Entrevistas

Abreu: relaciones con Estados Unidos no avanzan por indefinición uruguaya

La visita de jerarcas estadounidenses al Parlamento demostró, según el senador blanco Sergio Abreu, que "desde el punto de vista político, casi exclusivamente, Uruguay tiene prioridad y que no se avanza o no se ha avanzado más en función de que Uruguay no ha tenido una decisión política concreta". "Queda una señal política importante, Uruguay sigue siendo prioritario", agregó.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
El gobierno de Estados Unidos envió un fuerte mensaje político a través de los emisarios que arribaron ayer a Montevideo. El objetivo es profundizar las relaciones comerciales lo máximo posible, sin contravenir las normas del Mercosur.

Las crónicas esta mañana destacan que el secretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, volvió a facilitar a Uruguay, en nombre de su gobierno, el acceso al tratamiento que quiera con Estados Unidos y dejó en claro que su visita es una prolongación de la que realizó en marzo el presidente George W. Bush.

"Estados Unidos sigue considerando su relación económica con Uruguay como prioritaria", afirmó Shannon, según la crónica que publica hoy el diario El País. Como otros diplomáticos estadounidenses cuando visitan Uruguay, Shannon se cuidó de no irritar la sensibilidad del gobierno y por lo tanto dejó fuera el caso Venezuela y su presidente, Hugo Chávez. En cambio destacó la importancia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de los subsidios agrícolas que, afirmó, "deben ser negociados en ese ámbito".

Dijo que conoce la importancia que este problema de los subsidios tiene para los países de América Latina; también se detuvo en los tratados de libre comercio (TLC) y subrayó que Uruguay está en condiciones de acceder al mercado estadounidense, según relataron participantes en la reunión protocolar que tuvo lugar ayer en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado.
 
Estamos en diálogo con el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta, senador Sergio Abreu.

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Senador Abreu, ¿cómo ubica esta visita de varios jerarcas de la administración Bush que se está dando en estos días? ¿Qué significa para usted?

SERGIO ABREU:
Es una señal política significativa. Como se ha dicho claramente, es una prolongación de la visita del presidente Bush a los que consideran gobiernos y estados "amigos". Hay que rescatar que la visita que se está realizando es a Brasil, Chile y Uruguay.

EC - Brasil, Chile, Uruguay y México fueron mencionados especialmente esta semana por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que utilizó ese término: "países amigos con los que Estados Unidos mantiene relaciones extraordinariamente buenas".

SA - Esto es parte de una derivación del eje bolivariano y el eje Monroe que ha establecido el presidente de Venezuela, como para emitir la señal de que se está profundizando y se acepta que hay determinados países alineados en una determinada dirección y otros en otra dirección.

Pero acá hay un eje muy importante que es la visión y el rol de Brasil. En la medida en que Estados Unidos profundice el relacionamiento con Brasil y continúe trabajando en forma también bilateral, como sucedió con la visita del presidente Lula, está marcando la forma en que el continente se viene orientando en función de determinados puntos estratégicos que son coincidentes, aunque existen grandes diferencias entre lo que pueda pensar y Estados Unidos y lo que piensa Brasil hoy, después de la variada situación que se le plantea a nivel político, estratégico, energético y económico en el ámbito de América del Sur.

EC - También está jugando el descuido que la propia administración Bush cometió con respecto a América Latina en los primeros años de su gestión. Parecería que al final del mandato Bush quiere corregir ese trato.

SA - Claramente, además la administración estadounidense agotó todos sus esfuerzos desde el punto de vista comercial en el ALCA, que tuvo un fracaso importante, y no precisamente por responsabilidad de Estados Unidos, sino porque muchos países no tuvieron como bloque la voluntad de seguir adelante. Eso facilitó que Estados Unidos, como respuesta, tuviera acuerdos de libre comercio con Chile, Colombia, Perú, que avanzara en forma significativa en la misma dirección pero fragilizando la posibilidad de los interlocutores porque ya no eran 34 sino de a uno.

Estados Unidos siguió estos temas en forma residual, porque el centro de su preocupación y de su atención está en el ámbito internacional, no solo el tema seguridad, los problemas de Irak y todos aquellos aspectos que se vinculan con el hemisferio norte, las relaciones con la Unión Europea, sino también porque parecería que América del Sur desde el punto de vista político no era el punto neurálgico de sus preocupaciones a nivel mundial.

Por esto realmente ha pagado un altísimo precio y ahora está preocupado por el enfrentamiento que se plantea a través de la República Bolivariana de Venezuela, aunque ayer no hubo ningún tipo de mención ni al presidente de Venezuela ni a la República de Venezuela, ni a ningún otro Estado fuera de las preguntas que se relacionaron con el rol de Brasil en el ámbito continental.

EC - ¿Usted le atribuye al protagonismo que han adquirido en América Latina Venezuela y su presidente Hugo Chávez este giro que en los últimos meses ha dado la administración Bush con respecto a esta parte del continente?

SA - Sí, hay un componente importante de esto, en la medida en que el presidente Chávez desarrolla un modelo de confrontación, de intervención y de respaldo al fortalecimiento del régimen cubano, al que se sabe que le suministra 100.000 barriles diarios, entre otros aspectos. Hay un reverdecimiento de la confrontación del viejo modelo de guerra fría que Estados Unidos pensaba superado en función de muchos aspectos y de reformas económicas que se dieron en América Latina.

