Arocena: partida extra es un paso pero no asegura el 4,5%
El rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, dijo que la mejora presupuestal obtenida en Diputados es "un paso" pero aún falta. "Nos quedan muchos escalones", advirtió. Defendió que el 60% de la mejora se destine a salarios. Si alguien ingresa a la docencia universitaria tiene un sueldo de 6.000 pesos, explicó. "¿Qué mensaje le está dando a los jóvenes? ¿Estudie o no estudie?", preguntó.
(Emitido a las 8.28)
EMILIANO COTELO:
Durante las últimas semanas la Rendición de Cuentas dominó la agenda informativa.
El debate en la Cámara de Diputados terminó centrándose en el presupuesto de la educación y cómo asegurar que en 2009 alcance 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI) prometido por el Frente Amplio (FA) en la campaña electoral.
Para eso, varios sectores del oficialismo reclamaron que en 2008 la educación recibiera 30 millones de dólares adicionales a lo que ya estaba previsto aumentar en el mensaje del Poder Ejecutivo.
Finalmente, la pulseada se saldó cuando bancada del FA acordó un mecanismo que permite financiar ese monto extra, sin que eso implique aumentar el gasto total.
Ahora, como toda la polémica se centró en los números, hubo algunas preguntas que quedaron pendientes: ¿para qué 30 millones de dólares más? La mejora en la calidad de la educación, ¿pasa sólo por el dinero? ¿Qué compromisos de reforma asumen los organismos de la Enseñanza para mejorar su eficiencia?
Hoy vamos a buscar respuestas a esas preguntas en el caso de la Universidad de la República (Udelar).
Para ello, vamos a conversar con doctor Rodrigo Arocena, rector de la Udelar.
***
Doctor Arocena, de los 30 millones de dólares extra que se aprobaron para la Enseñanza, a la Udelar le tocan 10 millones.
RODRIGO AROCENA:
Lo que aprobó la Cámara de Diputados, porque la Rendición de Cuentas todavía está a consideración del Parlamento.
EC - Con esos 10 millones de dólares extra, ¿a cuánto llegará el presupuesto de la Udelar en el año 2008?
RA - Lo que estaba asignado por ley de presupuesto, del orden de 3.400 millones de pesos, esto es del orden de 245 millones de pesos; estaríamos hablando de 3.645 millones de pesos, grosso modo.
EC - Esto no es lo que ustedes solicitaban, el mensaje de rendición de cuentas de la Udelar pedía más.
RA - El mensaje de rendición de cuentas de la Udelar estaba construido de acuerdo con la siguiente lógica: manteniendo la proporción de la Universidad, cuánto habría que incrementar a 2009 para llegar a 4,5%, nos dio 1.040 millones de pesos y nos pareció un criterio razonable que si eran dos años para subir eso, lo dividiéramos grosso modo al medio. Se solicitaron 520 millones de pesos por encima de lo previsto en la ley de presupuesto y, por cierto, se dijo para qué se utilizarían en grandes números esos 520 millones en caso de ser aprobados por el Parlamento.
EC - No se consiguió la cifra que pedía la Udelar pero se consiguió un extra.
RA - Un significativo avance, sin duda.
EC - ¿Quedaron conformes con el proyecto tal cual sale de Diputados?
RA - La Udelar es un mundo plural y heterogéneo, uno no puede pretender representar los sentimientos de esa variedad de gente que trabaja y estudia en la Universidad. Mi impresión es que se ha dado un paso muy importante en la buena dirección. Confiamos en que el país, por un lado pueda dar pronto nuevos pasos en esa dirección y que la gente (ese es nuestro compromiso) vea que vale la pena invertir en educación.
EC - Algunos representantes del equipo económico, incluso el propio ministro Danilo Astori, lamentaban que el debate se hubiese concentrado tanto en si había o no 30 millones de dólares extra para la educación, según ellos se está obviando, se está dejando a un costado el hecho de que el propio mensaje del Poder Ejecutivo ya implicaba un aumento importante de los recursos para la educación y que en lo que va de este período de gobierno la educación, y en particular la Universidad, venía teniendo ya un incremento muy fuerte en lo presupuestal.
