Entrevista con el canciller Reinaldo Gargano tras la reunión en Madrid.

Gargano: no existe posibilidad de relocalización

El canciller Reinaldo Gargano señaló que la distensión con Argentina lograda en Madrid es un éxito de la política exterior y de la facilitación española. Negó que se haya considerado la relocalización de Botnia y que se esté manejando una fórmula concreta. "Se buscarán los caminos para que haya entendimiento sobre que no habrá contaminación, que el río estará más limpio y no se afectará la vida humana", afirmó.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Las relaciones entre Uruguay y Argentina mejoraron bastante el viernes pasado.

En Madrid, y con los auspicios del rey de España, terminó el diálogo de sordos y se inició un proceso de diálogo en serio sobre el conflicto por la planta de celulosa de Botnia en Fray Bentos.

La próxima reunión será convocada dentro de un mes, y ya tiene agenda: uno, cuestiones relacionadas con la planta de Botnia, incluidas su localización y otras cuestiones relevantes; dos, cuestiones relacionadas con la circulación por las rutas y puentes que unen los dos países; tres, cuestiones relacionadas con la aplicación del Estatuto del Río Uruguay; y cuatro, cuestiones relacionadas con la protección ambiental del río Uruguay y la promoción del desarrollo sustentable de sus áreas de influencia.

Pero... ¿Cómo fue el cara a cara entre las dos delegaciones? ¿Cómo evalúa el gobierno uruguayo la Declaración de Madrid? ¿Qué perspectivas de solución se vislumbran?

Sobre estos temas la entrevista será con el canciller Reinaldo Gargano, ya de regreso en Montevideo.

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Canciller Gargano, el viernes, cuando terminaba el tercer día de reuniones en Madrid, los oyentes de El Espectador lo escucharon decirles a los periodistas: "El objetivo que vinimos a buscar se cumplió". ¿Cuál era ese objetivo que se estaba alcanzando?

REINALDO GARGANO:
Quiero señalar en primer lugar que esto es un logro de la política exterior del presidente Vázquez con relación al diferendo que tenemos con la República Argentina entorno a las plantas de celulosa.

El objetivo era abrir un diálogo directo, serio, franco, y que se asumieran responsabilidades concretas por parte de los gobiernos. Y que no dirimiéramos a través de los medios de comunicación posturas o posiciones que contribuían a distorsionar la realidad y no permitían que hubiera un diálogo franco y directo.

En mi evaluación personal, la reunión, que contó con el auspicio del jefe de Estado español y con la magnífica labor que realizó Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, el embajador encargado de llevar adelante la facilitación, y del embajador y ministro Miguel Ángel Moratinos, revela que el gobierno español ha actuado con lucidez y diría con inteligencia para aproximar las partes a este diálogo directo.

EC - En uno de los párrafos de la Declaración de Madrid las delegaciones asumen el compromiso de no utilizar en el Tribunal de La Haya lo que dijeron la semana pasada y lo que dirán en ese ambiente de diálogo. Eso permite deducir que las dos partes han sido muy francas durante estas reuniones y que incluso pueden haber reconocido fallas en sus respectivas actuaciones en este conflicto. ¿Eso efectivamente ocurrió?

RG - No, es una interpretación errónea. Lo que se dice es que "las partes reconocen (leo textualmente) que nada de lo manifestado por ellas, en la presente reunión o en encuentros futuros similares, prejuzgará sobre –o supondrá abdicar de– las posiciones de los respectivos países en la controversia". Y en particular reconocen que lo dicho por una parte no pueda ser invocado por la otra parte en apoyatura o en beneficio de las presentaciones escritas u orales que realicen ante la Corte Internacional de Justicia.

