Vista de Lula busca superar las "críticas y silencios" entre ambos países
"Una vía chilena para Uruguay es comprensible pero no es deseable desde el punto de vista de Brasil", dijo el analista brasileño Marcos Cepik. "Brasil debe tratar de neutralizarlo con más concesiones económicas y políticas", agregó. Cepik dijo que Lula no intervino en el conflito por las plantas de celulosa para no quedar mal con Argentina. Sin embargo, tendría que haber dicho "con fuerza" que la de Botnia es una inversión "muy importante para el Mercosur", señaló.
(Emitido a las 7.37)
EMILIANO COTELO:
"La visita del presidente brasileño, Luiz Ignácio Lula Da Silva, se efectúa dentro del merco de profundización de las relaciones bilaterales en el plano político y económico".
Así comienza el comunicado de prensa que divulgó el viernes la Embajada de Brasil en nuestro país. El texto agrega que "los presidentes darán especial relevancia a los asuntos relativos al comercio y las inversiones bilaterales así como también dentro del ámbito del Mercosur". "Los dos presidentes pasarán revista a las iniciativas enfocadas al fortalecimiento del Mercosur y de las relaciones económicas bilaterales, de ellas se destacan la reciente aprobación de 11 proyectos pilotos que serán financiados con recursos del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur y las propuestas presentadas por los estados miembro durante la última cumbre realizada en diciembre pasado en Río de Janeiro".
"Brasil reconoce las dificultades de las economías menores en el ámbito del Mercosur y está empeñado en la implementación de mecanismos que atiendan las asimetrías existentes", continúa diciendo el remitido. Destaca asimismo que "empresas brasileñas mantienen importantes inversiones en la economía de Uruguay especialmente en el área de bebidas y energía y que existen significativas oportunidades de inversiones adicionales".
Petrobras, por ejemplo, está ampliando su actividad en el sector de gas y en el sector termoeléctrico. El Banco do Brasil deberá reabrir próximamente su representación en Montevideo.
"Los presidentes examinarán la extensa agenda de cooperación bilateral especialmente en las áreas de salud, medio ambiente, agricultura, pecuaria, eficiencia energética, educación y formación profesional. Durante la visita deberán firmarse nuevos instrumentos bilaterales de cooperación", dice el comunicado de la embajada.
"La nueva agenda de cooperación y desarrollo fronterizo engloba las acciones para la promoción del desarrollo integrado de la línea de frontera común. Recientemente entró en vigor el acuerdo operativo para la implementación bilateral del acuerdo sobre residencia para nacionales de los estados partes del Mercosur. Los dos países han trabajado juntos también con el fin de fortalecer el multilateralismo, en particular lo que concierne a la reforma de Naciones Unidas y a las iniciativas para la promoción de la paz y la seguridad internacional como la misión de las Naciones Unidas para la estabilización en Haití", dice el comunicado.
Más allá de lo que dice el comunicado, más allá de lo que dice oficialmente el gobierno brasileño con este texto que yo estaba recién reseñando, ¿cómo se observa este paso en el ámbito académico justamente de Brasil? Vamos dialogar en los próximos minutos con Marcos Cepik, que es doctor en Ciencia Política, profesor en la Universidad Federal de Río Grande del Sur, especialmente en instituciones políticas y relaciones internacionales.
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Doctor Cepik, usted nos habla desde Río Grande...
MARCOS CEPIK:
Sí, de Porto Alegre.
EC Ese es, probablemente, el estado brasileño donde el Mercosur "existe" más. ¿Puede decirse así?
MS Sí. Pero también es donde tiene más problemas en las relaciones comerciales porque la estructura de la economía es muy cercana, muy parecida.
EC ¿Es un estado donde se notan también algunas resistencias al Mercosur?
MS Sí, los conflictos del Mercosur también se sienten más. Es un Mercosur menos oficial, más social y más económico, con sus ventajas y sus problemas.
EC Por ejemplo, es allí donde se han planteado movilizaciones en la frontera bloqueando el ingreso de productos uruguayos.
MS Sí, pero la presión de los productores agrícolas de Río Grande Do Sul en Brasil se hace sentir con más fuerza y con esto el gobierno brasileño tiene que tratar. Ahora parte de esta visita de Lula es mostrar que las políticas gubernamentales son dirigidas hacia la reducción de las asimetrías y que tiene fuerza para enfrentar a los intereses privados que, desde adentro de Brasil, le ponen un impedimento a una profundización de la integración.
EC ¿Qué papel se ha propuesto jugar Brasil en el Mercosur? ¿Cómo lo examinan ustedes?
