Entrevistas

España reconoce que maneja una "zona verde" como salida al conflicto por Botnia

El embajador español en Buenos Aires, Rafael Estrella, reconoció que se ha propuesto crear una zona ejemplar de protección ambiental en el entorno de la planta de Botnia. La corresponsal de La Nación en España, Silvia Pisani, fue quien llegó a esa primicia durante la reunión en Madrid. Ahora que se confirma la noticia, la periodista explicó en qué consiste la propuesta.

(Emitido a las 7.53)

EMILIANO COTELO:
"Confirma España su plan de una zona verde. Es una salida a la crisis con Uruguay". Este era uno de los títulos destacados ayer en el diario La Nación, de Buenos Aires.
   
"Ya existe una hipótesis de solución para el conflicto por las pasteras: el embajador de España en la Argentina, Rafael Estrella, reveló a La Nación que la principal línea del proceso de diálogo abierto con Uruguay pasa por la posibilidad de conformar una ‘zona ejemplar de protección ambiental’ alrededor de la polémica fábrica de Botnia, en Fray Bentos.

La explicación del diplomático –hombre de máxima confianza del presidente José Luis Rodríguez Zapatero– permite vislumbrar un camino de acuerdo por primera vez en los dos años que lleva la discusión entre los gobiernos de Néstor Kirchner y de Tabaré Vázquez.

‘Entre los posibles finales de la historia que cabe imaginar, el hecho de que Fray Bentos-Gualeguaychú sea una zona ejemplar de protección ambiental compatible con el desarrollo sostenible sería el más bello de los finales’, dijo Estrella, en la primera entrevista que concede desde su llegada a Buenos Aires, en enero."

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EC - La información a propósito de la zona verde en torno a Gualeguaychú-Fray Bentos, supervisada y controlada por un organismo internacional, había sido anticipada por el diario La Nación el viernes 20 en el transcurso de la cumbre en Madrid, en la que los dos gobiernos, el de Argentina y el de Uruguay, retomaron el diálogo con la facilitación española.

Por eso nos pareció que valía la pena conversar esta mañana con Silvia Pisani, corresponsal de La Nación en España.

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Silvia, tú fuiste la redactora de aquel artículo que largó esta primicia hace 10 días. ¿Cuál era tu fuente en aquel momento, en la medida que puedas comentar algo al respecto? ¿De dónde venía la información?

SILVIA PISANI:
No lo puedo comentar. Pero sí puedo contarles que la fuente venía del costado español, venía de un costado cercano a la facilitación, a la tarea del embajador Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, y que era de primerísimo nivel, no había ninguna duda. Fue por eso que el diario publicó la noticia en primera página y con fuente anónima, sin revelarla, consciente de la calidad de la fuente que estaba detrás de esa información, que no se podía publicar.

EC - ¿En qué consiste la fórmula a grandes rasgos? ¿Podemos sintetizarla?

SP - La esencia de la mediación española, de la facilitación española, de los buenos oficios españoles, como se llama ahora, consiste en no hablar de aquello que no se puede hablar porque es conflictivo sino hablar de aquello que nos presenta un futuro. Es básicamente la esencia de la negociación diplomática: de esto no podemos hablar porque nos va mal y no llegamos ni a la esquina; busquemos de qué sí podemos hablar.

Desde el comienzo España dijo que lo primero que había que hablar, lo primero que ventilaba la cosa era la ecología. Básicamente esa es la idea. Contándola incluso con humor (siempre es bueno ventilar un poco al cerebro con eso), sería algo así como generar un paraíso verde con planta, con fábrica, si es que esto es posible. En caricatura la idea es convertir este gran problema en una solución ejemplar para el mundo: generar allí, con la planta, sin la relocalización de la planta (de lo que ya no se habla), un espacio verde cuyas características más o menos tenemos.

EC - Si entiendo bien, es algo más, es mucho más que la idea de monitoreo conjunto que Uruguay ha venido ofreciendo desde hace meses. Es pasar de una zona de conflicto a una zona modelo, que cree un esquema de relaciones entre países cuando de por medio hay riesgos ambientales.

SP - Eso es lo primero que dice la fuente y lo primero que dice cualquiera de los que trabajan en la facilitación. Es más que el monitoreo, mucho más que eso.

EC - Supongo que incluiría el monitoreo, eso es algo obvio, porque las dos partes tendrían que ir controlando qué pasa con la planta de Botnia. Y lo harían, además, con la supervisión, con la colaboración de un organismo internacional, Naciones Unidas, algo por el estilo.

SP - Hay dos oficinas que se están mencionando para trabajar en esto, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con esta oficina ya hubo sondeos, y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnudma), con sede en Kenia. De aquí vendría, si la propuesta es buena, si funciona, si el acuerdo cristaliza, parte de la financiación de esto, que obviamente es necesaria. Y requeriría un compromiso muy grande de ambas partes, posiblemente, por donde se encuentra la planta, un compromiso muy grande de Uruguay. Esto es lo que España tiene en carpeta para trabajar.

La novedad es que, según el embajador Rafael Estrella, de esto sí se habló durante el encuentro de Madrid, algo de esto se dejó sobre la mesa y muy posiblemente se hable en los próximos días cuando se vuelvan a encontrar los dos países.

