El ministro de Economía, Danilo Astori, afirmó que el 90% de la expansión del gasto en la Rendición de Cuentas tiene un fin social.

Astori destacó el acuerdo por la Rendición de Cuentas

El ministro de Economía, Danilo Astori, afirmó que el 90% de la expansión del gasto en la Rendición de Cuentas tiene un fin social. "Hago un balance positivo", dijo respecto a la dura negociación del oficialismo. "Siempre es muy importante lograr un acuerdo que satisfaga, aunque sea parcialmente, a todas las partes", agregó. Respecto a la Reforma Tributaria señaló: "estoy muy tranquilo".

(Emitido a las 8.47)

EMILIANO COTELO:
La entrada en vigor de la Reforma Tributaria, la rendición de cuentas que finalmente tendrá 30 millones de dólares extra para la educación, la participación de Uruguay en el Banco del Sur, las expectativas de nuestro país en el Mercosur después de la cumbre de Asunción.

Todos temas de máxima actualidad que en estos días han tenido ocupado al ministro de Economía, Danilo Astori, que es nuestro invitado esta mañana.

***

El contador Astori llegó con sobretodo y bufanda...

DANILO ASTORI:
Como es común en estos días muy crudos, creo que con mucha más intensidad que en el invierno pasado.

EC - Sí, este invierno viene muy especial.

DA - Los cambios climáticos no son simplemente una muletilla en las conversaciones, son reales.

EC - Y su ministerio no tiene nada que ver con esto, ¿no?

DA - Con los cambios climáticos... no.

EC - Tiene que ver con unos cuantos.

DA - En realidad hemos tratado de cambiar un clima, el clima de inversiones, y me parece que lo hemos logrado, porque los resultados están marcando un notable crecimiento de la inversión en Uruguay, como el país no conocía, al menos en las últimas décadas, y que llega a niveles muy coherentes con lo que el país necesita, que es crecimiento y empleo.

EC - Vamos a hablar de ese y otros temas. Vamos a empezar por lo más reciente, un tema que se discutió durante varios días, terminó el viernes y ayer fue objeto de análisis en el Consejo de Ministros: el tratamiento que tuvo el proyecto de Rendición de Cuentas en la Cámara de Diputados. Una larga serie de negociaciones en la interna de la bancada del Frente Amplio (FA), porque algunos sectores (MPP, Partido Socialista, Vertiente Artiguista, Partido Comunista, FIDEL, CF) reclamaban que se asignara un adicional de 30 millones de dólares para la educación.

Finalmente, y sobre el vencimiento del plazo constitucional, se logró un entendimiento que otorga esos recursos extra para la ANEP y la Universidad de la República, pero sin aumentar el gasto total previsto en el proyecto.

Usted siguió el final de las tratativas a la distancia, porque ya se encontraba en Asunción en la cumbre del Mercosur. Ahora que regresó a Montevideo, ahora que pasó el Consejo de Ministros de ayer, ¿qué balance hace de ese aditivo?

DA - Positivo, pero considero mucho más positivo el contenido global de la Rendición de Cuentas. Una Rendición de Cuentas que propuso una expansión del gasto adicional a lo ya dispuesto por la Ley de Presupuesto en unos 185 millones de dólares, el adicional de la Ley de Presupuesto es de 100, el total es de 285 millones de dólares, y de estos 285 millones de dólares casi 90%, esto es muy cerca de los 275 millones de dólares, está destinado a fines sociales. Eso me llena de alegría y de satisfacción, porque van directamente a atender las necesidades primordiales del país en este campo. La primera de ellas, sin ninguna discusión, la educación, que es la gran prioridad presupuestal, un destino que incrementa sus recursos presupuestales en 200 millones de dólares en dos años (este es el primero y 2008 es el segundo); junto con la salud, con la primera etapa de la Reforma de la Salud, y el Plan de Equidad.

EC - ¿Implícitamente está diciendo: "Cuidado, que todo este debate de los últimos días hizo perder de vista este incremento en los rubros destinados a lo social, y en particular a la propia educación"?

DA - No, no lo digo atribuyendo intenciones ni mucho menos, pero no me canso de destacar que este debe ser el titular de la Rendición de Cuentas. No podemos concentrar una discusión en 30 millones de dólares cuando se amplía el gasto en 285 millones y 90% de esa expansión va a destinos sociales. Y el principal de esos destinos sociales es la Educación Pública.

