que llena más los titulares y que a mi juicio es importante, pero enmarcado dentro de los otros dos. Así que calculo que lo importante va a ser que se establezca una metodología para hacer las consultas, las consideraciones, para poder resolver el tema de quién va a llevar la bandera del Herrerismo en el futuro.

AG - Usted ha sido muy claro en cuanto a que no quiere hablar de candidaturas por el momento. De hecho, ha planteado que se hable de esto en el segundo semestre del año. Pero hay otros dirigentes que se salen de la vaina por empezar a correr esa carrera. Por ejemplo, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, que hace pocos días dijo: "Lacalle no quiere que se hable del tema porque él ya fue presidente, pero yo no".

LAL - Cuando Carmelo me interpreta lo hace en forma muy positiva y afectuosa, pero pido que no se me interprete. No es que yo no quiera. En esta profesión nuestra, en esta actividad, uno no es siempre dueño de los acontecimientos. Es lo que vuelve a la actividad política algo fascinante. Uno actúa en un entorno que a veces acelera los tiempos y a veces los enlentece. Entonces no es que yo no quiera. Primero, porque mi voluntad es una más. Con lo que pueda tener de adhesión, prestigio y consideración de los compañeros, es una opinión más. Y no se trata de que quiera fulano o quiera mengano. Es que las cosas tienen que tener su proceso interno de maduración. Pero notoriamente las aspiraciones de muchos compañeros, legítimas todas ellas, han acelerado ese tema dentro de nuestro sector.

JI - El tema tiene que quedar liquidado este año sí o sí.

LAL - Es lo que hemos acordado, sin una exactitud que diga el domingo 23 de junio a las 7 de la tarde. Tenemos partidariamente algo mucho más importante este año, como ustedes saben, porque le han dado cobijo a la noticia (y espero que le den más en la medida en que avance el año). Tenemos elecciones de jóvenes en el PN, con una gran campaña de afiliaciones. Esa elección se celebra el día 12 de mayo y en ella van a participar los afiliados jóvenes del partido que van a elegir sus propias autoridades por primera vez en la historia del PN. Yo le asigno a esta tarea, que nos va a llevar febrero, marzo, abril y ese pedacito de mayo, una enorme importancia. Pero se pueden hacer varias cosas a la vez. A un presidente de Estados Unidos le decían que era tan incapaz que no podía mascar chicle y caminar al mismo tiempo porque la mente no le daba para hacer dos cosas contemporáneamente. Yo creo que se pueden hacer varias cosas a la vez.

AG: Volviendo a dichos de Vidalín, en las últimas horas dijo ser partidario de una eventual candidatura de Tabaré Vázquez a la reelección y que incluso apoyaría una campaña para promover una reforma de la Constitución que lo habilite. ¿Qué opina usted?

LAL - Soy radicalmente contrario al tema de la reelección. Creo que es contrario a la tradición nacional. En Uruguay han sido pocas las veces que se ha intentado. Yo siempre pongo como ejemplo el hombre que más poder tuvo en la historia del país, que fue José Batlle y Ordóñez. Nunca planteó (a pesar de que el poder vaya si le gustaba y vaya si tenía una pasión por obtenerlo, mantenerlo y ejercerlo) la reelección. Es contraria a la tradición y además en todas partes del mundo es un tema negativo. Le hace mal a los mecanismos democráticos la permanencia; más allá de que en los casos en que está establecida es con el voto popular, lo mismo que decir que un período no alcanza. Yo soy la prueba viviente de que un período alcanza, aún sin mayorías parlamentarias, para hacer cosas como a ustedes les consta que se hicieron entre el 90 y el 95.

AG - ¿Se la ve venir?

