En Primera Persona

Entrevista con una mentira

Entrevista con una mentira

Por Emiliano Cotelo.

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
Ayer, a esta misma hora, ustedes fueron engañados.
Y nosotros, el equipo de EN PERSPECTIVA y yo en particular, fuimos no sólo engañados sino también usados para engañar.

En una entrevista que realizamos en este mismo espacio, el sindicalista radical Gustavo García nos contaba los detalles de un supuesto atentado con arma de fuego contra su persona, que tuvo como saldo lamentable a su esposa herida de bala en la cara. 

Pero García nos estaba mintiendo, a nosotros y a ustedes.

Una mentira flagrante, que García había ido construyendo y difundiendo durante el día anterior, y que no tuvo inconveniente en reafirmar ayer a esta hora, apenas un rato antes de que toda su elaboración se desplomara, descubierta por su propio abogado.

Ayer mismo, a media mañana, García terminaría desdiciéndose: reconoció que el balazo había salido accidentalmente de su revólver, tuvo que explicar la verdad de la historia ante la justicia y ahora está detenido en calidad de indagado mientras se define si es responsable de algún delito. Concretamente, podrían tipificarle simulación de delitos, lesiones y/o calumnias.

Indignación y vergüenza

La entrevista de ayer fue uno episodio muy grave, de esos que, cuando ocurren en un programa radial, dejan mal parado a ese espacio y a quienes lo realizan. 

Cuando yo repaso ahora los mensajes que nuestros oyentes enviaron ayer, sacando sus propias conclusiones a partir de lo que habían escuchado, no puedo dejar de sentirme mal. Alguno, por ejemplo, llegó a sostener que el atentado era obra de grupos de ultraderecha, interesados en propiciar la fractura de la unidad sindical alcanzada con el  PIT-CNT.  Otro opinó que Beatriz Fagián, la dirigente de la Federación de Salud Pública que habló después de García y rechazó sus dichos, hacía que escuchaba mal mis preguntas porque en realidad tenía mucho que ocultar.

Al comprobar cómo esa nota confundió a nuestra audiencia, como periodista y responsable de EN PERSPECTIVA, mis sentimientos oscilan entre la indignación por haber sido engañado y, también, la culpa porque, aunque haya sido de manera involuntaria, nosotros terminamos siendo vehículo para la propalación de una mentira a partir de la cual se incurrió, además, en una calumnia.

Es que ayer Gustavo García no sólo nos contó la historia que había ido inventando. Con mucha convicción descartó otras hipótesis, agregó nuevos detalles para defender su interpretación de lo que había ocurrido y, por último, se extendió en especulaciones sobre los motivos del presunto ataque, al tiempo que no dudó en acusar al PIT CNT como su responsable directo.

(Audio)

"GUSTAVO GARCÍA:
Esto fue muy claro para nosotros, para mi señora y para mí.

EC - ¿Para usted fue un atentado, efectivamente? La Policía maneja la hipótesis de una bala perdida.

GG - Sí, le soy muy sincero, lo que no me cuadra en el tema de una bala perdida es que iríamos a la hipótesis de la paloma en el estadio, habiendo 5.000 personas que le tocara a mi señora. Es increíble, en un 1º de Mayo a las 5.30 de la mañana, en un lugar como bulevar y Palmar, cuando todos sabían que yo concurría a trabajar, y habiendo más de 20 vehículos que trasladan personal, justo en el vehículo que íbamos 10 personas, cuando terminamos de bajar nosotros, hicimos dos pasos, se me cae la mochila a mí, se siente un estruendo, que todos supusimos que era un termo, incluso me decían que yo tenía un termo, pero yo no tenía absolutamente nada, no llevaba casi nada en la mochila, y cuando me incorporo veo a mi señora que se está agarrando la cara. En principio pensé que era una pedrada, un objeto contundente, pero al tomarla del brazo e ingresarla en la emergencia, el cirujano dijo "esto es un proyectil".

Ahí ya me cerraba una cantidad de cosas, es una agresividad in crescendo que viene dando el PIT-CNT contra nosotros. La considero una actitud completamente criminal y fascista, considero que esto ya ha pasado los límites de lo racional.

(Fin)

EC - García aparecía claro en la explicación de los hechos; firme en la argumentación a propósito de cuál había sido el móvil del ataque; y, para cerrar, lanzaba una acusación muy filosa y bien cargada de adjetivos.

Tan directo y tan duro era el señalamiento de García que yo mismo me sentí en la obligación de "testear" de algún modo si el sindicalista era conciente del verdadero alcance de sus denuncias...

