El senador Eber da Rosa explicó que "hay que ir hacia una definición de transferencia" de potestades y recursos.

Las propuestas blancas para avanzar en la descentralización

El Partido Nacional tiene algunas coincidencias y algunas observaciones al proyecto de ley de descentralización del gobierno. El senador Eber Da Rosa explicó que "hay que ir hacia una definición de transferencia de potestades que hoy están en el gobierno central hacia los gobiernos departamentales con participación en los recursos". Además, discrepó con la figura de los ejecutivos colegiados.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
El anteproyecto de descentralización presentado esta semana por el gobierno ha abierto el debate: ¿es necesario crear un tercer escalón de gobierno en Uruguay? Un país como el nuestro, pequeño y poco poblado, ¿necesita más instituciones y gobernantes?

Este miércoles entrevistamos al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Enrique Rubio, para conocer la iniciativa del presidente Tabaré Vázquez.

Pero, ¿cómo observa este paso la oposición? Esta mañana el diálogo será con el senador Eber Da Rosa, de Alianza Nacional, Partido Nacional (PN), ex intendente de Tacuarembó en dos oportunidades, entre 1995 y 2004.

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Senador da Rosa, el PN siempre abogó por la descentralización. Ahora, ¿cómo ven ustedes este anteproyecto, esta propuesta que sale del Poder Ejecutivo?

EBER DA ROSA:
Lo hemos tomado como un borrador para trabajar sobre él. Es un tema que nos importa mucho, que siempre le ha importado mucho al PN. El problema es que el concepto de descentralización que se maneja detrás de este proyecto (que es muy similar al concepto de descentralización que se ha manejado en Montevideo) no es lo que nosotros concebimos como descentralización, sino más bien un modelo, una forma de reorganización de los gobiernos locales o de incentivo a la participación. Pero la descentralización es básicamente, tal como Wilson la definió cuando retornó del exilio, transferencia de poder de decisión y participación en los recursos para poder cumplir con las funciones que se asignen.

EC - Este anteproyecto prevé que en toda población que incluida su zona de influencia cuente con más de 2.500 habitantes se cree un municipio compuesto por cinco miembros honorarios electos por voto popular. Y si la población tiene menos de 2.500 habitantes el municipio se integra con tres miembros, también honorarios, pero en este caso designados por el intendente con anuencia de la Junta Departamental. ¿Comparten esa parte del proyecto?

E da R - Lo que el proyecto llama municipios es lo que hacen actualmente las juntas locales. Lo que está bien del proyecto es que define taxativamente cuál es la competencia que tienen esos órganos de gobierno local, algo que hasta ahora la ley no había definido.

EC - Además, en materia de juntas en nuestro país tenemos un panorama muy variado, cuatro, cinco o seis modalidades diferentes, según comentaba el miércoles el director de la OPP.

E da R - Eso también es verdad. Pero las funciones que se le asignan a ese llamado municipio en este proyecto no son otras que las que actualmente cumplen las juntas en sus más diversas modalidades, son más o menos las que cumplen en cada localidad. En ese aspecto el proyecto no está innovando, simplemente reconoce una realidad que ya existe.

EC - Ustedes entienden que habría que ir a más, que habría que modificar esa realidad.

E da R - Para que realmente sea un proyecto de descentralización hay que ir hacia una definición de transferencia de potestades que hoy están en el gobierno central hacia los gobiernos departamentales o los gobiernos locales, municipales, con participación en los recursos para que esas tareas sean desempeñadas en forma más eficiente.

Ese es el concepto de descentralización que siempre hemos manejado. Por ejemplo, encargarse de la infraestructura física de los locales de enseñanza o de los locales de salud, tareas que podrían desempeñar con mucha mayor eficiencia el gobierno departamental o el gobierno local, pero que requerirían para ello una participación en los recursos, de los cuales carecería, para agrandar sus cometidos. Eso sería verdaderamente descentralizar, transferir poder del gobierno central hacia gobiernos departamentales y, consecuentemente, los recursos necesarios para hacerlo.

EC - El proyecto en materia de financiamiento incluye dos fuentes de recursos: partidas que vengan del propio presupuesto departamental y otras de un fondo destinado a promover este tipo de instituciones en el Poder Ejecutivo.

E da R - Eso ya existe, hoy la financiación básica de los gobiernos departamentales está constituida en parte por la Contribución Inmobiliaria y la Patente de Rodados, que son recursos típicamente percibidos por el municipio, y partidas que de acuerdo con la ley la Constitución son recaudadas por el gobierno nacional y transferidas a los gobiernos departamentales.

EC - ¿Qué es lo que usted propone como alternativa?

E da R - Nosotros hemos planteado siempre la necesidad de que haya mayores cometidos o atribuciones, como las que le mencioné recién, para los gobiernos departamentales, y que a su vez haya participación de los gobiernos departamentales en la recaudación de los tributos nacionales.