LAL - Es un problema primero del Frente Amplio (FA). Hasta ahora lo que ha habido son amagues, sugerencias, silencios. Si de mí dependiera darle importancia al tema, diría que el presidente tiene que aclarar el tema. Porque va más allá de lo jurídico-político y el presidente tiene que decir lo más temprano posible, para que sepamos los ciudadanos a qué atenernos, si es o no partidario de su propia candidatura. Porque...vamos a no estar con eufemismos. Se trata de si el doctor Vázquez va a ser candidato de nuevo o no. Yo soy radicalmente contrario y, con todo respeto, le reclamaría al presidente que aclarara esa duda apenas se inicie el año político el 1 de marzo, cuando tiene que presentar su balance. Hay que despejar esa incógnita que no hace bien. No creo que la idea sea buena, ni para nuestro país ni para ningún país en el mundo.

JI - La experiencia en materia regional sobre este tema no ha sido muy alentadora. Lula lo decidió muy sobre la raya. En el caso de Kirchner todavía no hay un pronunciamiento y las elecciones son en octubre.

LAL - Estamos hablando de dos cosas. Usted habla de la voluntad de presentarse o no, que es el caso de Lula, que tenía el derecho y podía decir "voy" o "no voy", en Brasil el tema se resolvió –erróneamente a mi juicio– en la época de Fernando Henrique Cardoso cuando se modificó la Constitución. En la República Argentina, un país donde el tema del derecho es un poquitito más laxo –digámoslo de manera respetuosa pero evidente–, lo acordó Menem con el Partido Radical ya hace mucho tiempo y está establecido, después otra cosa es si el presidente quiere o no. La norma habilitante existe antes de Kirchner, antes de Lula, y no creo que sean experiencias... primero somos muy distintos de los países de al lado. Si alguien quisiera ponerme como ejemplo para forzar o para argumentar a favor de una reelección en Brasil y en Argentina yo diría que somos otros Pérez, somos otras realidades aunque estemos pegados. Somos realidades distintas y el país debe mantener ese perfil distinto, sobre todo en lo fantástico de nuestra regulación electoral. El sistema político uruguayo en ese sentido es ejemplar, desde la emisión del sufragio, cómo se cuentan los sufragios, cómo se hace valer la verdad electoral, tenemos que mantener una característica que nos distinga.

AG - Ya que entramos en consideraciones que hacen a la región, le pregunto sobre el evento que se roba la atención por estas horas, la Cumbre del Mercosur en Río. Usted ha dicho que no comparte la decisión del presidente Vázquez de no participar en la reunión en su totalidad, de ir apenas unas 14 horas. ¿Por qué?

LAL - Porque si uno forma parte de un cuerpo colectivo, lo peor que puede hacer es no comparecer, no integrarlo y no actuar dentro de ese ámbito. Lo bajo más cerca para que todo el mundo lo entienda: si yo soy diputado, pienso en Iván Posada, diputado del Partido Independiente, solo en la Cámara de Diputados, pero asiste y está porque ahí es donde puede defender. Él o cualquier otro de los señores legisladores, no agregan nada a sus responsabilidades diciendo "no voy a la sesión porque viene mal para mí", "el tema que he planteado no tiene eco" o "yo soy una minoría".

AG - No creo que Iván Posada haya sufrido los desplantes que ha sufrido el presidente Vázquez por parte de sus pares de la región. Hay mucha gente que entiende que es hora de que Uruguay se ponga un poco más duro, por lo menos a nivel de señales frente a esta reiteración de desplantes de los presidentes vecinos.

LAL - En primer lugar, yo no pagaría desplante con desplante. Porque eso implicaría la misma mala educación que tienen los otros. El presidente de un país chico como el nuestro no puede abandonar un milímetro de las competencias que tenga.

AG - ¿Por qué?

LAL - ¿Le parece que si yo integro el Consejo del Mercosur es bueno que no vaya?

AG - ¿Pero qué le preocupa puntualmente por la ausencia o la presencia parcial de Vázquez a los efectos del funcionamiento del Mercosur?