(Audio)

EC: García, para terminar, las acusaciones que usted hace son muy graves; porque una cosa es que haya discrepancias entre dirigentes sindicales o entre sindicatos, o entre sindicatos y dirigentes; otra cosa es que se llegue a los extremos de un atentado a balazos. ¿Usted va a sostener esta denuncia frente a la justicia? ¿Qué  es lo que ha hecho en su declaración?

GG: Exactamente lo mismo que te he dicho a ti es lo que he dicho las cuatro o cinco veces que he ido a declarar a la seccional 5ª. Expliqué absolutamente cómo había sido el episodio, ellos me preguntaron si había recibido amenazas y dije que continuamente se están recibiendo amenazas".

(Fin.)

EC - Pese a la insistencia, García se mantuvo en su versión original, la misma que desde el mediodía del martes había sido amplificada en el acto alternativo del 1° de mayo, organizado por la Tendencia Clasista y Combativa.  La misma versión que había repetido el dirigente del Movimiento 26 de Marzo, Eduardo Rubio, para, en base a ella, cuestionar las prácticas fascistas que se estarían dando dentro del PIT-CNT para acallar a quienes cuestionan a la cúpula de la central sindical.

García mantuvo esa historia en los micrófonos de El Espectador, pero no pudo sostenerla muy pocas horas más tarde. Al mediodía, en Indice 810, su abogado defensor, doctor Gustavo Salle, contó que en la mañana, al enterarse de algunos datos nuevos, olfateó que algo no cerraba, se reunió mano a mano con él, y le solicitó que le contara la verdad.

(Audio)

"GUSTAVO SALLE:
Cuando viene a declarar al juzgado nosotros advertimos en el memorandum elementos indiciarios que eran absolutamente concluyentes en cuanto a que esa versión no se condecía con la realidad, era mendaz, era mentira. Por lo tanto, solicitamos poder tener una conversión privada con nuestro patrocinado y ahí le pedimos que nos dijera la verdad, por cuanto él que estaba declarando ante una sede judicial y correspondía que se fuera totalmente sincero. Allí nos declara que efectivamente no había sido un atentado, que lo que había sucedido es que llevaba el revolver en la mochila, porque estaba enormemente presionado, según él, se le cayó, se detonó un proyectil y en forma accidental hirió a su señora",

(Fin)

¿Pudimos nosotros haber detectado la mentira a tiempo?

Confieso que mi conciencia queda un poco más tranquila al saber que fue necesario acceder a las actuaciones policiales y judiciales para sospechar de los dichos de García, y, sobre todo, que quien terminó descubriendo el invento no fue un abogado cualquier, sino alguien como Salle, que conoce muy a fondo y desde adentro el mundillo del sindicalismo radical.

Pausa y reflexión

De todos modos, yo, como periodista, a la hora de analizar lo que ocurrió ayer en este espacio de nuestro programa, no me quedo conforme si me limito a echarle las culpas a García. 
Si bien podría alegarse que quien mintió fue el entrevistado y no EN PERSPECTIVA; si bien podría argumentarse que la entrevista fue útil porque, con el correr de las horas, dejó en evidencia una forma maquiavélica de actuar a nivel sindical, a mí todavía me parece necesario seguir analizando cómo manejamos nosotros este caso.

¿Hubiese sido más sensato esperar el desarrollo de las actuaciones judiciales antes de poner al aire al denunciante de los hechos?
Además de las averiguaciones que efectivamente realizamos el martes de noche, ¿qué otras consultas y chequeos debimos haber hecho, fuera de micrófonos?
¿Debimos haber sido más cautelosos y desconfiados, cuando finalmente resolvimos darle micrófono a Gustavo García?
¿Compensó en algo la calumnia de García el haber incluido a continuación a Beatriz Fagián, implícitamente acusada por García, para que contestara e hiciera sus descargos?

No es la primera vez que reflexiones como esta se imponen en el trabajo del equipo que realiza EN PERSPECTIVA. Un programa periodístico cada tanto es escenario de acusaciones sin fundamento dirigidas contra figuras de diferentes partidos.  Y si bien hemos pasado por pocos casos tan flagrantes y enfermizos como el de esta vez, no viene mal tomar el mal rato como una oportunidad.
En definitiva, "la entrevista a una mentira", que emitimos ayer, es también un llamado de atención sobre las buenas prácticas periodísticas, sus límites y sus consecuencias.