EC - Ahí tenemos un problema, porque el lunes de la semana pasada yo entrevisté aquí En Perspectiva al canciller, Reinaldo Gargano, recién llegado de Madrid, y una de las preguntas tuvo que ver con esta fórmula. Le pregunté: "¿Es correcto que hay una fórmula que ya ha insinuado el facilitador para colocar la planta de Botnia, también Gualeguaychú y una cierta zona fronteriza, bajo el paraguas de un organismo internacional a efectos de controlar el impacto de un proyecto como este, organizar su desarrollo, en particular desde el punto de vista ambiental?", y Gargano preguntaba lo siguiente.

(Audio)

"REINALDO GARGANO:
Mire, yo estuve allí, y si hay alguna cosa que me caracteriza es que siempre digo la verdad, porque, como decía Serrat, es muy dura la realidad pero no tiene remedio. Todo eso es una invención, el facilitador no dijo nunca absolutamente nada acerca de eso, ni dejó traslucir en ninguna oportunidad un planteo de ese tipo."

(Fin.)

EC - Silvia, ¿cómo reaccionaste cuando escuchaste esto?

SP - Sabía de la entrevista, no la había escuchado. Y bueno, este es nuestro trabajo, obviamente yo no pretendo, ni muchísimo menos, ni me corresponde ni es lo que voy a hacer, entrar en controversia con un funcionario de Uruguay. Simplemente cuento lo que he escuchado. Simplemente es una palabra contra otra, no la mía, la del embajador Estrella en Argentina, que en su primera entrevista comenta esto. Lo comenta con el mejor de los ánimos, y en los seis meses que van de facilitación española lo que se viene escuchando en España es siempre lo mismo, si nos encerramos en hablar de la relocalización y de los cortes de ruta, ¿qué negociación hay, qué facilitación hay? ¿Por dónde circula la energía? (Perdón, dije negociación, que no se enoje Tabaré.) ¿Por dónde pasa? Hablemos de otra cosa. Esto es lo que viene trabajando España muy seriamente. Que cristalice o no, ya se verá, dependerá del compromiso de ambos países, si quieren seguir peleados. Esto existe, esto está en carpeta y esto sale a la luz, es evidente.

EC - El matutino La Diaria hoy cita a fuentes de la Cancillería que dijeron que Uruguay aceptaría esa propuesta si se levantara el bloqueo de las rutas de acceso a nuestro país.

SP - Ahí tenés un problema serio.

EC - ¿En qué sentido?

SP - Porque estarías aceptando una propuesta que no existe, sería complicado.

(Risas)

EC - Si entiendo bien, un planteo como el que hace España, que empieza a tomar forma, implica que la planta se queda donde está.

SP - Esto es también parte de la diplomacia, uno habla de las cosas que existen como si no existieran, es parte del juego diplomático. El gobierno argentino sigue diciendo "relocalización de la planta" cuando el documento que se emitió en Madrid dice "localización".

EC - Que se va a discutir la localización.

SP - "Vamos a discutir la localización", que es muy diferente de discutir la relocalización. Y cuando en el mismo gobierno argentino ya son múltiples las señales en el sentido de que "mover la planta es casi imposible", si ya extraoficialmente este mensaje empieza a aparecer, pour la gallerie se sigue diciendo "vamos a cambiar la planta", pero es hora de empezar a sincerar un discurso. Yo, por lo menos, no me pliego a ese juego, es seguir hablando de algo que no responde a la realidad. El gobierno argentino implícitamente y extraoficialmente está admitiendo esto, lo admitió implícitamente aquí. Así como el uruguayo admitió extraoficialmente que cuando se decidió esa instalación en los últimos días de Batlle tampoco se hicieron todas las cosas bien. El problema está.

EC - En la entrevista de ayer en La Nación el embajador Estrella dice en determinado momento: "Sería un final muy feliz de la historia, entre los posibles finales que cabe imaginar, el hecho de que Fray Bentos-Gualeguaychú sea una zona ejemplar de protección ambiental compatible con el desarrollo sostenible, sería el más bello de los finales". Y después tus colegas en Buenos Aires le preguntan: "¿Qué elementos caracterizarían esa zona de protección especial?", y el embajador se limita a contestar: "Dejémoslo a la imaginación y a la capacidad de los dos países. Que ellos lo hablen. Hay que crear una buena historia, y si es bien bonita habrá organismos internacionales que querrán participar". ¿Tú tienes algún detalle más de cómo sería, por lo menos en borrador, esa zona de protección especial?

SP - Lo que dice el embajador Estrella es lo mismo que escuché aquí, "la imaginación da para todo", a generar, a producir, a ver de qué mejor manera sale. Una de las posibilidades es que eso se convierta en un espacio ejemplar con altísimos niveles habitacionales. Eso significa que tendrá características de vida, de vida humana, de posibilidad habitacional ejemplar. Esta era una de las ideas que estaban sobre el borrador.

Pero, insisto, esta no es la salida, no estamos diciendo que sea la salida, lo que estamos diciendo (y lo decimos desde hace diez días) es que esto existe en la carpeta, que existe como propuesta y que es lo que viene dibujando España como alternativa después de seis meses escuchando a Montescos y a Capuletos de un lado y otro de la orilla. No es que España esté diciendo "esto ya está", está diciendo: "Señores, los tiros van por acá, por lo que vengo escuchando. ¿Quieren seguir adelante? Seguiremos adelante. ¿No quieren? Ya veremos qué hacemos". Por lo que se escucha aquí, el planteo es más o menos este.

Notas relacionadas:
Confirma España su plan de una zona verde - Entrevista del diario La Nación con el embajador de España en Argentina, Rafael Estrella.

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Edición: Mauricio Erramuspe