EC - En ese contexto, ¿qué puede producir como resultados concretos en la relación Uruguay-Estados Unidos la visita de los representantes de Estados Unidos que ya están y de los que faltan llegar en estas horas?

SA - Plantearon tres niveles. El primero es el nivel político, es decir los aspectos de las fuerzas de paz y la importancia de la cooperación uruguaya, la participación en Haití en particular; dieron una explicación sobre la importancia que tiene esto.

Segundo, los aspectos comerciales, que están muy vinculados con la OMC. Todo lo que se está discutiendo en la OMC va a estar directamente vinculado con el resto de las negociaciones de carácter bilateral o regional, y en este caso Estados Unidos y Europa están enfrentados, a raíz del fracaso de la reunión de Postdam del Grupo de los 4, a los otros países con relación a los aranceles industriales y a lo que se les requiere de abatimiento de subsidios y apoyos directos agrícolas en sus respectivos países.

El tercer tema es cómo plantean las relaciones bilaterales. Cuando se dice que Uruguay es prioritario se establece que está en condiciones de seguir avanzando dentro de las limitaciones.

EC - ¿Qué quiere decir eso en términos prácticos? Porque tenemos firmado el TIFA y la eventualidad de un TLC quedó picando pero es algo a más largo plazo en el mejor de los casos.

SA - El TIFA es un tema muy relativo porque es una comisión bilateral que ni siquiera tiene condiciones de negociación concretas.

EC - ¿Entonces?

SA - En realidad plantean el seguimiento del relacionamiento con Uruguay y demostrar desde el punto de vista político, casi exclusivamente, que Uruguay tiene prioridad y que no se avanza o no se ha avanzado más en función de que Uruguay no ha tenido una decisión política concreta.

Esto también es una visión estratégica y de proyección internacional, de manera que el análisis que hacen a partir de estos temas es que Uruguay puede seguir avanzando pero está la limitación de que vence el fast-track y el Congreso está con mayoría demócrata, y todavía están pendientes los acuerdos de libre comercio con Panamá, Perú y Colombia. De todas maneras Uruguay tiene que seguir avanzando, hay que aprovechar esta prioridad.

EC - ¿Cómo se la puede aprovechar? Por los datos que usted acaba de refrescar, el margen es muy escaso.

SA - El margen es poco y cada día se estrecha más. Estados Unidos percibe que hay una doble visión, en el ámbito interno de la administración uruguaya, los que han querido seguir avanzando, los que han dicho que el tren pasa una sola vez y los que han dicho que el tren nos atropella a todos. Eso en un país pequeño con ambigüedades de esta naturaleza, ningún país va a salir a presionar para que se encuentre una solución concreta.

EC - Pero paralelamente están los problemas dentro de Estados Unidos mismo con el Congreso de mayoría demócrata.

SA - Eso está claro, ha existido y existía, por lo tanto los tiempos tendrían que haber sido avanzados antes. Concretamente, no podemos tener una respuesta clara sobre un acuerdo de comercio y un TIFA incluido porque va a cambiar la administración, van a quedar las señales pero al tren lo estamos viendo pasar.

EC - ¿Entonces de qué se puede hablar? ¿De negociaciones puntuales para determinados productos o servicios?

SA - Puede haber algún producto, los famosos blueberries de repente pueden tener algún acceso, pero en realidad no hay una definición concreta. No puede haber ninguna solución si antes la OMC no define, Uruguay no puede negociar con Estados Unidos ningún tipo de TLC si Estados Unidos antes no pone sobre la mesa los aspectos de subsidios agrícolas. Y Estados Unidos no va a poner en ningún acuerdo bilateral los temas agrícolas, prefiere discutirlos a nivel multilateral, encontrarles una solución en el ámbito de la OMC, para después bajar a los acuerdos regionales.

Queda una señal política importante, Uruguay sigue siendo prioritario en una relación con Estados Unidos que también se alinea con la simpatía o la afinidad que hoy tiene con la República de Brasil en muchos aspectos de la visión continental. Y después queda lo que siempre queda en Uruguay, las buenas intenciones y la falta de capacidad de concretar por ausencia de definición del gobierno en el momento oportuno.

EC - Después de esta reunión de ayer de la Comisión de Asuntos Internacionales, ¿qué queda por hacer desde la posición que usted ocupa, tanto como presidente de la comisión como por ser uno de los representantes de la oposición?

SA - Estamos esperando todavía que el gobierno envíe el TIFA al Parlamento para analizarlo y realmente entender cuál es el criterio que maneja el gobierno de Uruguay en el ámbito de la comisión.

EC - ¿Está obligado a mandarlo?

SA - Está obligado a mandarlo porque es un tratado. Eso ha sido ratificado por la Comisión de Asuntos Internacionales, aunque la cancillería entiende que el plazo no está definido y dice que lo va a mandar en el momento oportuno. Deben mandarlo, están obligados a mandarlo, es una buena instancia para seguir discutiendo el contenido de esto e incluso algunos aspectos que hacen al relacionamiento bilateral. Esto lamentablemente a veces no se produce, porque no es discutir un tema puntual de un tratado, sino ingresar en el análisis geopolítico y estratégico de los países para que los legisladores puedan estar en condiciones de tener mayor profundidad en un análisis que realmente hoy es cada día más importante y más dinámico.

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Edición: Mauricio Erramuspe