Entrevistas

Claves para entender la visita de Bush

Claves para entender la visita de Bush

El 9 de marzo, George Bush llegará Uruguay. Una visita que será una nueva muestra del acercamiento comercial con la principal potencia mundial y de las diferencias que eso despierta en el oficialismo. Un hecho que permite múltiples abordajes. La experta en política internacional Lilia Ferro y el ex embajador en Estados Unidos Álvaro Diez de Medina aportaron sus perspectivas.

(Emitido a las 09.10)

EMILIANO COTELO:
El presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, y su esposa visitarán Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México entre el 8 y el 14 de marzo próximos.

La Embajada de Estados Unidos confirmó así de manera oficial el viaje de Bush a nuestro país, en el marco de una gira regional. Según el comunicado difundido ayer, el mandatario estadounidense aterrizará en Uruguay para reunirse con el presidente Tabaré Vázquez en reciprocidad a su visita a Washington, en mayo del año 2006.

El texto no aporta otros detalles sobre el motivo de la visita ni la agenda que abordarán los dos mandatarios.

Mientras tanto, en el sistema político uruguayo, esta inminente llegada de Bush, ha dado pie a todo tipo de especulaciones, opiniones, polémica entredichos. Ustedes ya conocen buena parte de esos dichos.

Entonces, entre la parquedad del comunicado de la embajada y los puntos de vista que se están conociendo, nos interesa hoy trata de examinar justamente por qué es que viene Bush a Montevideo en este momento.

¿Se trata de un gesto motivado por la firma el mes pasado del TIFA entre Uruguay y Estados Unidos? ¿Viene a empujar las negociaciones en pro de un TLC? ¿Washington quiere dividir el Mercosur? ¿O la preocupación principal es la influencia de Hugo Chávez en la región?

Les proponemos dos enfoques entorno a estas preguntas en primer lugar con la doctora Lilia Ferro, investigadora en política internacional de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.

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Doctora Ferro, para usted esta llegada de Bush a Uruguay muy poco después de la suscripción del TIFA, ¿tiene alguna relación con ese documento que se firmó a fines de enero?

LILIA FERRO:
Yo creo que en realidad la visita tiene relación con todos esos elementos que usted planteó anteriormente. Un poco con el tema de la firma del TIFA, otro poco con el tema de la relación Estados Unidos-Uruguay en el contexto Mercosur, un poco con el tema Venezuela... Me da la impresión de que en realidad en cierta medida toca cada uno de esos puntos de alguna forma.

EC – ¿Puede ser un poco más explícita?

LF – Yo no tengo obviamente la agenda del presidente mientras esté en Uruguay pero de todas maneras hay influencias que se dan a través de esta visita, tanto a la interna como al exterior. Estados Unidos, si miramos primero el contexto latinoamericano, está visitando países que tienen una larga trayectoria de buenas relaciones entre ellos. Uruguay y Estados Unidos han tenido una larga trayectoria de buenas relaciones, no es una visita totalmente fuera del contexto histórico.

Lo importante en este caso es ver un poco las circunstancias especiales. Entre ellas usted ve por ejemplo la inclinación totalmente ideológica distinta que tienen los dos gobiernos, en un principio nos hizo pensar que tal vez fuera a haber más bien un distanciamiento entre los dos países, más que un acercamiento como yo entiendo que hubo. Ese acercamiento empezó prácticamente con la firma del Tratado de Protección e Inversiones en Mar del Plata, luego continúa ahora con este TIFA... Yo creo que es importante, Estados Unidos quiere consolidar toda esta dirección en la que van nuestras relaciones y probablemente sea la implementación y la continuación de relaciones económicas a través del TIFA parte de la agenda que trae el presidente Bush.

En segundo lugar, me parece importante destacar que un poco la forma en que esta visita se torna un poco única en algunos sentidos es porque viene un presidente de los Estados Unidos que realmente tiene en este momento una opinión internacional totalmente en contra a raíz de diferentes acciones pero la más particular es Irak. Era una de las cosas que justamente se mencionó en el programa del Frente antes de la elección, era una de las cosas a las cuales el Frente realmente se oponía. Además ahora, a esa falta de popularidad o esa falta de aprobación internacional, se suma la interna de su país que tiene el porcentaje de aprobación más bajo de toda su Presidencia y además que ha perdido las elecciones del Congreso este año.