EC - ¿Por ejemplo?

E da R - Por ejemplo establecer, como en Europa, un porcentaje x del impuesto a la renta comercial e industrial que se perciba en el territorio de ese municipio o de ese departamento. Esa es una de las formas de asegurar una participación y al mismo tiempo establecer cometidos que hoy están en el gobierno central. Hoy una policlínica que está en mal estado en una zona rural x o en un departamento x depende de toda una burocracia en el gobierno central y en el Ministerio de Salud Pública para lograr, después de varios años de lucha, que alguien se ocupe del problema del techo, y mientras pasan cuatro, cinco, seis años sin que nadie resuelva el problema. Ese es uno de los cometidos de la descentralización.

Lo que el gobierno está planteando es más bien un modelo de participación o de organización de los gobiernos locales, que para mí es otra cosa, no es lo mismo que la descentralización.

Lo que tiene de bueno el proyecto es que define específicamente, por ley, los cometidos de los gobiernos locales, que no son otros que los que ya están cumpliendo hoy las juntas locales. La diferencia que tenemos con ese proyecto de organización de los gobiernos locales es en que la tarea de esos municipios (como les llama el proyecto, o juntas locales, que es lo que conocemos habitualmente y como las define la Constitución) son cometidos esencialmente ejecutivos, y en Uruguay los ejecutivos colegiados no han sido una buena experiencia. Lo hemos probado a nivel de gobierno nacional, de gobierno departamental, no han funcionado. Por algo volvimos al Ejecutivo del presidente de la República y al Ejecutivo departamental con un intendente. En el caso de las juntas locales sobran ejemplos de conflictos y en muchos casos de inoperancia en la medida que la tarea ejecutiva es asumida por un sistema colegiado.

EC - Además de tener diferencias en cuanto a las atribuciones que el proyecto les adjudica a estos municipios, usted tiene diferencias también con la propia integración, con el hecho de que sean municipios colegiados.

E da R - Exactamente, lo que se necesita es que exista alguien, una autoridad unipersonal que tome las decisiones de carácter ejecutivo, como pasa en el gobierno departamental y en el gobierno nacional. Hay un proyecto mío del año pasado que plantea la diferencia entre las funciones del presidente de la Junta, que tiene esencialmente el carácter de la función ejecutiva, y las de los demás miembros, que tienen una función de contralor sobre las funciones que ejerce el presidente, con potestades de acusarlo ante la Junta Departamental o ante el intendente en caso de violaciones a la Constitución, a la ley o de actos arbitrarios.

EC - ¿Qué ha pasado con su proyecto, el que se presentó en noviembre del año pasado en la Comisión de Constitución y Códigos?

E da R - Está en la Comisión de Constitución y Códigos del Senado. Seguramente ahora será una oportunidad para considerarlo a la luz de este proyecto que manda el Poder Ejecutivo. El PN decidió formar un grupo de técnicos para trabajar sobre la base de este proyecto y un par más que han presentado diputados del PN y que están en la Cámara de Diputados, para elaborar una alternativa en respuesta a este planteo que nos ha hecho el Poder Ejecutivo.

EC - ¿Qué impresión tiene usted del futuro de este tema? ¿Qué ha podido sondear en el diálogo con sus colegas de distintos partidos? ¿Habrá un avance en estos años finales del período de gobierno hacia este tercer nivel de gobierno, hacia consolidar una estructura nueva para los gobiernos locales?

E da R - En primer lugar, me parece positivo que haya una preocupación por este tema de los gobiernos locales, un tema al que en general, en un país tan fuertemente centralizado como Uruguay, se le da poca importancia, tiene poca trascendencia. Tiene trascendencia a nivel departamental o a nivel local en la medida que los vecinos viven directamente el problema.

En segundo lugar, este proyecto define competencias o atribuciones que esas juntas locales o municipios ya están desempeñando en los hechos, pero está bien que se definan por ley, que se establezca concretamente cuáles son las atribuciones de esos gobiernos locales.

EC - Mi pregunta era qué ambiente le parece que hay para avanzar hacia un proyecto de consenso, de acuerdo entre los partidos.

E da R - Puede haber. En la medida que todos volquemos experiencias, conceptos y conocimientos sobre este tema pueden lograrse avances. Tal vez habría sido mejor camino que el Ejecutivo estructurara o formara algún grupo de trabajo con presencia de representantes de todos los partidos para analizar el tema. El camino elegido es otro, mandar un borrador y trabajar sobre él. Se puede avanzar sobre eso. Veremos si los puntos de vista que tenemos nosotros pueden conciliarse con estos criterios que maneja el Poder Ejecutivo.

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Edición: Mauricio Erramuspe