RA - Nunca dejamos de decirlo, es una realidad, Uruguay partió de una situación muy atrasada en términos comparativos y ha venido avanzando. El presupuesto para este año de la Universidad, grosso modo, es del orden de 3.100 millones de pesos, y se preveía en la ley de presupuesto un presupuesto total para el año que viene de 3.400 millones de pesos. Es un aumento un poco inferior a 10%, que es significativo, del orden de lo que viene creciendo la recaudación del Estado. Por consiguiente, hay que contextualizarlo.
EC - Si prospera el proyecto tal cual salió de Diputados, el presupuesto de la Universidad el año que viene será de 3.650 millones de pesos. ¿Qué implica eso en comparación con la situación al comienzo de este período de gobierno? ¿Cuánto ha aumentado el presupuesto en estos años?
RA - Podemos dar los datos en dólares y comparar, en el año 2004 el PBI total de Uruguay era de 13.217 millones y el presupuesto de la Universidad de 73 millones. En este año el presupuesto de la Universidad va a ser del orden de 126 millones, de 73 a 126, un incremento importante, sin duda, pero el PBI habrá crecido de 13.000 millones a bastante más de 20.000. Por consiguiente, teniendo en cuenta que los dólares valen menos hoy que hace un tiempo, es un incremento significativo pero que todavía no nos pone en el camino seguro para llegar a 4,5%. Hay que decirlo con mucha serenidad y hemos tratado de decirlo así: es un incremento importante desde una situación de gran retardo, y todavía sin asegurar llegar a la meta mínima de 4,5%. Estamos subiendo la escalera, nos quedan muchos escalones.
EC - Si dejamos a un lado la proporción con el PBI, en términos absolutos el presupuesto aumenta de manera significativa.
RA - Lo hemos dicho todas las veces. Grosso modo, en términos reales, viene creciendo del orden de 10% real año a año, muy promedialmente, para contextualizarlo.
EC - Con esa mayor asignación presupuestal que va logrando la Udelar, ¿qué se propone hacer? ¿Para qué quería, en particular en esta rendición de cuentas, más recursos?
RA - Muy buena formulación, "para qué quería", porque la Universidad como institución democrática adopta sus decisiones en un colectivo, no es el rector el que resuelve, y por consiguiente puedo dar cuenta con precisión de lo que se había resuelto con respecto al incremento solicitado. Cuando termine la rendición de cuentas, todavía en curso, y se vea cuál es el incremento definitivo, lo reconsideraremos. Pero grosso modo podemos dar cuenta de lo que nos proponíamos hacer con el incremento de 520 millones que solicitamos.
Como primera aproximación, para que después en función de las preguntas y cuestionamientos podamos entrar en mayores detalles, habíamos previsto destinar 60% de ese incremento a mejora de salarios y readecuación de escalas de funcionarios docentes y técnicos, 5% a incrementar las partidas destinadas a investigación científica y tecnológica, 5% a iniciar un plan de obras a largo plazo que permitiera afrontar el importante crecimiento de la matrícula (tenemos datos del nuevo censo), 10% a todo lo que tiene que ver con atención a la salud (el presupuesto universitario tiene mucho que ver con la atención a la salud, no solo pero fundamentalmente a través del Hospital de Clínicas) y 20% para reforma universitaria y colaboración con la transformación de la educación pública en su conjunto. Ese era nuestro esquema.
EC - Si la partida es menor que la que ustedes querían, ¿se mantiene la proporción para asignar en el presupuesto que van a manejar?
RA - Es muy importante subrayar que la Universidad es una institución cogobernada por sus estudiantes, sus docentes y sus egresados, con creciente participación de sus funcionarios técnicos. Cuando tengamos los números exactos revisaremos, con esta decisión como guía pero no como una especie de chaleco de fuerza. Sumas diferentes merecen probablemente distribuciones diferentes en función de urgencias.
***
EC - Vamos a entrar más en detalle.
RA - Con mucho gusto.