EC - Pero casualmente varios, incluso dentro del FA, entienden que este episodio determinó que se le ganó una pulseada a Astori: "le demostramos que sí era posible destinar mayores recursos a la educación y acercarnos efectivamente a 4,5% del PBI al final del período". Palabra más, palabra menos, y muchas veces fuera de micrófonos, es lo que han dicho varios legisladores.

DA - Voy al tema, pero me parecía importante comenzar por lo esencial, que para mí es el contenido global de la Rendición de Cuentas, que tanto en el Ministerio de Economía (MEF) como en el Poder Ejecutivo concebido en su conjunto nos dejó muy contentos. Estamos convencidos de que hicimos una muy buena Rendición de Cuentas, sobre todo teniendo en cuenta las prioridades del país.

En segundo lugar, declaro una vez más que el gobierno sigue muy comprometido con la meta de dedicar a la educación pública el porcentaje de 4,5 sobre el PBI, y una vez más afirmamos ese compromiso, que está referido al fin del período, a 2009, como tantas veces se dijo antes del comienzo del gobierno y durante el transcurso hasta ahora.

En tercer lugar, no me parece bueno hacer análisis en términos de ganadores y perdedores, hago un balance positivo, prefiero decir que todos quienes tuvieron algo para aportar obtuvieron una satisfacción, aunque sea parcial, de sus planteos.

Hago el balance positivo en primer lugar porque los legisladores actuaron con responsabilidad fiscal, no dispusieron un aumento del gasto. Esto es fundamental para el MEF. Y en segundo lugar, políticamente siempre es muy importante lograr un acuerdo que satisfaga, aunque sea parcialmente, a todas las partes. Naturalmente, yo no olvido que esta disposición, al menos en esta primera cámara (porque falta todavía el trámite del Senado), modifica la estructura presupuestaria. Este ya no es un tema del MEF, es un tema del Poder Ejecutivo en su conjunto.

EC - Una de las formas de financiar ese extra de 30 millones de dólares para la educación en 2008 viene por el lado de recortes de inversiones, un recorte de 6,5% que se adelanta para 2008, porque estaba previsto para 2009. ¿Qué impacto tendrán, desde su punto de vista, esos recortes de inversiones?

DA - En primer lugar, lo que está dispuesto en la Ley de Presupuesto era una facultad para que el Poder Ejecutivo pudiera recurrir a esta fuente de financiamiento. Ahora se establece en términos de la disposición de una transferencia que afecta hasta 6,5% de algunas inversiones, porque hay otras que están expresamente excluidas. Hasta ahora no hemos hecho los números, tenemos que hacerlo, pero es una decisión que tiene que tomar el Poder Ejecutivo en su conjunto.

EC - ¿Qué quiere decir con esto?

DA - Que el presidente, actuando en Consejo de Ministros, deberá disponer cómo operarán estas detracciones en el supuesto caso de que esto se transformara en ley, porque falta el trámite de una cámara, estamos tomando la resolución aprobada por los diputados como si estuviera sancionada. Y a los efectos de ese análisis, es el Poder Ejecutivo el que tendrá que decir, por ejemplo, si operarán todos los recortes en forma pareja, si algunos ministerios aportarán más que otros, siempre respetando lo que la disposición establece, que esa detracción no podrá superar 6,5% en ningún caso. Por otra parte, la suma de los 30 millones opera como un máximo, "no superará", dice la disposición aprobada, esa suma. Habrá que hacer un análisis, que no se puede hacer ahora, hay que hacerlo una vez que esté sancionada la Rendición de Cuentas. Y repito, no es una decisión del MEF, es una decisión del Poder Ejecutivo en su conjunto.

EC - ¿A qué alude con esto? A que cuando llegue el momento de recortar va a haber ganadores y perdedores, ahí sí va a haber ministerios perjudicados y otros no. Eso lo tendrá que resolver el Poder Ejecutivo y no usted.

DA - Exacto. Pero no estoy aludiendo a nada, estoy diciendo lo que es la realidad. Es una decisión del Poder Ejecutivo, no puede el ministerio decir "le recorto 6,5% al ministerio X y 4,5% al ministerio Y", no es una decisión nuestra, es una decisión del Poder Ejecutivo, al cual nosotros o cualquier otro ministerio puede presentar una propuesta. Habrá que discutirlo y ver cómo se define.