O sea que vemos que viene un presidente que de alguna manera está tratando de consolidar un poco su imagen tal vez en América Latina.

EC – ¿Usted dice que está tratando de consolidar su imagen en América Latina?

LF – Claro, consolidar de alguna manera porque no es casual que vuelva a Brasil. Yo justamente comentaba que si él viniera solamente a Colombia, Uruguay a México, con México no ha tenido muy buena relación y es el primer presidente de Estados Unidos en mucho tiempo que recién en este momento se dedica a visitar a México. Pero si dijéramos que viene a Uruguay uno diría que habría una cierta intención de establecer una pequeña cuña, algo dentro del Mercosur. Pero si viene a Brasil eso no se puede decir.

Estas visitas en general tienen el fin de mejorar las relaciones con los países que se visitan y acá está visitando al país más grande del Mercosur.

Además después de las declaraciones de Lula que dijo que quería tener una relación especial, una buena relación con Estados Unidos. Entonces se diluye un poco la idea de querer establecer alguna diferencia entre los socios del Mercosur una vez que también incluye en su visita a Brasil.

EC – Y el factor Venezuela, ¿cómo juega en este contexto? Por ejemplo el miércoles la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, hizo una exposición ante la Cámara de Representantes en la que explicó la actitud que su gobierno desarrollará hacia América Latina. Dijo que Estados Unidos se inclina por colaborar con naciones que en los hechos no siguen la línea del presidente Hugo Chávez que, dijo, está destruyendo política y económicamente a Venezuela, etcétera.

LF – Sí, exactamente, eso es uno de los puntos que es interesante destacar. Usted vio que ahora ya la preocupación del gobierno de los Estados Unidos no es necesariamente si son o no gobiernos de izquierda sino que tratan de hacer una diferenciación en determinada para ellos sutil, entre lo que es una izquierda como la que existe en algunos países de América Latina -Chile, Uruguay, Brasil-, frene a otra izquierda que yo le llamaría en cierta medida "algo rupturista", que está justamente liderada por el presidente de Venezuela Hugo Chávez y tiene en su entorno a Eucador, Nicaragua, Bolivia y Cuba.

Eso es destacable en el sentido de que bueno ahora se superó un poco aquello de que bueno si es un gobierno de izquierda ya directamente por definición es un gobierno antagónico y se trabaja con gobiernos de izquierda que tienen un programa serio, un programa de reformas que no es necesariamente rupturista. Se anuncia que se seguirá trabajando con esos gobiernos para formar, de alguna manera, una cierta contención a la otra izquierda que está muy por definirse pero que viene mostrando características de tener una posición mucho más antagónica y rupturista.

EC – Lo que anunció Condoleezza Rice no fue sólo que Estados Unidos se inclina por colaborar con naciones que en los hechos no siguen la línea de Chávez, sino que fue más allá y habló de reforzar con esos países la colaboración económica.

LF – Claramente porque es lo que está haciendo Chávez por el otro lado también. Chávez además de tener una posición ideológica propia que hay que estudiar muy bien, él está de alguna manera compartiendo o repartiendo los ingresos enormes que tiene con otros países de América Latina.

EC – Condolezza Rice mencionó expresamente a Uruguay como uno de los países que recibirá más dinero proveniente del Fondo de Ayuda que Estados Unidos destina a países latinoamericanos.

LF – Exactamente. Pero, es una interpretación, no creo que sea exactamente una respuesta a lo que Chávez puede estar haciendo con Uruguay. Creo que esto viene por el lado de consolidar una relación con Uruguay directamente porque si nos ponemos a pensar, Argentina está recibiendo también una gran ayuda del gobierno de Venezuela y no la mencionaron. Entonces no es necesariamente sólo contrarrestar la influencia económica de Venezuela sino favorecer al mismo tiempo a aquellos países que demuestran tener una aceptación de alguna manera, una relación más de tipo de poder continuar algunos proyectos juntos con Estados Unidos.

Justamente vuelve a ingresar el factor Brasil. Brasil es el país de América del Sur sin ninguna duda que recibe la mayor cantidad de inversiones de Estados Unidos. No es una cosa que decide el gobierno pero es un factor sumamente importante a tener en consideración al momento de decir cuáles son los países que se están beneficiando con la economía de Estados Unidos.