MS Brasil, bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, todavía no se había comprometido con el Mercosur, con una inserción más fuerte del bloque. La perspectiva señalada por el gobierno Lula de hacer del Mercosur una fuente hacia la integración de Sudamérica le pone una importancia institucional y económica más fuerte. Esto se hizo sentir en esta última Cumbre del Mercosur, donde se aprobaron proyectos muy importantes pero también unas innovaciones institucionales que de hecho ponen, con la integración de Venezuela y Bolivia, una perspectiva más sudamericana al Mercosur.
EC Usted señala perfil pro Mercosur acentuado al comienzo de la segunda presidencia de Lula. Ahora, también sabe que de todos modos desde Uruguay se critica el papel de Brasil en el Mercosur. Por ejemplo, en cuanto a falta de liderazgo. Hay un episodio que ha sido muy sensible: el conflicto de Uruguay y Argentina por las plantas de celulosa. El gobierno uruguayo ha reclamado que el presidente Lula y su administración intervinieran de algún modo y eso no ha ocurrido.
MS Es un manejo de relaciones con muchos países al mismo tiempo y por supuesto hay asimetrías. A Brasil le preocupaba creo, al gobierno, que la mediación no fuera a ponerle mal con Kirchner y con Argentina. Eso sí llevó a que la tradicional cautela de la diplomacia brasileña haya jugado un rol no totalmente protagónico en este tema. Brasil ha dejado que la mediación española y la resolución del Tribunal de La Haya hagan su trabajo a su tiempo.
Pero desde una mirada extraoficial es muy importante que se garanticen las inversiones de Botnia. Esta planta de celulosa es muy importante para la economía uruguaya, es muy importante para el Mercosur, es muy importante para América del Sur y Brasil tendría que haber dicho eso con fuerza. Me parece que fue una pérdida de oportunidad pero yo lo comprendo en términos políticos porque era un tema muy caliente y el riesgo era que salieran mal las cosas con el gobierno Kirchner.
EC De modo entonces que, pese a este capítulo en particular, usted enfatiza que está claro un mayor vuelco de la administración Lula hacia el Mercosur?
MS Yo creo que sí. Esta visita del presidente Lula a Uruguay en este momento, presionado por la visita del presidente Bush, trata de avanzar en las cosas que han trabado las relaciones de Uruguay con el Mercosur y con Brasil, me parece que señala muy fuertemente eso.
Los proyectos que van a ser discutidos, la agenda pragmática y concreta que se va a tratar en esta mañana me parece muy positiva.
EC ¿A qué se refiere por ejemplo?
MS A las inversiones de Petrobras, al programa del aporte de capitales privados a Ancap para la construcción de las plantas de producción, son inversiones de 130 millones de dólares, las líneas de transmisión de energía, los aportes del Banco Nacional de Desarrollo Económico de Brasil para la instalación de empresas, las inversiones y todo el tema del doble cobro del Arancel Externo Común, que es uno de los problemas comerciales más fuertes que hay.
Me parece que es una agenda positiva y de superación de las críticas mutuas o de los silencios que se han planteado en los últimos meses desde la Cumbre de Río.
EC También se ha insistido mucho -tanto en declaraciones del embajador brasileño en Montevideo el viernes, como en respuestas que el propio presidente Lula dio a preguntas de algunos diarios uruguayos durante el fin de semana-, en que el gobierno brasileño entiende que una negociación para ampliar las posibilidades comerciales con Estados Unidos debería ser encarada no bilateralmente sino desde el Mercosur. ¿Cómo observa usted este planteo?
MS Ese es un tema muy difícil. La posición del gobierno brasileño ha sido muy diplomática, que es "un tema soberano" de Uruguay, pero claramente hay una presión diplomática en ese sentido. El gobierno uruguayo en este momento hace la campaña diplomática que tiene que hacer, amenazando con el TLC para obtener más ventajas en el ámbito del Mercosur.
EC Así se observa, así lo analiza usted... O sea, los planteos uruguayos, las negociaciones que ya se han llevado adelante con Estados Unidos, el haber desistido de la posibilidad de un TLC pero de todos modos haber firmado un TIFA, un acuerdo marco de comercio e inversiones, ¿han sido observados con inquietud en el gobierno brasileño?
MS Sí, en el sentido de que una salida de Uruguay, una "vía chilena" para Uruguay, es comprensible pero no es deseable desde el punto de vista de Brasil. Entonces, Brasil tiene que tratar de neutralizar eso de una manera productiva, positiva, proponiendo alternativas mejores desde su punto de vista. Esto significa más concesiones económicas y políticas y un rol más protagónico sobre Uruguay en el ámbito del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur.
EC ¿Para usted no es indiferente la ubicación en el tiempo de esta visita de Lula muy pocos días antes de la llegada del presidente de Estados Unidos?