EC - Los dos mecanismos de financiamiento son, por un lado ese abatimiento de hasta 6,5% en inversiones que estaba previsto para 2009 y que ahora se adelanta para 2008, y por otra parte el mantenimiento de un timbre para la planilla de trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Y se aclara que "el Poder Ejecutivo podrá utilizar total o parcialmente cada una de las habilitaciones a que refiere este artículo", e incluso le da la oportunidad de utilizar otros mecanismos.

DA - Lo cual no hace más que reconocer que la decisión está en manos del Poder Ejecutivo, que a su vez tendrá flexibilidad para ponerla en práctica con dos topes, en primer lugar, no hay aumento del gasto público total.

EC - Eso se incluyó en el primer inciso del aditivo, no estaba previsto inicialmente.

DA - Es una disposición fundamental para que yo esté haciendo un balance positivo, aquí sí como ministro de Economía y Finanzas. Es lo que le importa al ministerio, que más allá de esa expansión excepcional del gasto a la que yo aludía antes, no haya nuevos incrementos que puedan crear una situación complicada desde el punto de vista de la política económica.

EC - ¿Qué sensación le quedó, qué imagen dio el gobierno con este tira y afloje interno que duró varias semanas? Se lo pregunto porque, pese a que el Consejo de Ministros está integrado por las principales figuras de los sectores y los partidos del FA, sus decisiones no garantizan la viabilidad parlamentaria de los proyectos de ley. No es la primera vez que ocurre, pero acaba de pasar ahora de manera muy notoria, con mucha estridencia. ¿Puede seguir pasando?

DA - Vamos a diferenciar materias. Esta es una materia de típico cogobierno, como lo fue también la materia tributaria, porque si hay materias en las que el Parlamento es protagonista realmente en el marco de un gobierno, son las dos que acabo de mencionar, la presupuestal y la tributaria. Entonces partamos de la base de que aquí no es sencillamente que el Poder Ejecutivo tenga una definición y sea palabra santa, el otro protagonista del gobierno es el Poder Legislativo, en este caso, y en el caso de cada partido su bancada. Lo primero que tengo que decir, aunque parezca muy obvio, es que lo que hizo la bancada de diputados del FA está absolutamente dentro de sus legítimas atribuciones.

EC - Entonces coincide con declaraciones como esta del diputado Esteban Pérez, del MPP, que dice: "El Parlamento toma un papel protagónico como hace años que no tenía, afirmando así un sentido profundo de la democracia, que es la autonomía legislativa".

DA - Creo que hay cogobierno, no me atrevería a hablar de autonomía legislativa pura y dura, no me atrevería a decir, por ejemplo, "el Poder Legislativo hace lo que quiere", como tampoco diría que el Poder Ejecutivo hace lo que quiere. Por lo que decía al principio, el Poder Legislativo no hizo lo que quiso, porque actuó con responsabilidad fiscal y tuvo en cuenta las recomendaciones del Poder Ejecutivo que me tocó expresar muchas veces en reuniones con la bancada en el sentido de la inconveniencia de aumentar el gasto. Pero encontró la manera de satisfacer también algunas aspiraciones que, se compartan o no, son absolutamente legítimas.

Voy directamente a la pregunta que inició esta parte del diálogo: creo que dejó una buena imagen.

EC - ¿Le parece que este episodio dejó una buena imagen? Otra interpretación es que el Poder Ejecutivo no puede conducir la marcha del gobierno, tiene que enfrentarse a sublevaciones de su propio partido, del propio oficialismo en el Parlamento.

DA - En una parte fundamental de la decisión la condujo.

EC - Puede pensarse que hay que cambiar algo en la dinámica de la toma de decisiones en el Poder Ejecutivo, que hay que ser más específico y puntual en las evaluaciones que se hacen en el Consejo de Ministros para que las firmas de los ministros signifiquen algo en un proyecto de ley.

DA - Eso se ha logrado, por lo menos hasta ahora, falta la etapa del Senado, no me quiero anticipar. Hasta ahora se han tenido en cuenta las dos cosas, las aspiraciones de los dos coprotagonistas de un proceso presupuestal. No podemos llegar al extremo de ignorar lo que el Parlamento pueda aportar en un proceso de este tipo. El Parlamento tuvo una buena intervención en la Reforma Tributaria, una intervención que era esperable porque es una materia de típico análisis legislativo. Y en este caso también.

