(Emitido a las 9.20)

EMILIANO COTELO:
La búsqueda de soluciones al conflicto por las plantas de celulosa y el intento por construir nuevos puentes de diálogo entre los dos países, llevaron ayer a cinco dirigentes del PIT-CNT a Buenos Aires.

¿Cómo iban a trabajar en esa dirección? Reuniéndose con dirigentes de las dos centrales sindicales de la vecina orilla: la CTA, con la que el PIT-CNT tiene una relación fluida, y la CGT, con la cual se ha tenido mucha afinidad en los últimos tiempos.

En particular la reunión con la CGT despertaba una expectativa especial, tanto por el perfil de su principal líder, Hugo Moyano, como por los anuncios que este líder camionero había hecho a propósito de la participación de representantes de su gremio en los cortes de ruta.

Vamos a conversarlo con Jorge Mesa, vicepresidente del Sunca y también dirigente del PIT-CNT.

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Señor Mesa, ¿cómo transcurrió el diálogo concretamente con la CGT? Ustedes, según había trascendido, estaban preocupados por mostrarle a la CGT los efectos que los cortes en los puentes concretamente están teniendo sobre trabajadores de nuestro país. ¿En qué medida se discutió esto?

JORGE MESA:
Una de las primeras cosas que hicimos fue entregarle a los dirigentes de la CGT un estudio -parcial todavía- del Instituto Cuesta Duarte sobre las consecuencias económicas y sociales que los cortes de puentes han tenido hasta ahora en diferentes sectores de actividad. Especialmente en la zona de Fray Bentos y Soriano. Fue un diálogo fluido, para nosotros positivo.

EC – ¿Ese informe que ustedes llevaron concretamente qué papel jugó en la reunión?

JM – En principio, entregarle una información que en la propia reunión ellos no podían procesar.

Lo que tratamos de demostrar es que las centrales sindicales argentinas se tienen que manejar con una información total de parte del PIT-CNT respecto a cómo consideramos nosotros lo negativo de los cortes de los puentes. Básicamente lo negativo de los cortes de los puentes sobre la actividad económica, laboral, fundamentalmente en el país y extrañamente fuera de Botnia. En la planta de celulosa en sí los cortes de puentes no afectaron en ningún momento ni un puesto de trabajo ni tiempo de trabajo. De hecho la planta se ha seguido montando en los plazos que la empresa tenía previsto desde el principio.

EC – ¿Pero ustedes pretendían que la CGT incidiera de alguna manera sobre los militantes que vienen llevando adelante estos bloqueos? ¿Les preocupaba en particular los anuncios de Moyano en cuanto a la participación, al respaldo de su gremio a esos cortes de ruta?

JM – Nos preocupaba aclarar declaraciones que en todo caso eran trascendidos de prensa, declaraciones que no sabíamos si adjudicarlas a nuevas resoluciones de la CGT sobre el tema. Esa central en particular ha estado bastante separada del problema de los cortes de rutas y los problemas de Gualeguaychú en particular.
 
La CTA ha sido una central que ya nos había trasladado posiciones de apoyo a esto hace mucho tiempo atrás, cuando este conflicto no tenía ni de cerca la gravedad que después siguió acumulando.

Algunos medios de prensa adjudicaron declaraciones de Moyano de apoyo y lo primero que tratábamos de ver es si efectivamente teníamos un cambio de rumbo, de posición de esta central. Tenemos un buen diálogo con cualquiera de las dos centrales y podríamos tener alguna diferencia de opinión.

Vuelvo a repetirte que para nosotros lo fundamental en todo caso está anunciado en los titulares de la presentación del programa: establecer puentes de diálogo que hemos mantenido con estas centrales especialmente por este tema en forma renovada. Difícilmente las centrales sindicales podamos resolver el conflicto binacional.

EC – ¿Pero entonces la CGT no va a apoyar los cortes de puentes?

JM – Moyano personalmente planteó que a ellos les parecía que era una causa justa, la defensa del medio ambiente -cosa que evidentemente compartimos-, y que no son los que participan del trazado de la estrategia respecto al corte de los puentes. Dejó bastante claro que en ningún momento quiso manifestar o manifestó apoyo a los cortes de puentes y sí a la causa de defensa del medio ambiente, que la población de Gualeguaychú ha entendido que se perjudica con la instalación de plantas de celulosa en Fray Bentos. A nuestro entender ha sido muy malo que la estrategia mejor para defender el medio ambiente sea interrumpir los vínculos económicos y sociales que existen cortando los puentes e impidiendo la libre circulación de bienes y de personas.

EC – En definitiva, ¿qué fue lo que ustedes pudieron acordar, si es que acordaron con la CGT, para trabajar en la búsqueda de soluciones al conflicto?

JM – En principio trabajar en forma conjunta en algunos espacios que las dos centrales compartimos, como la Coordinadora de Centrales del Mercosur y los ámbitos de consulta y diálogo con los gobiernos nacionales que tenemos. Reclamamos dos o tres elementos que ya habían estado en el reclamo de las centrales antes que este conflicto se instalara y que tiene que ver con la mirada un poco más sobre el conjunto de esta cadena productiva. Ustedes conocen los problemas de las plantas de pasta de celulosa en Argentina respecto al medio ambiente. Son de extrema gravedad. O sea tienen un perjuicio bastante importante sobre el medio ambiente y algunos cauces de agua. Se está anunciando además de la instalación de Botnia, otros emprendimientos de pasta de celulosa en Uruguay, pero se hacen también anuncios sobre provincias en Argentina, básicamente en Misiones y plantas de celulosa del lado de Brasil.

