(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
Hoy a las 13 horas, en el Edificio Libertad, se firma el TIFA entre Uruguay y Estados Unidos. Un acto al que se llega con problemas en la interna del Frente Amplio (FA).

Veamos cómo lo reflejan distintos titulares de la prensa esta mañana. Búsqueda: "Con oposición de algunos ministros y sectores del Frente Amplio, el gobierno se acerca a Estados Unidos".

La República: "El Frente Amplio dejó con las manos libres al gobierno para firmar el TIFA".

La Mesa Política rechazó una moción que planteaba reclamar al gobierno que no firmara el acuerdo. De por medio estaba el malestar de los sectores más radicales y los delegados de las bases por la escasa o casi nula información que se le había proporcionado al FA a propósito del proceso de negociación y por el hecho de que Astori recién se presentó en la Mesa Política el lunes pasado.

Últimas Noticias: "El Frente Amplio encontró salida pacífica y acepta el TIFA. La fuerza política no se pronunció, entonces Astori firma hoy el acuerdo con Estados Unidos.

El País: "Indefinición es lo que hay en el Frente sobre el acuerdo con Estados Unidos. La Mesa Política no logró unificar criterios, los grupos radicales permanecen en la posición contraria".

El Observador: "La Mesa Política dejó manos libres para firmar el acuerdo TIFA. En el organismo no se pudo adoptar una decisión de apoyo o rechazo por la correlación de fuerzas".

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EC - Sobre este tema y sobre este debate interno en el FA hemos tenido en estos días varias opiniones, hoy nos interesa recoger la de Asamblea Uruguay, el grupo al que pertenece el ministro de Economía, Danilo Astori.

Estamos en diálogo con el senador Carlos Baráibar.

¿Cómo evalúa la forma como el FA termina resolviendo el asunto del TIFA? En definitiva no se logró un pronunciamiento a favor. Lo que hubo fue la votación de la moción de los sectores que proponían postergar la firma, que no prosperó. ¿Entonces?

CARLOS BARÁIBAR:
La evalúo como una forma compleja de resolver un tema en el que todos sabemos que históricamente ha habido diferencias, pero que en todas las instancias en que se ha discutido y se ha resuelto formalmente ha contado con una mayoría muy importante a favor, en términos electorales y de representación parlamentaria cercana a 90% o 95%, a pesar de la oposición de una parte, respetable también y minoritaria, que tiene influencia decisiva en algunos ámbitos del FA, como la Mesa Política, de los peculiares procedimientos que el FA se da para resolver, y del período de verano. Porque se dice que Astori fue muy cercano a la fecha del tratado, pero el gobierno no puede estar pendiente del período de receso que se toma la Mesa Política para fijar su propia agenda, nada más ni nada menos que con la más alta autoridad de Estados Unidos.

EC - ¿Usted atribuye a la Mesa Política y las fechas que ha manejado para sesionar la responsabilidad por el hecho de que la información por parte del gobierno sobre la negociación del TIFA haya llegado tarde? ¿Fue la Mesa Política con sus decisiones de agenda la responsable del retraso?

CB - Son las circunstancias que han hecho que la Mesa Política, con su peculiar forma de resolver, haya tenido las dificultades que tuvo. Fue la primera reunión luego del receso iniciado en el mes de diciembre, a su vez con mayorías distintas del Plenario Nacional, que es el ámbito superior de referencia de la fuerza política. El capítulo TIFA es importante, pero en definitiva es un capítulo de todo el debate que hubo el año pasado particularmente centrado en la posibilidad de que el gobierno uruguayo firmara un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Fue una discusión ejemplar desde el punto de vista de los procedimientos democráticos, de los tiempos para discutir, de la distribución de los documentos para que a su vez las bases tuvieran oportunidad de hacerlo. Y en todas esas reuniones las resoluciones fueron por amplísima mayoría, con alrededor de 177 votos a favor en el Plenario Nacional, cuatro en contra y cuatro abstenciones avalaron las decisiones que el gobierno iba a tener.

Es cierto, el documento concreto que se va a firmar, el Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones de la República Oriental del Uruguay y los Estados Unidos de América, que establece seis artículos y un programa anexo de trabajo que fue presentado por el ministro Astori en la reunión del lunes pasado, tuvo poco tiempo para discutirlo en las bases.

EC - Y cuando circuló, cuando se conoció a través de la prensa, generó preocupación por el hecho de que incluye como puntos a tratar en las negociaciones que ahora se abren compras del Estado, propiedad intelectual, etcétera. Cuestiones que hicieron pensar que el destino final de estas conversaciones puede llegar a ser un TLC, son puntos típicos de un TLC.

CB - Efectivamente, lo son.

EC - Allí se generaron el rechazo y la preocupación en algunos de estos sectores.

CB - Es cierto. Le leo algo que no ha sido suficientemente destacado de este programa de trabajo, que tiene que ver con los subsidios: "La cooperación en objetivos compartidos por ambos países en la agenda de Doha para el desarrollo de la Organización Mundial del Comercio, cuyas negociaciones incluyen cooperación en temas agrícolas tendientes a lograr un sistema mundial de comercio más orientado al mercado, a través de mejoras sustanciales del acceso a los mercados, la eliminación de las subvenciones a las exportaciones, la eliminación de restricciones al derecho a exportar y reducciones sustanciales a la ayuda interna distorsionante del comercio".

