Análisis Político

Colombia: un país conflictivo, lejano para los uruguayos

Análisis político del profesor Oscar A. Bottinelli.

(Emitido a las 8.29)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Colombia suele ser un país que resulta muy distante para nosotros y, a la vez, bastante complejo de entender.

Si nos pidieran describir en una palabra a Colombia, seguramente ensayaríamos diferentes respuestas, que van desde algunas conductas que tienen que ver con la propia cultura colombiana, hasta el propio café, la violencia, la guerrilla, pasando por otras características que pintan de cuerpo entero a un país muy complejo, con una complejidad muy intensa.

En estos días el politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, está visitando el país cafetero y desde allí nos propone su análisis esta mañana. El título: "Colombia: un país conflictivo, lejano para los uruguayos".

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Oscar, para empezar, vale la pena repasar los motivos que te llevaron a estar allí en Colombia.

OSCAR A. BOTTINELLI:
Estamos aquí, en el Valle de Leiva, en la Cordillera de los Andes, en una zona que fue un fondo marino y que está ahora por encima de los 2.000 metros respecto del nivel del mar.

Vinimos invitados por la Universidad Libre de Colombia a dar conferencias en la sede central de Bogotá y dos en la sede de Barranquilla, sobre el tema "Verdad y justicia en los procesos de reinstitucionalización en el Cono Sur", para lo que tomamos los casos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. También estuvimos en la Academia Colombiana de Jurisprudencia disertando sobre "Garantías electorales y encuestas".

A las conferencias fueron los tres anteriores embajadores que tuvo Colombia en Uruguay, estuvo el embajador interino de Uruguay en Colombia, tuvimos entrevistas con el anterior vicepresidente de la República, con el gobernador del Departamento Atlántico, y en Barranquilla y en Cartagena de Indias tuvimos charlas (lo que allí llaman tertulias) con dirigentes políticos, empresarios y directivos de medios de comunicación tanto de costa al Caribe como de medios nacionales de Colombia.

JI - Para la gran mayoría de los uruguayos Colombia es un gran enigma.

OAB - Nosotros tenemos una visión muy lejana de Colombia, nos llega a través de hechos generalmente impactantes que tienen que ver con violencia. Y efectivamente, el problema central de Colombia, el problema estratégico que tiene, es resolver la violencia e ir a una pacificación.

Colombia tiene tres grandes focos de violencia: los paramilitares, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional y la guerrilla más grande de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Además esto, que es propiamente una violencia política como ha habido en el resto de América Latina o hay, se cruza con el eje del tema narcotráfico. Hay una interrelación entre paramilitares y narcotráfico y entre las FARC y narcotráfico. Entonces el tema es mucho más complejo que la salida de procesos propiamente políticos.

Hay básicamente tres grandes temas. Uno, lo que se llama la verdad, que es la investigación de grandes violaciones a los derechos humanos que hubo por parte de distintos grupos. Dos, el tema justicia, o sea, el juzgamiento o condena, con la opción que hay en todo el mundo, si la reinserción de quienes hoy están en la violencia es posible simultáneamente con la justicia; o, para que haya pacificación y reinserción, se deben buscar formas de amnistía, indultos, gracias, ese tipo de cosas. Y tres, el tema reparaciones, porque hay un número muy elevado de personas desplazadas porque sus propiedades fueron ocupadas, confiscadas o vendidas bajo presión de grupos armados. Entonces son muchos los ejes de este conflicto que tiene Colombia, que es esencial estratégicamente a su futuro.

En los últimos años la seguridad ha aumentado mucho, hay muchas zonas que se pueden transitar perfectamente por carretera, nosotros lo hemos hecho. Claro, con una presencia militar permanente, uno ve en todos lados retenes, etcétera, que es lo que permite que se pueda transitar.

JI - Sobre cómo se ha manejado el gobierno colombiano con el tema violencia y esos tres focos que mencionabas, el intento más cercano a la disolución de un grupo armado fue el de los paramilitares, y la experiencia no ha sido totalmente satisfactoria.

OAB - En este momento el proceso más importante de reinserción se está dando con los paramilitares en un esquema por el cual mediante la entrega de armas se hace todo un proceso de reinserción. Está cuestionado por algunos sectores opositores que consideran que personas que han cometido actos muy graves de violencia y de toma de propiedades no pueden quedar impunes. Hay una gran polémica.