Esto en alguna medida es producto de mi intervención, naturalmente de la de todos pero yo intervine en su redacción. Se está diciendo que, primero, no abdicamos de las posiciones de los respectivos países en este diferendo. Y en particular, para que el diálogo sea franco, directo, sin tapujos, y para desactivar cualquier otro tipo de interpretaciones, reconocemos que lo dicho por una parte no podrá ser invocado por la otra parte en apoyatura o en beneficio de las presentaciones escritas u orales que se hagan ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque allí hay una demanda de Argentina por violación del Estatuto del Río Uruguay y por la contaminación de las aguas. Uruguay tiene que contestar esa demanda en julio y, finalizada esa etapa, se abrirá una etapa de réplicas y dúplicas y una serie de actuaciones orales que tendrán la misma trascendencia que ha tenido esta reunión.

EC - ¿Pero por qué ese compromiso? ¿Es para facilitar la franqueza?

RG - Para facilitar la franqueza y para garantizar que el juego y el tratamiento del tema serán absolutamente transparentes, nítidos, claros para toda la opinión pública.

EC - ¿Ya hubo sinceramientos en los que alguna de las de las delegaciones asumió que quizás no procedió de una manera cien por ciento correcta?

RG - No, nada de eso estuvo planteado. Dijimos las cosas que pensábamos con mucha claridad.

EC - ¿Lo hablado en Madrid se grabó?

RG - No, desde luego que no se grabó.

EC - ¿No había micrófonos en sala?

RG - No, cada una de las dos partes tenía tomadores de notas. Creo que se tomaron todas las precauciones y que no ocurrió así, porque era un diálogo entre las partes.

EC - Pero no había una grabación oficial, como en las sesiones del Parlamento, que están los micrófonos arriba de la mesa y todo se registra.

RG - Se trataba de que pudiéramos hablar con mucha sinceridad y que nada de lo que dijéramos ahí pudiera ser destinado a obstruir el trabajo del facilitador. Porque no se trataba sólo de determinar correctamente los puntos de vista de cada una de las partes sino también de ayudar al facilitador, que es nada menos que el jefe del Estado español y su gobierno, el gobierno de Rodríguez Zapatero, que tomaron esta actitud de buena voluntad solicitada en primera instancia por el presidente Kirchner y aceptada por nuestro presidente. Al contrario, con esto se logró garantizar que el prestigio y la autoridad del gobierno y del Estado español crecieran frente a los ojos de todos los países de Iberoamérica y del mundo. Históricamente es la primera vez que España tiene una participación de esta naturaleza, que se realiza con éxito una labor de facilitación.

EC - ¿Es correcto lo que dice la crónica de Página 12, que el embajador Yáñez-Barnuevo los recibió recitando de memoria el final de la canción de Joan Manuel Serrat "Algo personal" y los exhortó: "no hagamos como en la canción de Serrat"?

RG - Es correcto, sí, me parece muy bien. ¿Sabe lo que dice la canción de Serrat?

EC - Sí, la estuve repasando.

RG - Es conveniente que los oyentes lo sepan, se está diciendo que no hay que hablar en los términos en que se habla en la Mesa Verde, aquel ballet chileno, diplomáticos pronunciando palabras reiteradas y huecas y no abriendo ningún camino para hallar una solución al tema. Por ahí va la interpretación de Serrat, y yo la comparto.

EC - ¿En qué clase de contactos se ingresa ahora? La Declaración de Madrid sigue hablando de "diálogo", pero por el punteo que anuncia el propio documento esto que viene ahora ya podría interpretarse como una negociación.

RG - No, lo dice la propia declaración, en su párrafo segundo dice:

"En esta reunión, la República Argentina y la República Oriental del Uruguay han restablecido el diálogo directo ente ellas en torno a las diferencias que actualmente mantienen.

En un ambiente de respeto mutuo, sinceridad y cordialidad, las partes han expuesto sus respectivos puntos de vista y sus preocupaciones en relación con ese contencioso y su evolución reciente".

Se entiende que el diálogo directo se establece con agenda abierta, por lo que cualquiera de las partes podrá plantear cualquier cuestión que considere de interés en relación con las materias objeto de la controversia entre ellas. Plantea que "sobre la base de las respectivas exposiciones realizadas por las partes, el facilitador ha identificado los siguientes grupos de cuestiones sobre los cuales versará principalmente el diálogo".

Se reitera que es un diálogo, no una negociación. Y es el facilitador el que ha identificado los puntos en cuestión.