EC - Para eso nos puede servir una de las preguntas que han hecho los oyentes en estos días: ¿qué tranquilidad puede tener la población de que ese incremento de los recursos no se lo traga una maquinaria obsoleta e ineficiente? ¿Este 20% que se destina a reforma universitaria tiene algo que ver con esto?
RA - Tiene mucho que ver con esto. Lo primero que hay que subrayar es que la Udelar se ha declarado a sí misma en un proceso de reforma. Creemos que hacemos no pocas cosas bien, pero creemos que hacemos muchas cosas de manera insatisfactoria y que tenemos que corregirlas. Ese proceso de reforma tendrá contenido e impacto en la medida que mucha gente participe, en la medida que la opinión ciudadana dé sus puntos de vista, lo queremos como un proceso no para dentro de la Universidad sino como un proceso de discusión con la sociedad.
En ese sentido el portal de la Universidad informa permanentemente qué cosas se están haciendo de nuevo, qué iniciativas se están tomando, los resultados de los estudios internos, por ejemplo acabamos de realizar un censo de estudiantes del cual tenemos resultados preliminares que nos tienen que servir para hacer ciertos cambios. Tenemos claro que la dinámica de funcionamiento de la Universidad es demasiado lenta, demasiado trabajosa, no permite a una institución que quiere ser moderna y ágil funcionar de acuerdo con los tiempos de hoy y mucho menos ingresar en un período de transformación activa como es el compromiso de quienes estamos en la conducción universitaria.
EC - En ese sentido, ¿qué se va a cambiar? ¿Qué medidas están encarando?
RA - En eso estamos. Por ejemplo, típicamente la Universidad, como buena parte del Estado uruguayo, está organizada sobre la desconfianza a priori y la falta de control a posteriori. Queremos cambiar eso, el último Consejo Directivo Central (CDC) discutió, impulsó y adoptó resoluciones sobre mecanismos para delegar funciones, vale decir, para hacer confianza a priori con control a posteriori, lo cual ha de permitir, a la vez, un funcionamiento más ágil, porque se atribuirían mayores funciones a consejos de facultad, a entes desconcentrados dentro de la propia Universidad, con el control a posteriori requerido. Y eso, además de mayor agilidad, permite mayor participación, porque la gente, los estudiantes, los docentes, los egresados que están en tal facultad o en tal escuela, van a tener más directa incidencia sobre las resoluciones que se tomen, las van a ver plasmarse en hechos más pronto, van a comprobar que vale la pena hacer esfuerzos para cambiar las cosas.
Estamos avanzando, pero dando los primeros pasos, somos muy modestos, no pretendemos hacer ninguna alharaca con un proceso de reforma universitaria que recién está comenzando. Estamos avanzando hacia una mayor delegación de funciones que permita un funcionamiento más ágil, más transparente, más acorde con el siglo XXI de nuestra Universidad que, por cierto, debe cambiar mucho.
EC - El cogobierno no está en cuestión.
RA - El cogobierno no está en cuestión en el sentido de que queremos afirmarlo, queremos hacerlo más que nunca una escuela de ciudadanía y una fuente de cambios. Estamos convencidos de que la democracia puede conjugarse con eficacia, que realmente las dos cosas no son opuestas, pero tenemos una estructura de funcionamiento pensada para una universidad que en 1958, cuando se aprobó la Ley Orgánica, tenía unos 12.000 estudiantes (censo de mayo de 2007: 79.558 estudiantes). Está claro que necesitamos, manteniendo (porque yo he venido a defender esos principios) los principios de cogobierno y participación, adaptarlos a las nuevas realidades.
EC - ¿Qué más hay detrás del concepto reforma universitaria? Podríamos hablar toda la mañana, pero para incluir algún compromiso más de los que ustedes como autoridades asumen ante la población que pone más plata para esa institución.
RA - Cosas bastante más relevantes. Vayamos a lo que más tiene que preocuparle siempre a una institución de enseñanza: la enseñanza. Todavía no hemos hablado de enseñanza.