LAL - Primero que nada hay que cumplir con las responsabilidades. Él es presidente y como tal integra ciertos órganos de la conducción del Mercosur. Hay que estar allí, aguantarse lo que pueda pasar, aguantar que eventualmente los otros tres países –ahora cuatro con Venezuela– puedan estar contra lo que uno dice. Lo peor es irse, no estar. Porque al uno no estar habilita a que se hagan cosas que a lo mejor la propia presencia, los argumentos, la firmeza, el fundamento de lo que se diga y se trasmita hacia fuera es el cumplimiento de las responsabilidades. El presidente Kirchner es muy amigo de estas cosas, de no ir o estar poco, lo ha hecho ya en forma acostumbrada y a mí me parece un error. Si yo tengo un cachito de responsabilidad y de poder para ejercer en una reunión colectiva, debo ir, debo estar todo el tiempo necesario. Es más, no les daría un minuto de ausencia a países –en el caso de los legisladores sería a los legisladores– que piensan distinto de mí, no les puedo dejar un vacío. Cuando se ejercen responsabilidades hay que ejercerlas plenamente.

JI - Sobre la relación puntual con Argentina y la eventualidad de un encuentro con el presidente argentino en la cumbre de Río, el presidente Vázquez decía lo siguiente ayer aquí en El Espectador.

(Audio Tabaré Vázquez.)

"Queda bien claro y debe quedar bien definido: Uruguay no va a negociar nada hasta que no se levante el corte de puentes. En ese sentido Uruguay tiene una posición muy clara, lamentamos mucho esta situación con Argentina pero para negociar Uruguay exige que se levante el corte de los puentes. Creo que nos vamos a encontrar porque vamos a estar en el mismo ambiente, no está agendado ningún encuentro bilateral."

(Fin del audio)

JI - ¿Usted comparte esta decisión anunciada por el presidente Vázquez de no mantener contactos con Kirchner mientras los puentes sigan cortados?

LAL - Antes que nada quiero recordar que mi partido y yo en particular hemos apoyado al presidente en todo este proceso. Es un tema que va más allá de una circunstancia gubernativa, cualquiera que fuera el gobierno el PN y nosotros estaríamos defendiéndolo y acompañándolo en las grandes líneas de la defensa del interés nacional.

Otro tipo de consideraciones me merece, como táctica general política, poner en manos de un acto que es potestativo del otro mis actitudes. Si Andrés dijera "yo no me quedo en esta audición mientras tú no dejes de tomar agua", el que toma agua tiene preso al otro porque toma agua y el otro se va o toma y se queda. Poner las decisiones de uno en manos de algo que es potestativo de otro no es buena cosa en materia de una discusión. Pero el presidente ha fijado esa posición. Es el responsable de la conducción de la política exterior y la gente lo ha apoyado. Pero vamos a distinguir dos planos. Uno es la reunión lateral que pueda haber, que son comunes en estos casos. Uno agenda con el presidente de Paraguay tal cosa y tal otra, pero lo central, a lo que estábamos refiriéndonos es si se asiste y se participa en reuniones de un órgano colectivo del cual se es miembro y parte. Y nosotros indicamos la inconveniencia de no asistir en plenitud. Otra cosa son las reuniones que puedan realizarse, que dependerán más claramente del tenor y del nivel de las relaciones respectivas.

JI - ¿Está el clima hoy para un mano a mano Vázquez-Kirchner?

LAL - No estoy en el área chica. No puedo juzgar cómo está el clima. Con respeto yo me puedo reunir con todo el mundo. No tengo inconveniente en reunirme aun con la persona más contraria a mi manera de pensar, en la medida en que con razones en la mano y con respecto mutuo uno se puede reunir. Repito, lo que aludíamos como necesidad de que el presidente cumpla con sus responsabilidades son las reuniones oficiales. Usted me ha llevado a otro tema sobre el cual ya le he dado una opinión, pero lo central de su pregunta era si el presidente debe ir parcialmente a la reunión del Mercosur o no. Y yo digo que debe ir total y absolutamente a todas las reuniones como cualquier otro que ejerce representación. Porque el presidente no actúa por Tabaré Ramón Vázquez Rosas, actúa como presidente votado por los orientales. Entonces tiene que dar cumplimiento cabal a sus responsabilidades, para mí asistiendo. Pero es un tema que está librado a la consideración del presidente.