Lo ideal para mí habría sido que se hubiera destacado con un poco más de énfasis ese contenido general de la Rendición de Cuentas. Pero la discusión estuvo muy absorbida por este episodio de los últimos días y me parece que aun en el episodio de los últimos días se llegó a encontrar una salida política adecuada, que tuvo en cuenta las aspiraciones de los parlamentarios y al mismo tiempo no se salió de una línea fundamental para el Poder Ejecutivo.

EC - Usted se muestra en estas declaraciones mucho más cercano o mucho menos enfrentado a la bancada que lo que se lo vio en los últimos días, cuando usted lucía muy firme y muy duro en que no había que tocar el proyecto de Rendición de Cuentas. Ahora admite esa cogestión en asuntos como estos.

DA - Si se refiere a los últimos días en que yo me encontraba en Asunción, aunque en permanente contacto telefónico con nuestros parlamentarios, fuimos parte de la solución. Lo quiero decir desde ya.

EC - No le impusieron nada, ¿eso es lo que está señalando?

DA - No, fuimos parte de la solución y llegamos junto con nuestros compañeros a la conclusión de que esta era la salida que nos permitía a todos tener en cuenta nuestras aspiraciones. Me mantuve muy firme, sí, y me seguiré manteniendo firme, en cuanto a la necesidad de no expandir el gasto, porque eso desde el punto de vista político-económico es absolutamente fundamental.

Y vamos a entendernos, me gustaría explicar esto ya que oigo argumentos de este estilo: ¿qué son 30 millones en una expansión del gasto de 285? Es que no son 30 millones, porque si tenemos en cuenta las prioridades que se ha trazado el Poder Ejecutivo sería absolutamente inequitativo incrementar 30 millones el presupuesto de la educación e ignorar absolutamente las demás prioridades. Eso sí que rompería totalmente los equilibrios. Si se discuten 30 millones más para la educación pública, tengo que comenzar a escuchar los reclamos del Ministerio del Interior, que son absolutamente legítimos, del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en materia de infraestructura, tengo que escuchar los reclamos en materia de salud pública, entonces los 30 millones se transforman en una cifra muchísimo mayor. Un Poder Ejecutivo como el nuestro no puede ahora admitir lisa y llanamente "muy bien, 30 más para la educación" e ignorar todo lo demás. Es mucho más de 30 millones lo que cabría asignar, y eso sí es peligrosísimo.

***

EC - El viernes, en Asunción, cuando asumía la presidencia pro-témpore del Mercosur, el doctor Tabaré Vázquez recordó una agenda de prioridades para el bloque que él había expuesto dos años atrás cuando participó por primera vez en estas cumbres. "En buena medida esos temas siguen pendientes", advirtió. "No lo digo con resentimiento, no lo digo con ánimo de poner excusas o repartir culpas. Lo digo para asumir responsabilidades", agregó.

¿Qué evaluación hace usted? ¿Ha mejorado algo el Mercosur en estos dos años?

DA - Ante todo, comparto absolutamente la frase del presidente Vázquez, en buena medida esa agenda sigue pendiente. Vamos a recordar qué contenía esa agenda.

A la segunda parte de la pregunta contesto que muy levemente.

EC - Ha mejorado muy levemente.

DA - Ha mejorado muy levemente, aunque en esta última reunión de Asunción se avizoró la posibilidad de nuevos avances en los próximos meses.

La agenda sigue pendiente porque lo fundamental para las aspiraciones de un país como Uruguay aún no se ha logrado. Empiezo por lo elemental: el acceso al mercado ampliado, Uruguay sigue enfrentando dificultades muy importantes para acceder al mercado ampliado. Esto se debe a varias razones, en primer lugar a las políticas distorsivas que (fundamentalmente practicadas por Brasil y Argentina, que a su vez frecuentemente han recurrido al bilateralismo desde este punto de vista) limitan las posibilidades de competencia de nuestros productos y, lo que es peor, desvían inversiones desde nuestros países, nuestros pequeños países, hacia los grandes centros del Mercosur.