Tenemos del orden de 17.000 inscriptos por año en la Udelar y tenemos del orden de algo más de 4.000 graduaciones por año. Si hacemos las cuentas y tenemos en cuenta diversos factores, se está graduando aproximadamente 30% de los estudiantes que ingresan. Es una situación complicada, deberían graduarse más. En todas las universidades del mundo, incluso en las pagas, la proporción de deserción es grande, pero no nos escudamos detrás de eso. No estamos nada conformes con la deserción. ¿Qué podemos hacer en materia de reforma para enfrentar la deserción?
Esto hay que explicarlo con un poco de cuidado, no hay que banalizar las cosas y pensar que es un telegrama lo que uno pasa. Le estamos enseñando, como se hace en la mayor parte de los establecimientos educativos, igual a gente que tiene una situación muy diferente, damos cursos esencialmente similares para muchachos con buena enseñanza media y para muchachos con débil enseñanza media, para estudiantes que trabajan y para estudiantes que no trabajan (último censo universitario, datos frescos: 55% de nuestros estudiantes trabaja). Tenemos que pensar en una diversificación de la enseñanza universitaria, no para tener enseñanza de primera y enseñanza de segunda, sino para ofrecer trayectos distintos para llegar al mismo fin.
EC - ¿Con ese tipo de mecanismos atacan también el otro problema que tiene la población de estudiantes de la Universidad, lo largas que finalmente son las carreras para la mayoría de los estudiantes? ¿Cuántos años le lleva a alguien que sigue una carrera de seis efectivamente obtener el título? Parece que puede llevarle el doble de tiempo.
RA - Puede llevarle. De nuevo, tenemos que ser muy transformadores y muy realistas, una cosa es plantear ese problema cuando el estudiante tiene dedicación exclusiva al estudio y otra cuando trabaja 40 horas por semana. Por eso tenemos que ofrecer trayectorias distintas.
Avancemos en qué queremos reformar, miremos situaciones concretas. ¿Qué pasa si una muchacha entra hoy a la Facultad de Derecho y al año se da cuenta de que lo que le gustaba era biología? Tiene que abandonar Derecho y sentir que no pudo hacer su vocación o, si tiene mucha energía, volver a enseñanza media, cubrir los tramos necesarios y entrar a la Facultad de Ciencias. Eso no es razonable desde ningún punto de vista, entre otras cosas porque no se enseña igual a gente de diferentes edades.
¿Qué estamos pensando en concreto para eso? Estamos tratando de organizar lo que llamamos ciclos iniciales en las distintas áreas, ciclos no obligatorios (hay muchas experiencias en América Latina de ciclos básicos obligatorios). Si uno viene con una buena formación y una vocación definida, para evitar el alargamiento de la carrera no se trata de hacerlo pasar por un ciclo básico, pero si viene con una formación endeble o si quiere cambiar, entonces hay que ofrecerle la manera de hacerlo. Estamos organizando dos grandes ciclos iniciales, uno para el área científica y tecnológica y otro para el área social. Son proyectos que estamos cultivando y que esperamos poner en marcha pronto.
EC - ¿No está previsto exigirle al estudiante?
RA - Al estudiante se le exige.
EC - Exigirle para que haga la carrera en menos tiempo. Hay mecanismos que de hecho terminan oficiando como exigencias o como formas de apurar la dedicación, en otros países cuando se cobra una matrícula, cuando el estudiante tiene que pagar cada año por estudiar no es lo mismo hacer la carrera en seis que en doce años. ¿Ese tipo de instrumentos no está en la agenda?
RA - La matrícula claramente no, la hemos conversado, la hemos discutido, con mucha serenidad estamos dispuestos a volver a discutirla, no hay nunca temas laudados. Es un tema de toda la ciudadanía, no solo de la Universidad, la Universidad es de la República y por lo tanto ante la República entera debe decidir, nosotros no somos los dueños de la Universidad, consideramos que estamos como delegados de la sociedad para llevar adelante nuestra tarea de la mejor manera posible.