AG - Para completar el panorama de las relaciones exteriores de Uruguay, ustedes, desde el PN y más aun desde el Herrerismo han sido muy críticos con la proximidad que generó este gobierno con el mandatario venezolano Hugo Chávez. Seguramente usted habrá notado que últimamente no se habla tanto de Chávez ni de Venezuela y en cambio aparece la intención manifiesta de reforzar lazos con Chile. ¿Cómo evalúa este cambio de rumbo?

LAL - No sé si es un cambio de rumbo o que esta semana hay menos influencia. Yo leí (creo que ayer en el diario que el ex canciller Celso Laffer, de Brasil)...advertía acerca de lo negativo de la presencia de Venezuela en la organización regional. Porque tenemos que tener en cuenta dos cosas: una es la relación libre con un país, con cualquier país, con Ecuador, con Colombia, que uno la gradúa según haya interés comercial, político, estratégico, y otra cosa es el tremendo error que hemos cometido de institucionalizar la presencia de Venezuela y atarnos a los vecinos en decisiones como la de formar el Parlamento del Mercosur, donde hemos perdido independencia política, donde estamos atados por un vínculo jurídico que lamentablemente el Parlamento aprobó. No es que nos guste más estar con Venezuela que con Chile. Ya tenemos a Venezuela dentro. La tenemos en lo comercial mediante la aprobación de un tratado sin negociación. Se le dijo a Venezuela "venga como socia y después vemos las condiciones" Y tenemos incrustados a Brasil, Argentina, Paraguay y Venezuela; a los cuales para mí en el tema político es igualmente grave estar atados en el Parlamento del Mercosur, donde hemos perdido independencia política. Entonces no es que ahora me guste más Chile o le aflojo a la relación con fulano o con tal país. Los tengo institucionalmente como socios. Eso no tiene vuelta en cuanto a "ahora estoy menos con Venezuela" o "menos con Brasil". Los tenemos asociados por errores de conducción política muy graves.

***

JI - A principios de este mes de enero, en declaraciones al diario La República, usted decía que quiere más acción de este gobierno y que termine la etapa de diagnóstico. Decía algo así como que no han calibrado que la gestión de gobierno es de hacer, más que de hablar de proyectar. Porque hasta el momento –decía– el doctor Vázquez y su equipo persisten en el error del diagnóstico, las comisiones y el diálogo. ¿Le parece que se ha hecho poco en este gobierno?

LAL - Por supuesto. Usted alude a una nota mía en Caras y Caretas que se llamaba "El tiempo de gobernar". Ahí está desarrollado mi criterio de que una vez que empieza la cuenta regresiva de 60 meses que tiene un presidente, un partido (porque el período de gobierno son cinco años que son 60 meses) que el 1 de marzo no se resuelva nada muy importante me parece lógico. Pero el 2 de marzo empieza un tiempo que se agota, que se va gastando, y cuando no se advierte que es para ejercer el poder más que para estar en el mediocampo de las consultas, las comisiones, "este año vamos a hacer tal cosa", yo como observador y más o menos conocedor de las cosas digo que el próximo 1 de marzo el gobierno del FA va a cruzar el Ecuador de la mitad de su período, y alguno se va a apresurar a decir que el período es de cinco años; lo sé. Pero el tiempo efectivo de realizaciones, sobre todo aquellas de largo aliento que tienen que ser empezadas tempranamente, es de cuatro años. Porque apenas despunta el año 2009 la gente ya va a estar mirando un poco para el costado y cuando llegue el mes de junio y haya elecciones internas va a estar embarcada en ver quién puede ser el sucesor del presidente en ejercicio.