MS Sí, estas visitas son planeadas con antecedencia. Yo creo que sí es una coincidencia que se realice ahora pero no totalmente una coincidencia. A Lula le interesaba poner pronto esto con el presidente Vázquez antes de la llegada del presidente Bush. Eso es muy claro, no me parece que sea solamente una coincidencia.
EC Usted dijo al comienzo de este análisis que este giro "mercosuriano" en la política exterior del gobierno de Brasil no es algo aceptado unánimemente en el tablero político brasileño. ¿Cómo es exactamente esa situación?
MS Hay tres clivajes en la política externa brasileña hoy. Hay un clivaje gobierno versus oposición. El ex presidente Cardoso, sus ex diplomáticos y cancilleres, le critican a Lula justamente la opción sudamericana. Dicen que Lula se ha equivocado al apartarse de Estados Unidos y Europa y acercarse a China y a Sudamérica y a los países africanos. Es un primer clivaje.
El segundo clivaje es interno del gobierno en términos de lo que el área económica dice que se puede hacer con la situación económica que tenemos y lo que el área política, la Cancillería, quiere hacer en términos de acelerar la integración, de profundizar la opción Sudamericana. En términos muy concretos: cuánta plata va a haber para esto. Este es un segundo clivaje.
Y hay un tercer clivaje que son los intereses gubernamentales versus los intereses de los agentes privados en la economía, de los intereses de los empresarios y de los trabajadores. En este caso hay sectores de la economía brasileña que se sienten dañados, sobre todo acá en el sur los sectores del "agro business", por la competencia uruguaya y argentina en el ámbito del Mercosur. Entonces hay presiones para que se mantengan algunas de las restricciones comerciales.
Pero el tercer clivaje es menos fuerte. No hay posibilidad de los intereses empresariales sobre todo agrícolas en Brasil de impedir una profundización del Mercosur en las concesiones comerciales.
EC Sí son importantes los clivajes a nivel político, dice usted. Sobre todo me llamó la atención ese que marca dentro del propio gobierno, diferencias de criterios entre el área económica y el área de la Cancillería.
MS Pero esa es una diferencia que pasa en todos los países del mundo. Los responsables de la economía dicen que no hay plata para eso o no hay plata para lo otro. Es una decisión política al final.
Es muy difícil separar hoy en día política y economía y creo que las decisiones económicas son motivadas políticamente.
EC Me llama la atención porque aquí también en el gabinete uruguayo se dan diferencias entre el equipo económico y la Cancillería a la hora de encarar la inserción internacional del país.
MS Sí, eso pasa. La opción por una resolución más pronta de los problemas económicos pasa muchas veces por una salida que políticamente no es tan interesante.
EC Entonces, en ese contexto, ¿qué papel puede jugar esta visita en particular?
MS Yo creo que la expectativa es que el anuncio de acuerdos y soluciones muy concretas para problemas muy localizados sea un paliativo de tensiones, sobre todo en esto de las inversiones de Petrobras y las líneas de transmisión de energía y los aportes del Banco de Desarrollo Económico. Además, hay un tema que es muy sensible al Uruguay porque hay un impedimento hoy en día para inversiones privadas en Ancap, el tema de las inversiones del Grupo Camargo Correa con asociación con Ancap para la concesión de una nueva planta de producción.
EC Hace unos minutos yo le consultaba cuánto está sobrevolando la reunión Lula-Tabaré Vázquez la futura visita del presidente Bush. ¿Cuánto está incidiendo en estas gestiones del presidente Lula el protagonismo que en los últimos años ha ido adquiriendo en la región el gobierno de Venezuela encabezado por Hugo Chávez en particular con acuerdos comerciales, donaciones, inversiones, planes de financiamiento?
MS Es muy importante el protagonismo pero de manera general se lo ve como positivo en Brasil.
EC ¿Existe entre Brasil y Venezuela una puja por el liderazgo en la región? ¿Cómo lo ven ustedes?
MS Yo no creo. Venezuela es un país importante así como Uruguay y Argentina, así como Brasil. Pero no es el estilo de los brasileños, de la diplomacia brasileña, hacer una pugna por liderazgo. Las reclamaciones que hay es que le hace falta más liderazgo.
La situación creo que es muy concreta en el caso de la dependencia económica que se pone en muchos países en relación a estas inversiones y apoyos económicos que Venezuela les da, incluso en la compra de los bonos argentinos. Pero no creo que haya una oposición entre lo que está haciendo el gobierno brasileño y lo que está haciendo el gobierno de Chávez, en cuanto los dos países miran a una mayor integración de Sudamérica.
Los ritmos y el estilo son distintos pero creo que los principales gobiernos van en la misma dirección, incluso el gobierno de Michelle Bachelet y de Vázquez, en el caso de Chile y Uruguay. Yo soy optimista en el sentido de que la dirección común es la misma con estilos y ritmos muy distintos.
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Edición: Mauricio Erramuspe