La experiencia de la matrícula disminuiría el número de estudiantes cuando Uruguay necesita más estudiantes terciarios. La manera de enfrentar ese problema es diversificar, diversificar dentro y fuera de la Universidad, porque cuando hablamos de reforma, este 20% que usted recordó que estamos solicitando en nuestro incremento para la reforma, es reforma de la Universidad, y colaboración con la reforma de la educación en su conjunto. La Universidad ha adoptado resoluciones expresas por las cuales le propone a la ANEP avanzar hacia la creación de instituciones de enseñanza tecnológica terciaria que diversifiquen las ofertas de aprendizaje. Estamos convencidos de que una de las diversas causas de la deserción es la relativamente rígida oferta educativa, por lo tanto tenemos que diversificarla, no le hagamos más difícil a la muchachada en Uruguay estudiar. Habrá visto las noticias de hoy, se nos siguen yendo jóvenes altamente capacitados, hay que dar más, no menos oportunidades.
***
EC - Nos deteníamos en primer lugar en ese 20% de los recursos extra que la Universidad va a dedicar a reforma, reforma de su propia institucionalidad, de su propia educación, de su propia forma de encarar los servicios que brinda. Pero usted decía que por otro lado 60% de estos nuevos recursos va a mejorar salarios. ¿De qué manera y por qué esto es importante?
RA - Lo decimos con claridad pero con firmeza, no nos da ninguna vergüenza reivindicar el incremento de los salarios universitarios. La inversión en educación es ante todo una inversión en gente capacitada para educar y para ayudar a la enseñanza, funcionarios docentes y funcionarios técnicos. Déjeme dar un solo ejemplo que muy probablemente los oyentes tengan en la cabeza porque ha estado en la prensa nacional en todos estos días: si uno logra un cargo de ingreso a ciertas dependencias del Estado, para lo que se exige tener tercer año de enseñanza media completo, puede tener un salario, por unas 30 o 35 horas semanales, de entre 12.000 y 15.000 pesos.
EC - Usted alude a los llamados de estos días del Banco de Previsión Social, del Banco República, etcétera.
RA - A distintos bancos, me alegra mucho que así sea, ojalá todos los jóvenes uruguayos tengan esas oportunidades.
Déjeme comparar, si usted logra un cargo de ingreso con el mismo horario a la docencia universitaria, que no exige nueve años sino del orden de 16 a 18 años de estudio, tiene un salario de 6.000 pesos. ¿Qué mensaje les está dando a los jóvenes? ¿Estudie o no estudie? Y si estudió, ¿qué perspectivas tiene en Uruguay? Yo venía para aquí y leía con angustia la tapa de la prensa de hoy que dice que en 2007 se nos fue más gente que en el mismo período de 2006.
EC - Es el dato que aporta el semanario Búsqueda hoy, en el primer semestre de este año 24.000 uruguayos se fueron y no volvieron.
RA - No conozco la calificación promedio, pero sí conozco la calificación promedio de los que se fueron el año pasado: gente altamente calificada. ¿Qué les dice Uruguay a sus jóvenes? Los veteranos como quien habla estamos jugados, ya tenemos nuestra situación hecha y nuestra apuesta hecha, no es ese el problema, el problema es qué les estamos diciendo a los jóvenes universitarios y a los jóvenes en la enseñanza media: ¿estudien mucho, rómpanse el alma que Uruguay vale la pena?
EC - Es indiscutible el problema que la Udelar tiene en materia de salarios, sobre todo en los cargos docentes. No estoy tan seguro de que esa sea también la realidad a nivel de funcionarios administrativos.
RA - Un funcionario administrativo grado 8, escalafón C, que tiene varios años, que está promediando la carrera, que ha hecho varios concursos, de ingreso y de ascenso, porque en la Universidad solo se asciende por concurso, gana del orden de 9.000 pesos. Usted no sabe lo que son mis conversaciones con las directoras generales (digo directoras porque en general son mujeres): "¡Se me fue tal funcionario!", "¡Se me fue tal funcionaria!". En la Universidad se capacita a mucha gente que se va a otros lados del Estado porque le pagan mucho mejor.
EC - ¿Y qué se va a poder obtener como mejora en esos salarios con estos recursos adicionales?