AG - ¿Le parece que se ha hecho tan poco? En algunos momentos se escuchó la crítica contraria. Hubo quienes señalaron que este gobierno pretendió encarar más reformas de las que estaba en condiciones de administrar políticamente. Eso de inacción tiene poco.

LAL - Nómbreme las reformas, capaz que nos ponemos de acuerdo. Yo no las veo. Veo la Reforma Tributaria y punto. ¿Cuál otra ley importante, con el tesoro que es la mayoría parlamentaria, ha votado el actual gobierno?

AG - No ha votado pero ha estado trabajando en varias.

LAL - ¿Qué hicieron en el año 2004 en noviembre y diciembre y en el año 2005 y enero y febrero? Porque parece mentira que ahora estén preparando, redactando, imaginando, organizando, cuando desde el 31 de octubre a medianoche sabían que eran gobierno? ¿Qué se hizo en noviembre, diciembre, enero y febrero? ¿No hubo comisiones trabajando? ¿No hubo proyectos que se pudieran redactar? Porque gente capaz parecía sobrar. Que no haya una Ley de Educación, ¿usted puede creer que un gobierno cuyo titular es el FA (que siempre hizo gala de que el tema educación poco menos que era de su propiedad exclusiva) no tenga un proyecto de ley cuando estamos llegando a la mitad del período, que va a requerir una larga tramitación y su instrumentación no es pavada? ¿Qué no tenga una ley de defensa, si es que es necesaria (ellos consideran que sí)? Yo veo el paso del tiempo. Algunos dicen que soy ansioso. Puede ser, pero tengo el criterio de que las cosas las tengo que hacer hoy y cuando me tocó traté de llenar cada minuto con 60 segundos de actividad. Porque el tiempo pasa, haya o no reelección. Y no me vengan con el argumento de que no hubo tiempo, porque el tiempo ha sido mal utilizado; sobre todo teniendo mayoría parlamentaria y no dependiendo de acuerdos para aprobar el Presupuesto, la Rendición de Cuentas o cualquier ley de mayoría normal. No admito ese argumento y les vamos a pasar la cuenta diciendo "a tanta responsabilidad que se les dio a ustedes, tanta exigencia de cosas realizadas".

JI - ¿Qué pasa con la oposición? Porque tampoco parece que desde el PN o desde el Partido Colorado esté surgiendo una catarata de propuestas alternativas al gobierno.

LAL - Me pasa una cosa muy cómica con esto. Cuando hacemos propuestas (que otrora hacíamos en número bastante importante) la crítica de la prensa es "ah, vienen con 22 medidas, 37 medidas, no es serio". Pero no olvidemos que este período de gobierno está estructurado de una manera distinta que no conocíamos desde el año 66. Hay un gobierno con mayoría, y por lo tanto hay una oposición que está muy limitada en su campo por la voluntad popular. El gobierno del FA no necesita acuerdo ni nada, no tiene unidad conceptual interna.

JI - ¿Usted está conforme con cómo está funcionando la oposición?, ¿le parece que ha sido una oposición inteligente en estos dos años de gobierno?

LAL - La oposición está muy reducida a los mecanismos parlamentarios y los ha utilizado hasta donde ha podido. ¿Por qué no miramos que esta vez tenemos un gobierno con todos los poderes que nos prometió villas y castillos, la transformación inmediata del país apenas triunfara y no vemos resultados concretos? Repito, cuando llegue la hora de la responsabilidad a quienes han ejercido el gobierno se les dirá "ustedes tuvieron todos los resortes".

JI - Van dos años y los índices de popularidad del gobierno y del propio Vázquez son históricos, ¿cómo siguen manteniendo un respaldo popular tan importante?

LAL - No veo que su argumento tenga demasiado que ver con lo que yo digo. Más allá de que sea popular yo voy a seguir opinando lo mismo.