Esta enumeración de temas agrícolas es ya una orientación en la discusión. El gobierno de Estados Unidos en este tema tiene hipersensibilidad. Es el tema que hoy a nivel del comercio mundial está bloqueando el avance de los ambientes multilaterales, fundamentalmente la Ronda de Doha. Se incluyen todos ellos previos a otros temas que son muy sensibles para nuestro interés, como las compras del Estado, el comercio de servicios y los derechos intelectuales, entre otros, aunque todos son capítulos habituales de cualquier negociación entre países. El tratado con México, que fue suscrito por la unanimidad del Parlamento en el año 2004 –subrayo que fue aprobado por el FA–, contiene capítulos sobre todos estos temas, y mencionar un capítulo no significa definir nada al respecto. Este es un ámbito de trabajo sobre cuyas decisiones el gobierno y la fuerza política tendrán la oportunidad de pronunciarse en tiempo y forma.

EC - ¿Cómo ve usted como senador que responde directamente al ministro de Economía, Danilo Astori, que un paso como el de hoy, que es un paso trascendente, la firma del TIFA, del Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones con Estados Unidos, se dé sin una resolución expresa de la Mesa Política a favor, simplemente habiendo logrado bloquear la moción que pedía postergar la firma, pero no consiguiendo el apoyo para la moción que impulsó el MPP, en la que se habían puesto de acuerdo grupos como el Partido Socialista, el Fidel, el Nuevo Espacio, que respaldaba la firma del TIFA y planteaba una serie de condiciones y advertencias? ¿Cómo ve el hecho de que haya tenido que salir de esa manera, que la lectura tenga que ser la que recién mencionábamos en una de las crónicas de prensa, "El Frente Amplio encontró una salida pacífica", "Dejó con las manos libres al gobierno" por el hecho de que fracasó la moción que pedía postergar?

CB - No le voy a negar que habría sido mejor una moción franca de apoyo, pero no era imprescindible en la medida que estaba avalada por decisiones del órgano superior a la propia Mesa Política, que es el Plenario Nacional, tomadas en el correr del año pasado. Y subrayo para los frenteamplistas especializados: los documentos que aprobamos en el mes de marzo y en el mes de julio en el Plenario Nacional con amplia mayoría no hablan expresamente del TIFA, que surgió en octubre cuando se daba la discusión para la eventualidad de firmar un TLC. El presidente Vázquez, en una decisión política y técnica sabía, entendió que no están dadas las condiciones en tiempo y forma para firmar ese tratado y se planteó un ámbito –porque el TIFA no es más que un ámbito– para seguir examinando los temas con el tiempo suficiente, tanto desde el punto de vista del gobierno uruguayo como del gobierno americano, que son distintos que los que se planteaban en aquel momento, que tenían que ver con la clausura a mitad de año del fast track, una resolución emanada de un Congreso de Estados Unidos con mayoría republicana y que ahora tiene mayoría demócrata.

EC - Mi pregunta apunta a saber cómo avizora el futuro de la relación entre el Poder Ejecutivo y la fuerza política que lo respalda, el FA. Algunos dirigentes hablan de que el episodio termina de confirmar sus sospechas de que se viene una especie de divorcio entre ambos.

CB - En absoluto. Es una expresión de deseos tal vez. No sé quién dijo eso, por eso le pongo esa carga de intencionalidad. De ninguna manera, sabemos que felizmente para el gobierno uruguayo y para el interés de toda la ciudadanía, no sólo del millón de ciudadanos que votó al FA en octubre de 2004, ni de los 220.000 frenteamplistas más interesados y afiliados al FA que votaron en las elecciones del 12 de noviembre, sino de toda la ciudadanía, hay una fuerza política, que es la que apoya al gobierno, que discute políticamente. Eso es bueno, fortalece a la democracia. Toda mi vida he estado en contra de los monolitismos. He votado contra ellos, no son buenos para la democracia. No son buenos hoy algunos monolitismos que tenemos en América Latina dentro del amplio espectro del mundo progresista, que apuntan cada día más a iniciativas que consolidan un poder y hacen que la oposición interna y externa tenga menos posibilidades de expresarse. Felizmente eso no ocurre en nuestro país. Felizmente hoy la fuerza política que apoya al gobierno da un respaldo a la fuerza política que a su vez es el respaldo del gobierno a través de la integración de los ministerios y las bancadas legislativas en todos los temas que hacen a la acción de gobierno.

EC - ¿La Mesa Política tiene alguna incidencia en la gestión del gobierno?

CB - La Mesa Política tiene mucha incidencia en la acción del gobierno.

EC - Digo, a la luz del episodio de ayer.

CB - No es casualidad que las tres trancadas fuertes que tuvimos en los dos años de gobierno que se van a cumplir el 1 de marzo tuvieran que ver con la relación con Estados Unidos. El tema de enviar tropas a Haití –que se planteaba que era una iniciativa de Estados Unidos, aunque no lo fue–, la operación Unitas y la firma del Tratado de Inversiones. Recordemos que el Tratado de Inversiones tuvo los votos a favor de la unanimidad de la Cámara de Diputados, con lo cual estoy diciendo que los 52 diputados frenteamplistas votaron a favor de esa moción y tuvo una sola ausencia, la del senador Lorier. O sea que todo el FA respaldó el Tratado de Inversiones, que es más de la mitad de lo que se va a firmar hoy. Porque el documento marco pone en igual nivel al comercio y a las inversiones, cosa que es absolutamente correcta, con la característica de que todo lo referente a las inversiones ya fue aprobado, ya lo aprobó el Parlamento nacional, ya lo aprobó el Congreso de Estados Unidos y tengo entendido que ya es ley desde el momento en que ambos congresos lo sancionaron en noviembre del año 2006.