RA - Una mejora que será del orden de 10%, 12%, 15%, habrá que discutir. Una cierta mejora que por lo menos le muestre a esa gente (no vamos a equiparar con el resto de la Administración Pública, para eso tendríamos que haber pedido el triple, no lo pretendemos) que el país hace un esfuerzo.
EC - Hablando de salarios, está también la otra cara, muchos de los oyentes preguntan: ¿se va a mantener la política de que no se descuenta a los funcionarios universitarios cuando hacen paro? ¿Por qué en el sector privado el que hace paro pierde el jornal y en la Universidad no?
RA - Es un tema difícil y que no quiero esquivar de ninguna forma. Mi opinión personal consta de cinco partes y quiero decirlas todas.
La primera es que esto tiene antecedentes históricos de larga data, durante mucho tiempo los ingresos y el presupuesto conjunto de la Universidad fueron muy bajos y solo se paliaron con conflictos salariales y sindicales largos, por lo cual se estimó que esos conflictos eran en defensa de la institución y entonces en la mayor parte de los casos (no siempre) terminadas las movilizaciones hubo un acuerdo de no descontar o de descontar en períodos comparativamente largos.
EC - Pero esto es muy chocante, la población no lo entiende. Tengo muchos mensajes, Gustavo, por ejemplo, dice: "Me gustaría saber si se piensa instrumentar métodos para que los paros efectivamente se descuenten, o se piensa en eficiencia regalando plata ajena".
RA - Me alegra que lo plantee de manera neta, pero esto por suerte es radio y no televisión, donde uno tiene que contestar en 30 segundos y entonces contesta con un estereotipo.
La segunda cuestión es que, a mi juicio, eso a largo plazo no le conviene ni siquiera al sindicato, le hace mal a un sindicato ese tipo de cosas. Esa es mi opinión, legítimamente respetuosa de otras.
Lo tercero es que, por supuesto, esa situación no le conviene en absoluto a la institución.
La cuarta opinión es que, a diferencia de un momento en que prácticamente no se incrementaba el presupuesto universitario y largos conflictos eran aparentemente imprescindibles para solo mantener el presupuesto, ahora estamos en una situación de relativo crecimiento, por lo cual tenemos que revisar esa situación.
Y quinta parte de mi opinión, como los cambios importantes se hacen con convicción de colectivos, querría que este tema fuera discutido (y así lo promuevo) amplia y abiertamente para que los propios colectivos universitarios lo tomen en cuenta y avancen hacia un cambio en la situación.
EC - Hoy va a seguir así, por lo menos transitoriamente va a seguir así.
RA - La situación actual es de cambio en la Universidad, de repensar los temas, y este también es un tema que hay que incorporar a la agenda, entendiendo su historia, no quedándose en la inercia del pasado, las dos cosas hay que tenerlas en cuenta. Mi opinión es que hay que transformar esa situación, lo digo con claridad. Y repito lo que digo muchas veces: el rector de la Universidad es el funcionario de mayor responsabilidad, no es el presidente de la Universidad, por suerte la Universidad tiene una conducción colectiva y democrática a la cual yo aporto y me hago muy responsable de sus resoluciones.
EC - Sigamos con los rubros que usted mencionó. Había un 5% destinado a incentivar la investigación en ciencia y tecnología. ¿Qué quiere decir esto, y sobre todo en qué, investigar en qué?
RA - Me importa subrayarles a los oyentes que sea cual sea el indicador que tomen, número de publicaciones, número de investigadores, números de proyectos, grupos de investigación, la Udelar es no menos de las dos terceras partes de la investigación que se hace en el país. No es que queramos mantener esa situación, me encantaría que dentro de cinco años la Universidad en vez de ser los dos tercios fuera el tercio de la investigación e hiciera el doble, porque Uruguay habría multiplicado por cuatro su capacidad de investigación. Queremos impulsar la investigación nacional, buena parte del pedido adicional es para impulsar investigaciones vinculadas y en asociación con el sector productivo. Tenemos un excelente programa de proyectos vinculados con el sector productivo que ha dado lugar a alrededor de 100 proyectos en los últimos años, algo que queremos potenciar. No es lo único, la Universidad tiene que impulsar la creación en todos los ámbitos de la cultura y del conocimiento (si no lo hace la Universidad, ¿quién lo va a hacer?), pero uno de los rubros centrales es colaboración con el sector productivo, con el que tenemos una importante experiencia. Y no digo investigación
"para" el sector productivo sino investigación "en colaboración con" el sector productivo. Hacer un país aprendizaje es que mucha gente, además de los investigadores, esté involucrada en la creación y el uso socialmente útil del conocimiento.