En segundo lugar porque siguen vigentes restricciones no arancelarias muy importantes. Quien piense que todo se juega en el plano arancelario se equivoca y mucho, porque además de los problemas que tiene la unión aduanera (que está muy definida en función de los intereses de Brasil y de Argentina), hay restricciones que no son de tipo arancelario.

EC - ¿Por ejemplo?

DA - Por ejemplo disposiciones burocráticas que a veces se disfrazan de medidas sanitarias, disposiciones burocráticas que a veces les otorgan ventajas o situaciones relativamente más favorables a competidores de Uruguay. Hace muy poco Argentina estableció disposiciones respecto del transporte por camión que están directamente destinadas a originar problemas para los camioneros uruguayos. Eso no es una restricción arancelaria, es una restricción que exige cumplir a los camioneros uruguayos trámites que otros no tienen que cumplir. Eso dificulta las cosas.

Esto está en el centro de los problemas de un Mercosur donde siguen coexistiendo dos visiones (y acá vamos al meollo del asunto), una visión sustituidora de importaciones, que recurre a la unión aduanera para preservar sus propios intereses (Brasil y Argentina) y una visión de apertura al mundo, que es la visión que las economías pequeñas debemos tener, una visión de no quedar encerrados en el Mercosur sino de practicar el regionalismo abierto, saber que el Mercosur más que un encerramiento regional debe ser una plataforma de lanzamiento al mundo.

Esta es la agenda pendiente, una agenda elemental, como se puede ver. Elemental no en el sentido de subestimarla sino en el sentido de esencial, esto está en la tapa del libro del proyecto de integración.

¿Por qué digo que se avanzó lentamente, levemente, y que se avizoran algunas perspectivas positivas?

En primer lugar, porque la propuesta de Uruguay sobre un cronograma para ir eliminando las restricciones no arancelarias se aprobó, y se aprobó como se aprueban las cosas en el Mercosur, por consenso, por unanimidad. No es lo mismo consenso que unanimidad, pero consenso en el Mercosur está utilizado en el sentido de unanimidad.

En segundo lugar, por primera vez desde que actúo en esto (y tengo la suerte de haber actuado primero como senador, después como ministro en los 16 años del Mercosur, fui electo senador en el 90 y en el 91 ya estaba trabajando en esto, cuando se firmó el Tratado de Asunción) Brasil reconoce explícitamente que no está en condiciones de solucionar el problema de las políticas estaduales.

EC - Uno de los reclamos de Uruguay es un cronograma para armonizar los incentivos a la producción que algunos países del Mercosur resuelven por su cuenta. Ustedes volvieron a insistir con este planteo.

DA - Con un agregado fundamental: a todos los niveles de gobierno, es decir, gobierno nacional, pero también gobiernos estaduales o provinciales.

EC - Uruguay volvió a insistir con este planteo y no tuvo eco.

DA - No se aprobó.

EC - Por la posición de Brasil.

DA - Exactamente.

EC - Usted dijo a la salida de la reunión que de todos modos se encontraba más o menos satisfecho, porque, uno, Argentina había respaldado el planteo uruguayo, y dos, Brasil reconoció que no puede hacer nada para evitar lo que en materia de incentivos disponen algunos gobiernos estaduales.

DA - Exactamente, y eso, aunque parezca una mala noticia, es una muy buena noticia.

EC - ¿Por qué?

DA - Porque esto reconoce, por un lado, la incapacidad de un socio de poner en práctica lo que es elemental en un proyecto de integración, no es posible integrar un país con gobierno federativo con otro país que no lo tiene mientras el primero le dice al segundo "no puedo hacer nada para evitar que los estados generen obstáculos al proyecto de integración". Reconocer esto, que no es otra cosa que reconocer la realidad, nos va a llevar a un solo destino: a encarar esto con la flexibilidad suficiente de, por un lado, tener en cuenta al que no puede hacer lo que estamos pidiendo, y por otro lado, que el que no puede hacer lo que estamos pidiendo tenga en cuenta nuestras necesidades, que terminan siempre en el planteo de flexibilidad para la política comercial común y en particular para admitir que Uruguay y Paraguay puedan entablar procesos de negociación bilateral fuera de la región.

EC - Pero este punto, este reclamo concreto (que ya es insistente del lado uruguayo en los últimos meses), volvió a ser rechazado en Asunción.