JI - La gente podría estar percibiendo lo mismo que usted, que este gobierno no está haciendo nada.

LAL - Cuando llegue el momento de la Reforma Tributaria, que es lo único que vamos a poder ver... Y tiempo al tiempo, los dos últimos presidentes, Vázquez y Batlle, surgieron de un sistema que a la larga les dio, en primera o segunda vuelta, la mitad del apoyo popular.

JI - ¿Usted cree que la Reforma Tributaria es el talón de Aquiles de este gobierno?

LAL - Permítame que termine el razonamiento. Los gobiernos anteriores surgían de la ley de lemas. Yo fui presidente con el 22% de los votos directos a mi persona. Entonces la popularidad del presidente empezaba en 22. El doctor Sanguinetti con 19 y 21 respectivamente. Estos gobiernos empiezan –y yo fui un gran abogado de esta reforma, creo que es muy buena– con un apoyo mayor. Porque la gente en la segunda o en la primera se comprometió mayoritariamente. Entonces los altos índices que tuvo el doctor Batlle y que tiene el doctor Vázquez responden a ese mecanismo electoral. Hubo gente que mayoritariamente los votó; cosa que me parece correcta y mejor. Además los índices de popularidad son una cosa y lo que nosotros podamos opinar es otra. Y cuando se pase el balance, se pase raya, vamos a tener un gran faltante del famoso cambio, sin que entremos en las contradicciones, que es otro tema que da para otra audición. Porque lo que hay al frente del gobierno es una coalición electoral, no una coalición política, y se nota.

AG - En el acto de homenaje a Leandro Gómez, en Paysandú, en los primeros días de enero, usted hizo un discurso muy duro para con el gobierno, puntualmente contra la gestión de algunos ministros. ¿Llegó la hora de algunos cambios en el gabinete?

LAL - Yo hablé solamente del Parlamento del Mercosur el 2 de enero, así que se debe referir a alguna otra cosa.

AG - En una columna de Patria calificó de inoperante al ministro José Díaz.

LAL - Yo creo que el presidente va a cambiarlos. Debe cambiarlos. Es bueno que los cambie. Cambio de ministros no quiere decir otra cosa que cambio de ministros. Y notoriamente hay carteras en las que no se ha funcionado bien. Usted me dirá que al ministro Gargano lo mantendremos porque estamos en esta tensión con la República Argentina pero es de una impericia notoria para ejercer el cargo. El caso del ministro Díaz...ayer estuve reunido con unos comerciantes de Pocitos que me pidieron una reunión. La gente ya no está atemorizada, está aterrorizada. Y creo que el ministro, que está de licencia de nuevo (es el ministro que más licencias ha tenido) es una bellísima persona. Lo conozco, es un gran ciudadano, pero no es la persona para el cargo. Entonces hay que cambiarlo. No hay que tener temor a cambiarlo. Los ministros son fusibles, cumplieron su función. No todos los ministros son para todo el período de gobierno. No están atados allí. No están atornillados y el presidente tiene que ejercer su autoridad y decirles "mirá, fulano, llegó la hora", y que venga otro. Es un buen momento ahora, para que cuando el presidente encare la Rendición de Cuentas anual (que tiene que hacer al 1 de marzo) pueda decir "borrón y cuenta nueva" y empezamos con un ministro que se sienta gustoso, cómodo en su función de preservar el orden y tener una mano firme contra lo que estamos viviendo en materia de inseguridad.

JI - Gargano y Díaz son los dos casos críticos.

LAL - Para mí son los que no dan la distancia. Es un gabinete que no me parece de cinco estrellas, pero estos dos... Y además, cuidado, que yo no confundo la persona con la función, no me gustan los argumentos personales, esto no es otra cosa que la gestión de dos personas que en los cargos que han estado no han dado la distancia. Podrían darla en otros, no sé, pero es la gestión lo que juzgamos y juzgamos severamente.