EC - Pero son justamente los puntos más sensibles, los puntos críticos de este conflicto.

RG - Se identificaron los puntos sensibles y por eso el diálogo se va a mantener sobre ese esquema, se va a realizar primero a nivel técnico.

EC - ¿En qué consiste eso de dialogar pero no negociar? ¿Cuál es el matiz a la hora de tratar nada menos que estas cuestiones?

RG - "Yo te acepto tal cosa a cambio de que me aceptes tal otra." Se trata de que el diálogo permita llegar a esclarecer de tal modo los puntos de vista de uno y de otro que la dilucidación del diferendo se haga sobre las bases muy claras de lo que cada uno piensa.

EC - Se lo pregunto porque está de por medio la condición que el gobierno uruguayo ha impuesto, con mucha firmeza, en cuanto a que no negociará mientras permanezcan bloqueados los puentes.

RG - Cosa que se reiteró allí. Ese es uno de los temas de diferendo, cuestiones relacionadas con la circulación por las rutas y puentes que unen a los dos países. Pero hay que hablar de eso, como hay que hablar también de la localización del Proyecto Orión y de otras cuestiones relativas al mismo, por ejemplo si contamina o no, etcétera.

EC - Si se va a hablar de la localización del Proyecto Orión, ¿hay que deducir que existe la posibilidad de su relocalización?

RG - No, señor. Justamente, se puso localización y no relocalización por esa confusión que se puede generar, dado que el gobierno uruguayo ha mantenido muy claro que la planta no se relocaliza.

EC - Está claro que el gobierno uruguayo sostiene eso, pero a la hora de ir en busca de un acuerdo las dos partes van a tener que aflojar en algo.

RG - Supongo que encontrarán los caminos para que haya entendimiento acerca de que no hay contaminación, que el río va a estar más límpido que anteriormente, que no va a haber afectación de la vida humana y que va a haber caminos por los cuales esto se haga efectivo y el control se realice en forma rigurosa, como ha planteado Uruguay desde el comienzo.

EC - La próxima reunión es a nivel técnico. ¿Cómo se va a trabajar? ¿En qué consiste el diálogo a nivel técnico?

RG - Van a participar directamente en ese análisis los expertos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), aunque no se excluye la posibilidad de que esté presente algún dirigente político de primer nivel, puesto que las cuestiones técnicas también tienen su filo político. Entonces se llega a la conclusión de que esto también importa desde el punto de vista político. Hemos dicho que en un plazo de 30 días el facilitador va a fijar la fecha de comienzo de las reuniones, cuya primera parte será de carácter técnico.

EC - Pero no serán negociaciones, ¿entonces qué harán los técnicos?

RG - Dialogarán entorno a esos temas, se esforzarán por mantener la atmósfera de distensión. Usted concluirá conmigo que lo logrado también contribuye a lograr una atmósfera de distensión y de confianza mutua que favorece el diálogo entre los dos países. Es el objetivo que tienen que perseguir todos los que participan, ya sea en la parte técnica o en la parte política.

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EC - Hablando del clima, dice uno de los párrafos de la declaración: "Ambas partes se comprometen a abstenerse de adoptar medidas o actitudes que puedan contribuir a profundizar las diferencias existentes o a incrementar las tensiones y, por el contrario, a esforzarse en mantener una atmósfera de distensión y confianza mutua que favorezca el diálogo entre los dos países".

Aterrizando esto de manera concreta, ¿qué cosas no pueden ocurrir? ¿Se alude sólo a medidas que puedan adoptar los gobiernos, o también a conductas de los privados?

RG - Lo que tiene relación con la conducta que han llevado adelante tanto el gobierno uruguayo como la sociedad civil uruguaya, que ha vivido de cerca este problema, ha sido intachable, no se les puede adjudicar ningún tipo de agravio, de responsabilidad en cuanto a agravar las tensiones, a acentuar las diferencias y demás, o a transformar esto en una dinámica política de distanciamiento.