DA - En realidad no se habló de él.

EC - Pero sí hablaron de él y aludieron a él los dos presidentes de los países grandes, aludió Lula y aludió Kirchner, negativamente.

DA - Permítame una anécdota, cuando habló Lula lo estábamos escuchando atentamente con el presidente Vázquez sentados uno al lado del otro, y en el momento en que atravesó por el tema el presidente me llamó la atención para que atendiéramos especialmente ese pasaje. Nuestra visión fue que estaba alentando la posibilidad de tener en cuenta estas aspiraciones.

EC - ¿Esa fue la conclusión que ustedes sacaron?

DA - Sí, en un lenguaje un tanto abstracto y general, pero quedamos convencidos de esa visión.

EC - Por otro lado dijo: "Ahora más que nunca está claro que el Mercosur debe profundizar sus acuerdos (comerciales) con otros países y otros bloques", insistiendo mucho con el Mercosur en la negociación hacia fuera.

DA - Y eso está muy bueno, porque ese es otro de los planteos de Uruguay. Uruguay no se limita a decir "señores, dennos flexibilidad para que nosotros podamos avanzar fuera de la región", Uruguay dice eso y al mismo tiempo señala "avancemos todos juntos también fuera de la región". Para Uruguay es vital el acuerdo de Mercosur con la Unión Europea.

EC - Un acuerdo que viene muy demorado, entre otras cosas, por posiciones que enfrentan a Brasil con la Unión Europea.

DA - Un acuerdo que viene muy demorado por la coexistencia de esos dos enfoques que yo mencionaba recién, el enfoque sustituidor de importaciones (la palabra no existe, permítame que la diga para ser claro) y el enfoque de apertura al mundo. Uruguay plantea las dos cosas, y les dice a quienes pide flexibilidad "yo estoy dispuesto, al mismo tiempo, a concederles flexibilidad a ustedes para que vayan buscando la manera de hacer lo que hoy declaran no poder hacer". Eso es absolutamente fundamental.

EC - ¿Entonces salió con optimismo a propósito de la posibilidad de que para países como Uruguay y Paraguay haya una flexibilización de criterios que habilite negociaciones bilaterales por fuera del Mercosur?

DA - Salí más optimista que en otras oportunidades, fue la oportunidad en que salí con más optimismo (es una comparación relativa), y salí más optimista porque esto es la primera vez que ocurre, en 16 años no había ocurrido nunca.

EC - No había ocurrido nunca que Brasil reconociera que en el levantamiento de los incentivos a la producción el gobierno federal no puede hacer nada, por la estructura del Estado brasileño, con los gobierno estaduales, etcétera. Ese precedente para ustedes va a habilitar esas autorizaciones. ¿Pueden venir en este período, en este semestre de presidencia pro témpore a cargo de Uruguay?

DA - Ojalá, trabajaremos para eso. Permítame decir algo que le señalé a la delegación brasileña (en esta parte del debate me tocó fundamentar), que no solo no lo habían reconocido nunca sino que firmaron lo contrario en 2003. En 2003 Brasil firmó una resolución de todo el Mercosur, junto con los demás países, comprometiéndose a levantar las políticas distorsivas de incentivos a todos los niveles de gobierno. No solo no habían reconocido nunca lo que ahora reconocieron sino que firmaron lo contrario. Y, por supuesto, lo que firmaron en 2003 no se cumplió, por eso es que el presidente Vázquez insiste en que la agenda sigue pendiente.

Vuelvo atrás. Esto me genera una expectativa que antes no tenía, porque antes era como ocultar la realidad, y así es muy difícil negociar. Si un socio con el que estoy negociando y al que le estoy pidiendo flexibilidad me reconoce que no puede hacer lo que yo le pido, entonces se genera una base para negociar, una base con más expectativas, con más esperanza, y ojalá sea dentro de los seis próximos meses de presidencia de Uruguay.

***

EC - Estamos a tres días de la entrada en vigencia de la reforma tributaria, acaba de empezar a aplicarse el domingo, ayer fue el primer día hábil. Hay mucha polémica al respecto, muchas dudas. ¿Cómo se planta frente a este momento en que se concreta una ley por la cual usted personalmente, quizás incluso demasiado solo en el propio FA, batalló de manera tan fuerte? ¿Cuál es su evaluación?