EC – Por último, en cuanto al impacto dentro del propio Frente Amplio que esta visita tiene, ¿qué dice?

LF – Ahí yo creo que podemos distinguir dos aspectos: dentro del Frente como partido de gobierno y dentro del Poder Ejecutivo. Dentro del partido de gobierno las posiciones se van alineando de acuerdo a lo que más o menos era muy previsible que pasara y yo creo que va a haber un período de aquí a que llegue el presidente de Estados Unidos en el cual alguna de esas cosas se van a ir procesando a la interna. Obviamente hay cosas que quedan fuera de los partidos, fuera de los integrantes del Frente Amplio, grupos que apoyan, PIT-CNT, que van a tener su actividad totalmente separada. No creo que ahí haya ningún tipo de negociación. Ellos tienen su forma de pensar, su forma de actuar y creo que acá no van a conciliar.

Creo sí que alguno de los polos más apartados dentro del Frente pueden ir de alguna manera limando algunas asperezas para que, en el momento, no haya una posición tan distinta dentro de los mismos grupos que forman el Frente Amplio.

Ahora, lo que terminó de demostrar el anuncio de esta visita y el tema de la visita, fue un poco el problema que existe entre el Poder Ejecutivo -la oficina del presidente de la República- y el ministerio de Relaciones Exteriores. Claramente ahí hay una diferencia de enfoque, una diferencia en el tratamiento del tema, una absorción por parte de la Presidencia de la República de algunas cosas que debió llevar adelante naturalmente el Ministerio de Relaciones Exteriores que hizo su punto de ebullición con la visita del presidente de Estados Unidos.

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EC - El segundo enfoque corresponde al doctor Álvaro Diez de Medina, abogado, historiador, ex embajador de Uruguay en Washington, columnista del diario El Observador especializado en política internacional, ex integrante de las tertulias de En Perspectiva.

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Doctor Diez de Medina, esta llegada de Bush un mes y pico nada más después de la suscripción del TIFA entre Montevideo y Washington, ¿está relacionada con ese paso que el gobierno de Vázquez acaba de dar?

ADM – No, no. Yo creo que un error de enfoque serio en el análisis de cualquier salida del presidente de los Estados Unidos, pasa por mirarlo bajo el prisma del país o los países de las regiones que visita y no bajo el estricto prisma doméstico que es en definitiva lo que condiciona cualquier paso de este tipo.

Yo no creo de forma alguna que la gira del presidente Bush a América Latina responda a una necesidad de agenda internacional sino una necesidad de agenda doméstica del propio presidente Bush y la administración republicana.

EC – ¿Cuáles son esas necesidades?

ADM – Básicamente después de la última elección parlamentaria en Estados Unidos queda bien claro que la presidencia del señor Bush es una presidencia agotada en términos políticos, muy jaqueada, una presidencia que está arrinconada por la campaña en Irak, que obliga naturalmente al presidente a trata de crear una agenda internacional que de alguna manera dignifique estos 18 o 20 meses que todavía le quedan de vida. Entonces naturalmente esta gira apresurada gira por América Latina...

EC – "Apresurada"... ¿Por qué?

ADM – Apresurada porque no es una gira que tuvo una preparación muy grande si tú te tomás el tiempo de ver un poco lo que son las reacciones a nivel de los distintos países que van a ser visitados. Hay algunos de ellos que directamente no saben ni siquiera a qué va el presidente. El caso concreto de Guatemala donde el propio vicepresidente de Guatemala y el canciller, han reaccionado en las últimas horas diciendo que realmente no saben bien qué es lo que van a discutir con el presidente Bush.

EC – Por ejemplo, el comunicado de la Embajada de Estados Unidos dice con respecto a Guatemala que visitará ese país "para observar la rica diversidad cultural de esta nación centroamericana, reunirse con el presidente y consolidar la estrecha relación entre los dos países".

ADM – Va a estar menos de 24 horas de manera que va a ser un poco difícil observar la rica diversidad cultural en ese lapso. Probablemente tenga más que ver con el estreno de Apocalipto, que puede de alguna manera vincular a la gente hacia donde va realmente el presidente dentro de los Estados Unidos.