Pero ha habido, los cortes se han realizado, ya llevan un año y medio largo de duración, ha habido pronunciamientos específicos de personas que se dicen representantes de esas organizaciones, y han existido cosas que no voy a enumerar ni a detallar, que no quiero siquiera mencionar para no contribuir, a través de una entrevista, a generar interpretaciones de lo que estoy diciendo. Se refiere a que vamos a mantener una conducta de esa naturaleza.

EC - ¿Sólo los gobiernos, o la exhortación abarca también a los privados?

RG - Es para todos en general. Cuando uno está allí está representando a la gente de su país.

EC - ¿Qué implica una cláusula como esta con respecto al bloqueo de los puentes que se viene desarrollando?

RG - No hay un pronunciamiento directo sobre eso, sobre eso hubo un pronunciamiento directo del Tribunal de Solución de Controversias del Mercosur, que dijo que los cortes eran ilegítimos. Por lo tanto no era necesario colocarlo acá, ya había un pronunciamiento jurídico claro entorno a ello. Traduce una actitud de exhortación a todo el mundo a no hacer nada que pueda contribuir a incrementar la tensión o a disminuir los efectos que hemos logrado ahora, que son de disminuir esas tensiones.

Fuimos con determinadas expectativas, que se cumplieron. Me imagino que para algunos más allá de lo esperado, porque el clima no sólo fue bueno sino que fue franco, directo. Cuando se habla de estas cosas en este plano la importancia del éxito está en que tengamos la garantía de que cuando hablamos con franqueza nada de lo que estamos diciendo podrá ser utilizado por terceros para, desde el momento de la interpretación, generar hechos políticos que conduzcan a un empeoramiento.

EC - Volviendo al compromiso de abstenerse de adoptar medidas o actitudes que puedan contribuir a profundizar las diferencias existentes, quedan dudas, porque por lo visto esto no implica que haya que levantar el bloqueo de los puentes, tal vez sea una exhortación a no agravar las medidas de la Asamblea de Gualeguaychú, por ejemplo no agregar otros bloqueos, no desarrollar eventualmente acciones en el puerto de Buenos Aires; son interpretaciones mías.

Pero del lado uruguayo, ¿qué puede implicar esto con respecto a las pruebas que tiene que realizar Botnia en los preparativos de la puesta en funcionamiento de la planta, que desde hace tiempo han generado rechazo de la población o de los militantes de Gualeguaychú? ¿Esas pruebas de la planta de Botnia podrían llegar a considerarse inconvenientes a la luz de este compromiso?

RG - Esa frase reproduce casi literalmente una parte de lo dispuesto por la CIJ.

EC - Es cierto.

RG - En las tres oportunidades en que tuvo que actuar, cuando Argentina pidió medidas cautelares y después cuando las pedimos nosotros, exhortó siempre a no agravar la situación. Es una frase general en la que cabe una serie de cosas.

Desde mi punto de vista personal, dado que estoy respondiendo a las preguntas de un periodista, entiendo que si las medidas que adopta la empresa se ajustan estrictamente a lo programado por la Dinama cuando aceptó el proyecto e indicó las pautas de control que iba a realizar, en el más estricto respeto a las normas que dicte la Dinama, no contribuirán a agravar la situación.

EC - ¿La puesta en funcionamiento de la planta está cuestionada por este compromiso?

RG - No, señor. No puede estarlo porque Uruguay no puede aceptar que se establezca a través de una negociación bilateral una cuestión de esta naturaleza.

EC - Pero si cuando todavía está corriendo este diálogo llega el momento de inaugurar y poner en marcha la planta, ¿no va a haber inconvenientes, no se va a entender esa instancia como una medida que profundiza las diferencias existentes, etcétera?

RG - Nosotros no la vamos a considerar así, de ninguna manera.

EC - ¿Qué perspectivas avizora usted después de los tres días de reuniones de la semana pasada y de la Declaración de Madrid? ¿Vamos ahora sí hacia una solución?