DA - No creo estar solo, lo digo con toda sinceridad.

EC - No se escucharon demasiadas voces del gabinete o de la bancada del FA en defensa de este proyecto que ha generado tantas críticas de la oposición.

DA - Tal vez por aquello de dejar esta materia, que es típica del MEF, en nuestro ámbito de análisis y de defensa. No creo estar solo, porque si miramos atrás en el tiempo esta es una de las pocas propuestas que el FA levantó desde que existe, y que luego fue cambiando con el tiempo, mejorando, perfeccionándose, hasta que llegó el momento de que accedimos al gobierno y con él la hora de poner en práctica esta propuesta.

EC - Por eso es que llama la atención que no haya un embanderamiento de todo el FA en el debate que se está dando sobre esta ley.

DA - Repito, porque tal vez nos dejan que practiquemos nuestra especialidad, que obviamente involucra la materia tributaria.

EC - Hay otras lecturas: que lo están dejando cargar a usted con este fardo por si la cosa sale mal.

DA - No creo que salga mal, estoy muy tranquilo con esta reforma. En primer lugar porque está en línea con los objetivos que hemos definido siempre, la equidad ante todo, la eficiencia, el estímulo a la inversión productiva. No creo que haya habido otro sistema tributario en la historia de Uruguay con tantos estímulos para la inversión como este nuevo sistema tributario que está en vigencia desde hace tres días.

Estoy convencido de que apenas la población se vaya acostumbrando a esta nueva realidad se va a ir operando ese doble cambio cultural que necesitamos, primero, la cultura del pago de impuestos, del cumplimiento de nuestras obligaciones, y segundo, hacerlo solidariamente, sabiendo que tenemos que contribuir cada uno de nosotros los integrantes de esta sociedad en función de nuestras posibilidades.

Y al mismo tiempo, la tranquilidad de nuestra disposición para, aprovechando las lecciones de la experiencia, seguir mejorando este sistema. En varios sentidos, en primer lugar, reduciendo la carga tributaria si es que experimentamos un crecimiento de la recaudación. No hemos estimado un crecimiento de la recaudación, más bien hemos estimado una caída leve, que se va a compensar con mayor eficiencia de la administración, pero si nos equivocamos que nadie tenga dudas de que esto se volcará en reducciones de impuestos. Vamos a seguir eliminando impuestos, ya tenemos la lista de prioridades elaborada, y vamos a seguir mejorando en beneficio del contribuyente la aplicación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y la disminución de los impuestos al consumo.

EC - Sobre ese punto, que quizás sea el que ha provocado más malestares, más dudas o temores, o directamente rechazo, se sostiene, incluso por parte de quienes están a favor, que este proyecto pega demasiado bajo, que le hace pagar más a gente cuyos ingresos no son exorbitantes ni nada que se le parezca, que el límite se colocó demasiado bajo. ¿Qué responde sobre eso?

DA - No lo comparto, se puede demostrar con estadísticas muy rigurosas que 80% del IRPF recae sobre 20% de la población de mayores ingresos. No obstante eso, que es fácilmente demostrable, vamos a seguir mejorando en beneficio del contribuyente.

EC - ¿En qué sentido?

DA - En el sentido de perfeccionar nuestro sistema de deducciones a favor del contribuyente, y el sistema de liquidación del impuesto, también a favor del contribuyente, teniendo en cuenta, por ejemplo, la liquidación no individual sino sobre la base del núcleo familiar. Todos los cambios que vengan en el futuro van a ser en beneficio del contribuyente. Esto no es un ajuste fiscal, la reforma no está hecha para recaudar más, está hecha para tener un sistema más justo y más eficiente.

***

EC - ¿Se han fijado ya un plazo para realizar una primera evaluación del impacto de la reforma tributaria?

DA - No, estamos dispuestos a hacerla concomitantemente con su aplicación, pero lo más sano sería dejar transcurrir por lo menos dos o tres meses antes de hacer la próxima, porque todo esto requiere un proceso de acomodamiento, para el que estamos preparados, no tengan dudas. Y al mismo tiempo empezar a recibir las primeras de esas que yo llamé lecciones de la experiencia. Vamos a estar dispuestos permanentemente a hacer un análisis concomitante con su aplicación.

--------------
Edición: Mauricio Erramuspe