Pero el hecho cierto es que el presidente tiene que demostrar que todavía tiene una agenda para América Latina que obviamente no la tiene. Cuando el presidente asumió en el año 2000 anunció que América Latina iba a ser su prioridad, después del 11 de setiembre obviamente se concentraron todas las atenciones de la política exterior en Irak y Latinoamérica cayó en un insondable olvido. Entonces hoy el presidente está tratando de revertir eso y ya comenzó en el Discurso del Estado de la Unión. Ahí ya el proyecto ambientalista, desarrollo del biocombustible, etcétera dentro del cual Brasil cumpliría algún papel, todo eso es lo que empezó a crear esta agenda que yo llamé apresurada.

EC – Con respecto a Uruguay en particular se nota en los últimos tiempos en el discurso de los funcionarios estadounidenses un interés permanente por enfatizar el momento excelente por la que pasan las relaciones entre los dos países. Ayer mismo el embajador en Montevideo Frank Baxter dijo: "creo que la visita habrá de ser otro paso positivo en la evolución de nuestras excelentes relaciones bilaterales". También habían dicho cosas por el estilo los funcionarios que vinieron a firmar el TIFA en Montevideo. Parece haber un cuidado especial por destacar la relación con el gobierno de Tabaré Vázquez

ADM – Naturalmente, el presidente Bush hoy día mirando el mapa de América Latina debe sentirse, si es que lo hace, bastante desestimulado viendo el signo político y la conducta de muchos de los gobiernos de la región. ¿Cuál es el origen si la gallina o el huevo de esta situación? Bueno, es algo que debatiremos en otro momento. Dentro de ese panorama obviamente la posibilidad de contar con regímenes que no le son hostiles como el caso de Brasil, como el caso de Uruguay pese a su signo tradicionalmente anti americano, genera por parte de ellos un módico optimismo que me parece bien que se cultive.

Yo no sería tan enfático en la forma de verlo. Es natural que los funcionarios sean así de positivos, yo no sería tanto desde el momento en que nosotros bien sabemos en casa que no sé si nuestros países pasan por tan excelente relacionamiento, desde que en el seno del propio gobierno existen dos lecturas absolutamente antitéticas con respecto al relacionamiento con Estados Unidos.

EC – Sí pero el embajador Frank Baxter dice por ejemplo en Búsqueda de la semana pasada: "el Frente Amplio dirige un gobierno con una tendencia de izquierda pero con el cual se puede trabajar, establecer acuerdos comerciales y tener una relación de respeto".

ADM – Por cierto y eso creo que es un valor a cultivar sin lugar a dudas. Naturalmente al embajador se le paga para que diga ese tipo de cosas pero convengamos que es difícil en la medida que por lo pronto el Uruguay perdió la oportunidad única yo diría de obtener un tratado de libre comercio o por lo menos posicionarse como para negociar un tratado de libre comercio que ahora obviamente no veo en el horizonte cercano.

EC – Tú decías que crees que esta "apresurada" gira que el presidente Bush ha organizado por países de América Latina tiene como objetivo mostrar que Bush tiene una agenda, una política para esta región del planeta.

ADM – E interlocutores.

EC – ¿Y cuál sería esta política?

ADM – Obviamente él va a enfatizar en cada país aquellos aspectos en donde ya hay algo construido. En el caso de Colombia la lucha contra el narcotráfico, en el caso de Guatemala no sabemos muy bien, probablemente un intento de dar una señal. Guatemala dentro de los países centroamericanos es aquel que pese a tener un gobierno conservador ha mantenido bastante independencia con respecto a las posturas políticas de la administración Bush, sería como una forma de mandar una señal en una Centroamérica que tiene o gobiernos muy alineados a Washington como es el caso de El Salvador o gobiernos directamente opuestos como es el gobierno de Nicaragua. Entonces tal vez ese sea un punto.

En el caso de Brasil obviamente van a lanzar esta iniciativa de asociación estratégica en materia de producción de etanol, que es una iniciativa en el mejor de los casos, polémica, y que responde un poco a la necesidad expresada por la administración republicana de buscar alternativas a la importación de petróleo de regímenes que podrían ser hostiles a Washington como el caso de Nigeria, como el caso de Venezuela, como el caso de Irán o Irak por citarte algunos.

Entonces, yo creo que va a ir construyendo sobre esa base alguna agenda que es una forma de demostrar al interior de los Estados Unidos, repito, que el presidente todavía tiene algo que decir con respecto a esta región, después de muchos años de silencio.