RG - Comenzamos un diálogo directo importante. Entre los negociadores siempre ha habido relación, entre las personas que participaron en la negociación, no somos desconocidos, somos conocidos desde hace mucho tiempo. Quizás también por esa razón el diálogo fue tan franco y sincero y expusimos con toda claridad nuestros puntos de vista. Y nos creímos, tuvimos credibilidad cuando expusimos los puntos de vista, aun cuando fueran absolutamente contradictorios en algunos momentos.

Hubo dos partes, una parte en la cual intervinimos todos los integrantes de las delegaciones, y otra más limitada, estrecha, a solas las cabezas de las delegaciones, el jefe de Gabinete argentino, Fernández, el ministro Taiana, quien habla y el secretario de la Presidencia de la República, más el facilitador. Fue muy bueno porque fuimos descarnadamente y a fondo en todo, aunque también en las reuniones ampliadas se habló de estas cosas.

EC - Pero mi pregunta era: ¿es posible ahora pensar en una solución, en una salida para este conflicto?

RG - Siempre hay que pensar en una salida para el conflicto, el que no piense así que diga qué camino hay que seguir en adelante.

EC - Hace un tiempo no se vislumbraba un camino para encontrar una solución.

RG - El gobierno sostuvo siempre que era por la vía del diálogo que había que resolver el problema. Es más, planteó y sigue planteando que la supervisión, el monitoreo conjunto tanto de la construcción como de la gestión de la planta, es un ofrecimiento inédito en las relaciones entre países en América Latina, y creo que también en Europa. Es un paso muy importante que dio nuestro país hace ya más de un año. Eso demuestra la buena voluntad con la que hemos actuado, la buena fe, la sinceridad y la transparencia de nuestro país y de nuestro gobierno. Esto se ha hecho pese a que puede haber habido quien pensara, y ha habido, que era mejor ir a posturas extremistas que demostraran no sé qué pero que empeoraran la situación. Yo voy a trabajar para no empeorar la situación y para buscar caminos de entendimiento y de solución. Es lo que esperan de mí la gente, el gobierno y pienso que también la opinión pública argentina.

EC - ¿Es correcto que hay una fórmula, que ya ha insinuado el facilitador, para colocar la planta de Botnia, Gualeguaychú y una cierta zona fronteriza bajo el paraguas de un organismo internacional a efectos de controlar el impacto de un proyecto como este y organizar su desarrollo, en particular desde el punto de vista ambiental?

RG - Yo estuve allí y si hay alguna cosa que me caracteriza es que siempre digo la verdad, porque, como decía Serrat, es muy dura la realidad pero no tiene remedio. Todo eso es una invención, el facilitador no dijo nunca absolutamente nada acerca de eso, ni dejó traslucir en ninguna oportunidad un planteo de ese tipo.

EC - ¿Cuánto tiempo puede llevar la búsqueda del acuerdo ahora?

RG - Vamos a empezar con esta reunión, que se hará dentro de un mes y medio o dos meses. En 30 días el facilitador va a plantear cuándo debe reunirse, pero hay que preparar la reunión y demás, y eso va a llevar más tiempo.

EC - ¿Tiene alguna estimación de plazos?

RG - Mayo 22 es la fecha límite para fijar el día de comienzo de las reuniones de la comisión técnica que va a analizar los temas.

EC - Parece bastante claro que este proceso de diálogo va a llevar todo este año, por lo menos.

RG - No lo sé, vamos a ver, vamos a no adelantarnos, no lleguemos a conclusiones antes de establecer las medidas y los pasos que se van a dar.

EC - ¿Cómo observó las declaraciones del presidente Néstor Kirchner el fin de semana cuando dijo que el diálogo con el presidente Tabaré Vázquez no está cerrado y que su relación no es mala?

RG - Me parecen bien.

EC - ¿Le parece que estamos ante una consecuencia del nuevo ambiente entre Uruguay y Argentina a partir de la reunión de Madrid?

RG - Contribuyen a que la distensión que se logró en Madrid se acentúe.

EC - ¿Está previsto un diálogo directo presidente a presidente? ¿Hablaron de eso en Madrid?

RG - Por ahora no.


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Edición: Mauricio Erramuspe