En segundo lugar está el tema del Ejército de Liberación Nacional, que tiene negociaciones con el gobierno, y lo más distante es el tema de las FARC, que además es un grupo profundamente involucrado con el narcotráfico.

JI - ¿Qué pasa con el sistema político? ¿Cómo se para? En los últimos tiempos se ha visto sacudido por escándalos que lo han cuestionado.

OAB - Hay dos cosas, lo episódico, coyuntural, que es que unos 20 senadores han sido suspendidos (algunos están renunciando) o separados del cargo por vinculación con los paramilitares, básicamente por haber obtenido fondos de paramilitares para financiar campañas electorales. Y un tema más de fondo, más de largo plazo, que es que Colombia tiene un sistema de partidos muy antiguo, casi tan antiguo como el uruguayo, con una dicotomía conservador-liberal, Partido Conservador, Partido Liberal, que eran dos grandes tradiciones como ser blanco o colorado en Uruguay, y este sistema de partidos ha entrado en crisis, tanto que el actual presidente, que ha sido reelegido, Uribe, fue dirigente del Partido Liberal, se apartó de ese partido y fue elegido por una coalición o movimiento con apoyo de disidentes liberales y del Partido Conservador.

Uribe tiene una altísima popularidad en este momento pero a largo plazo el problema es, si termina en 2010, qué va a pasar con este sistema de partidos, que está muy debilitado. Hay un intento de reconstrucción del Partido Liberal, el Partido Conservador está muy achicado, han aparecido muchos partidos nuevos en respaldo a Uribe, de cuya vida se duda mucho, y por otro lado está creciendo el Polo Democrático, un frente de centroizquierda que tiene la alcaldía de Bogotá, la capital de Colombia.

Cómo va a ir Colombia hacia la reconstrucción del sistema de partidos es la gran incógnita. Nos parece dudoso, si no reconstruye estos o construye otros partidos fuertes, con permanencia y estabilidad que, además de la pacificación, logre una fuerte estabilidad política en lo que podemos llamar la era pos Uribe, que comienza en 2010.

JI - ¿Cómo percibe la sociedad colombiana a sus políticos? Dejabas entrever que hay un cierto descreimiento en las fuerzas tradicionales y que se han buscado alternativas. ¿Cómo ves a la sociedad con respecto a sus políticos y a esa relación que hay entre los políticos y todo ese sistema paralelo de fuerzas armadas?

OAB - Colombia está sufriendo (este es un fenómeno casi universal) una afectación del prestigio de sus dirigentes políticos. Esto en un país de voto voluntario lleva a porcentajes bajos (al menos en comparación con lo que sucede en Uruguay) de participación electoral, del orden de 40%. Por otro lado ha ocurrido que en algunas zonas del país en las elecciones locales ha habido una extraordinaria cantidad de votos en blanco. Esto ya no implica gente pasiva que se queda en su casa sino gente que va a votar en blanco como protesta contra los partidos, los movimientos o las candidaturas existentes, por lo menos en el plano local. Y hay una dicotomía entre ese descreimiento en la política y el fuerte apoyo y la fuerte popularidad que tiene el presidente de la República, que fue reelegido en mayo del año pasado.

JI - ¿La gente está pidiendo la paz, está pidiendo acuerdos gobierno-guerrillas, gobierno-paramilitares?

OAB - No tengo datos muy fehacientes de encuestas, pero se nota que la sociedad quiere una pacificación. Es verdad que en Bogotá, en las zonas donde me he movido, en el departamento de Boyacá, donde estoy ahora, en Barranquilla, en Cartagena de Indias, la vida es normal, salvo la muy fuerte presencia militar-policial que se ve tanto en las ciudades como en las carreteras. No es que se esté en medio de una violencia cotidiana. Pero la paz es una demanda popular. El tema es esa tensión entre quienes consideran que primero que todo está la paz y quienes consideran que no puede haber concesiones a los paramilitares, que deberían ser juzgados por lo que han hecho.

JI - ¿Algún apunte de cierre?

OAB - Quizás lo lejos que estamos nosotros de entender al norte y al oeste de Sudamérica, la política andina nos resulta muy lejana a los uruguayos y quizás al sur en general. Esto es un dato para tener en cuenta.