Evidentemente que ahí vamos a tener que trabajar como centrales exigiéndonos también para la coordinadora de centrales del Mercosur una propuesta de continuar trabajando en formato de tener lo que podría llamarse un "plan de ordenamiento territorial" en materia regional que nos permita evitar la contradicción con intereses desde el punto de vista del desarrollo turístico y del cuidado de los recursos naturales, con la instalación industrial que nos importa que se siga desarrollando.

A nosotros nos parece, así lo hacemos saber en la declaración que firmamos las dos centrales en conjunto ayer en Buenos Aires, que falta efectivamente la elaboración y en forma muy rápida de un protocolo de medio ambiente. Bien podemos tomar como referencia algunas experiencias internacionales de integración, como la propia Unión Europea, para traer un modelo que nos permita funcionar en la perspectiva de ganar inversiones sin descuidar el valor que tiene el tema medioambiental.

EC – ¿Entonces las dos centrales les están proponiendo a los gobiernos de la región la creación de un protocolo medioambiental referido concretamente a las plantas de celulosa?

JM – No, no. Un protocolo de medio ambiente que evidentemente tiene que ser general pero que en función de la coyuntura trata de la pasta de celulosa. Pero evidentemente tiene que ser general.

EC – ¿Y ustedes van a presentar un borrador de ese proyecto?

JM – Vamos a trabajar en un borrador de protocolo de medio ambiente para ser presentado primero a la coordinadora de centrales sindicales y para que sea ésta la que lo presente a los gobiernos del Mercosur en los espacios de diálogo que tenemos.

Así quedamos por lo menos de acuerdo con CGT, vamos a tratar de llegar a este mismo acuerdo después con CTA cuando nos reunamos el 14, 15 de marzo acá en Montevideo. Ahora en Buenos Aires simplemente hicimos una visita. Es la exigencia de este protocolo pero es también el reclamo de las dos centrales sindicales de una participación conjunta en el organismo que habrá que montar de contralor del medio ambiente respecto al proceso de la pasta de celulosa de Botnia.

Ustedes conocen que esta es una oferta que ya el gobierno nacional públicamente había hecho al gobierno argentino. A nosotros nos interesa especialmente como centrales sindicales señalar que estamos reivindicando la participación de los trabajadores organizados en esos ámbitos de contralor de funcionamiento de la planta.

Vamos a tratar de que estas dos cuestiones sean acompañadas por la Central de Trabajadores Argentinos cuando nos reunamos el 14, 15 de marzo y evidentemente si compartimos esto, vamos a trasladarlo al resto de las centrales del Mercosur.

EC – Todas estas propuestas y estos planteos que estuvieron analizando y que se plasmaron en el acuerdo de ayer con la CGT apuntan al futuro, apuntan a cómo manejar de aquí en adelante lo que ocurra en materia de inversiones en plantas de celulosa. Sobre este conflicto en particular, ya instalado, ¿qué pueden hacer o qué se han propuesto hacer las dos centrales?

JM – Seguir trabajando y reuniéndonos, seguir intercambiando opiniones y tratando de buscar una alternativa que nos permita salir de él. Evidentemente que nadie puede proyectarse a un futuro muy largo en el tiempo si no resuelve este problema.

EC – ¿Pero no están manejando ningún instrumento concreto en este momento?

JM – Nosotros no le podíamos reclamar a las centrales argentinas, en principio porque no son las que tienen el total de las decisiones sobre la estrategia que se ha trazado la gente de la asamblea de Gualegaychú, que se comprometieran a levantar medidas, que en todo caso fue también de lo que fuimos a conversar. Cómo se llega un momento del dialogo entre los países, entre los pueblos, entre las organizaciones sociales ayudando para que eso ocurra, evidentemente que era nuestro interés porque, si no se levantan los cortes de puentes, se va a seguir perjudicando. Llevamos un estudio (que demuestra) que nos perjudica en puestos de trabajo, en salarios, en empleo concreto en la zona y a nivel nacional.

Pero no le podíamos reclamar ninguna garantía y empezábamos a conversar con una de las centrales. Tenemos que todavía desarrollar una reunión con CTA acá en Montevideo. Después a partir del acuerdo del movimiento sindical de los dos países, trataremos de colaborar en un acuerdo que integra como primera responsabilidad un acuerdo entre gobiernos.

Por esas vías tratar de ir comunicándonos con las organizaciones sociales que están preocupadas por el problema en Gualeguaychú, estando o no de acuerdo con los cortes de ruta.

EC – Todo eso va a llevar tiempo, no parece algo rápido.

JM – Yo creo que los problemas urgentes no hace falta que declaremos cada 12 horas que lo son, quedó evidente que son problemas urgentes.

Este conflicto lleva mucho tiempo, se han analizado muchas veces alternativas de solución y hasta se ha esbozado la posibilidad de que salimos del problema.  No es bueno seguir frustrando expectativas.

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Edición: Mauricio Erramuspe