EC - La Udelar pone mucho énfasis en reclamar más recursos a Rentas Generales pero no dice nada sobre la posibilidad de obtener por sí misma otros fondos, por ejemplo por venta de servicios, convenios con el sector privado o empresas públicas, comercialización de patentes.
RA - Contestemos con números, porque no es que no diga nada, porque la rendición de cuentas no es solo la solicitud de incremento para el año siguiente, sino también dar cuenta, rendir cuenta de cómo se gastó el año anterior. Nuestro proyecto cuando fue al Parlamento tenía dos partes, solicitud para 2008 y rendición de cuentas de 2006. Tengo un número para darle, uno solo, año 2006: la Universidad tuvo un presupuesto total, considerando sus ingresos del más diverso origen, de 2.800 millones, de los cuales casi 300 millones fue lo que usted llama ingresos propios, lo que se consigue con gran esfuerzo mediante convenios, asistencia a la producción, etcétera. Hay facultades en las cuales los ingresos propios cubren del orden de 25% del presupuesto.
EC - Pero en la medida que se le solicita a Rentas Generales más recursos, ¿qué compromiso asume la Universidad de obtener más recursos por esas otras vías?
RA - El compromiso es el que se ve en las cifras, expandimos sistemáticamente los ingresos propios. No hay que olvidar que para conseguir ingresos propios se necesita tener una base de ingresos garantizados, se necesita tener salarios de investigadores para hacer convenios con el sector productivo y conseguir dinero para equipamiento, por ejemplo. Así, pues, ambas cosas coadyuvan, cuando hacemos convenios con universidades del exterior, cuando obtenemos fondos de la Unión Europea, los obtenemos porque tenemos capacidad de investigación, nos dan no para que empecemos desde cero, nos dan ayuda para que desarrollemos una capacidad ya existente. Por consiguiente, no hay que oponer estas cosas, cuanto mayor base permanente presupuestal se tiene, más posibilidades de avanzar en lo que usted llama ingresos propios, que en el año 2006 fueron bastante más de 10% de lo que gastó la Universidad.
EC - Relacionado con esto, viene otra pregunta de la audiencia.
"Usted señaló que la posibilidad de cobrar matrícula no está en consideración, por lo menos en este momento. Pero ¿tiene sentido que también los estudiantes extranjeros, que hoy ya son muchos y pesan de manera sensible en la matrícula universitaria, tengan sus cursos gratuitamente, vengan, cursen acá y se vayan a su país a aprovechar lo que aprendieron?"
RA - He tratado de contestar con mucha objetividad hasta ahora. No puedo dejar que una cuota de subjetividad aflore en mi caso, porque muchos, entre ellos yo, debemos nuestros títulos a universidades del exterior que no le están cobrando nada a Uruguay para que nosotros trabajemos en el país. Muchísimos uruguayos hoy están haciendo sus carreras en el exterior, muchas veces en universidades públicas y de acceso libre, y volverán al país. Si hablamos de solidaridad latinoamericana, ¿les vamos a cobrar a los estudiantes de otros países adonde muchos exiliados uruguayos, muchos emigrados uruguayos, muchos jóvenes uruguayos de hoy han ido a estudiar, estudian y volverán al país? Hagamos una cosa solidaria, amplia, la Udelar recibe en materia de solidaridad internacional mucho más de lo que da. En realidad tenemos que colaborar más con otros y no menos.
Documento relacionado:
Balance de Ejecución Presupuestal del año 2006 y propuesta para el año 2008 de la Universidad de la República
-------------
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Guzman Gordillo