EC – ¿Cómo se entiende que venga a Brasil y no a Argentina?

ADM – Cualquiera en su sano juicio lo haría. El relacionamiento entre Brasil y Estados Unidos -pese a las grandes diferencias de enfoque que existen- ha sido un relacionamiento muy fluido. Esta iniciativa energética es una iniciativa que tiene para Brasil, no tanto para los Estados Unidos pero sí para Brasil, una importancia muy grande porque entre Brasil y Estados Unidos producen el 70% del etanol en el mundo. De manera que tiene un impacto positivo y de alguna manera el gobierno de Lula Da Silva representa un poco este interlocutor razonable del que hablaba el embajador Baxter en la región.

En el caso de Argentina ya estamos hablando, no tengo ni que decirte de quién estamos hablando... El presidente Kirchner es errático, su comportamiento es imprevisible y después del encuentro de Mar del Plata en donde realmente el presidente Bush se sintió ofendido y molesto por las intervenciones del gobierno argentino me parece que no da lugar a un acercamiento como sería una visita presidencial.

EC – ¿El factor Chávez de qué manera sobrevuela esta gira?

ADM – El factor Chávez sobrevuela a todo esto porque es obvio que en el vacío generado por el olvido en el que la región cayó en estos últimos seis años, en ese vacío también ha medrado Chávez y su "petrodiplomacia". Entonces naturalmente esto juega un papel, sería tonto de esconder, la descripción geográfica de la gira es una especie de premio a aquellos que no se han alineado automáticamente o han servido de contrapeso al régimen de Caracas.

EC – Pero el gobierno del presidente Tabaré Vázquez tiene muy buenas relaciones con el gobierno de Venezuela.

ADM – Sí, tiene muy buenas relaciones pero también hay que decir las cosas como son: no ha caído en el automatismo pro Caracas en el que han caído por ejemplo Bolivia o Ecuador. Es decir, la fascinación fácil que ejerce Chávez en países como Ecuador o Bolivia en donde llega en estas giras musicales en las que promete el oro y el moro y después se va y no ocurre nada... En este país quiero creer, y por suerte me parece que así sucede, se miran con más escepticismo. Las promesas del comandante Chávez acá son eso, promesas.

EC – Pero ha habido unos cuantos acuerdos y se ha dado la bienvenida a varios de los proyectos acá en el Uruguay.

ADM – Sí pero no existe un alineamiento político como el que existe en los otros países que yo te señalaba. La prueba está que el presidente Vázquez no fue a la toma de posesión de este segundo período del comandante Chávez ni le ha servido de partiquino como le han servido los otros vecinos. Yo quiero creer que en este país hay un capital acumulado en los años, de racionalidad y sentido común que nos lleva a ver al comandante Chávez el payaso que en definitiva es.

EC – Este discurso que hizo Condoleezza Rice, la secretaria de Estado, en el Congreso anteayer durante el cual, hablando de la política hacia América Latina, anunció que Estados Unidos realizará cambios en la distribución del dinero entre los países de la región y mencionó explícitamente que Uruguay recibirá más fondos, ¿cómo incide en todo este análisis?

ADM – A mi juicio incide paradojalmente porque, pese a este anuncio, lo cierto es que en los hechos lo que hay es un recorte presupuestal importante con respecto a los gastos hacia América Latina en favor de todo este esfuerzo bélico en Irak. Entonces, como señal me parece muy contradictoria. Una gira tratando de mostrar que América Latina sigue en la agenda y al mismo tiempo un recorte de fondos que afecta por ejemplo a países muy ligados a Washington como es el caso de Colombia.

De manera que eso es un elemento que yo veo paradójico y paradójico dentro de una presentación que además la secretaria de Estado hizo ante su Comité de Relaciones Internacionales del Congreso en donde prácticamente centró un poco la ira de Washington en el régimen de Caracas, algo que me parece políticamente muy inconveniente desde el punto de vista de Washington.

EC – ¿Muy inconveniente en qué sentido?

ADM – En el sentido de convertir al comandante Chávez en una especie de enemigo formal de la política exterior norteamericana que es un poco el propósito del propio comandante Chávez. Entonces, me parece que en ese sentido la secretaria de Estado estuvo ayer bastante poco feliz.

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Edición: Mauricio Erramuspe